HUELLA DE CARBONO DEL TRIGO DE REGADÍO EN FUNCIÓN DEL LABOREO Y DE LA FERTILIZACIÓN NITROGENADA Arias, N.a, Bescansa, P.b, Lafarga, A.a, Orcaray, L.a, Pérez de Ciriza, JJ.,a Virto, I.b a b Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias S.A., 31610, Villava. Navarra Universidad Pública de Navarra, Campus Arrosadía 31006, Pamplona. Navarra 1. Introducción Durante los últimos años se ha incrementado la concentración de CO 2 atmosférico y existe una creciente alarma acerca del efecto invernadero que esto conlleva. La agricultura juega un papel importante ya que las actividades agrícolas suponen el 13-15% del total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) siendo una de las principales actividades responsable de la emisión de NO 2 y NH4 (IPCC, 2007). Es por ello que se están realizando esfuerzos para detectar los mayores focos de emisión dentro de las explotaciones agrarias y determinar las prácticas o manejos más adecuados para reducir dichas emisiones (Franks y Hadingham, 2012). Tanto la fertilización nitrogenada como el laboreo repercuten en la cantidad de emisiones liberadas a la atmósfera. Parte del nitrógeno aplicado como fertilizante se pierde en forma de óxidos nitrosos mientras que el laboreo induce una mayor respiración y favorece la mineralización de manera que se emiten gases como CO2 y N2O (Menéndez et al., 2008). Asimismo, la optimización del uso de fertilizantes y los laboreos puede llegar a incrementar el carbono secuestrado en el suelo además de disminuir las emisiones, tanto directas como indirectas, de GEI asociadas a la utilización de los insumos dentro de la explotación (West y Marland, 2002). Existen pocos estudios acerca de la emisión de GEI de cultivos extensivos en regadío. Por tanto, el objetivo de este estudio es por un lado evaluar el efecto de la Agricultura de Conservación y de la fertilización nitrogenada en la huella de carbono de un cultivo de trigo en regadío y por otro analizar si estos manejos inducen cambios en el secuestro de carbono del suelo. 2. Materiales y Métodos Este estudio se ha llevado a cabo en una parcela situada en Navarra sometida a una rotación de cultivo de sorgo-trigo-maíz y con un sistema de riego por aspersión. El diseño experimental de la parcela fue de bloques al azar con tres repeticiones. El factor principal fue el sistema de laboreo, con dos sistemas diferenciados, laboreo convencional (LC) y no laboreo (NL). A estas parcelas se les aplicaron dos dosis diferenciadas de fertilización nitrogenada, la convencional de la zona, 150 UFN (F1) y la dosis recomendada según las prácticas de producción integrada, 120 UFN (F2). La aplicación del nitrógeno se hizo en dos veces, en la etapa de ahijado y de espigado del trigo. El balance de la emisión de gases de efecto invernadero se ha obtenido teniendo en consideración las emisiones directas (alcance 1 y 2) y las indirectas (alcance 3) provenientes de la fabricación, transporte y aplicación de los insumos de la explotación teniendo también en cuenta lo secuestrado por el cultivo siguiendo la metodología llevada a cabo en el estudio realizado por Lafarga et al. (2012). Para el análisis del contenido de carbono en el suelo se realizaron muestreos a diferentes profundidades. El análisis de la concentración de carbono orgánico total (COT) así como de la fracción de materia orgánica particulada (C-POM) se realizó mediante el método Walkey-Black. 3. Resultados y Discusión Se han observado diferencias significativas en las emisiones de gases de efecto invernadero entre los distintos tratamientos (Figura 1). Fig 1. Emisiones de gases de efecto invernadero del trigo en función de los distintos tratamientos El factor determinante en el incremento de la emisión de estos gases ha sido la fertilización, ya que sólo existen diferencias entre los laboreos en función de la dosis fertilizante. Este resultado está en concordancia con lo expresado por Gan et al. (2012) y Lafarga et al. (2012), que indican que las emisiones debidas a los fertilizantes inorgánicos nitrogenados suponen aproximadamente entre un 35-50% de las emisiones totales del cultivo. No se encontraron diferencias significativas en la concentración de C-POM entre los distintos tratamientos para ninguna de las profundidades. La concentración de COT en los primeros 5 cm del suelo (Tabla 1), mostró diferencias significativas en función de la dosis fertilizante aplicada aunque a mayor dosis de nitrógeno se ha encontrado menor contenido de carbono. Esto es opuesto a lo investigado por Powlson et al. (2011) que indicaba que el carbono orgánico del suelo puede aumentar con la fertilización nitrogenada hasta que el suelo alcanza un equilibrio. Esta diferencia podría ser debida a que a pesar de haber aplicado una mayor dosis fertilizante, la producción no ha sido más alta y no se han incorporado más restos de cultivo al suelo que en los otros tratamientos, o al escaso tiempo transcurrido desde el inicio del ensayo. Para los distintos laboreos no se encontraron cambios en el COT, lo que va en consonancia con lo estudiado por Gan et al. (2012), que indica que en un estudio con rotación trigo-barbecho no existieron cambios en el carbono del suelo en función de los distintos laboreos. Desde el IPCC, (2006), también se apunta la falta de variación como algo normal ya que los cambios en el contenido de carbono del suelo debido a los diferentes manejos son apreciables una vez que ha transcurrido un periodo de tiempo relativamente largo. Tabla 1. Información para mostrar algunos de los resultados de este estudio 0-5 cm 5-15 cm 15-30 cm Desviación Desviación Desviación Media Media Media típica típica típica 6,811a * 1,149 8,872a 1,073 8,079a 1,053 F1LC 6,009a 1,647 7,951a 1,107 7,723a 0,220 F1NL COT (g/ kg suelo) 8,233b 0,983 9,372a 0,322 8,265a 0,986 F2LC 7,927b 0,720 9,251a 0,759 7,103a 0,318 F2NL * Dentro de una olumna, filas con diferente letra indican diferencias significativas (P≤0,05) entre tratamientos (n=6) 4. Conclusión Este estudio pone de manifiesto la importancia de la racionalización de la fertilización nitrogenada, siendo un aspecto clave sobre el que se debe incidir a la hora de obtener elevadas producciones a la vez que se disminuye en la medida de lo posible el impacto producido por las emisiones. Es necesario un estudio a más largo plazo para poder determinar si el riego acelera los cambios en el stock de carbono en el suelo debidas a los diferentes manejos realizados. Referencias Franks J.R. y Hadingham B. 2012. Reducing gas emissions from agriculture: Avoiding trivial solutions to a global problem. Land Use Policy. 29, 727-736. Lafarga A., Altuna A., Del Hierro O., Unamunzaga O., Besga G., Domench F. y Sopelana A. 2012. Huella de Carbono de los Cereales. Navarra Agraria. Análisis de la emisión de gases de efecto invernadero en el sector agroalimentario. 94, 31-38. Gan Y., Liang C., Campbell C.A., Zentner R.P., Lemke R.L., Wang H. y Yang C. 2012. Carbon footprint of spring wheat in response to fallow frequency and soil carbon changes over 25 years on the semiarid Canadian prairie. European Journal of Agronomy. 43, 175-184. Powlson D.S., Whitmore A.P. y Goulding K.W.T. 2011. Soil carbon sequestration to mitigate climate change: a critical re-examination to identify the true and the false. European Journal of Soil Science. 62, 42-55. Menéndez S., López-Bellido R.J., Benítez-Vega J., González-Murua C., López-Bellido L. y Estavillo J.M. 2008. Long-term effect of tillage, crop rotation and N fertilization to wheat on gaseous emissions under rainfed Mediterranean conditions. European Journal of Agronomy. 28, 559-569. International Panel on Climate Change. 2007. Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III al Cuarto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Suiza International Panel on Climate Change. 2006. Directrices del IPCC de 2006 para los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero. Capítulo 4: Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra. Introducción página 1.8 West T.O. y Marlands G. 2002. Net carbon flux from agricultural ecosystems: methodology for full carbon cycle analyses. Environmental Pollution. 116, 439-444.