PÉRDIDAS ECONÓMICAS EN LOS SECTORES GANADEROS DEBIDAS A LA OLA DE CALOR Y A LA SEQUÍA GANADO OVINO – CAPRINO Aunque puntualmente se han producido muertes de animales debidas a los incendios forestales y, en el caso de territorios a la falta de agua, las pérdidas económicas en el sector ovino- caprino son achacables al aumento de costes de producción derivados de las altas temperaturas. El principal problema lo constituye el hecho de que no se han podido aprovechar convenientemente los pastos y rastrojeras, ya que se ha producido un resecamiento de toda la cubierta vegetal haciéndola inservible para la alimentación animal. Esto, unido a la pérdida de superficie que han sufrido algunos territorios debida a los incendios forestales ( sobre todo Extremadura y Castilla- León) ha obligado a los ganaderos a aumentar el aporte de pienso en la dieta de los animales, cifrándose las pérdidas en aproximadamente 17 millones de € sólo en el mes de agosto. Otro aspecto a tener en cuenta es el de las pérdidas debidas a las inversiones de emergencia que se han realizado en numerosas explotaciones para hacer frente a las altas temperaturas, como por ejemplo la instalación de sistemas de ventilación forzada en cebaderos que normalmente no requieren de este tipo de aparatos. APICULTURA Las pérdidas en este sector se achacan a dos circunstancias: a la pérdida de colmenas debida a los incendios forestales y a la muerte de las colmenas por asfixia debida a las altas temperaturas. Así, sólo en Andalucía se calcula que se han perdido por asfixia alrededor de 5000 colmenas, con un coste unitario de alrededor de 90 €. El total de pérdidas, sólo en esta Comunidad, asciende en el último mes a 450.000 €. Trasladando estos datos al resto de territorios, podemos afirmar que las pérdidas en el sector apícola son cuantiosas. AVICULTURA Junto al ganado porcino, se ha visto gravemente afectado por el incremento continuado de las temperaturas. La mortalidad, que en esta época suele ser de un 5% aproximadamente, ha subido en las últimas semanas hasta el 15 – 20%, afectando muy directamente a las grandes zonas productoras del Estado. No es este el único problema, pues la ganancia de peso de las aves en las explotaciones ha sido menor al estar los animales sometidos a estrés y tener menos apetito por las altas temperaturas. Teniendo en cuenta este hecho, un avicultor integrado percibirá entre un 25 y un 30% menos por su producción, siendo importante descartar que estas pérdidas no se ven compensadas por el espectacular precio percibido en lonja en las últimas semanas por la carne de pollo, pues es un hecho que no afecta para nada al agricultor integrado que ha firmado un contrato al principio de la campaña, y no está sujeto a esos vaivenes de precios. PORCINO El ganado porcino acumula pérdidas en el último mes debido a la pérdida de aumento de peso por el calor, lo cual disminuye los rendimientos y a las muertes directas debidas a las altas temperaturas. Debido a que las explotaciones actualmente están muy adaptadas para la lucha contra las altas temperaturas, las muertes por calor se han producido sobre todo en determinadas zonas por subidas puntuales de temperatura, mientras que lo más habitual es el hecho de que el ganado coma menos lo que provoca un mayor tiempo en la explotación (hasta 15 días más) o el envío a sacrificio obteniendo un rendimiento menor. CONEJO Se está produciendo un importante incremento de la mortalidad, que en el caso del conejo de cebo puede cifrarse en alrededor de un 20% , acompañado por una disminución en la ganancia de peso. Si el conejo joven, normalmente entraba en matadero con 2 kg de peso de media, actualmente no llega a 1’9 kg, con las pérdidas que ello supone. El aumento de precio que se registra en las últimas semanas en nuestro territorio no sirve para compensar las pérdidas de los cunicultores. En el último mes las pérdidas se cifran en 2 millones de € VACUNO Se trata de un sector gravemente perjudicado por la ola de calor en nuestro territorio. El ganado vacuno, sometido a las altas temperaturas que se registran en el Estado español, produce menos leche, cuantificándose la pérdida de producción en unos 2,5 litros diarios por animal y día. En este capítulo, las pérdidas se aproximan a 15, 7 millones de Euros sólo en el mes de agosto. Hay que tener en cuenta que en muchas zonas las altísimas temperaturas se registran desde el mes de julio. La calidad de la leche también se ve afectada por la ola de calor. El contenido en grasa de la misma es menor. Los animales comen menos y beben una cantidad mucho mayor de agua. Esto se traduce en un menor precio percibido por los ganaderos. La fertilidad se ve comprometida gravemente, los celos son difícilmente detectables y se quedan muchas vacas sin cubrir, con el coste económico que este hecho supone. A todo ello debemos sumar la grave sequía que sufren los territorios septentrionales de nuestro Estado, que ha producido importantes pérdidas que sumar a las descritas anteriormente. La principal consecuencia de la falta de precipitaciones es la falta de aprovechamiento de los forrajes. Tanto en zonas de montaña como en praderas, se han desaprovechado cortes, con unas pérdidas cifrables en unos 150 € por ha en pastos de montaña y unos 450 € por Ha en praderas. Además, el problema lo supone el próximo aprovechamiento que será muy inferior a lo habitual.