ALEJANDRO SALVADOR ZAZURCA LA FUENTE DE LA BELLEZA Diario del balneario de Panticosa NOVELA Mira editores 2009 Presentación: Sábado, 26 de septiembre de 2009, 19:30 h Centro Sociocultural La Fajuala de Panticosa José Luís Pueyo (alcalde), J.A. González Isla, Michel Zarzuela, José Beulas, Ángel Gracia, Joaquín Casanova (editor), y autor AMBIENTACIÓN HISTÓRICA El balneario de Panticosa es uno de los parajes más bellos del Pirineo aragonés. Enclavado a 1.630 m de altitud, en el valle de Tena, en un antiguo circo glaciar, donde emergen manantiales termales, con diferentes propiedades y temperaturas, fuentes y cascadas, que van a parar al ibón de Baños. Rodeado de elevados macizos graníticos que superan los 3.000 m de altura (Argualas, Garmo Negro, Infiernos, Vignemale, Balaitus...) y un sinfín de ibones (Bachimaña, Bramatuero, Brazato, Azules...). Se accede por las empinadas pendientes del sinuoso Escalar, al que abre camino fatigoso el incansable Caldarés. Declarado Centro de Interés Turístico Nacional en 1966, Bien de Interés Cultural y Paraje Natural en 1994. Un lugar irrepetible. El uso de las aguas termales del balneario es milenario: se tiene referencias ya de época romana, y una larga tradición de uso de sus aguas curativas, como centro de reposo y turístico de primer orden. El turismo es de temporada, con gran ocupación veraniega y en periodos concretos del invierno. Las épocas de soledad y calma acompañan la historia de este paraje como una estación de tren abandonada por los viajeros... En 1693 se construye la primera casa del balneario. Pertenecía al quiñón de Panticosa que lo arriendan a un bañero. De 1766 data la primera constancia documental de presencia de bañistas, gracias al juicio de faltas incoado por una pelea en la carnicería de Panticosa, cuando la mujer de Gregorio Guillén compraba carne para los huéspedes de los Baños. En 1826, Fernando VII optó por la solución de la privatización, mediante concesión real, otorgando los baños de Panticosa a Nicolás Guallart, joven y rico propietario de la zona de Búbal, a cambio de pagar un canon anual al quiñón de Panticosa, siempre bajo la especial protección del poder público, y el uso gratuito de aguas a los quiñoneros. Nicolás Guallart emprendió la tarea de construir el moderno balneario. En 1844 ya había levantado ocho edificios en torno a los manantiales de Hígado y Herpes, en la ladera de la montaña, en un espacio reducido: casa Antigua (1928), conocida después como casa Belío, y casa Borda (1828), casa de las Herpes (1829), llamada más tarde casa Balneario, casa del Estómago (1830), conocida como fuente de la Belleza, casa de la Fonda (1836), templete de la Salud (1839), casas de las Tiendas (1840), casa del Mediodía (1844), llamada inicialmente de la Pradera y, desde 1854, de la Reina. A partir de mediados del siglo XIX, el balneario se convierte en un lugar muy frecuentado y se dota de los siguientes edificios: hotel Victoria (1854). hotel Embajadores (1857), hotel Salón de Sociedad (1857), sala de Inhalaciones y villa Mirador (1857), fonda Española y Francesa (1860), fuente Azoada (1862), casa de la Laguna (1863), casa de la Pradera (1868), Galería (1878), bello pasillo de hierro y cristal que enlazaba los hoteles Mediodía y Embajadores, iglesia del Carmen (1881), fuente de San Agustín (1883). En 1896 se inaugura el Gran Hotel y en el siglo XX otros edificios emblemáticos como el hotel Continental (1903), el Casino (1906), restaurante del Lago (1920), las villas y la planta embotelladora de Aguas de Panticosa (1978). La edad dorada del balneario va desde los años 20 a los 60, fechas en las que aparece la figura de un personaje legendario: Perico Chicote. A partir de 1965, la sociedad que gestiona las instalaciones termales entra en una crisis irreversible que provoca el cierre del balneario en 1979. En 1983 el Ayuntamiento de Zaragoza, con su alcalde Ramón Saínz de Varanda al frente, forma parte de una operación financiera para salvar el balneario. Comienza la programación Panticosa Cultural que se prolonga hasta 1992. En 1994 el balneario es declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico. Y en 2004 se inicia una profunda reforma del complejo para tratar de recuperar un lujo de siglos. En verano de 2009, Nozar, la empresa promotora de la reforma, anuncia el cierre de las instalaciones y el final del proyecto de Panticosa Resort. NOVELA: La Fuente de la Belleza Esta novela trata de ser un emotivo tributo a un paraje fascinante del Pirineo aragonés, a su impresionante belleza natural y a las personas que dejaron grabadas sus vivencias en las piedras de casas centenarias y cuyos ecos aún susurran en las aguas de fuentes, torrentes e ibones. En su trama aparecen recogidas leyendas y tradiciones del valle de Tena y muchas historias de Panticosa, de sus gentes, del quiñón, el Arca de los Privilegios, canciones y coplas, las subidas por El Escalar, la gastronomía de sus mesones, la gentileza de sus pobladores... La obra se articula en tres planos temporales: María y Ramón nos relatan la historia de Baños a mediados del siglo XIX; Isabel y Pablo nos presentan sus vivencias en el balneario a mediados del siglo XX; y Alberto nos muestra sus experiencias en el lugar en el último cuarto del siglo XX y primera mitad del siglo XXI. La historia novelada del balneario de Panticosa se nos presenta así de manera continuada, enraizada en los umbrales y en el origen de sus casas y de los primeros pobladores, pasando por los años de la época dorada a mediados del siglo XX y proyectándose a un futuro que traspasa nuestro tiempo, sobreponiéndose a continuas reformas y desastres provocados por el hombre y por la propia Naturaleza, sobrecogedora tanto en su belleza y grandiosidad como en su brutalidad destructiva. Capítulos: I – Los manantiales del Vignemale nos presenta el lugar y los personajes principales de la historia: Alberto, Isabel y Pablo, María y Ramón. Don José, patriarca de la familia Belío, está presente a lo largo de todo el relato; la obra, en el fondo, se convierte en un emotivo recuerdo a su memoria. II – El hontanar de las sirenas se ubica en el lugar más extraordinario de los miles de rincones sorprendentes diseminados por el recinto de Baños: la casa del Estómago, conocida como la fuente de la Belleza. En ella existe un manantial de aguas sulfurosas que desprende insondables ramilletes de burbujas desde la oscuridad del pozo que lo alberga. Allí se oyen misteriosas baladas, como cantos de sirena… III – Cantos de sirena se perciben en el ambiente mágico del balneario, en las fuentes y manantiales que lo embellecen, en el crepitar de los granitos que lo rodean, en los silencios de sus largos inviernos… Solo es necesario cerrar los ojos y dejarse llevar por los sentidos. IV – Viaje al Paraíso en el siglo XIX, trasladados sobre carromatos, mulos y diligencias; en el siglo XX, venidos en automóvil y en el bus de la Hispano Tensina; en el futuro, sobre un trasbordador con sistema de propulsión ecológica y levitación magnética… El viaje a Panticosa se convierte en parte inherente de la experiencia balnearia. La subida por el barranco de El Escalar supone una de esas atroces bellezas románticas de la Naturaleza que no deja indiferente a nadie. La entrada al balneario, lo más sorprendente que se pueda imaginar: un remanso de paz se abre ante nuestros ojos y nos embriaga con su belleza natural y su arquitectura decadente. Regresar y nunca repetir. V – Hijo del silencio. Alberto es sordo y lleva colocado un implante coclear en su oído derecho. Oye sonidos y ruidos, pero cuando quiere escuchar el canto de las sirenas, la balada de su madre, la voz interior y el silencio… se desprende del implante y sueña. El hilo conductor de la trama de la novela será la lectura de un cuaderno de amarillentas hojas verjuradas: el diario que los diferentes personajes, a lo largo de los siglos, van escribiendo y reviviendo. Siempre ha permanecido oculto en el doble fondo de madera de un precioso buzón de madera que existe en el balneario. Casas, hoteles, fuentes e ibones se pueblan de espíritus que protegen una forma de vida especial. Las sirenas lanzan sus baladas y sus silencios en el ambiente del recinto de Baños. Alberto, personaje central de la obra, a pesar de su sordera, percibe la llamada de los sentidos, del amor y de la vida. Será él quien reviva dormidas pasiones de sus antepasados y las suyas propias. Excepcional testigo de los momentos de mayor esplendor y actividad en el balneario y de su incomprensible abandono y destrucción, Alberto soñará un futuro plagado de nostalgia donde la mano exterminadora del hombre y de la Naturaleza competirán en ferocidad. Al final, siempre queda el sueño inacabado y los ojos que lo sueñan, el canto de las sirenas, el silencio... La fuente de la Belleza, más que una historia, trata de ser un canto: en el silencio del Balneario, se percibe el hechizo de la balada de las sirenas, efluvios de un ambiente decadente pasado que aún nos embelesa, sorprende y, en cierta manera, sosiega. TÍTULO: LA FUENTE DE LA BELLEZA. Diario del balneario de Panticosa EDITORIAL: Colección Narrativa nº 138 - Mira editores. Zaragoza, 2009 AUTOR: Alejandro Salvador Zazurca DNI: 17201295D FECHA DE NACIMIENTO: 05-04-1958 DIRECCIÓN: Vía Hispanidad, 58 11º A 50009 – Zaragoza TELÉFONO: 976 75 11 54 630 58 80 24 E-MAIL: aszazurca@ono.com ALEJANDRO SALVADOR ZAZURCA. Ventas de Zeanuri (Vizcaya), 1958. La vinculación del autor a Zaragoza se remonta a los años 70 con objeto de cursar estudios de Filosofía y Letras que serán fundamento de su preparación para acometer gran variedad de proyectos íntimamente relacionados con el patrimonio y la creación literaria. Desde entonces, Zaragoza será para él centro de su proyección profesional y de su mundo personal y afectivo. Su pasión por el trabajo, orientado a la práctica cultural municipal, le pondrá en contacto con las actividades desarrolladas en el balneario de Panticosa y en ámbitos de Patrimonio, Fiestas Populares, Exposiciones y Turismo. Además, colabora con AICEAragón en apoyo de las personas sordas implantadas. A través de sus escritos, nos seduce con su personal visión y su universo sentimental, enjambre de experiencias, sueños, éxitos y frustraciones, retrato de la vida misma. Obras publicadas: · El aura de la Lonja. Heraldo del destino, Mira editores, colección Narrativa, nº 89, Zaragoza, 2005. · La ciudad dormida. El aura de la Lonja II, Mira editores, colección Narrativa, nº 98, Zaragoza, 2007. · VVAA, Relatos para el número cien, La rebelión de los Cabezudos, Mira editores, colección Narrativa, nº 100, Zaragoza, 2008.