LA ARQUITECTURA ROMANA: TIPOLOGÍAS. ARQUITECTURA CIVIL Y RELIGIOSA. LA ARQUITECTURA RELIGIOSA. EL TEMPLO ROMANO. La religiosidad romana, al igual que la griega, estaba basada en una compleja mitología jerarquizada, llena de divinidades (muchas de ellas provenientes del Olimpo griego) y de las sociedades orientales conquistadas. Este hecho favoreció el sincretismo religioso, rasgo distintivo de a civilización romana hasta la conversión del estado romano al cristianismo. Además era una religiosidad doméstica, con dioses familiares (manes, lares y penates) a los que se ofrecían gestos de respeto, dones y plegarias. El mismo emperador, como Pontifex Máximus, ejercía de intermediario entre el Estado y los dioses. El MODELO DE TEMPLO ROMANO sigue el planteamiento general griego, aunque con modificaciones: · Hay un sólo pórtico con columnas, que forma la fachada y única entrada al edificio. · Suele ser seudoperíptero. Es decir, las columnas circundantes están adosadas a los muros laterales y posteriores de la cella. · Posee la triple cella etrusca (dedicadas a Juno, Júpiter y Minerva), que es maciza y completamente cerrada por intercolumnios ciegos. · Las gradas del templo griego son sustituidas por un alto podium, que se prolonga en la fachada principal a través de una escalinata de acceso. Algunos ejemplos: templo de “La Fortuna Viril” (s. I a de C.), Roma; la “Maison Carrée”, de Nimes (Francia) (19-22 a de C.). También es frecuente el TEMPLO DE PLANTA CIRCULAR, derivado del “THOLOS” helenístico, como el “Templo de Vesta (142 a de C.), en Roma. Dentro de esta modalidad y ya en época imperial, destaca EL PANTEÓN DE AGRIPA (27 a de C., muy reformado por Adriano, s. II), una de las cimas de la arquitectura romana. Ver análisis específico de este templo en el libro de texto, ya que es la obra capital de la arquitectura imperial romana. LA ARQUITECTURA CIVIL. El genio arquitectónico romano tiene su máxima expresión en las obras, espacios y monumentos públicos que, como las BASÍLICAS, TERMAS, TEATROS, ANFITEATROS, ARCOS DE TRIUNFO, etc., se agrupaban alrededor del FORO de la ciudad, constituyendo impresionantes y grandiosos conjuntos monumentales insertados dentro de la trama urbana. LOS EDIFICIOS PÚBLICOS: LA BASÍLICA Y LAS TERMAS. La Basílica era un edificio de carácter administrativo y comercial. Era la sede de la administración de justicia, centro de reunión para las relaciones comerciales y los negocios, y lugar de encuentro. El modelo procede de la Grecia helenística: tiene planta rectangular y consta de una nave central (con vanos en la parte superior para facilitar la iluminación del recinto) y dos laterales de menor altura y más estrechas, separadas por columnatas. El muro del fondo tiene forma semicircular (ábside). La cubierta de este edificio era de bóveda de cañón. Ejemplo es la BASÍLICA DE MAJENCIO, en Roma (s. IV). Las Termas (BAÑOS PÚBLICOS Y LUGARES DE REUNIÓN) son edificios concebidos para el aseo de los ciudadanos y su esparcimiento. De la sencillez de la sala de baño inicial, pronto se pasó a la monumentalidad y variedad de servicios (Bibliotecas, salas de masajes, salas de juegos, etc.) de la época imperial. Solían tener varias salas de baño: frigidarium (agua fría), tepidarium (agua caliente), caldarium (sala de vapor) y apodyterium (vestuarios). Se trataba de construcciones de hormigón, revestidas de mármol, de grandes proporciones. Estaban cubiertas por bóvedas semiesféricas y de aristas. Ejemplo son las Termas de Caracalla en Roma (s. III). LOS EDIFICIOS PARA LA DIVERSIÓN Y EL ESPECTÁCULO. EL TEATRO Edificio de origen helenístico (sigue, por tanto, el modelo griego), el teatro romano se diferencia del griego en que no se excavaba en la ladera de una colina, sino que se construía exento, primero en piedra y, posteriormente, en ladrillo. El espacio que quedaba detrás de las gradas era aprovechado para la construcción de galerías y vomitorios que permitían la comunicación con las distintas zonas del teatro y facilitaban su rápida evacuación o desalojo. Estas galerías era cubiertas con bóvedas anulares debido a su trazado. Por otra parte, la “Orquestra” se redujo a un semicírculo, dada la menor importancia que el coro tenía en las representaciones teatrales latinas. La escena, o gran telón de fondo, acabó construyéndose en tres cuerpos adintelados con rica decoración de columnas y estatuas. Algunos ejemplos: “Teatro romano de Mérida”, “Teatro Marcelo de Roma”, etc. EL ANFITEATRO Es un edificio de creación romana. Es la fusión de dos teatros. Se dedicaba a los espectáculos de lucha y fieras. Solía tener planta elíptica o circular, rodeada de graderíos, para facilitar la contemplación del espectáculo desde cualquier ángulo. Se construye exento o aprovechando una colina para excavar parte de las gradas. El espectáculo discurre en la arena, bajo la cual existía una compleja red de corredores, establos y dependencias para el servicio propio del anfiteatro. El ejemplo más importante es el llamado “Coliseo” (o anfiteatro flavio), mandado edificar por el emperador Vespasiano e inaugurado por Tito en el año 80. Tiene capacidad para 50.000 espectadores. Emplea a bóveda de arista y arcos de refuerzo de ladrillo, dispuestos a trechos en la bóveda de hormigón. Su trascendencia para la arquitectura es enorme: los edificios para los grandes espectáculos de masas contemporáneos (plazas de toros, estadios de fútbol, etc.) siguen el modelo creado por los romanos. EL CIRCO Este edificio diseñado para las carreras de carros, caballos y competiciones atléticas, es una adaptación del estadio griego. Su planta es estrecha y alargada, y está recorrido longitudinalmente por una espina o muro que divide el espacio en dos, y alrededor del cual discurre la competición. Solía estar rodeado de gradas. La mayoría de los circos romanos se han perdido, aunque en Roma el llamado “Circo Máximo” debió de ser un magnífico ejemplo. LOS MONUMENTOS CONMEMORATIVOS: EL ARCO DE TRIUNFO Y LA COLUMNA. Son hijos del deseo de gloria terrena del pueblo romano. Sirven para testimoniar la grandeza de su imperio y las hazañas de sus emperadores y generales. Solían situarse en el Foro, en el cruce de calzadas u otros lugares importantes. Se trata, pues, de una arquitectura propagandística. EL ARCO DE TRIUNFO Tiene forma de puerta de ciudad, aislada del resto de la muralla. Se trata de un ingreso monumental. Puede ser de un solo vano, de dos, tres o más. En ocasiones tiene planta cuadrada con cuatro fachadas (cuatrifrons). Este modelo arquitectónico combina el arco y elementos adintelados (entablamento), con profusión de elementos decorativos como columnas de orden corintio y relieves que narran las hazañas del personaje a quien el arco honra. La mayoría fueron construidos en piedra o mármol y son más de 100 los arcos de triunfo que han llegado hasta nosotros. Como ejemplos más destacables: “Arco de Tito”, “Arco de Septimio Severo”, “Arco de Constantino”, todos ellos en Roma. LA COLUMNA CONMEMORATIVA Construcción de invención romana, tiene la misma finalidad y ubicación que el arco de triunfo. Su fuste está recorrido por relieves históricos dispuestos de forma helicoidal, y en la parte superior aparece la estatua del emperador realizada en bronce. Los ejemplos más importantes son: la Columna de Trajano, en Roma, y la de Marco Aurelio, también en Roma. LA ARQUITECTURA FUNERARIA: LAS TUMBAS. En Roma coexisten dos prácticas funerarias: la inhumación y la incineración. En el último caso se suelen excavar unas galerías y en sus paredes se abren nichos para depositar las urnas con las cenizas. La práctica de la inhumación requiere la existencia de sepulcros que en Roma adquieren formas variadas: en forma de templo, de torre, de pirámide o circular. Destaca, a modo de ejemplo, el Mausoleo de Adriano de forma circular. LAS OBRAS PÚBLICAS DE INGENIERÍA: PUENTES, ACUDECTOS, PANTANOS, CALZADAS. Se trata de obras de carácter militar y comercial, la infraestructura necesaria para el desarrollo económico y la dominación militar del imperio. El principal instrumento de la romanización. Demuestran el genio romano en tareas constructivas, su talento como ingenieros. La mayoría de ellas siguen en uso o su trazado, como en el caso de las calzadas, ha sido aprovechado para la construcción de las modernas redes de carreteras. LA ARQUITECTURA DOMÉSTICA: LA CASA ROMANA. La casa popular o de alquiler suele tener tres o cuatro alturas y en ella viven varias familias, son las denominadas “ínsula”. La casa de las familias ricas es de una sola planta (Domus) y sus dependencias más importantes son: el patio (atrium), alrededor del cual se encuentran las habitaciones (cubiculi) y el comedor (tablinum); al fondo no suele faltar un jardín o huerto. Esta casa sufre algunas modificaciones a partir del siglo II a de C., debido a la influencia griega: el patio se rodea de columnas (peristilo) y se hace descubierto, en su parte central se sitúa el “impluvium” que recoge las aguas de lluvia. Además de estos modelos destacan los palacios, concebidos como verdaderas ciudades, al servicio de los emperadores. ARQUITECTURA ROMANA VERSUS ARQUITECTURA GRIEGA EL ARTE ROMANO.- EL ESPACIO ARQUITECTÓNICO: ESPACIO ESTÁTICO. "El Partenón es una obra no arquitectónica, pero no por eso deja de ser una obra maestra del arte, y tratándose de la historia de la escultura, podemos afirmar que a quien no le gusta el Partenón, no tiene sensibilidad estética. Si, al pasar a la arquitectura romana, observamos muchas reconstrucciones de monumentos del Imperio e imaginamos el espacio y el gusto de los Foros en su estado primitivo, podemos llegar a la conclusión de que muchos edificios romanos no eran obras de arte, pero nunca podremos afirmar que no eran arquitectura. El espacio interno está presente en manera grandiosa, y si bien los romanos no tenían el refinamiento sensible de los escultores-arquitectos griegos, poseían, por el contrario, el genio de los constructores-arquitectos, que en el fondo es el genio de la arquitectura. Aun cuando no sabían prolongar en la plástica los temas espaciales y volumétricos, tenían, sin embargo, la inspiración alta y valiente para estos temas, que en el fondo es la inspiración de la arquitectura. (...) La pluriformidad del programa edilicio romano que se opone netamente al tema unívoco de la arquitectura griega, su escala monumental, la nueva técnica constructiva de arcos y bóvedas que reduce las columnas y arquitrabes a motivos decorativos, el sentido de los grandes volúmenes en los aljibes, en los túmulos, en los acueductos y en los arcos, las poderosas concepciones espaciales de las basílicas y de las termas, una conciencia altamente escenográfica, una fecundidad de invención que hace de la arquitectura romana ... una enciclopedia morfológica de la arquitectura, la maduración de los temas sociales como el palacio y la casa, ... todas estas contribuciones están ausentes de la edificación griega, afloran parcialmente en el helenismo y constituyen la gloria incontestable de Roma. (...) Sería fácil confrontar y oponer una de las termas romanas a un templo griego y demostrar la total diversidad de su planteo arquitectónico, que en el segundo caso no determina por completo un espacio cerrado sino que simplemente lo cubre. Pero también en los monumentos en que los romanos no explotan su capacidad de abovedar interiores, también en los templos y en las basílicas en los que se sirvieron del sistema de soporte y trabazón aplicado en Grecia, es clara la antítesis. Si se compara una planta del templo griego y otra de una basílica romana, ¿qué se encuentra? fundamentalmente, los romanos han tomado las columnatas que ciñen el templo griego y las han trasladado al interior. La civilización griega conoció pocas columnatas interiores pero allí donde existen responden a la necesidad constructiva de sostener las vigas de la cubierta, no a una concepción interior del espacio. En Roma, al lado de la necesidad técnica hecha más precisa por la escala monumental de la edificación del Imperio, aparece el tema social de la basílica, donde los hombres viven y obran según una filosofía y una cultura que rompen la contemplación abstracta y el perfecto equilibrio del ideal griego, enriqueciéndose psicológicamente, haciéndose más instrumentales y más plegadas a símbolos retóricos de grandeza. Trasladar las columnatas griegas al interior significa deambular en el espacio cerrado y hacer converger toda la decoración plástica a la potenciación de este espacio. (...) Que exista el arco en Egipto y la bóveda en Oriente antes que en Roma, puede ser interesante filológicamente, pero desde el punto de vista de la historia de la arquitectura nada descuenta a la contribución romana que empleó aquellos elementos para concepciones espaciales para una escala, intento y significación del todo diferente. (...) El carácter fundamental del espacio romano es estar pensado estáticamente. En los interiores de planta circular y rectangular imperan la simetría, la autonomía absoluta respecto a los interiores antiguos subrayada por la gruesa mampostería que los separa, y una grandiosidad doblemente axil, de escala inhumana y monumental, substancialmente satisfecha en sí misma e independiente del observador. (...) Fundamentalmente la edilicia oficial romana expresa una afirmación de autoridad, constituye el símbolo que domina a la multitud de los ciudadanos y que hace presente el Imperio, potencia y razón de toda la vida. La escala de la edilicia romana es la escala de este mito, de esta realidad, no es ni quiere ser la escala del hombre."