fabricando desmonte

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PLANTA DE ARRABIO
FABRICANDO DESMONTE
Fuente (Source): publicado en Perfil.com
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0265/articulo.php?art=7720&ed=0265#sigue
Edición Impresa
Domingo 1 de Junio de 2008
Año III Nº 0265
Buenos Aires, Argentina
NUEVO ESCANDALO ECOLOGICO
Temen que nueva fábrica acentúe el desmonte del Chaco
Entidades ambientalistas y la oposición al gobierno de Jorge Capitanich están convencidos de que un
megaproyecto industrial para la producción de arrabio (materia prima del acero) no hará otra cosa que
continuar el proceso de desertificación de, quizás, el principal bosque nativo que queda en el país. La
empresa brasileña tiene multas en su país por US$ 10 millones.
Por Martín De Ambrosio
Quemo. La empresa Vetorial, y el gobierno chaqueño, aseguran que va a comprar el carbón que ya produce hoy la
provincia. No todos comparten esa opinión.
“El proyecto es de terror”, dijo Alicia Terada, diputada provincial del Chaco (ARI). “Estamos convencidos de que crecerá la explotación forestal con trabajo esclavo”, agregó Rolando Núñez, del Centro
Mandela. “Es un asunto gordísimo, de gran magnitud, que se instala en la provincia por la falta de
controles”, añadió Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente y Premio Nobel Alternativo.
Del otro lado, la empresa Vetorial y el gobierno local defienden, con no demasiados matices en los
argumentos, la instalación de una fábrica de arrabio (materia prima para el acero) en el Gran Resistencia. “Vamos a hacer una inversión de US$ 100 millones y crearemos 500 puestos de trabajo en
cinco años”, contrapuso Oscar Ribone, el rosarino que representa los intereses de la empresa brasileña. La discusión ya tuvo un ámbito formal: hace dos semanas en el Parlamento local hubo durísimas
audiencias públicas para discutir el tema.
El quid de la cuestión parece ser la necesidad de carbón vegetal que va a tener la fábrica. Los ambientalistas dicen que incrementará los desmontes de los ya sufridos bosques nativos y aumentará el
proceso de desertificación que se sufre como producto del avance de la soja (tal como contó PERFIL
en noviembre pasado).
En cambio, gobierno y empresa aseguran que se consumirá sólo una parte de lo que ya produce
anualmente el Chaco. “Actualmente producimos unas 250 mil toneladas de carbón, lo que triplica lo
que usaría la empresa”, dijo a este diario el ministro de Economía provincial, Eduardo Aguilar. “Vamos
a salir a competir con quienes hoy compran ese carbón, las industrias de Mendoza”, dijo Ribone,
quien garantizó que el próximo paso es plantar eucaliptus para abastecer a la fábrica. Para el ambientalista Montenegro, “es un argumento absurdo porque el carbón que se produce ya tiene compradores”.
Las nuevas plantaciones también son polémicas: los eucaliptus, para crecer, requieren enormes cantidades de agua, y un sistema con tendencia a la sequedad como el chaqueño no estaría en condiciones de soportarlo. Vetorial aseguró que le encargó estudios al INTA para realizar las plantaciones en
el mejor lugar disponible. De todos modos, hasta que crezcan las plantas pasarán varios años (entre
seis y diez).
“Nuestra fábrica no implicará más desmontes, aunque es verdad que el Gobierno debería tener sus
resortes para evitarlo. Hoy, el problema en realidad es que se quema el monte para sembrar soja, no
para hacer carbón”, dijo Ribone.
Multas. Otro tema no menor tiene que ver con la decisión de la empresa brasileña de dejar su país de
origen e instalar nuevas fábricas en la Argentina. “Desde 2006, el organismo ambiental del gobierno
de Lula puso el ojo en esta empresa y la multó por US$ 10,7 millones. Por eso van hacia lugares con
menos controles, donde haya un río para trasladar la producción y buena cantidad de materia prima”,
dijo Montenegro. Al gobierno provincial, según Aguilar, no le consta realmente la existencia de esas
multas por daños ambientales reiterados. “Pedimos informes oficiales al gobierno de Brasil. Sin esos
datos, no vamos a emitir opinión”, aclaró el ministro.
Un último punto controvertido tiene que ver con el destino de la producción. Rolando Núñez aseguró
que la posición del gobierno brasileño es tratar de impedir que el arrabio que hoy se produce en el
país más grande de Sudamérica se exporte, “para no seguir pagando los costos ambientales para la
industria metalmecánica extranjera”. E insistió en que el Chaco será una especie de territorio offshore
y que “se apropiarán del bosque nativo durante 10 años o más, capitalizando la cultura carbonera
fuertemente instalada en el Chaco, que hace que sigamos funcionando con los parámetros del siglo
XIX”.
Para la empresa, los ambientalistas enfocan mal el problema y aseguran que se oponen al proceso de
industrialización que quiere la provincia. “Si se hiciera bien, acabaría con el hambre del pueblo”, según
Ribone. Pese a declaraciones en contrario, el Gobierno asegura que la decisión sobre la instalación
no está tomada. “Vamos a esperar más informes técnicos que están en curso y lo decidiremos dentro
de 45 a 60 días”, expresó el funcionario de Capitanich.
La obsesión de Capitanich
“Tenemos la obsesión del empleo y la industrialización”, dijo el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich. Esa obsesión es la que habría llevado a tomar la decisión de aceptar la instalación de la fábrica,
pese a los problemas ambientales que podría desencadenar. Los ambientalistas dicen que no se puede autorizar a una empresa que puso como dirección legal primero un baldío y luego la casa del jefe
de personal de la Dirección Provincial de Bosques, organismo que precisamente es acusado de ineficiente a la hora de controlar incendios forestales y desmonte general. La denuncia fue hecha por medios periodísticos locales y no le mereció mayor comentario al gobierno local. Para la empresa, se
trató de una errata de un acta.
“La Secretaría de Ambiente de la Nación debería actuar en todo este entuerto. El problema es que
Romina Picolotti está aprendiendo de medio ambiente por correspondencia”, dijo, lapidario, Raúl Montenegro.
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