EL BARROCO EN ITALIA ARQUITECTURA En Italia, cuna del Barroco, se encuentran los edificios prototipo de la arquitectura de este periodo, cuyas características principales van evolucionando conformando tres etapas. Desde finales del siglo XVI hasta 1630, la arquitectura barroca da sus primeros pasos bajo el auspicio del Papado, quien acata una labor de mecenazgo con el fin de engrandecer Roma y convertirla en la capital del catolicismo; Sixto V, de hecho, es el primer Papa que se preocupa por temas urbanísticos, como la reorganización de las plazas y su decoración con fuentes y obeliscos. Las principales figuras son: Gian barroco Lorenzo Bernini majestuoso y (1598-1680) monumental que representa entronca con el la tradición clásica romana y renacentista. Su genialidad se extiende a todas las artes, ya que cultiva géneros como la música o el teatro, aunque su talento destaca especialmente como arquitecto y, sobre todo, como escultor. Sus construcciones más importantes y famosas las realiza bajo el patronazgo del papa Urbano VIII, gran mecenas del barroco romano. Inicia su carrera cuando el pontífice le encarga el embellecimiento de la Basílica de San Pedro de Roma. Bernini idea un enorme baldaquino en el que fusiona a la perfección arquitectura y escultura. La gran estructura de bronce se instala sobre la antigua tumba del santo y el altar. El arquitecto consagra la columna salomónica que, a partir de este momento, será imitada profusamente y más allá de las fronteras italianas. Cuatro columnas sostienen un palio con volutas verticales en cuyo ápice sostienen una esfera dorada y proyecta en una cruz, creando un organismo que se altura, de gran plasticidad. La decoración escultórica representa ángeles, putti y motivos vegetales, 1 y el color negro se salpica de dorados, creando efectos muy pictoricistas. Bernini se alza como el gran creador de la escenografía de la ciudad de Roma, basada en el ilusionismo espacial. La plaza de San Pedro, realizada entre 1656 y 1667, está formada por cuatro hileras de columnas dispuestas en forma oval y que se unen a la iglesia con dos brazos divergentes; de esta forma, se adapta a las posibilidades que le ofrece el emplazamiento y crea una relación dinámica entre el templo y la ciudad. Esta plaza encierra un significado ideológico: la Iglesia católica acogiendo en sus brazos a todos los fieles que llegan a ella en peregrinación desde cualquier parte del mundo. De manera genial, Bernini consigue magníficos efectos escenográficos y de perspectiva, ya que la plaza actúa como elemento centralizador y de reunión, pero al tiempo, los grandes lados que preceden a la iglesia dirigen la mirada hacia el monumental edificio, potenciando su claridad visual y su majestuosa presencia. Durante el siglo XVII, se crean en Roma iglesias de tipologías diferentes en las que la fachada adquiere una importancia primordial. Característico de Bernini es el uso de pórticos de columnas coronados por un frontón, motivado por sus grandes conocimientos sobre arquitectura clásica y por la profunda admiración que siente por el Panteón romano. A pesar de ello, su gusto por los contrastes y efectos ópticos hace que incluya formas curvas. Ejemplo es San Andrés del Quirinal, iglesia de planta oval en la que la fachada cóncava contrasta con un pórtico convexo rematado en frontón. Junto a Bernini, la otra gran figura del Barroco es Francesco B o r r o m i n i (1599-1667), menos "clásico", y más atormentado y original. Sus dimensiones y materiales más obras son modestos, de pero menores consigue 2 transgredir todas las reglas plantas hasta centralizadas, el punto muros de clásicas creando y fachadas parecer que elásticos complejas se y ondulan elementos ornamentales de cuño propio llenos de fantasía. Muestra del alarde técnico borrominesco es la Iglesia de San Ivo della Sapienza, cuya planta tiene forma de estrella mixtilínea. La fachada describe una gran curva que contrasta con la contracurva de la cúpula. El edificio está rematado por un pináculo en forma de espiral que acentúa la verticalidad. Tanto en el interior como en el exterior predomina un fuerte efecto de movimiento ondulatorio y de tensión. En San Carlo alle Quattre Fontane, la planta es oval y las paredes interiores presentan formas alabeadas al igual que en la fachada, donde la parte central es convexa; la esquina se remata perspectivas en visuales, chaflán para adaptando la obtener iglesia mejores al lugar angosto en que se encuentra. ESCULTURA Bernini muchos géneros, pero en la escultura, actividad que comienza a practicar siendo un niño, es donde mejor se aprecia su genialidad. Sus primeras obras son de tendencia clasicista; más tarde, entre 1618 y 1624, realiza esculturas de temática mitológica para el Cardenal Borghese, como el David o Apolo y Dafne, donde se aprecia un cambio fundamental de su concepto artístico. En ambas consigue captar lo instantáneo, el momento exacto en que David arroja la piedra contra Goliat, o en el que Dafne se convierte en un laurel. Cada personaje muestra una actitud diferente y salen a la luz los aspectos psicológicos. También podemos comprobar cómo las esculturas de Bernini se relacionan con el espacio que las rodea de una forma dinámica y novedosa, que introduce al espectador en la escena. El modelado es excepcional y se acusan los valores 3 pictóricos, típicamente barrocos, en los efectos de claroscuro. En 1623 Urbano VIII es nombrado Papa. Bernini comienza a trabajar para él convirtiéndose en el gran artista de la Contrarreforma. Rodeado de un excelente taller, proyecta la mayoría de los conjuntos escultóricos que se realizan en Roma. Entre 1624 y 1635 realiza el complicado Baldaquino de San Pedro y en 1627 gesta la idea de la Tumba de Urbano VIII, que no termina hasta veinte años después. Bernini crea una nueva tipología de sepulcro papal que en adelante será muy imitado: el Papa sentado en actitud de discurso y en la base las figuras alegóricas de las Virtudes, que actúan como intermediarias entre el personaje principal y el espectador. Incorpora también a la tumba la figura del esqueleto, escribiendo el nombre del pontífice. Como decorador del espacio urbanístico, Bernini hace de Roma la ciudad de las fuentes, entre las que destaca la famosa Fuente de los Cuatro Ríos, terminada en 1651, y en la que se representa una famosa alegoría que testimonia el poder de la iglesia. Aquí, como en Apolo y Dafne, cobra importancia el elemento paisajístico típico barroco, con la presencia de árboles y animales. Como escultor religioso, su obra cumbre es El éxtasis de santa Teresa , realizada en 1644, y que se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma. En ella se resumen las características de la escultura barroca romana. La inspiración para realizarla la toma Bernini de un pasaje escrito por la propia Santa Teresa de Jesús, según el cual, un ángel le atravesó con un dardo el corazón. El artista plasma esta experiencia mística en el momento de clímax. La escena flota en el espacio, sobre una nube cuyos tonos contrastan con el mármol blanco pulido de los personajes. Típicamente barrocas son la composición en diagonal y el efecto de movimiento. El grupo escultórico se 4 sitúa en una hornacina sobre el altar, y recibe iluminación "dirigida" resaltar insólito, desde la un idea una ventana de que milagro. El se oculta está carácter que contribuye produciendo un escenográfico a hecho es aún mayor si se tiene en cuenta que esta obra forma parte de un conjunto, ya que a ambos lados de la Capilla, Bernini representa las figuras de la familia Cornaro, que desde una especie de palcos teatrales presencian el delirio de la Santa. Encima, una bóveda pintada donde se representan unos ángeles apartando las nubes del cielo refuerza el efecto ilusionista. Suprime las fronteras entre obra de arte y espectador, y consigue integrar arquitectura, escultura y pintura, dentro de un espíritu plenamente barroco. Bernini también lega a la posteridad infinidad de retratos que reflejan una gran vivacidad de rasgos, así como la condición social y el estado anímico del personaje. Ejemplo es el dramático retrato de Gabriel de Fonseca, quien enfermo y nervioso espera la llegada de la muerte. También por la misma época, en 1655, esculpe el Busto de Luis XIV, rey de Francia, que será una gran influencia para los retratistas franceses de finales de siglo. En él se refleja un distanciamiento, una idealización que matiza los rasgos reales del personaje. Lo representa heroico, como corresponde a un hombre de su categoría. Bernini, numerosos artista seguidores barroco que por divulgan excelencia, su estilo por deja toda Europa, hasta bien entrado el siglo XVIII. PINTURA C a r a v a g g i o (1571-1610) es el primer artista que, a finales del siglo XVI, protagoniza la revolución pictórica barroca, convirtiéndose en el padre del naturalismo. Su carácter violento, independiente y extravagante se refleja en su pintura, rebelde e innovadora. Caravaggio se aleja rotundamente de los idealizados ambientes y figuras 5 renacentistas; centra su interés en la representación de la realidad tal cual es, incorporando a sus cuadros personajes populares y totalmente vulgares incluso en las escenas religiosas. Esta actitud insolente produce un escándalo en el seno de la Iglesia, ya que en obras como la Muerte de la Virgen, toma como modelo a una mujer ahogada en el Tíber, con el vientre hinchado. En la obra de Caravaggio no existe el paisaje; tan sólo la figura humana y la naturaleza muerta. Entre 1597 y 1606 vive su etapa de madurez pictórica, llevando al cenit un estilo por él creado y que se conoce como tenebrismo, siendo uno de los mayores ejemplos de esta estética La crucifixión de san Pedro. Su gran aportación es el tratamiento que le da a la luz, que adquiere una fuerte intensidad plástica. Sitúa un único foco luminoso elevado y fuera del lienzo que se proyecta en diagonal sobre la escena, se de forma violenta. De esta forma, crean contrastes bruscos entre las formas iluminadas y las que permanecen en sombra. Los fondos de los cuadros son opacos y se confunden con las figuras, que parecen salir de entre las tinieblas. El color queda subordinado a la luz, y los personajes gesticulan composición en y llenan diagonales la cruzadas superficie y creando en una violentos escorzos. Entre su producción destacan también las personales y realistas interpretaciones de seres mitológicos, como Baco, inspirados en modelos callejeros, y las escenas de personajes populares. Otras de sus obras importantes son: Entierro de Cristo o La vocación de san Mateo. Caravaggio revoluciona la pintura tanto en el ámbito temático como en el compositivo. Influye en artistas de toda Europa, incluidos los españoles Ribalta, Ribera o Velázquez, entre otros. 6 Al mismo tiempo que Caravaggio desarrolla el tenebrismo, surge en la culta y universitaria ciudad de Bolonia una corriente barroca clasicista que propone un regreso a la belleza, en oposición a los aspectos vulgares de la realidad. Artistas como Rafael, Tiziano o Miguel Ángel se convierten en puntos de referencia para un arte que busca la belleza y la idealización. Los primeros artistas de esta corriente son los Hermanos Carracci, y en la pintura al fresco destaca A n d r e a d e l P o z z o (1642-1709) en la bóveda de la Iglesia de San Ignacio de Roma, en donde realiza arriba", un alarde que de consigue perspectiva dar la llamado sensación "de abajo de que a las estructuras continúan más allá de la arquitectura real del techo. El efecto teatral y escenográfico es impresionante, conseguido también por los colores brillantes y el ritmo vertiginoso de la escena representada. 7