El sábado 9 de septiembre comienza la Jornada de Agricultura a las 11 horas, dentro del tercer día de jornadas profesionales en la 23 Feria Internacional Agropecuaria de Castilla y León y 18 Exposición Internacional de Ganado Puro. El agua, la tierra, sus estructuras y modernización de regadíos ha sido el tema abordado por Ángel Ballesteros Díez, director general de Seiasa del Norte, con la organización de Caja Duero. Ángel Ballesteros comenzó señalando que en la actividad empresarial agraria los factores de producción son esenciales. Si en los cultivos de secano, la lluvia y sus irregularidades tienen su importancia en la producción final, en los cultivos de regadío, el agua es esencial. Algo parecido sucede con la tierra, disminución en las fincas, tamaño de las mismas, caminos, energía eléctrica o servicios. Por ello, lo ha de hacerse es un análisis de agua-tierra y un diagnóstico del futuro próximo. En cuanto al factor tierra, comentó que no es lo mismo el grado de parcelación de fincas, ni la distribución de la propiedad pues, lógicamente, el tipo de minifundio influye en los resultados económicos. Y aunque no es igual en unas regiones que en otras, ni siquiera entre las provincias, con gran diferencia entre la estructuración de la tierra de León con relación a Palencia o Salamanca, sí es cierto que en todas las comarcas conviene mejorar. El momento presente del factor agua en las zonas de regadío, donde existen Comunidades de Regantes o concesiones individuales de canal y de cauces de ríos, el agua no es escasa, sino que está mal o muy mal gestionada. Esto se debe a varias razones, la falta tecnológica del riego, las pérdidas en acequias de tierra y de hormigón o la falta de aplicación de la técnica en los distintos tipos de suelos. Es por ello, remarcó, que estamos situados en un mal presente y en un futuro incierto, lo que obliga un diagnóstico que desemboque en medidas a tomar para que algunas situaciones no se tornen irreversibles. Esas medidas son acciones concretas a desarrollar en la tierra, como una nueva concentración parcelaria con criterios de explotación y no sólo de propiedades; favorecer el mercado en el momento anterior a la concentración; que la Comunidad de Regantes asuma el compromiso de gestionar las tierras en renta, entre los comuneros, igual que lo hacen con el agua y la ordenación del territorio y definición del suelo agrícola. Las acciones concretas del agua llevan a una nueva concepción de su uso y de las tecnologías en los riegos agrícolas; conseguir un ahorro considerable del agua en el riego, aumentando la superficie de riego y disminuir o anular los años de escasez y a su vez, humanizar la práctica del riego, ya que los titulares pasaron a ser meros gestores y vigilantes de sus cultivos, aumentando considerablemente el número de hectáreas a manejar por UTF. Así expuesto, según Ángel Ballesteros, se pueden observar varias ventajas con la adecuación del binomio agua-tierra: se fija población en el medio rural; se dignifica el trabajo en el campo; se aumenta el valor patrimonial de las explotaciones; se aumentan las producciones y por tanto los beneficios; se ahorra agua y se disminuye la contaminación por fertilizantes en el suelo y en los cauces de los ríos. La conclusión del análisis para Ángel Ballesteros es que “la realidad ya tiene un diagnóstico, entramos en otro orden del agua y en Salamanca se ha entendido muy bien. Aquí estamos convencidos, Salamanca es modelo en la región y en este país, tenemos el margen derecho del Águeda, margen izquierdo, La Maya, ÉjemeGalisancho, Vega del Almar, Villoria, Villagonzalo, Babilafuente... todas esas comunidades de cara al interés general, terminadas algunas y otras absolutamente a tiempo y en el primer Plan de Modernización han entrado todas. No hay ninguna provincia en este país así, lo cual es para felicitar al sector agrario en Salamanca que entendió muy bien la modernización del agua o la modernización del regadío desde un principio. En Salamanca lo entienden y gustara o no gustara, entramos en otro orden del agua, estamos en el siglo del agua, antes o después va a ser así. Conclusión: es normal, todas las cosas tienen un precio y el agua lo va a tener, y en ese orden de cómo sepamos utilizar el agua va a estar el éxito del sector agrario en esta región”. La segunda parte de la Jornada de Agricultura y poniendo fin a la misma se ocupa de la fertilización en la agricultura de Castilla y León, organizada por Mirat. Avelino García Alonso, del departamento de fertilizantes de Mirat, expuso la Historia y la evolución de la fertilización hasta nuestros días, por qué se abona y dónde empezó todo, señaló que “empieza a principios del siglo IXX con dos personajes fundamentales, un químico y un ingeniero agrónomo que ya se dieron cuenta que tratando la tierra con algo, bien nitrógeno o bien fósforo, independientemente, las cosechas crecían un poco más, si las condiciones climatológicas eran favorables”. Avelino García enlazó la evolución histórica con la ponencia sobre las tendencias en la fertilización y Agricultura actual, que estuvo a cargo de Luís Mariano Pérez Iglesias, jefe de producto de Mirat fertilizantes, que abordó el abonado tal y como lo conocemos ahora, los complejos y su evolución desde hace 60 años hasta el momento actual. Así comentó que “según ha ido evolucionando la agricultura, la química y los nuevos estudios nos vamos dando cuenta de qué es lo que necesitan las plantas para suministrárselo, tanto en macronutrientes NPK, un abono con nitrógeno, fósforo y potasio, como en micronutrientes o en otros elementos que pensábamos que no hacían nada y que antes los añadíamos con el estiércol en muy pequeñas cantidades. Ahora lo que estamos haciendo es incorporar a los NPK (cada granito de fertilizante tiene los tres elementos principales) y añadiendo nutrientes que hemos visto que son necesarios, como el azufre, magnesio, boro, todo a la vez y en cada granito. Son micronutrientes que se incorporan en mucha menos cantidad, en dosis menores que los otros pero que son necesarios. Este abono complejo lo aplicamos con la técnica de liberación lenta, que es la última tecnología que existe y nos permiten aplicar todo de una sola vez, cosa que hace años no podíamos pues no existía tecnología para poder aplicar todo el NPK de una sola vez. La investigación, ahora, nos permite poder utilizar inhibidores de la nitrificación, productos que nos estabilizan el nitrógeno y podemos aplicar todo de una sola vez”. El responsable de moderar y dar paso a la mesa redonda de esta segunda parte de la Jornada de Agricultura fue Miguel González González, director comercial de Mirat fertilizantes, quien hizo especial hincapié en que “estamos en un momento muy difícil en Agricultura. El objetivo que tiene esta jornada es asesorar al agricultor de que tiene que olvidarse de métodos tradicionales, estamos en una evolución constante, en un momento de un giro como mínimo de noventa grados y el que no suba al tren lo ha perdido, hay que asesorar para que esto no ocurra”. Miguel González remarcó que “la Agricultura está anclada en métodos muy tradicionales, en fertilizaciones muy tradicionales que no puede seguir haciendo lo mismo, hoy hay unas subvenciones Comunitarias que te pagan por no producir, a priori te están pagando por no producir. Hay que saber producir, sí, pero con los mínimos costes posibles porque a esto hay que añadir otro problema, el del personal, la Agricultura no encuentra trabajadores y hay que evolucionar como sea. El agricultor tiene muchos problemas, la rentabilidad está bajo mínimos y en estos momentos, si cabe más, todo se junta para que no pueda dar el salto. Queda trabajo arduo, largo y hay que tratar de conseguirlo”.