Fuentes Terrestres de Contaminación Marina en la Región del Gran Caribe Un Protocolo para la Acción junio de 2000 Antecedente El Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino en la Región del Gran Caribe (WCR), o el “Convenio de Cartagena,” es el único tratado ambiental vigente para la Región del Gran Caribe. El Convenio de Cartagena cuenta con 21 Estados como Partes Contratantes de entre los 28 de la Región. Es un Convenio marco que invita a sus Partes Contratantes a desarrollar protocolos y otros acuerdos para facilitar la implementación efectiva del mismo. El Convenio y sus Protocolos constituyen un compromiso legal de estos países para proteger, desarrollar y manejar sus aguas comunes, individualmente y conjuntamente. Hasta la fecha tres Protocolos (o sub-acuerdos) al Convenio han sido desarrollados. El primer Protocolo sobre cooperación para combatir derrames de hidrocarburos en la Región del Gran Caribe entró en vigor en 1986 junto con el Convenio. El segundo Protocolo sobre áreas y especies flora y fauna especialmente protegidas, aprobado en 1990, se espera que entre en vigor en 2000. El tercer Protocolo sobre la prevención, reducción y control de la contaminación marina por fuentes y actividades terrestres (Protocolo FTCM)fue adoptado en Oranjestad, Aruba el 6 de octubre de 1999. El Protocolo FTCM es un instrumento importante para asistir a Estados en la Región del Gran Caribe para alcanzar las metas y las obligaciones de dos acuerdos internacionales también. El Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar llama a los Estados a adoptar las leyes y regulaciones para prevenir, reducir y controlar la contaminación del medio marino por fuentes y actividades terrestres. El Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino de Fuentes Terrestres y Actividades (PAM), adoptado en Washington en 1995, también destaca la necesidad de acción para reducir la carga de contaminación en los mares por fuentes y actividades terrestres. Los dos instrumentos enfatizan la necesidad de actuar a escala regional para tratar con este problema. La acción regional tiene importancia particular en la Región del Gran Caribe debido al gran número de países en un área relativamente pequeña, casi todo el medio marino de la Región del Gran Caribe cae bajo jurisdicción nacional. Además, el gran número de países, la cercana proximidad entre ellos, y la circulación oceanográfica en la Región del Gran Caribe crean una gran cantidad de problema de contaminación transfronteriza. Esta situación ejemplifica la necesidad para la cooperación y coordinación regional para tratar efectivamente con la contaminación de fuentes y actividades terrestres. Contaminación Marina por Fuentes y Actividades Terrestres en la Región del Gran Caribe En 1994, el Programa Ambiental del Caribe (PAC) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) completó un estudio sobre las fuentes terrestres puntuales de contaminación marina en la Región del Gran Caribe. El informe final de aquel estudio (Informe Técnico del PAC #33), indicó que las aguas residuales domésticas son la mayor fuente contribuyente por volumen en la Región del Gran Caribe. A las aguas residuales domésticas le siguen seis categorías industriales: refinerías de petróleo, refinerías de azúcar y destilerías, procesamiento de alimentos, fabricación de licores y otras bebidas, industria de la pulpa y el papel e industrias químicas. Aunque no fue parte del estudio de 1994 que se enfocó sobre las fuentes puntuales, las fuentes de contaminación urbana y agrícola no puntuales, son generalmente reconocidas como contribuyentes significantes a la contaminación de la Región del Gran Caribe. El Protocolo FTCM al Convenio de Cartagena --Un nuevo enfoque-Dos reuniones de expertos convocadas en 1992 y 1994 exploraron los acercamientos conceptuales y estructurales básicos del protocolo, así como los desafíos implicados en la dirección de un amplio espectro de contaminantes. Varias negociaciones fueron conducidas empezando en 1995 y terminando con la Conferencia de Plenipotenciarios en octubre de 1999 para adoptar el Protocolo. El texto principal del Protocolo FTCM contiene obligaciones generales, responsabilidades institucionales, y procedimientos para la aceptación y ratificación. Anexos técnicos específicos establecen categorías de fuentes prioritarias, así como actividades y contaminantes de preocupación en el Area del Convenio; los factores para ser utilizados al determinar limitaciones de efluentes; prácticas de gestión, y obligaciones específicas aplicables a fuentes específicas de contaminación en la región. El Anexo I del Protocolo establece una lista de las fuentes, actividades, y contaminantes de interés específico para la Región del Gran Caribe en general. El Anexo II establece el proceso para desarrollar controles sobre fuentes específicas regionales para las fuentes y actividades identificadas en el Anexo I u otras fuentes según lo determinado por las Partes Contratantes. Los anexos que proceden del Anexo II entonces proporcionarán a medidas de control fuenteespecíficas en la forma de limitaciones efluentes regionales y de las mejores prácticas de manejo. Dichos anexos también contendrán calendarios para alcanzar las limitaciones de efluentes y prácticas de manejo. Los primeros dos de los anexos fuente-específicos se han adoptado ya junto con el Protocolo. El Anexo III se titula, Aguas Residuales Domésticas y proporciona a las limitaciones efluentes regionales para el control de las aguas residuales que descargan en o afectan el ambiente marina. Estos controles deben ser puestos en ejecución según un horario también contenido en el Anexo III. El Anexo IV se titula, Fuentes Agrícolas No-puntuales y requiere los planes nacionales para el control de la descarga de contaminantes de las áreas agrícolas. Tales planes se incluirán el entrenamiento y la educación y programas incentivo para los agrónomos. La implementación efectiva de estos dos anexos por las Partes mejorará significativamente las prácticas de control de contaminación existentes en gran parte de la Región del Gran Caribe. El Protocolo es el primer acuerdo ambiental regional donde las limitaciones de efluentes y otras obligaciones son requeridas dentro de un tiempo determinado para fuentes específicas de contaminación y puede servir como un modelo a otros. Asistencia Técnica --hacerlo realidad-Al final, el Protocolo FTCM será efectivo solamente sí está bien implementado. La implementación efectiva del Protocolo, requerirá la cooperación y coordinación de las entidades a los niveles internacional, regional, nacional y local, incluidos el sector privado, e instituciones donantes. Desafíos claves para implementar el Protocolo FTCM incluyen financiamiento para apoyar la identificación, el desarrollo, diseño, y construcción de tecnologías de control de contaminación y el crecimiento de la capacidad institucional. La Unidad de Coordinación Regional del Programa Ambiental del Caribe del PNUMA, como Secretaria al Convenio de Cartagena, junto con las Partes Contratantes y otras organizaciones relevantes está diseñando e implementando proyectos para enfrentar estos desafíos. Proyectos piloto para el crecimiento de capacidades en muchos países de la Región del Gran Caribe proveen modelos para la duplicación en otros países. El intercambio de tecnología se hace a través de seminarios sobre tecnologías apropiadas y mejores prácticas de manejo. El PAC ha hecho algunos progresos en esas áreas, pero aún hay grandes necesidades. En nombre de las Partes Contratantes al Convenio de Cartagena, la Secretaría invita a formar asociaciones con otros interesados para satisfacer estas necesidades y para prevenir, reducir, y controlar la contaminación marina por fuentes y actividades terrestres. Para información adicional, visite página web del PAC en www.cep.unep.org o contacte a: Tim Kasten PNUMA-UCR/CAR 14-20 Port Royal Street Kingston, Jamaica Tel: (876) 922-9267-9 Fax: (876) 9222-9292 Email: tjk.uneprcuja@cwjamaica.com