Proposición de la Sen. María Elena Orantes López, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, la que contiene punto de acuerdo que exhorta a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, en coordinación con la Comisión Federal de Mejora Regulatoria y la Universidad Autónoma de Chapingo, a definir mejores procesos de certificación para hacer más ágiles y menos costosos los trámites que llevan a cabo los pequeños y medianos productores de alimentos orgánicos. En México existen diversos productos con muy buenas propiedades alimenticias que son cultivados, procesados y producidos en el país y que requieren incrementar sus ventas en el mercado nacional. Al respecto cabe mencionar que un estudio comandado por la Universidad Autónoma de Chapingo señala que en el ciclo 2007-2008 los productos orgánicos se cultivaban en una superficie de 378 mil 693 hectáreas, con el trabajo de 130 mil productores. Las regiones con más producción de productos orgánicos son Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Chihuahua, Sinaloa, Baja California Sur, Colima y Veracruz. Los principales productos orgánicos en México son: café, miel, cacao, aguacate, mango, piña, plátano, naranja, ajonjolí, maíz, nopal, vainilla, leche y sus derivados, huevo, plantas medicinales, y se empiezan a identificar algunos productos procesados como carnes y embutidos como la carne de pavo y res, jugos, galletas y mermeladas; pero también, hongos, mezcal, jarabe de agave, chapulines preparados al mojo de ajo o enchilados, frituras, bebidas, otros cereales y semillas, té, hortalizas y pan. En la producción de alimentos orgánicos no se emplean plaguicidas ni fertilizantes sintéticos. Están libres de hormonas, antibióticos, residuos de metales pesados, colorantes y saborizantes artificiales, así como de organismos genéticamente modificados. Tampoco se usan aditivos ni conservadores artificiales. Los alimentos procesados se elaboran con ingredientes naturales y métodos que no alteran su calidad. Se caracterizan por su alto valor nutritivo, pues por lo general, contienen más minerales, vitaminas y otros nutrientes que los producidos con uso intensivo de agroquímicos. Como ejemplo de alimentos con alto valor nutrimental, tenemos el amaranto y las frutas deshidratadas y cristalizadas, cereales, semillas, miel, dulces típicos, jugos orgánicos, palanquetas de amaranto y cacahuate, nopal y galletas integrales, entre muchos otros productos. Para acrecentar su mercado, los pequeños y medianos productores de todo el país han solicitado apoyos para potenciar la venta de sus productos. Información reciente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), indica que esta dependencia ha venido apoyando la promoción de este amplio grupo de cultivos-productos, habida cuenta de la creciente importancia de los productos orgánicos y de los favorables impactos que se logran con los apoyos otorgados a las familias empresas y productores, propiciando la reconversión productiva y la generación de empleos para mejorar las condiciones de vida en el medio rural. Asimismo, agrega la dependencia que en México la agricultura orgánica se encuentra en franca expansión -siguiendo la tendencia internacional en este sector productivo que cuenta con un mercado valuado en 50,000 millones de dólares. Informa además, que la superficie bajo este régimen de producción ha pasado de 25,000 a 400,000 hectáreas, en los últimos 15 años. Por su parte, datos del Sistema de Seguimiento e Información de la Agricultura Orgánica en México, proyecto del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral de la Universidad Autónoma de Chapingo, indican que no obstante, la producción orgánica representa menos del uno por ciento del sector agroalimentario en superficie sembrada, genera alrededor de 10 por ciento del producto interno bruto del sector agropecuario, con ingresos calculados en 300 millones de dólares al año. Pero a pesar de lo anterior y de que entre 85 y 90% de la producción de orgánicos de México se orienta a la exportación, el mercado nacional de productos orgánicos está en una etapa incipiente y fuera de la política agroalimentaria del Gobierno federal, lo que provoca que no se destinen mayores apoyos a este sector. Ahora bien, la Ley de Productos Orgánicos establece que los operadores interesados en certificar sus productos como orgánicos, deberán contar con la certificación correspondiente expedida por un organismo de certificación acreditado y aprobado, el cual evaluará la conformidad de los mismos respecto a las disposiciones aplicables emitidas por la propia Sagarpa y, otorgará en su caso, un certificado orgánico. Sin embargo, para cumplir con los requisitos establecidos en la Ley de Productos Orgánicos, los pequeños productores tienen que sortear la viciada red de agencias privadas de certificación que cobran entre 30 mil y 40 mil pesos por inspeccionar los procesos, prestación que no realizan con los estándares de calidad adecuados y muchas veces sólo cobran los honorarios por simular la inspección. En conclusión, para los pequeños productores de alimentos orgánicos es bastante complejo certificar un producto debido a la excesiva regulación y a que ni las autoridades, ni tampoco los organismos de certificación, cuentan con la experiencia y la calidad necesarias para llevar a cabo su tarea, lo que ha frenado el desarrollo del mercado nacional de estos productos. A decir de varias asociaciones de pequeños productores de todo el país, es bastante complejo sortear el excesivo proceso de certificación impuesto por la Sagarpa, aunado a la ausencia de apoyos técnicos para la producción y la comercialización sus productos. Por su parte, el Estado de Chiapas es el principal productor de alimentos orgánicos en México. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, 24% de los productos orgánicos que produce México provienen de territorio chiapaneco; le sigue Oaxaca, con 18 %; Querétaro, con 10%; Guerrero y Tabasco juntos, con 7 %; Sinaloa y Michoacán, con 5 %; Jalisco, con 4 %, y en el resto del país se produce 32 %. Al respecto, se informo también que en Chiapas se tiene registro de 18 mil 289 hectáreas certificadas con cultivos orgánicos, en las que participan 247 organizaciones de productores. Café, miel, tomate, limón, papaya, pollo, leche y derivados lácteos libres de hormonas y agroquímicos, son algunos de los alimentos cultivados o procesados en Chiapas, que colocan a esta entidad como la mayor productora de orgánicos en el país. Sin embargo, la mayoría de los productores carecen de mercados y mecanismos de comercialización. Es a partir de lo antes expuesto, que consideramos importante solicitar el apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), a proporcionar apoyos a los pequeños y medianos productores de alimentos orgánicos a través del Programa de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA) y de aquellos que opera Financiera Rural, así como definir mejores procesos para la certificación de productos orgánicos, con la intención de incentivar el mercado interno de estos productos en nuestro país. De igual forma, consideramos importante exhortar a la Secretaría de Economía para que, a través del Programa de Apoyo a las Empresas en Solidaridad (Fonaes), brinde el apoyo a los productores de alimentos orgánicos. Asimismo, para que la Secretaría de Desarrollo Social a través de Diconsa y el Programa de Abasto Rural, permita a los productores de alimentos orgánicos ofertar sus productos tanto a nivel local, regional y nacional. Con base a lo anterior expuesto y fundado, someto a la consideración de esta honorable Asamblea la siguiente proposición con Puntos de Acuerdo Primero.- El Senado de la República exhorta a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, en coordinación con la Comisión Federal de Mejora Regulatoria y la Universidad Autónoma de Chapingo, a definir mejores procesos de certificación para hacer más ágiles y menos costosos los trámites que llevan a cabo los pequeños y medianos productores de alimentos orgánicos. Segundo.- El Senado de la República exhorta a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, a proporcionar asistencia técnica y orientación productiva a los productores de alimentos orgánicos en todo el país, a través del Programa de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA). Tercero.- El Senado de la República exhorta a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que a través de Financiera Rural, canalice esquemas crediticios acordes a las necesidades de los productores de alimentos orgánicos para incentivar el mercado interno de productos orgánicos en el país. Cuarto.- El Senado de la República exhorta a la Secretaría de Economía para que a través del Programa de Apoyo a las Empresas en Solidaridad (Fonaes), brinde el apoyo a los productores de alimentos orgánicos. Quinto.- El Senado de la República exhorta a la Secretaría de Desarrollo Social para que a través de Diconsa y el Programa de Abasto Rural, los productores de alimentos orgánicos puedan ofertar sus productos tanto a nivel local, regional y nacional. Salón de sesiones del Senado de la República, a los 10 días del mes de marzo de 2011. Sen. María Elena Orantes López