Los alótropos del carbón y la tecnología del siglo XXI. Cuarta parte. Por Claramaría Rodríguez, Oxana Kharissova, Carlos Velasco y Víctor M. Castaño. El comportamiento mecánico de un material expresa la relación entre su respuesta o deformación y el efecto de una carga aplicada o fuerza. Existen básicamente tres esfuerzos o cargas a los cuales un material puede ser sometido: tensión, compresión y corte. Todos ellos caracterizan de manera importante al material, sin embargo, es el ensayo de tensión el que más información proporciona. Entre los parámetros que suelen obtenerse a partir de un ensayo de tracción se encuentran: módulo de elasticidad, límite elástico, resistencia a la tracción, porcentaje de elongación, entre otros. La investigación en el contexto de los nanotubos de carbono revela que éstos poseen una elevada fuerza intrínseca lo que los posiciona como el material más fuerte de la naturaleza. Al ser el grafeno la base sobre la cual se sustenta la estructura de éste y otros alótropos de carbono fue predicho que poseyera elevados parámetros mecánicos e investigaciones recientes lo han confirmado. Lee y demás colaboradores midieron las propiedades libremente elásticas suspendida de una mediante monocapa de nanoindentación grafeno en un microscopio de fuerzas atómicas. Los resultados obtenidos fueron extraordinarios. El grafeno exhibe un módulo elástico o módulo de Young de ~1TPa lo que lo revela como un material altamente rígido, es decir, admite tensiones muy elevadas antes de romperse y, sin embargo, simultáneamente presenta elevada flexibilidad que se evidencia en la formación de pliegues y dobleces en sus hojas. El grafeno posee, además, una fuerza de ruptura de 42 N/m lo que representa la fuerza intrínseca de una hoja de grafeno libre de defectos. Asimismo sustenta deformaciones elásticas reversibles de hasta un 20% valor por demás superior a cualquier otro cristal. La respuesta de un material a la aplicación de calor es definida como propiedad térmica. La conductividad térmica es la propiedad que caracteriza la habilidad de un material para transferir calor y, en este sentido, la conductividad térmica del grafeno es mayor que la de cualquier material conocido. En 2008, Balandin, et al. midieron la conductividad térmica de una hoja simple de grafeno suspendida sobre un surco ancho en un sustrato de Si/SiO2 usando una técnica óptica de no contacto. El valor de conductividad obtenido fue de 5000 W/m K a temperatura ambiente el cual corresponde al límite superior de los valores más altos reportados para envoltorios de nanotubos de carbono de pared sencilla. Finalmente, desde la óptica química, el grafeno puede ser considerado todo él como una superficie extendida, expuesta por ambos lados, que presenta una elevada área superficial específica teórica de ~2600 m2 g-1 [28]. Considerado incluso como un sistema conjugado extendido, el grafeno es de 100 a 1000 veces más grande que las moléculas orgánicas típicas, por tanto, la funcionalización de estas redes grafíticas constituye toda una inauguración en la síntesis de nuevas moléculas híbridas. La extensión de las laminillas permite que diversas moléculas y átomos puedan ser unidos en ambos lados de las hojas lo que crea estructuras únicas doblemente decoradas. La diversidad de propiedades excepcionales que le permiten abrir nuevas expectativas en el campo de la ciencia aplicada. Debido a que las muestras de grafeno presentan una elevada movilidad electrónica a temperatura ambiente y una muy baja densidad de defectos en su estructura cristalina el grafeno ha sido integrado en dispositivos sensores de gases (CO2 y NO2 por citar algunos ejemplos) en el que la conductancia del grafeno incrementa linealmente con el aumento en la concentración de la muestra gaseosa [30]. En esta misma línea de ideas, los cambios en el número, incluso pequeño, de los portadores de carga, provocados por la exposición del dispositivo a un espécimen gaseoso, estimulan un cambio notable en la conductividad del grafeno y por tanto una señal en el sensor. Las ventajas que estos sensores presentan son elevada sensibilidad, tiempo de respuesta rápido y bajo consumo de energía. Los autores de este artículo son las Dras. Claramaría Rodríguez, Oxana Kharissova, el Drs. Carlos Velasco y Víctor Castaño. Cualquier comentario sobre este artículo favor de dirigirlo a Víctor M. Castaño, al teléfono/fax (442)1926129, correo electrónico vmcastano@ai.org.mx, victor.castano@ciateq.mx y página web www.victorcastano.net