“Política Ambiental del Japón”

Anuncio
“Política Ambiental del Japón”
por el Ministro Masaru Watanabe
Conferencia pronunciada en la Universidad Nacional de Córdoba
08 de agosto de 2007
I. Introducción:
Es un honor y un placer para mí poder realizar una breve exposición sobre la
política ambiental de mi país.
Al hablar de la problemática del medio ambiente, podríamos definirla como un
asunto multifacético que abarca varios temas como la polución del aire, del
agua y el calentamiento global, entre otros. Hoy me referiré en particular al
calentamiento de la Tierra, el tema más comentado en estos días.
1) Estado actual del problema:
Para comenzar, quisiera referirme a la situación actual con la ayuda de unas
diapositivas. Como todos sabemos, la demanda energética mundial está
aumentando de manera muy rápida. Entre los años 2002 y 2030 se prevé un
crecimiento de la misma de un orden del 60 %. (Figura 1)
Si la demanda energética mundial aumenta, se incrementará en consecuencia
la emisión de los gases de efecto invernadero tales como el dióxido de carbono,
metano, óxido nitroso, y los fluorocarbonos (hidrofluorocarbonos,
perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre).
Según las estimaciones del Informe Anual 2007 del IPCC (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones
Unidas), durante los 5 años que van desde el 2000 hasta el 2005 la emisión de
dióxido de carbono aumentó a unos 7.200 millones de toneladas con una
variación de unos 300 millones de toneladas más o menos, mientras que la
absorción se mantuvo en el orden de los 3.100 millones de toneladas anuales,
con una variación del orden de 1,100 millones de toneladas. Estas cifras
indican que el volumen de emisión superó dos veces la capacidad de absorción.
En conclusión, el informe del IPCC expresa claramente que el calentamiento
global como fruto de los gases de efecto invernadero está fuera de toda duda.
Ahora veamos qué es lo que va a pasar con el calentamiento global. Las
consecuencias negativas del calentamiento global son: incremento de sequías;
agudización de la falta de agua; aumento de inundaciones, tormentas y lluvias;
disminución de la producción de alimentos causada por el agotamiento de los
recursos acuíferos entre otros; aumento de epidemias; etc. Cada uno de estos
fenómenos contrapuestos (como sequía o lluvias torrenciales) pueden ocurrir
dependiendo de cada zona geográfica y de la época del año.
Las metas cuantitativas de reducción de los gases de efecto invernadero que
fijó el Protocolo de Kyoto para los países industrializados tienen como plazo
límite el año 2012 y aún no están definidas para los años siguientes.
Actualmente, se está desarrollando un encendido debate sobre cuáles
deberían ser las normas a partir del año 2013. Luego les expondré la propuesta
de mi país sobre este punto.
II. Experiencia del Japón
1) Contaminación industrial
Como he dicho anteriormente, el problema ambiental no se reduce sólo al
calentamiento de la Tierra. También urge resolver la contaminación de los ríos
y del aire y la dificultad para reciclar los desechos químicos.
Ahora quisiera introducir algunos ejemplos de cómo Japón ha venido
encarando una variedad de problemas medioambientales.
Desde mediados de los años 50 hasta mediados de los 70, período de una alta
tasa de crecimiento económico en el que la economía japonesa mantuvo una
tasa de crecimiento anual del orden del 10 %, se produjo la contaminación del
aire y del agua de los ríos, causando enormes daños a la salud de los
habitantes que contrajeron enfermedades tales como la “Enfermedad de
Minamata” y el “Asma de Yokkaichi”.
La Enfermedad de Minamata es un síndrome neurológico grave y permanente
causado por envenenamiento con mercurio. Su nombre se debe a la ciudad de
Japón donde se registró el brote de esta enfermedad. Allí murieron personas
por ingerir peces y mariscos contaminados con el mercurio vertido por una
empresa petroquímica. El Asma de Yokkaichi lleva el nombre de la ciudad
japonesa donde en 1960 la quema de petróleo crudo liberó gran cantidad de
óxido de azufre en el aire causando severos casos de asma y enfermedades
respiratorias en los habitantes del lugar.
A partir de la aparición de estas afecciones causadas por la contaminación, se
fueron sancionando leyes para preservar los ríos y el aire, y para ordenar la
forma en que se deben tratar los residuos, todo lo cual culminó en la sanción
de la Ley Básica para el Control de la Polución Medioambiental y en la creación
de la Agencia del Medio Ambiente en 1970. La implementación de esta
legislación se realizó a un ritmo tan rápido, que el agua de los ríos y el aire
recobraron su pureza en breve tiempo. (Figuras 2 y 3)
2) Crisis del petróleo
En 1974 y en 1979 se produjeron las llamadas “crisis del petróleo” debido al
aumento brusco del precio del petróleo, las cuales afectaron profundamente a
la economía mundial y particularmente a la economía japonesa. En ese
entonces, Japón dependía totalmente del crudo importado desde el Medio
Oriente como recurso energético. En consecuencia, la economía japonesa
sufrió un gran golpe y registró un crecimiento negativo. Las industrias que
demandaban mucha energía, de la noche a la mañana tuvieron que enfrentarse
a una economía estructuralmente recesiva, lo que las forzó a la reducción y al
cambio de rubro.
La vida cotidiana de la gente también sufrió un duro golpe. La gente corría a
comprar productos derivados del petróleo, las estaciones de servicio cerraban
los domingos, los centros comerciales paraban las escaleras mecánicas, y
hasta se dejaron de trasmitir los programas nocturnos en la televisión.
Tanto las empresas como los consumidores realizaron enormes esfuerzos para
ahorrar energía y para racionalizar su utilización. En consecuencia, el uso
eficiente de energía en Japón es, en la actualidad, el más avanzado entre los
países desarrollados. Una investigación sobre el uso de energía por unidad de
PBI señala que, para producir 1 U$S de PBI China emite 11 veces más gases
de efecto invernadero, India 8 veces más y Estados Unidos 2 veces más de lo
que emite Japón. (Figura 4)
3) Ejemplos concretos de las medidas tomadas:
Según nuestra propia experiencia podemos afirmar que cuanto antes se
adopten medidas adecuadas, menor será la carga para la sociedad y para las
empresas; que para la implementación de las medidas es imprescindible lograr
consenso entre todos los gobiernos nacionales y locales y entre las empresas y
los habitantes de las ciudades; y que el apoyo al esfuerzo de las empresas por
parte de los gobiernos nacionales y locales, las incentiva a redoblar sus propios
esfuerzos.
1. Sector industrial:
Las empresas encaran el problema de varias formas ingeniosas. Por ejemplo,
en compañías siderúrgicas y centrales eléctricas aprovechan mejor el calor de
las calderas, y los resultados se ven en la eficiencia en la generación de las
centrales térmicas y en la mayor eficiencia en la producción de hierro y acero,
de cemento y de productos químicos, etc. En efecto, la investigación científica
en mi país está dirigida en la actualidad a crear tecnologías que utilicen
hidrógeno para reducir el uso de carbón en la producción de hierro. Estamos
trabajando para lograr un progreso dinámico en la innovación tecnológica en la
industria. (Figura 5): 1/3 de la generación total de la electricidad proviene de
centrales atómicas.
2. Hogares y oficinas
En el caso de hogares y oficinas, básicamente estamos tratando de aplicar la
reforma introducida en la legislación sobre la conservación de la energía,
elevando las exigencias en materia de electrodomésticos y automóviles como
puntales de normas de ahorro de energías. (Figura 6)
Los emisores de gases de efecto invernadero y las empresas del negocio de
frío y/o calor (aires acondicionados y calefacción) están obligados a presentar
informes en forma periódica, a partir de cierto nivel de emisión de gases.
Como resultado de estas medidas, Japón se convirtió en el primer productor
mundial de baterías solares; en el primero en ventas (domésticas y externas)
de automóviles híbridos por más de un millón de unidades; y el de mayor uso
del transporte público de pasajeros (en Japón 46,7% de la población utiliza este
transporte, en EEUU el 22,4 %, Francia el 16,1%, y el Reino Unido el 13,1%).
3. Energía renovable (generación eléctrica solar y eólica)
Otro tema en el que está trabajando Japón es el de la energía renovable, como
la generación solar y eólica. El flujo de potencia solar que alcanza la superficie
terrestre es aproximadamente de 1KW por metro cuadrado; si lo multiplicamos
por la superficie global, se obtiene la cantidad de energía suficiente para
abastecer en una hora la totalidad del consumo mundial anual de energía. No
obstante, el uso de la radiación solar para la generación eléctrica plantea
dificultades derivadas de: la poca densidad energética de la radiación solar; las
variaciones meteorológicas y otras condiciones naturales; el costo de
generación, etc.
Con el fin de facilitar la implementación de la generación solar en la sociedad,
Japón viene realizando programas de promoción del uso de la energía solar en
domicilios privados, además de esforzarse en el desarrollo de tecnologías
relacionadas. Como consecuencia de ello, actualmente nuestro país es el
mayor productor de baterías solares, y el primero en la instalación de los
sistemas de generación eléctrica solar en el mundo. (Figuras 7, 8, 9 y 10)
Nuestro país también está promocionando la implementación de generadores
eólicos. La cantidad instalada ha aumentado cinco veces en tres años, aunque
esta fuente energética tampoco esté exenta de dificultades originadas por su
elevado costo y por la inestabilidad en el suministro de energía.
4. Programa “3Rs” (reducir, reutilizar, reciclar):
En Japón, debido a la escasez de territorio, tenemos dificultades para asegurar
el espacio necesario donde se pueda realizar el tratamiento y la disposición
final de los residuos. También necesitamos reducir el consumo de los recursos
naturales valiosos. Con ese objetivo, estamos encarando activamente un
programa llamado “3Rs”, donde la letra “r” es la inicial de tres palabras clave:
“reducir”, “reutilizar” y “reciclar”.(Figura 11):
Los contenedores de basura se presentan alineados para poder clasificar los
residuos. Por regla general los residuos se clasifican en: papel, hierro, aluminio,
vidrio, plástico, elementos combustibles e incombustibles. Algunos municipios
llegan a tener más de 10 categorías de residuos.
El programa de las “3Rs” se basa en la inteligencia del pueblo para reducir el
consumo de los recursos limitados lo más posible. Desde hace tiempo en los
hogares japoneses los abuelos enseñaban a sus nietos a no desechar las
cosas fácilmente, con frases como “es una lástima tirarlos” o “se puede utilizar
todavía”. La idea de las 3Rs es una ampliación de esa filosofía tradicional
casera pero con mayor eficacia y a nivel nacional.
En mi país se sancionaron diversas leyes tales como la “ley de reciclado de
envases”, de “reciclado de electrodomésticos” y de “reciclado de automotores”.
También contamos con una ley de compras gubernamentales “verdes” por la
que se obliga al sector público a priorizar los productos ecológicos en el
momento de efectuar sus compras. Estas medidas tienen por meta incrementar
la tasa de reaprovechamiento del 10 % al 14 % y reducir el volumen de
desechos finales de 56 millones de toneladas a 28 millones de toneladas en el
período 2000 a 2010. (Figura 12 y 13)
Como pueden apreciar, Japón está a la vanguardia del mundo en la relación
PBI/Consumo de Recursos Naturales. (Figura 14)
III. Nueva iniciativa japonesa sobre el calentamiento global
El 24 de junio de este año, el Primer Ministro Abe lanzó una nueva propuesta
de solución para la problemática del calentamiento de la Tierra. En dicha
iniciativa, plantea la necesidad de elaborar un nuevo marco sobre la base del
cual reducir la emisión de gases con la participación de todos. La participación
de todos los países, es decir de todos los “jugadores”, constituye un importante
llamado de atención en el marco del sentido de crisis que adquiere este tema.
Ante una propuesta de elaborar un nuevo marco, se podrían plantear tres
preocupaciones, a saber:
1) si tratar de reducir la emisión no atentaría contra el crecimiento económico;
2) si por más esfuerzos que un país realice a tales efectos, si los otros países
no lo hacen, el problema no tendría solución;
3) si no sería injusto pedirles que tomen medidas a los países en vías de
desarrollo.
Son temas muy importantes que hay que superar y que se pueden superar.
Japón ha podido hacerlo, ¿porqué no hacerlo a nivel mundial? En efecto, mi
país pudo superar serios problemas de contaminación y las crisis del petróleo,
y mientras duplicaba su PBI, pudo reducir el consumo de petróleo en un 8% en
los últimos 30 años. Humildemente, Japón apuesta a poder exportar el “modelo
japonés” al resto del mundo, combinando tradición y tecnología de punta para
crear una sociedad en armonía con el medio ambiente. (Figura 15)
A grandes rasgos, la propuesta de Japón es invitar a todos ustedes a trabajar
juntos para lograr una bella Tierra en el año 2050, sobre la base de un paquete
de medidas (denominadas “Cool Earth 50”) que se sostienen en tres pilares
fundamentales:
1) Primer pilar: Propuesta de una estrategia a largo plazo para reducir la
emisión de gases a escala global
Propone fijar la meta de reducir a la mitad la emisión global para el año 2050,
como una meta común a largo plazo para todos. ¿Por qué? Porque en este
momento, como expliqué anteriormente, la capacidad de absorción de los
gases de efecto invernadero es del 50% de la cantidad actualmente emitida. Y
dicha emisión está aumentando.
Francamente hay que confesar que con la tecnología de hoy en día es difícil
alcanzar el objetivo de reducir a la mitad las emisiones de gases. El plan es
compatible con el crecimiento económico, aunque para ello se necesite
desarrollar una nueva tecnología mediante la cooperación internacional, con el
fin de crear una “sociedad de bajo carbono”.
La ambiciosa propuesta japonesa hace hincapié en la necesidad de
perfeccionar los sistemas de aprovechamiento de la energía solar, la puesta en
el mercado de vehículos menos contaminantes y el aumento del uso de la
energía nuclear, que consideramos segura y de confianza en sus aplicaciones
pacíficas. (Figura 16)
2) Segundo pilar: Propuesta de “Tres principios” con miras a construir un
marco internacional pos-Kyoto (para después del 2012)
En la actualidad está en vigor el Protocolo de Kyoto, puesto en marcha en 1997
pero con fecha de caducidad en 2012. Este tratado internacional es
considerado un primer paso hacia la reducción del efecto invernadero, aunque
tiene sus limitaciones debido a la falta de consenso para su aplicación. En este
sentido es fundamental crear un marco concreto donde todo el mundo tiene
que verse involucrado y que funcione al caer el Protocolo de Kyoto en 2013.
Para poder diseñar esa estructura concreta de medidas contra el calentamiento
global para los años posteriores a 2012, Japón propone “tres principios”.
1. El Primer Principio consiste en que todos los principales países emisores se
unan al esfuerzo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero más allá
de los compromisos que establece el Protocolo de Kyoto. Es decir, que se
deben asociar al proyecto las grandes naciones emisoras que no tomaron parte
o no han asumido obligaciones de reducción de emisiones en el Protocolo de
Kyoto, como EEUU (que es el mayor país emisor del mundo, con el 22% del
total de emisiones de gases de efecto invernadero), China (que con el 18% es
el segundo país emisor) y la India (que con el 4% es el quinto país emisor
mundial de gases). Y a otras que sí formaron parte del Protocolo como Rusia
(6%) y mi país Japón (5%). A propósito estos números pueden ya ser
considerados obsoletos, porque según datos que la Oficina Medioambiental
Holandesa hiciera públicos en junio pasado, China superó en 2006 por primera
vez a los EEUU situándose como mayor emisor de dióxido de carbono.
2. El Segundo Principio consiste en que el nuevo marco debe ser lo
suficientemente flexible y variado como para contemplar las situaciones
particulares de cada país. Según explicó el Primer Ministro Abe, la clave para
que la estrategia japonesa tenga éxito reside en que “cada país tome las
medidas oportunas para luchar contra el calentamiento global de acuerdo con
sus responsabilidades y capacidades”.
Nuestra iniciativa pretende establecer por consenso, y no por imposición, un
sistema flexible y diverso para que cada país sea capaz de optimizar sus
esfuerzos para reducir las emisiones. Los esfuerzos de los países
desarrollados y de los países en desarrollo no tienen porqué ser exactamente
los mismos y hasta entre los países en desarrollo las capacidades y
circunstancias difieren entre economías emergentes y otros países. Es decir,
las responsabilidades son comunes, son las mismas, pero diferenciamos las
capacidades.
Con este método individualizado, el Gobierno de Japón confía en conseguir el
compromiso tanto de los países industrializados como de los que están en vías
de desarrollo, y así sumar en el proyecto a las grandes naciones emisoras que
no tomaron parte en el Protocolo de Kyoto, o que no han asumido obligaciones
como EEUU, China y la India.
3. El Tercer Principio consiste en que el nuevo marco logre compatibilizar la
preservación del medio ambiente y el crecimiento económico, mediante la
utilización de tecnologías “amigables con el medio ambiente” como aquellas
que optimicen el uso de la energía, entre otras.
Mi país está dispuesto a apoyar a países en vías de desarrollo con fuerte
compromiso ambiental mediante la creación de un “mecanismo de financiación”
para ayudar a dichos países a cumplir con la reducción de las emisiones.
También proponemos mejorar la eficiencia energética en el mundo. En ese
sentido, Japón apoyará los esfuerzos internacionales que extiendan el uso
pacífico y seguro de la energía nuclear, así como también proveerá asistencia
para el desarrollo de infraestructura para la introducción de la energía nuclear
en países en vías de desarrollo.
3) Tercer Pilar: Despliegue de una movilización nacional para alcanzar las
metas del Protocolo de Kyoto
Este pilar está dirigido a la población japonesa. El Gobierno japonés se
concentrará en revisar medidas para alcanzar las metas del Protocolo de Kyoto,
con el objeto de lograr la reducción del 6% en las emisiones de gases.
Además se ha lanzado una “movilización nacional” bajo el lema de “reducir un
kilogramo de dióxido de carbono por persona por día” que va a promover
diversos esfuerzos y medidas, e inclusive el Gobierno de Japón invita a la
población a reexaminar su estilo de vida.
Específicamente, proponemos cambiar el código de vestimenta en las oficinas
en verano alentando la no utilización de sacos y corbatas para de esta forma
reducir el uso del aire acondicionado; así como también la reducción de la
basura, el reemplazo de luces incandescentes por luces fluorescentes; entre
otras.
El esfuerzo que formulamos para expandir a nivel nacional esta campaña de
“reducción de un kilogramo de dióxido de carbono por día por persona” puede
lograrse si todos cumplimos algunas medidas: Si no utilizamos el aire
acondicionado en verano con temperaturas inferiores a 28 grados y en invierno
la calefacción con temperaturas superiores a 20 grados; si acortamos el tiempo
de nuestra ducha diaria en 1 minuto; si utilizamos menos nuestros vehículos, si
reducimos el uso excesivo de bolsas y envoltorios; si separamos nuestra
basura; si no desperdiciamos agua y si utilizamos la electricidad de manera
inteligente, no dejando enchufados aparatos eléctricos que no utilizamos.
(Figura 17 y 18)
En la reunión del G8 que se realizó a fines del mes de junio pasado en
Heiligendamm, Alemania, los ocho Jefes de Gobierno de los países más
industrializados del mundo han acordado dos cosas: 1) estudiar seriamente la
reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el
año 2050, decisión ya tomada por Japón, Canadá y la Unión Europea y 2)
involucrar a todos los mayores países emisores de dichos gases.
IV. Cooperación del Japón con las políticas ambientales de la Argentina.
La Asistencia Oficial para el Desarrollo del Japón en materia ambiental
asciende a unos 300 mil millones de yenes anuales (U$S 2500 millones) lo que
equivale a un 30 % del total de la Asistencia Oficial del Japón. De esa
asistencia, aproximadamente un 30 % es destinada a proyectos hidroeléctricos
y a proyectos de conservación de la energía, otro 30 % a proyectos
relacionados con infraestructura pluvial de viviendas (red de cloacas y agua
potable) y otro 20 % a proyectos para combatir la contaminación del agua y del
aire, entre otros.
Además, contamos con el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Se trata de
un sistema creado por el Protocolo de Kyoto que consiste en que los países
desarrollados provean fondos y tecnologías a países en vías de desarrollo para
encarar proyectos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y que
esta reducción pueda ser aprovechada por el país inversor como parte de sus
esfuerzos para alcanzar las metas de reducción.
En cuanto a los antecedentes en materia del MDL con Argentina, tenemos el
proyecto de generación de electricidad aprovechando la fuerza eólica en
Comodoro Rivadavia, en la Provincia de Chubut. El contrato fue firmado en
mayo de 2006, y el volumen de derecho de emisión adquirido es del orden de
las 260 mil toneladas.
Como antecedentes de la Asistencia Oficial ambiental del Japón en Argentina,
tenemos los siguientes casos:
1) un proyecto de cooperación para fortalecer la capacidad de la Argentina en
materia del MDL. El proyecto en concreto consiste en elaborar una base de
datos y una guía del MDL y en definir proyectos modelo en cooperación con la
Secretaría de Medio Ambiente. Estamos obteniendo éxitos en estos objetivos.
2) El “Programa de Cambio Climático” en la Provincia de Santa Cruz es un
proyecto de cooperación técnica que consiste en la provisión de equipos para
medir la capa de ozono en la región patagónica. Dado que en el sur del país, la
capa de ozono que absorbe los rayos ultravioletas está más deteriorada -lo
cual representa un mayor peligro para los seres vivos-, el objetivo de este
programa es elevar la capacidad de monitoreo y establecer un sistema de
alerta temprana para los residentes de la zona.
3) “Programa contra la contaminación ambiental y los residuos sólidos” trata
sobre los residuos industriales y de hogares que se desechan sin control
medioambiental e higiénico, lo cual causa la contaminación de las napas
subterráneas y la contaminación del terreno. Asimismo la quema de basura
provoca la contaminación del aire. El objetivo de la cooperación es investigar el
estado actual y cooperar con la provincia de Buenos Aires y con el Instituto
Nacional del Agua en preparar proyectos de reducción de la cantidad de
residuos sólidos.
4) El “Programa de Protección de los recursos naturales” en Iguazú, Misiones,
tiene por objetivo la conservación de los recursos forestales y la prevención de
la destrucción de los mismos. En concreto se trata de la educación
medioambiental de los residentes de la zona y también de la promoción del
ecoturismo que es compatible con la preservación del ecosistema.
Argentina creó en 1991 la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo
Sustentable, en 1994 ratificó el Tratado Marco sobre el Cambio Climático, en
2001 ratificó el Protocolo de Kyoto y convocó en dos oportunidades a la
Conferencia de las Partes del Tratado: una vez en 1998 con la COP IV y la
última vez en 2004 con la COP X. Como puede apreciarse de este breve
resumen, Argentina ha estado trabajando muy positivamente para abordar el
problema del medio ambiente global. Es por ello que manifestamos nuestro
deseo de trabajar juntos con este socio tan activo en el tema.
Para concluir, quisiera manifestar una vez más que mi país desea estudiar y
actuar junto a ustedes no sólo en materia de medio ambiente global sino
también en materia de medioambiente regional, sobre la base de la propia
experiencia.
Muchas gracias.
Fuente: Embajada de Japón en Argentina
Descargar