RENACIMIENTO Y REFORMA 1. EL HUMANISMO 1.1. EL HUMANISMO: UNA NUEVA CONCEPCIÓN DEL MUNDO Fue un movimiento de renovación cultural que nació en Italia, en el siglo XV y se extendió por Europa en el siglo XVI. Los humanistas rechazan la mentalidad medieval centrada en la idea de Dios. Por el contrario, exaltan al ser humano, al que consideran centro del mundo y de la cultura. Se inspiraban en la cultura grecolatina. Pretendían unir la herencia de la cultura clásica con los valores cristianos (estudio de la Biblia y de los problemas religiosos). El mayor exponente de este Humanismo cristiano fue Erasmo de Rotterdam. 1.2. LA EXPANSIÓN DEL PENSAMIENTO HUMANISTA Las Academias fueron las grandes impulsoras del pensamiento humanista. Estaban formadas por eruditos, que bajo la protección económica (mecenazgo) de un señor, se dedicaban a la traducción de manuscritos antiguos y al intercambio de conocimientos. Desde mediados del siglo XV, la invención de la imprenta facilitó la difusión de los textos antiguos y de las ideas humanistas. Desde las Universidades se promueve el conocimiento de las humanidades: Lenguas clásicas, Filosofía, Historia y Geografía. 1.3. EL HUMANISMO ESPAÑOL Las nuevas ideas humanistas tuvieron un débil reflejo en la sociedad española, muy anclada en el espíritu medieval. El pedagogo Luis Vives y el gramático Antonio de Nebrija representan esta nueva tendencia. Las relaciones de la Corona de Aragón con el reino de Nápoles y la llegada a España de Carlos I, acompañado de humanistas europeos, contribuyeron a la difusión del nuevo estilo. 2. LA REFORMA PROTESTANTE 2.1. LAS CRÍTICAS A LA IGLESIA Al final de la Edad Media, la Iglesia se había ido alejando de sus funciones espirituales ocupándose más de asuntos terrenales. La relajación de las costumbres y de la moral del clero, y el desprestigio del papado, generaron malestar entre los creyentes. Algunos humanistas, como Erasmo de Rotterdam, criticaron las prácticas abusivas: compra de bienes y dignidades eclesiásticas, venta de bulas e indulgencias, etc. La ruptura definitiva se produjo a raíz de las predicaciones de un fraile agustino alemán llamado Martín Lutero. 2.2. LA REFORMA DE MARTIN LUTERO Lutero inició sus críticas a la Iglesia en 1517, negando el valor de las indulgencias y el poder de la Iglesia para concederlas. Elaboró una nueva doctrina fundamentada en tres principios: • La justificación por la fe. La religiosidad de la persona se basa en su relación con Dios, a través de una fe intensa y sin la intervención de la Iglesia. • El sacerdocio universal. El creyente puede salvarse por su fe y convertirse en su propio sacerdote. Por tanto, se invalidan los sacramentos impartidos por los sacerdotes, la intercesión de los santos, etc. • La autoridad de la Biblia, como única fuente de inspiración cristiana. La interpretación de la Biblia quedaba a cargo de la conciencia individual de cada creyente. El luteranismo negaba la soberanía del papa y la jerarquía episcopal. Eliminó las órdenes religiosas, prohibió el culto a las imágenes y redujo el número de sacramentos a dos: bautismo y eucaristía. Se difundió rápidamente por Alemania, Suecia, Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Inglaterra y Suiza. 2.3. EL PROTESTANTISMO EN EUROPA Casi al mismo tiempo que el luteranismo, surgieron nuevas doctrinas reformistas como el calvinismo y el anglicanismo. El calvinismo se propagó en Suiza de la mano de Juan Calvino. Defendía que todas las personas tienen determinado su destino después de la muerte (doctrina de la predestinación). El anglicanismo surgió en Inglaterra de la mano de Enrique VIII, cuando el Papa Clemente VII se negó a concederle la anulación de su primer matrimonio con Catalina de Aragón. Enrique VIII, mediante el Acta de Supremacía (1534), se separó de Roma y se autoproclamó jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra. La jerarquía eclesiástica quedó sometida al Estado, pero se mantuvieron muchos de los dogmas católicos y se conservó el culto solemne. 3. LA CONTRARREFORMA CATÓLICA 3.1. LA LUCHA CONTRA EL PROTESTANTISMO Para frenar la expansión del protestantismo la Iglesia católica protagonizó un movimiento de renovación conocido como Contrarreforma. Pretendía corregir los propios errores y, sobre todo, defender los dogmas de la fe católica. Se inició la reforma de muchas órdenes religiosas, en las cuales la disciplina se había relajado, como la que llevó a cabo Santa Teresa de Jesús en la orden del Carmelo. También se crearon nuevas órdenes dedicadas a la enseñanza, a la predicación y a la caridad. Para frenar la difusión del protestantismo se reorganizó la Inquisición, tribunal eclesiástico encargado de perseguir y castigar a los herejes, y se creó la Congregación del Índice, una organización eclesiástica encargada de publicar la lista de los libros contrarios a la doctrina católica y cuya lectura estaba prohibida a los creyentes. San Ignacio de Loyola creó la Compañía de Jesús, el instrumento de lucha más importante contra el protestantismo. Se caracterizó por su organización militar, su rígida disciplina y su dependencia directa del Papa. 3.2. LAS GUERRAS DE RELIGIÓN EN EUROPA Durante un largo período de ciento cincuenta años, tanto los católicos como los distintos grupos protestantes impusieron su religión en los países en los que ocupaban el poder político, originándose persecuciones y guerras entre católicos y protestantes. 3.3. EL CONCILIO DE TRENTO Para poner fin a la crisis del catolicismo, el papa Pablo III se decidió a convocar un Concilio en Trento (Italia). Asistieron las más altas jerarquías eclesiásticas y también algunos monarcas, como Carlos V. El Concilio reafirmó todos los dogmas de la doctrina católica: • Proclamó que la fe era importante, pero que la salvación debía conseguirse también mediante las buenas obras. • Reafirmó los siete sacramentos, el carácter sagrado de la misa y el culto a la Virgen y a los santos. • Declaró la Vulgata como la única interpretación válida de la Biblia, y su enseñanza debía completarse con la Tradición. El Concilio mostró también una clara voluntad de restablecer la disciplina del clero: se crearon seminarios para garantizar su correcta formación; se obligó a los obispos a residir en su diócesis y a los sacerdotes a permanecer en sus parroquias; y, por último, se instó al clero a llevar una vida ejemplar y a guardar el celibato. 4. EL RENACIMIENTO. EL QUATTROCENTO. 4.1. DEL HUMANISMO AL RENACIMIENTO El Renacimiento es un movimiento artístico italiano. Si en la Edad Media el arte tenía una función esencialmente religiosa, en el Renacimiento la influencia del Humanismo promovió la recuperación de las reglas del arte clásico. El ser humano pasó a convertirse en el centro del universo y los artistas se preocuparon por plasmar en sus obras un ideal de belleza. 4.2. ITALIA, CUNA DEL RENACIMIENTO. EL QUATTROCENTO El Renacimiento surgió en Florencia en el siglo XV, Quattrocento (1400-1500), en un período de prosperidad económica y de grandes mecenas (como la familia Médicis). Pronto se expandió por las demás ciudades italianas. Los artistas del Renacimiento se preocuparon por encontrar las proporciones humanas, mediante una geometría simple. • Los arquitectos buscaron el dominio del espacio introduciendo elementos simples, proporcionados y ordenados. Estos elementos son semejantes a los componentes clásicos grecorromanos: arco de medio punto, columnas, frontones, cornisas y cúpulas. Brunelleschi, que proyectó la enorme cúpula de la catedral de Florencia, abrió el camino a los otros arquitectos del Renacimiento. En sus construcciones en Florencia, como la iglesia de San Lorenzo o el Hospital de los Inocentes, introdujo innovaciones basadas en las leyes de la geometría. • Los escultores buscaron la proporción armónica del cuerpo humano que, con frecuencia, se representa desnudo. Donatello, escultor florentino, expresaba en sus trabajos la elegancia e infundía a sus figuras una vitalidad desconocida. Destacan sus esculturas en mármol para la catedral de Florencia y el David de bronce. • También los pintores buscaron el dominio del espacio y estudiaron cómo representar en una superficie plana de dos dimensiones (alto y ancho) la tercera dimensión o profundidad. Botticelli es uno de los pintores más representativos del Quattrocento. Convirtió en imágenes los símbolos creados por los humanistas: La Primavera y El nacimiento de Venus recrean un mundo mitológico lleno de sensibilidad y belleza. 5. EXPANSIÓN DEL RENACIMIENTO. EL CINQUECENTO. 5.1. EL CINQUECENTO. ROMA, CENTRO ARTISTICO El Renacimiento se extendió por Italia y Europa, y la capital del arte se trasladó de Florencia a Roma. El Cinquecento (1500-1600) fue el período de maduración del Renacimiento y el de mayor expresión artística. Los Papas ejercieron un gran mecenazgo sobre las artes. • El papa Julio II encargó a Bramante la construcción de la Basílica de San Pedro del Vaticano. Éste proyectó una iglesia de cruz griega (de brazos iguales), con bóvedas de cañón y una cúpula en el centro de la cruz. Más tarde, Miguel Ángel continuó las obras de San Pedro y culminó el trabajo erigiendo una cúpula impresionante. Bramante y Miguel Ángel fueron dos de los grandes arquitectos del Cinquecento. • Miguel Ángel se convirtió en el gran artista del foco romano. Además de arquitecto, fue también un pintor con una concepción volumétrica de la pintura casi escultural como se demuestra en los frescos de la Capilla Sixtina. Ahora bien, Miguel Ángel fue ante todo un excepcional escultor. Ya no se siente ligado por el respeto a las proporciones o el equilibrio del Quattrocento, sino que supera la técnica para “expresar sentimientos”: David, Piedad, Moisés... • Otros dos genios de la pintura del Cinquecento fueron Leonardo da Vinci y Rafael. Leonardo, que vivió en Florencia y en Milán, es un modelo de artista del Renacimiento, excepcionalmente dotado para la creación estética y para la ciencia. Entre sus pinturas destacan La Gioconda y La última Cena. Rafael, considerado como la cima de la pintura renacentista, destaca por su dominio de la técnica, por sus retratos y por la elegancia y armonía de sus composiciones como las Estancias del Vaticano (La Escuela de Atenas) y sus Madonnas. 5.2. LA ESCUELA VENECIANA Venecia se convirtió en un importante centro artístico con una escuela pictórica llena de fuerza y de color. En la escuela veneciana destacó Tiziano, que representa la síntesis entre el colorismo y la sensualidad propia de los pintores venecianos. 5.3. DIFUSIÓN DEL RENACIMIENTO POR EUROPA La influencia del Renacimiento en otros países europeos no llegó hasta el siglo XVI. La figura más importante del Renacimiento europeo fue el alemán Alberto Durero, un humanista enamorado del arte italiano e influido por los artistas flamencos que está considerado como uno de los mejores grabadores de todos los tiempos. 6. EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA 6.1. ARQUITECTURA RENACENTISTA La arquitectura del Renacimiento español, que se inició a principios del siglo XVI, se desarrolló en tres fases: • Estilo plateresco. Su nombre proviene de la decoración con delicados relieves, como los de los plateros, con que se ornamentaban las fachadas de los edificios como La Universidad de Salamanca. • Estilo clasicista. Se inspira en los modelos clásicos, los elementos arquitectónicos prevalecen sobre los decorativos. Destaca el Palacio de Carlos V, en la Alhambra de Granada. • Estilo herreriano. Se caracteriza por una arquitectura desnuda, sobria y geométrica. El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, de Juan de Herrera, es la obra más representativa. 6.2. ESCULTURA RENACENTISTA Los escultores españoles destacaron por la intensidad con que plasmaron los sentimientos religiosos buscando la representación de la espiritualidad más que la belleza. Sobresalen dos escultores muy influidos por Miguel Ángel: Alonso Berruguete y Juan de Juni. 6.3. PINTURA RENACENTISTA La pintura española, como la escultura, está profundamente orientada hacia la religiosidad siendo los temas profanos y mitológicos muy escasos. Pintores destacados fueron Pedro Berruguete, Luis de Morales y Sánchez Coello, que se dedican principalmente a la pintura religiosa y a los retratos de la corte. El Greco Pero el gran genio de la pintura renacentista en España fue Doménikos Theotokopoulos, El Greco). Nacido en la isla de Creta se afincó en Toledo y renovó con un estilo muy personal la pintura española y universal de su tiempo. Sus obras, sobre todo religiosas y retratos, destacan por el alargamiento de los cuerpos, la utilización de los colores fríos y la complejidad de sus composiciones. Entre ellas destacan El entierro del conde Orgaz, El caballero de la mano en el pecho, La Trinidad... PROFESORA: MARÍA JOSÉ SIERRA SAINZ