23/02/2008 De acuerdo a un documento de la Asociación de Ingenieros Técnicos y Especialistas "Contaminación del embalse requiere de acciones concretas" Es necesario en la emergencia realizar simultáneamente dos tipos de tareas: las “inmediatas” y “no inmediatas”. Evitar la mortandad de peces. Desde la Asociación de Ingenieros, Técnicos y Especialistas (AITE), se manifestó que los tucumanos y santiagueños tenemos nuestra “verdad incómoda”, que tiene que ver con la rapaz deforestación de los bosques del pasado y la contaminación de nuestros cuerpos de agua. En este aspecto el enfoque del daño ambiental, para nuestra región, se resume como triste emblema en el caso del embalse de Río Hondo. Las políticas públicas inapropiadas durante muchos años, han llevado a que esta importante obra construida para el mejoramiento de la calidad de vida de la población sea argumento para dar cuenta de la insensatez humana y que hoy se intenta revertir. En nuestra región, un logro muy importante fue la creación del comité de cuenca permanente que también establecerá, entre otros ítem de la problemática de la cuenca Salí-Dulce, la reducción “gradual” de la contaminación. Además, se han encarado acciones importantes entre ellas, la principal, un lento pero positivo cambio de actitud del empresariado tucumano respecto de este tema. La contaminación afecta la riqueza ictícola de nuestro lago, de la que viven cientos de familias y se ve recurrentemente amenazada. Los dorados son un trofeo difícil de conseguir y más aún los de gran porte. Si bien los ingenios dejaron de arrojar contaminantes en octubre, se demuestra que el tiempo de residencia en el embalse son 6 meses. El agua que se arrojó con contaminantes a los ríos en octubre estaría saliendo por la boca de la presa en marzo. A nuestro juicio, expresan, es necesario en la emergencia realizar simultáneamente dos tipos de acciones: las “inmediatas” y las “no inmediatas”. Es así que mientras se realizan las inversiones “graduales” que llevarán un largo tiempo ejecutarlas”, es necesario evitar la mortandad y proponer “las acciones inmediatas”, por ejemplo, inyectando oxígeno, formando “islas” donde los peces puedan recurrir para respirar y evitar su prematura muerte. En varias ocasiones AITE presentó esta propuesta a organismos nacionales, provinciales y municipales, dentro de un plan integral de planificación de la cuenca Salí-Dulce con sus cuatro programas: reducción de contaminación, reducción de la colmatación, atenuación de inundaciones y sequías, y aprovechamiento hidráulico de la cuenca, con el objeto de aportar ideas que ayuden a la solución de la problemática. Lo que a la naturaleza le llevó 4.500 millones de años crear, en apenas 100 años el hombre es capaz de destruir. Los tiempos de la naturaleza son muy distintos a los de la burocracia de los gobiernos y es optimista pensar que siempre estamos a tiempo para revertir la situación, ocupándonos de resolver lo aún irresuelto. Ing. Carlos Daniel David Morales - Presidente de AITE