Uno puede ignorar los síntomas, pero los síntomas no ignorarán a uno. - Refrán médico (recopilado por el Dr. Germán Chávez Rojas) CONTENIDO 2… La importancia de los humedales en México 6… Las reuniones de Bali y Bangkok sobre cambio climático 13… Lo grandioso de los manglares, y lo que se está perdiendo 20… El papel de los bosques mexicanos en el almacenamiento de carbono para mitigar el cambio climático 23… Modelos de crecimiento arbóreo a largo plazo en respuesta al calentamiento climático: casos de prueba en un bosque montañoso subtropical y en una selva húmeda tropical de México (Resumen) 25… Avance de la energía eólica en Estados Unidos 27… Efectos del calentamiento global en el Golfo de México: el incremento del nivel del mar (Resumen) Nota: Los físicos que deseen contribuir a esta sección con material sobre Calentamiento Global y temas relacionados, dirigirse a: luisgrgt@hotmail.com 2 La importancia de los humedales en México Dra. Guadalupe de la Lanza Espino Instituto de Biología, UNAM El desarrollo histórico de la humanidad, en especial de las grandes civilizaciones, ha guardado estrecha dependencia con los sistemas acuáticos denominados humedales. La cultura azteca, por ejemplo, floreció bajo un manejo adecuado del lago de la Cuenca del Valle de México, y los mayas utilizaron los cenotes. Para la definición del término nos basamos en la utilizada por la Convención Internacional de RAMSAR: “Ecosistemas tanto naturales como artificiales que se hallan permanente o temporalmente inundados, ya sea por aguas dulces, salobres o salinas, estancadas o corrientes, y que incluyen regiones ribereñas, costeras o marinas que no excedan los seis metros de profundidad”. Es decir, los humedales son ambientes intermedios entre terrestres y acuáticos, con características de ambos, pero manteniendo una originalidad que los hace particulares. Se pueden agrupar los humedales en interiores, costeros y marinos. Entre los primeros se hallan los pantanos, pastizales emergentes o de plantas flotantes, libres o enraizadas, ríos, ciénagas, lagos, cenotes, oasis, así como los creados por el hombre: presas, chinampas, arrozales, norias, pozos, etc. Entre los costeros están las bahías, lagunas, estuarios, esteros, marismas y manglares. Los humedales marinos son los arrecifes de coral. Los humedales son sistemas dinámicos que cambian sin cesar en forma natural como resultado del aporte de sedimentos de las áreas adyacentes, de la subsidencia (hundimiento del fondo), del clima extremo y, en el caso de los costeros, del incremento del nivel del mar; todo esto acelerado por las actividades humanas. 3 Anteriormente, los humedales eran considerados tierras inútiles, lugares inhóspitos con animales indeseables y sin valor económico. Ello condujo a su mal manejo, azolvamiento, rellenado, modificación de su circulación, e incluso desaparición. No fue sino hasta principios de este siglo que se empezó a darles atención por su valor económico y diversidad de plantas y animales, y a pensar en su conservación. Es conveniente visualizar integralmente al territorio que contiene humedales; es decir, incluir la problemática entre la sociedad y el ambiente territorial donde está enclavado el humedal. Se ha estimado que a nivel mundial los humedales cubren una extensión de 7 a 9 millones de kilómetros cuadrados; sin embargo, diariamente disminuye esta superficie por las necesidades humanas de espacio y recursos. Existe actualmente un elevado número de países que han adoptado la política de poner coto a la destrucción y degradación de los humedales, reconociendo que deben utilizarse en forma sostenible con tendencia a la conservación (5). México poseía apenas el 0.6% de total mundial de humedales, o sea unas 3,318,500 ha (6), de las que 1,567,000 ha eran estuarinas costeras (3), y 1,280,782 ha continentales (4); sin tomar en cuenta áreas como manglares, ribereñas, arrecifales y artificiales. Por otros beneficios que ofrecen (urbanismo, agricultura, etc.) la tendencia fue a su desaparición, y en el país se desconoce aún la magnitud de pérdida, aunque Abarca y Cervantes (1) han estimado por lo menos un 35%. Los humedales proporcionan gran variedad de bienes, servicios y funciones, tales como: mantenimiento de procesos naturales, biodiversidad en flora y fauna, y agua y recursos para la sociedad. Son buenos ambientes para la captura de bióxido de carbono que influye en el efecto invernadero. Infiltran y recargan los mantos freáticos, protegen contra fenómenos naturales y estabilizan el microclima local. En el caso de los costeros, reducen el impacto de las olas, corrientes marinas, e 4 incluso huracanes. Ayudan a controlar las inundaciones y aportan recursos pesqueros, madera, y sedimentos ricos en materia orgánica para la agricultura. Por su capacidad de filtrar y absorber contaminantes, se les considera los “riñones” de la tierra. Por su parte, la industria turística aprovecha sus magníficos paisajes. Dado que México está inscrito en la Convención RAMSAR para sitios de humedales de importancia internacional, ello implica respetar y aplicar normas, políticas y actividades de conservación, y dentro de este compromiso el país debe formular planes de uso racional de los humedales. Está estipulado que la selección de humedales para la lista de Sitios RAMSAR deberá basarse en su importancia internacional ecológica, botánica, zoológica, hidrológica y, particularmente, para las aves acuáticas en cualquier estación del año. La protección de los humedales requiere, entre otras cosas, del mantenimiento de su cuenca hidrológica: calidad del agua sin desvíos, rellenos y descargas residuales; preservación de flora y fauna sin introducción de especies exóticas; y explotación balanceada de sus recursos. Se cuenta con el apoyo de la Ley de Aguas Nacionales, la Ley General de Protección al Ambiente y la NOM 022, que aún no ha sido aprobada a satisfacción; ésta se enfocaba a manglares y se encuentra en discusión para referirse a humedales en general. Desde 1962 a la fecha diversas instituciones del país han realizado inventarios de humedales con diferentes propósitos: extracción de agua, actividades agrícolas, pesqueras, industriales, turísticas, etc. La CONABIO (2) publicó el libro Aguas Continentales y Diversidad Biológica de México, con la finalidad de regionalizar los cuerpos de agua (o humedales), y elegir los representativos con base en su biodiversidad y características ambientales. Destacaron como regiones continentales y costeras prioritarias 110, y como Sitios RAMSAR 104. 5 Es importante señalar que México, ubicado en una latitud subtropical-tropical con un 60% de regiones áridas-semiáridas, tiene una disponibilidad de agua mediana-baja, la cual ha permitido el establecimiento de humedales con predominancia de superficies reducidas (5-10 ha, como el lago de Apizaquito, Tlax.), y casos excepcionales de cerca de 100,000 ha como el lago de Chapala, Jal. En este panorama de baja disponibilidad de agua y necesidades hídricas, no existe un equilibrio entre conservación de humedales y extracción de agua, aun bajo el concepto de desarrollo sustentable. Ya se han perdido superficies significativas de humedales y existe el riesgo de que dicha pérdida continúe, aun cuando hayan sido elegidos por CONABIO y RAMSAR como prioritarios. Para su conservación es necesario darles el valor económico equiparable a las actividades humanas, y de esa manera crear fondos para su preservación y posible manejo. Referencias: 1. F.J. Abarca y M. Cervantes, Definición y clasificación de humedales. En: F. J. Abarca y M. Cervantes (eds.), Manual para el Manejo y Conservación de Humedales en México. INE-SEMARNAP, Arizona Game & Fish Department (1996). 2. Comisión Nacional para el Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO), Aguas Continentales y Diversidad Biológica de México (2000). 3. E. F. Contreras y L. Zabalegui, Aprovechamiento del Litoral Mexicano. CECODES-SEPESCA (1988). 4. G. de la Lanza-Espino y J.L. García Calderón, Lagos y Presas de México. Centro de Ecología y Desarrollo (1999). 5. P. Dipotet- Barcada y G. de la Lanza-Espino, Humedales y territorio con humedales. En: G. de la LanzaEspino G. Las Aguas Interiores de México, Conceptos y Casos. AGT (2007). 6. I. Olmsted, Wetlands of Mexico, En: D.F. Whigham et al. (eds.), Wetlands of the World. Kluwer Academic Publishers (1993). 6 Las reuniones de Bali y Bangkok sobre cambio climático Dr. Edmundo de Alba A. Vicepresidente del Grupo II del IPCC Consultor del Instituto Nacional de Ecología El régimen internacional climático cuenta como principales instrumentos con la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas y su Protocolo de Kioto. La Convención da el marco general para la acción internacional, pero no obliga a los países a reducir sus emisiones sino de manera indirecta para el grupo del Anexo 1 (países desarrollados y en transición a economía de mercado; 41 integrantes). Su compromiso original fue llegar, para el año 2000, a un nivel cercano a sus emisiones de 1990, pero esto no se cumplió. Los 149 países en desarrollo firmantes no asumen compromisos explícitos de reducción. Desde el inicio de la negociación (1991), los países se dividieron en dos grandes grupos: desarrollados y en desarrollo, conforme a la división tradicional de las Naciones Unidas. Durante la negociación se disolvió la Unión Soviética, creándose (¡dentro de los desarrollados!) el grupo de países en transición hacia la economía de mercado (los anteriores satélites de la URSS). Los principios que han guiado la negociación hasta la fecha son: “responsabilidades comunes, pero diferenciadas” y “mismo derecho al bien común, la atmósfera”, por lo que los principales causantes históricos del problema de emisiones termoactivas (gases de invernadero) quedaron en el Anexo 1, con disponibilidad a adquirir compromisos, mientras que los países No-Anexo (en desarrollo) declararon su derecho irrestricto al desarrollo y a recibir apoyo para poder abatir emisiones y adaptarse al fenómeno climático. 7 En las negociaciones se formaron varios grupos: Europa, gran defensora del control de emisiones, favorece un menor uso de combustibles fósiles y pone especial atención en su dependiente sector energético. EUA propone soluciones tecnológicas que no lesionen su economía. China, India y Brasil encabezan el grupo de los 77 y no admiten responsabilidad (“somos víctimas y no culpables”), aunque China pronto será el primer emisor en volumen y los tres se ubican entre los primeros siete (Brasil por deforestación). Las islas pequeñas en desarrollo buscan compensación por los efectos del cambio climático, mientras que Arabia Saudita y la OPEP quieren ser indemnizados por las medidas que se tomen para abatir emisiones, pues afectarán sus exportaciones. Los grupos mencionados continúan manteniendo su posición original. México, miembro de la OCDE y ahora fuera del Grupo de los 77, ha mantenido siempre una posición favorable y constructiva en las negociaciones, como se aprecia al final del documento. En emisiones totales México se ubica en el sitio número 13 mundial (por encima de Francia e Italia), alrededor del promedio en emisiones per cápita, y es muy vulnerable a los efectos del cambio climático (inundaciones, sequías, etc.). La falta de compromisos explícitos y vinculantes, es decir obligatorios, en la Convención, movió a la comunidad internacional a negociar el Protocolo de Kioto que compromete a los países del Anexo 1 a reducir sus emisiones en poco más de 5% durante el período de 2008 a 2012. Se calcula que para evitar los efectos del Cambio Climático es necesario reducir cerca del 80% las emisiones sobre las de 1990. La modesta meta de Kioto se ha visto reducida en casi la mitad por la no participación de los Estados Unidos. (En la reunión de Bali, Australia 8 anunció su ratificación del Protocolo, que había detenido por largo tiempo, dejando solos a los EUA). Desde la décimo primera reunión de las partes de la Convención (Montreal, 2006), se iniciaron los contactos para revisar los compromisos de los países desarrollados dentro del Protocolo de Kioto, y acordar las acciones para el cumplimiento de la Convención hasta y con posterioridad al término del Protocolo (2012). Estas fueron las principales tareas de la décimo tercera reunión de las partes de la Convención, y tercera de los miembros del Protocolo, realizadas en Bali, Indonesia, del 3 al 15 de Diciembre pasado. En dichas reuniones participaron cerca de 11,000 delegados de más de 180 países, 7 Jefes de Estado; y cerca de 100 Ministros encargados del tema del cambio climático. Después de largas y arduas negociaciones, finalmente se acordó el llamado Plan de Acción de Bali con una ruta crítica que conducirá a dos años de negociaciones para el establecimiento del régimen internacional post-Kioto (que se acordará en Dinamarca, 2009), con lo que se evitarán brechas temporales lesivas en los compromisos internacionales al término del primer período de compromisos del Protocolo. Los principales temas sujetos a negociación son (con los comentarios del autor en cursivas): - Meta global de largo plazo para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (los europeos proponen 2ºC). - Acciones nacionales e internacionales en materia de mitigación, incluyendo: Compromisos o acciones medibles, reportables y verificables de mitigación, incluyendo objetivos de límites y reducciones de emisiones por parte de todos los países desarrollados (esto fue finalmente aceptado por Estados Unidos) 9 Acciones medibles, reportables y verificables de mitigación a nivel nacional por parte de los países en desarrollo, en el contexto del tecnología, desarrollo sustentable, financiamiento y y creación con de apoyo de capacidades (muchos de estos países mantienen su posición de sólo tomar medidas bajo financiamiento internacional y vinculadas a su desarrollo) Incentivos positivos para la reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal en los países en desarrollo, así como el papel de la conservación, el manejo sustentable de los bosques, y el fortalecimiento de las reservas forestales de carbono en países en desarrollo (por primera vez se acepta considerar la conservación, que podría ser la mayor contribución de los países en desarrollo al control de las emisiones, pues el interés de muchos de los desarrollados es la seguridad energética y, consecuentemente, el abatimiento del uso de combustibles fósiles importados - petróleo) Cooperación sectorial (programas específicos para los acciones de diversos sectores económicos) - Acciones en materia de adaptación, incluyendo: Cooperación internacional para apoyar adaptación, incluyendo: evaluaciones de vulnerabilidad y necesidades financieras, estrategias de respuesta y de creación de capacidades (capacidades para la formulación de políticas e instrumentación de acciones de respuesta), acciones de adaptación en la planeación nacional y sectorial, proyectos específicos y programas (se da énfasis especial a los países más vulnerables: islas pequeñas, los africanos y los más pobres). 10 Estrategias de reducción de desastres y medios para orientar las pérdidas asociadas con los impactos del cambio climático en países en desarrollo. (La adaptación ha sido lucha permanente de los países en desarrollo ante una visión de la Convención que ha destacado las medidas de reducción de emisiones (mitigación)). - Acciones en materia de desarrollo y transferencia de tecnología para apoyar medidas de mitigación y adaptación (la tecnología ha sido el área donde China ha mostrado mayor interés y flexibilidad, buscando adquirir tecnología en condiciones ventajosas, como requisito para abatir sus emisiones, las segundas en el mundo y crecientes), incluyendo: Eliminar obstáculos a la provisión de incentivos financieros y otros para potenciar el desarrollo, la transferencia y el acceso a tecnologías ambientalmente amigables, en países en desarrollo (se argumenta la existencia de barreras tanto en los países proteccionismo) receptores como en de los tecnología (costos y proveedores (precios y selectividad tecnológica)) Acelerar la distribución, difusión y transferencia de tecnologías ambientalmente amigables, Cooperación sobre investigación y desarrollo de tecnologías existentes, así como de otras nuevas, y Mecanismos y herramientas de cooperación tecnológica en sectores específicos (la sectorialidad juega cada vez un papel más destacado en las negociaciones; la generación de energía eléctrica es dominante en la mayoría de los países). - Acciones respecto a la provisión de recursos financieros para apoyar la cooperación en mitigación, adaptación y tecnología, incluyendo: Acceso a recursos financieros adecuados, 11 Incentivos positivos para países en desarrollo que permitan fortalecer las estrategias nacionales de mitigación y adaptación, Instrumentos innovadores de financiamiento para apoyar a los países en desarrollo, Instrumentación de acciones de adaptación sobre la base de políticas de desarrollo sustentable, Financiamiento e inversiones del sector público y privado, incluyendo el impulso a opciones de inversión bajas en carbono, y Apoyo financiero y técnico para la creación de capacidades en la evaluación de costos de adaptación en los países en desarrollo. En resumen, están sujetos a negociación, como ejes principales, la adaptación, la mitigación, la tecnología, el financiamiento y la visión conjunta de la acción cooperativa a largo plazo. Para llevar adelante la negociación se creó un Grupo de Trabajo Ad Hoc sobre Cooperación de Largo Plazo. Se programaron cuatro reuniones en el presente año. La primera reunión se realizó en Bangkok a fines de marzo y participaron 162 países. Se aprobó una agenda detallada de trabajo según la cual los cinco ejes centrales serán examinados simultáneamente, en virtud de sus interrelaciones, aunque se consideró prioritario avanzar en los acuerdos sobre adaptación con base en tecnología y financiamiento. En las conferencias de Bali, México declaró que: Se dispone a asumir una posición cada vez más activa en el plano internacional. Sobre la base del principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, cada país 12 debe desarrollar su mejor esfuerzo, en función de sus capacidades propias. Se necesita un esquema que amplíe la escala de la mitigación global, sin limitarse a la relocalización (misma emisión global, pero localizada en otro país) de esfuerzos derivados de los compromisos de los países industrializados. Se requiere cubrir el vacío actual entre la escala del proyecto y la de una economía completa. Es necesario encontrar fórmulas financieras innovadoras y adicionales para el régimen post-2012. En este marco, México considera Multinacional con necesaria fórmulas la creación claras e de un Fondo incluyentes de aportación que superen la atomización e ineficacia de los fondos actuales. Debe existir una correlación directa entre el compromiso de hacer y la provisión de recursos para ampliar los alcances de dicha acción. (Mayo 2008) 13 Lo grandioso de los manglares, y lo que se está perdiendo Dra. Guadalupe de la Lanza Espino Instituto de Biología, UNAM Por manglar se entiende una comunidad de árboles-arbustos halófitos (que crecen en ambientes salinos), incluyendo diversas especies de mangle y plantas sumergidas-emergidas y terrestres, asociadas a cuerpos de agua como lagunas, estuarios, esteros, marismas, bahías, que bordean las costas en aproximadamente un 60% a nivel tropical. (Fuente: CONABIO) Como ecosistema, el manglar interactúa con el medio a través de factores físicos (temperatura, salinidad, mareas), geoquímicos (textura del sedimento, pH, difusión de sales nutritivas, grado de aireación, materia orgánica en diversos grados de descomposición), y biológicos (comunidades animales que incluyen crustáceos, moluscos, peces, tortugas, cocodrilos, aves). La vegetación arbórea crece en la zona de intermareas con salinidades que van desde aguas dulces hasta 14 hipersalinas (entre 40 y 90 g/L), aunque su desarrollo óptimo está en aguas salobres (~ 15 g/L). Los científicos han señalado repetidamente en eventos nacionales e internacionales la importancia ecológica de los manglares, sin que se hayan tomado hasta la fecha acciones adecuadas para su conservación satisfactoria. Entre los servicios ambientales que proporcionan los manglares, se encuentran los siguientes: - Aportan materia orgánica que sostiene a una variedad de organismos (biodiversidad) de importancia ecológica y económica, a través del consumo directo, de sus detritos o de las bacterias que en ellos crecen y son consumidas por otros organismos (crustáceos, peces, moluscos, etc.). - Protegen a ciertos animales (p.ej., larvas de camarón) contra depredadores. - Exportan al mar sustancias inorgánicas disueltas (nutrientes), que son asimiladas por el fitoplancton y la macrovegetación para fotosintetizar compuestos orgánicos que sostienen una alta pesquería fuera de las lagunas donde se desarrolla el manglar. - Forman áreas terrestres al atrapar sedimentos, e impiden la erosión causada por corrientes, mareas y viento, protegiendo la línea de costa, incluso incrementándola mar adentro, como ha sucedido en las costas de Nayarit (Marismas Nacionales). Asimismo, detienen la carga sedimentaria que procede del área terrestre adyacente y que impactaría a los arrecifes de coral. - Filtran biológicamente aportes terrestres naturales y antropogénicos (p.ej., descargas de aguas residuales de origen diverso). Pero, como todo ambiente tiene un límite para absorber materiales nocivos y transformarlos a inocuos, y dado el acelerado crecimiento 15 urbano e industrial en la zona costera, la comunidad de manglar podría encontrarse en peligro por este impacto. Constanza (3) ha estimado el valor económico de la labor de filtración en USD $6,700 /ha/año, y el costo de la rehabilitación en USD $3,000-5,000 /ha, lo que no significa que el manglar se recupere totalmente (se calcula un máximo aproximado del 30%). En México desafortunadamente no se han llevado a cabo estos cálculos por la diversidad de ambientes costeros y socio-económicos. - Proveen hábitat para diversas fases larvarias de organismos de importancia ecológica y económica. - Los manglares de lagunas costeras sostienen una significativa pesquería por la gran cantidad de materia orgánica que aportan. Una hectárea de manglar genera entre 1,100 y 11,800 kg de peces; por lo que su valor derivado en pesquerías está entre USD $850 y $16,750 /ha/año (1). Se ha calculado (5) que la destrucción de una hectárea de manglar reduce en 760 kg la captura de camarón. - El manglar protege a las comunidades asociadas (animales y vegetales) y al hombre, de vientos, tormentas tropicales e incluso de huracanes y tsunamis. De esto se tienen ejemplos como el de Quintana Roo a raíz del huracán Wilma. Incluso protegen de inundaciones provocadas por estos eventos que cada vez son más severos. Según Sharma (4), de haber existido los manglares, los daños del tsunami de 2004 en Tailandia hubieran sido menores; señala también que los manglares sirven de doble protección o amortiguamiento: la capa del mangle rojo absorbe el impacto inicial de las olas, y la capa de mangles negros más altos funciona como un muro de contención ante la furia del mar. - Los manglares, a través de la fotosíntesis, son sumideros de bióxido de carbono, mitigando el calentamiento global. Sharma (4) 16 calcula que los manglares absorben más CO2 por metro cuadrado que el fitoplancton marino. - A nivel rural, la comunidad de manglar ofrece materiales para la construcción de viviendas, artes de pesca (como los tapos o barreras para capturar camarón), e incluso como combustible. Dado lo atractivo de la comunidad de manglar, se han venido desarrollando desde tiempo atrás diversas actividades antropogénicas (agricultura, turismo, urbanismo entre otras), pero actualmente en forma intensa y desorganizada, y en ocasiones sin el éxito esperable como la acuicultura, y sin tomar en cuenta la fragilidad de estos ecosistemas. El desarrollo turístico constituye actualmente una de las industrias que más influyen en el deterioro de los manglares, no sólo por las edificaciones hoteleras, sino por la construcción de carreteras de acceso que rellenan o desecan áreas de manglar, y ocasionan el desvío de comunicaciones hídricas que al manglar le son necesarias para mantener una salinidad adecuada y un óptimo desarrollo. La acuicultura costera no solamente ha modificado y deforestado a estos bosques costeros, sino ha venido a desplazar recursos pesqueros locales, en el afán de incrementar la producción de especies que pueden ser manejadas con mayores rendimientos, pero a costa de la deforestación y disminución de los recursos regionales. Según la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad) (2), la superficie de manglar en México alcanza 655,667 ha en diecisiete estados costeros, siendo Campeche el de mayor superficie (29.9%), seguido por Yucatán (12%), Sinaloa (10.8%), y Nayarit (10.2%). Desafortunadamente no se cuenta en el país con una base de datos confiable de varios años para determinar la 17 superficie afectada o destruida por las diversas actividades antropogénicas, pero la FAO estima la pérdida a nivel mundial en 25%. Por la necesidad de manejar estos ecosistemas bajo un mal interpretado desarrollo sustentable, se realizaron reuniones internacionales y nacionales inicialmente para inventariarlos, manejarlos y “conservarlos” (que es lo que menos se está haciendo). La CONABIO propuso que del manglar existente, 280,573 ha (43% del total) se manejen como Área Natural Protegida, bajo el régimen de protección especial de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente; y que 30 sitios con extensión de 420,244 ha (64% del total) se inscriban en la Convención Internacional RAMSAR, lo cual implica el desarrollo de programas de conservación. Bajo este panorama se ve una significativa disminución del manglar por las necesidades económicas y de desarrollo del país. Para balancear esta situación se incluyó en la norma NOM 0022 una compensación nada confiable: sembrar un equivalente de manglar destruido con el mismo, o con otras especies, en lugares aparentemente adyacentes, y sin tener la seguridad de un crecimiento y desarrollo efectivos. En las reuniones de la CONABIO se propusieron 55 áreas de manglar prioritarias por su relevancia biológica e inmediata necesidad de rehabilitación, ubicadas en los estados de Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Colima, Jalisco, Nayarit, Chiapas, Guerrero, y otros. Por la importancia de los manglares, desde finales de los ochenta la Dirección de Recursos Forestales dio pasos para elaborar una norma que los regulara, pero sin llegar a nada y dejando pasar mucho tiempo antes de retomar tan importante problema. Fue hasta 1999 cuando la SEMARNAP publicó la norma NOM EM-001-RECNAT que establecía las 18 especificaciones para la preservación, conservación y restauración del manglar. Después del 2000, la SEMARNAT retomó la que sería la NOM-022, reuniendo a diferentes sectores (académico, social, empresarial, pesquero, etc.) para analizar y discutir una propuesta que llevó casi dos años. El 7 de mayo de 2004 se publicó la norma en el Diario Oficial, pero las reuniones siguieron por inconformidades del sector empresarial (fundamentalmente hotelero). Se hicieron modificaciones para flexibilizarla, como permitir obras y actividades antes prohibidas, y la mal interpretada compensación. Por parte de los académicos hubo inconformidad, pero no tuvieron el peso suficiente frente al sector económico para mantenerla. Finalmente, cabe señalar los esfuerzos que se realizan a nivel local en ciertos estados; por ejemplo, se están protegiendo 4,257 ha en Cancún, aunque se ha planteado una donación de 3,512 ha al Fondo Nacional del Fomento al Turismo, cifra que aparentemente representa el 0.5% del manglar perdido con referencia al total del país. Pero cabe preguntarse en cuántas otras áreas de manglar de otros estados se repetirá esta donación, sin considerar que esto será progresivo conforme crezcan las necesidades de desarrollo económico y social. ¿Las acciones emprendidas por el gobierno en cuanto al manejo y conservación del manglar compensarán las pérdidas de biodiversidad en especies endémicas de flora y fauna? ¿Se expondrá a los ecosistemas y al hombre a un número de eventos atmosféricos más severos que se han venido dando por el cambio de clima? ¿Habrá más reducciones en las dimisiones de las playas por erosión o cambio en el nivel del mar? Este es un simple análisis de nuestros ambientes de manglar costeros, que son nuestros protectores, no nuestros medios de desarrollo. 19 Referencias: 1. Ávila Foucat, S.A. http://www.senado.gob.mx/comisiones/LX/cyt/content/presentaciones/docs/Avila_Foucat.pdf 2. CONABIO http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/manglares/doctos/manglaresMexico.pdf 3. Constanza R. http://www.google.com.mx/search?q=Constanza+1997+manglares+rehabilitaci%C3%B3n+costo&bt nG=Buscar&hl=es&rlz=1T4GGLR_en___MX219 4. Sharma, D. http://www.pachakuti.org/Pachakuti/campanas/latifundio/tsunami.htm 5. Turner, R.E., 1977. Intertidal vegetation and commercial yields of penaeid shrimp. Transactions of America Fisheries Society 106: 411-416 20 El papel de los bosques mexicanos en el almacenamiento de carbono para mitigar el cambio climático Dr. Martin Ricker Instituto de Biología Universidad Nacional Autónoma de México mricker@ibiologia.unam.mx El incremento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera es la causa principal del cambio climático, seguida por el aumento de las concentraciones de metano y óxidos de nitrógeno. La concentración de CO2 en la atmósfera ha aumentado de aproximadamente 280 ppm (partes por millón) en la época preindustrial, a 379 ppm en 2005 (IPCC, 2007). Los árboles almacenan carbono en su tejido vegetal, especialmente en la madera. Al quemarse un bosque, el carbono del tejido se convierte en CO2, lo que contribuye al cambio climático. El balance global entre tala de madera, deforestación y reforestación, resultó en los años noventa en una emisión anual neta de entre 800 (±200) y 2,200 (±800) millones de toneladas de carbono, lo que corresponde a 10-25 por ciento de las emisiones globales de carbono por humanos (Santilli et al., 2005). México ha deforestado más de una tercera parte de sus bosques y selvas, reduciendo su superficie boscosa original de 52% del país, a 33% en el año 2000 (Ricker et al., 2007). La deforestación sólo en Brasil e Indonesia causa emisiones iguales a 4/5 partes de las reducciones ganadas al implementar el protocolo de Kyoto en su primera fase entre 2008-2012 (Santilli et al., 2005). El informe más reciente del Intergovernmental Panel on Climate Change calcula que el 20 por ciento de las emisiones mundiales de 21 carbono se debe al cambio de uso de la tierra, mientras que el 80 por ciento restante proviene de la quema de energía fósil (IPCC, 2007). Una hectárea de bosque o selva sin extracción de madera almacena 140-300 toneladas de carbono, mientras que los bosques manejados europeos contienen 100-120 toneladas. México se halla en octavo lugar de las naciones con áreas más extensas de bosque primario, después de Brasil, la Federación Rusa, Canadá, Estados Unidos, Perú, Colombia, e Indonesia (Mollicone et al., 2007). Brasil cuenta con un área de bosque 12.7 veces más extensa que México, lo que le confiere un papel especialmente importante en el almacenamiento de carbono en bosques. Se estima que la cantidad de carbono en los bosques y selvas de México se ubica entre 4,361 y 5,924 millones de toneladas (Gibbs et. al. 2007). Estas cifras pueden compararse con las emisiones totales de México de 398.25 millones de toneladas en 2005, 1.4 por ciento del total mundial, que lo sitúa en el lugar 16 de los principales emisores (Rogers & McCormick, 2007). Es decir, los bosques y selvas de México almacenan una cantidad de carbono equivalente a 11-15 años de sus emisiones anuales. El primer lugar entre los países emisores, con un 21.1 por ciento de las emisiones mundiales, corresponde a Estados Unidos (que no presenta deforestación), que en un año emite aproximadamente la cantidad de carbono almacenada en todos los bosques y selvas de México. En conclusión, resulta importante frenar la deforestación en México y en el mundo por muchas razones, incluyendo el papel de los bosques en el almacenamiento de carbono, aunque la fuente principal de las emisiones de carbono no sea la deforestación sino la quema de energía fósil. Referencias: 22 Gibbs, H.K., S. Brown, J.O. Niles & J.A. Foley. 2007. Monitoring and estimating tropical forest carbon stocks: Making REDD a reality. Environmental Research Letters 2: 13 pp. IPCC. 2007. Summary for policymakers. In: S. Solomon, D. Quin, M. Manning, Z. Chen. M. Marquis, K.B. Averyt, M. Tignor & H.L. Miller (eds.), Climate change 2007: The physical science basis. Contribution of Working Group 1 to the fourth assessment report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge University Press, Cambridge, U.K. 18 pp. [disponible en http://www.ipcc.ch/pdf/assessmentreport/ar4/wg1/ar4-wg1-spm.pdf] Mollicone, D., A. Freibauer, E.D. Schulze, S. Braatz, G. Grassi & S. Federici. 2007. Elements for the expected mechanisms on reduced emissions from deforestation and degradation, REDD’ under UNFCCC. Environmental Research Letters 2: 7 pp. Ricker, M., I. Ramírez-Krauss, G. Ibarra-Manríquez, E. Martínez, C. Ramos, G. González-Medellín, G. Gómez-Rodríguez, J. L. Palacio-Prieto & H. M. Hernández. 2007. Optimizing conservation of forest diversity: a country-wide approach in Mexico. Biodiversity and Conservation 16: 1927-1957. Rogers, S. & M. McCormick. 2007. Hot spots – the carbon atlas. The Guardian 15 Dec 2007. [disponible por ejemplo en http://eco.microsiervos.com/concienciacion/atlas-emisiones-carbono.html] Santilli, M., P. Moutinho, S. Schwartzman, D. Nepstad, L. Curran & C. Nobre. 2005. Tropical deforestation and the Kyoto protocol. Climate Change 71: 267-276. 23 Modelos de crecimiento arbóreo a largo plazo en respuesta al calentamiento climático: casos de prueba en un bosque montañoso subtropical y una selva húmeda tropical de México Martin Ricker y Genaro Gutiérrez-García Instituto de Biología, UNAM Douglas C. Daly The New York Botanical Garden La temperatura de la Tierra ha aumentado 0.6 ºC en el último siglo, y se espera que aumente otros 3.5 ºC durante los próximos cien años. Se estima que más de la mitad de la producción primaria neta de biomasa tiene lugar en el trópico, especialmente en la selva perennifolia. En los bosques templados, una temperatura mayor podría extender la época sin heladas del crecimiento arbóreo y, en consecuencia, incrementar la tasa de captura del CO2, si bien algunos autores también han sugerido un impacto negativo del calentamiento sobre los bosques tropicales, a causa de una disminución de la actividad fotosintética. Usando el modelo PL (Ricker y del Río, 2004), proyectamos el crecimiento de dos especies arbóreas mexicanas para un clima más caluroso. El modelo predice que la especie de alta montaña Pinus hartwegii disminuirá en 10.6% su crecimiento relativo esperado durante su vida, como consecuencia de un aumento de 0.6°C en la temperatura. En contraste, para la especie de selva perennifolia tropical Diospyros digyna se encuentra un incremento de 25.4% en su crecimiento relativo esperado durante su vida. El factor clave parece ser la relación esperada entre temperatura y precipitación, más que la temperatura por sí sola. 24 Aunque no se puede suponer una respuesta universal en todos los sitios, algunas selvas húmedas como las de Los Tuxtlas en México, podrían constituir fuentes de fijación para el carbono del aire en un clima cambiante. (Resumen. Artículo completo en: Canadian Journal of Forest Research 37, 977-989 (2007)). 25 Avance de la energía eólica en Estados Unidos L. Gottdiener Facultad de Ciencias, UNAM Aunque el panorama del combate al calentamiento global es más bien desalentador, hay algunos puntos luminosos. Uno de ellos es el progreso en materia eólica en los Estados Unidos, país que recientemente rebasó a España para colocarse en segundo lugar mundial en capacidad eólica instalada, después de Alemania. En 2007 esta cifra creció en un impresionante 45 por ciento, para alcanzar cerca de 17,000 MW. De particular relevancia es el hecho de que los 5,244 MW eólicos instalados en Estados Unidos en 2007, representaron el 30 por ciento de la capacidad total de generación agregada en el año. Pese a ello, la electricidad eólica apenas alcanza el 1 por ciento de la producción eléctrica en Estados Unidos, dado su inicio tardío. Pero de continuar el avance, el país podría ocupar pronto el primer sitio mundial, y la electricidad eólica significar un porcentaje sustancial del total. Podría suponerse que, por estados, la mayor capacidad eólica corresponde a California, donde la conciencia ambiental está más extendida. En efecto, California ocupaba el primer sitio hace apenas algunos años pero, para fines de 2007 y con más de 4,300 MW instalados, Texas había dejado muy atrás a su competidor. Texas, hasta ahora conocido por su producción petrolera, ha tomado el liderazgo en generación eólica gracias a su viento abundante, terrenos amplios y poco poblados, y un ambiente regulatorio favorable. Se sabe que los tejanos se ufanan de hacer las cosas en grande, y no parece que vayan a perder pronto este nuevo primer lugar. Existen actualmente magnos proyectos adicionales, entre ellos el del mayor parque eólico del mundo, con 3,000 MW, en el que participará el consorcio Shell. El magnate petrolero Boone Pickens, quien ha declarado 26 que le “gusta el viento por renovable y limpio, y porque no hay que lidiar con una curva declinante de producción” (como en el caso del petróleo), planea construir un parque aún mayor, de 4,000 MW. A pesar de la expansión reciente, ha surgido cierta oposición a las torres eólicas por razones estéticas y aun ecológicas, ya que las aspas de los generadores pueden matar a las aves. Pero la oposición ha sido escasa, pues muchos tejanos admiten el potencial de la nueva actividad en el desarrollo regional. El valor de los ranchos y los campos de cultivo ha aumentado, y los jóvenes de la región tienen la opción de capacitarse técnicamente y trabajar en los parques eólicos. The New York Times citó el caso de un ranchero que recibe 500 dólares mensuales por cada uno de los 78 generadores instalados en su propiedad. La mayoría de los generadores en Texas ha sido instalada por empresas europeas, pero esto no parece molestar a los residentes y funcionarios locales, quienes piensan incluso en una etapa posterior: no sólo ser centro de la generación eólica, sino de la nueva industria, como lo han sido del petróleo. Es decir, constituir el punto de concentración de las empresas fabricantes y armadoras de turbinas. La energía eólica no ha superado todos los escollos pues, además de variable e impredecible, es más costosa que la convencional. Ha recibido un fuerte impulso gracias a créditos fiscales que el Congreso ha extendido repetidamente, pero si estos créditos se eliminaran, ello inhibiría el desarrollo del ramo. Otro problema son las insuficientes líneas de transmisión pero, para que esto no frene la actual expansión, el estado aprobó construir líneas con capacidad de 25,000 MW. Minnesota e Iowa, con alrededor de 1,300 MW cada uno, siguen a California en capacidad eólica instalada, y son ya varios los estados que obtienen del viento más del 5 por ciento de su electricidad. Fuentes: The New York Times (feb.2008), USA Today (jul. 2006), American Wind Energy Assn. 27 Efectos del calentamiento global en el Golfo de México: el incremento del nivel del mar José Adrián Carbajal Domínguez Universidad Juárez Autónoma de Tabasco adrian.carbajal@dacb.ujat.mx El calentamiento global es un fenómeno que consiste en el aumento de la temperatura promedio del planeta. Una de las consecuencias de dicho fenómeno es el incremento del nivel de los mares. Se presenta un estudio acerca de las zonas vulnerables de los estados del Golfo de México en el posible escenario de un incremento de 6 m en el nivel del mar. Los estados más vulnerables son Tabasco, Quintana Roo, Campeche y Yucatán, con 25%, 12%, 12% y 13%, respectivamente, de su superficie con elevación menor o igual a 6 m. Estas regiones coinciden con el asentamiento del 70%, 80%, 57% y 45% de la población afectada respectivamente. Diagnósticos precisos y acciones concretas deben implementarse para disminuir los riesgos sobre las poblaciones de estos estados. (Resumen del trabajo presentado en el L Congreso Nacional de Física, Nov. 2007. Art. completo en: http://adriancarbajal.noip.org/inundacion/reportegolfo.pdf)