Asociación de Educación Privada de Puerto Rico POSTULADOS BAJO LA LEY 49 DE 30 DE JUNIO DE 1988 1. La ley 49 fue clave en introducir un cambio a la relación entre el gobierno y la educación privada en Puerto Rico, dando comienzo a un reenfoque de la reglamentación sobre las instituciones de educación privada para deslindarlas del sistema de educación pública. Bajo el sistema de administración pública que regia previo a la aprobación de dicha ley, el Secretario de Educación, en su rol de regulador de la educación pública y privada, imponía a todas las escuelas un sistema de enseñanza uniforme en sus programas académicos, en la selección de maestros, en las especificaciones de las asignaturas y en los materiales bibliográficos. Había muy poco margen para la experimentación y el desarrollo y evolución institucional. Ello daba lugar a la intervención del Estado en los asuntos internos de la educación privada, menoscabando así sus facultades académicas. La Ley 49 fue precedida por la aprobación de la Ley Número 68, de 1990, mediante la cual se creó el Consejo General de Educación. A este nuevo organismo se le asignó, como parte de sus funciones, la facultad de extender licencias y autorizar el 2 establecimiento y operación en Puerto Rico de instituciones públicas y privadas con ofrecimientos no universitarios, de conformidad con el Capítulo II de la Ley Número 31 de 10 de mayo de 1976, según enmendada, y de acreditar a las escuelas públicas o las privadas que lo solicitaran. Al promulgarse la Ley Número 148, el 15 de julio de 1999, se modifican las funciones del Consejo General de Educación y se rediseña su estructura. El Consejo se establece como entidad autónoma, fuera de la jurisdicción del Secretario de Educación, con facultad de expedir licencias para establecer y operar escuelas privadas y de acreditar las escuelas del sistema de educación pública y las privadas que así lo soliciten. La Ley 148 fue enmendada mediante la Ley Número 69 del 15 de abril del 2000 para reiterar que todo lo relativo a la otorgación de licencias a escuelas privadas continuaría rigiéndose por los criterios y procesos establecidos en la Ley Número 31 (según enmendada por la Ley Número 49). Esta ley constituye una reafirmación de los derechos reconocidos a las instituciones de educación privada como resultado de la aprobación de la Ley 49 y que aún se mantienen vigentes. 2. La ley 49 reconoce el sitial que tiene la educación privada en una sociedad democrática como la nuestra y el derecho que tiene cada familia para escoger conforme a su conciencia, las preferencias 3 metodológicas y/o curriculares o pedagógicas incorporar en el proceso educativo de sus hijos. que desean La educación privada tiene que ser siempre una alternativa, opción diferente en métodos, enfoques, valores y programación académica a los que son ofrecidos por el sistema de educación pública, de manera que sea el padre quien tenga la facultad única de seleccionar el tipo de educación que desea para sus hijos. Esa prerrogativa le corresponde a los padres y no al Estado. 3. La ley 49 establece los límites que definen hasta donde puede llegar el poder del Estado al reglamentar la educación privada. Se reconoce que el Estado tiene un perímetro limitado sobre la educación privada. Este no puede dirigir la educación privada, ni en cuanto a su contenido ni en cuanto a su metodología. En una sociedad pluralista como la nuestra, la variedad tanto metológica como de contenido, es parte esencial del desarrollo de nuestra vida democrática. En el ejercicio razonable de su “poder de policía”, como parte de sus facultades, el Estado tan sólo puede requerir el cumplimiento de requisitos mínimos externos al proceso educativo sustantivo, con el propósito de proteger la seguridad y la salud de los integrantes de la comunidad académica, sin inmiscuirse en los aspectos medulares del proceso de enseñanza aprendizaje, que tienen que ser siempre 4 de la competencia exclusiva de los cuerpos deliberativos de las instituciones educativas privadas, a quienes corresponde determinar dichos asuntos en conformidad con la misión y filosofía que libremente haya optado el plantel educativo. Conforme a los linderos establecidos por la Ley 49, el Estado sólo está facultado a licenciar a las instituciones educativas privadas para verificar el cumplimiento sobre los requisitos mínimos externos pero nunca sobre el contenido de aspectos sustantivos al proceso de adopción de currículo, y/o sobre el ejercicio del proceso de enseñanza aprendizaje. 4. La ley 49 le otorga libertad a las instituciones educativas privadas no universitarias para determinar a que agencia acreditadora acudirán para obtener su acreditación, incluyendo la posibilidad de que una escuela libremente peticione la acreditación al Estado, por conducto del Secretario de Educación Pública o la acreditación expedida por una agencia nacional, regional o especializada que ha sido reconocida como tal por el Departamento de Educación de los Estados Unidos de América o por el Departamento de Educación. Ese reconocimiento de libertad para obtener la acreditación de la agencia pública o privada que la propia escuela determine en armonía con su filosofía educativa, constituyó un gran paso de avance en la educación privada en Puerto Rico. Así fue que como 5 se eliminó el monopolio sobre la acreditación que hasta ese momento solamente ejercía el Estado y que constituyó una limitación a las iniciativas pedagógicas de las instituciones privadas. 5. La ley 49 reconoce por primera vez, el derecho de las instituciones privadas a evidenciar la preparación académica de su personal docente, si éstos cumplen con ciertos requisitos establecidos en la referida ley. Conforme al mismo, el personal docente de las instituciones educativas privadas puede ser reclutado si reúne los criterios que las mismas escuelas adopten, a los fines de instrumentar y divulgar su particular filosofía y misión educativa. Esta ha sido la política pública que ha estado vigente durante los pasados 20 años. Todos los pasados secretarios de educación que han servido durante estos años, han establecido un procedimiento sencillo para la certificación de maestros, en armonía con dicha legislación. 6. La ley 49 define la política pública que debe guiar las relaciones entre el Estado y la educación privada a partir de su aprobación. Esta dispone que la intención de la ley es establecer e instrumentar la política pública del Estado Libre Asociado de Puerto Rico de fomentar y fortalecer la diversidad educativa que garantiza y representa la educación privada en esta sociedad, mediante una reglamentación adecuada. Esto significa que las agencias 6 reguladoras de la educación privada, al aprobar sus disposiciones reglamentarias, tienen que proteger a las escuelas de interferencias oficiales que puedan menoscabar la integridad de sus ofrecimientos académicos o su metodología pedagógica. 7. La Ley 49 agilizó los procedimientos para la expedición de licencias, eliminando los trámites burocráticos innecesarios que en la mayoría de las ocasiones su efecto neto provocaba que el mejor propósito legislativo no llegara a su feliz realización.