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“En cuidado de lujo” de Jan Steen
Compañia de Jesús
RATIO STUDIORUM OFICIAL 1599 REGLAS DEL PROVINCIAL
Fin de los estudios de la Compañía. P. 4 proem. Y c. 12, 1. P. 10,3.
1.Siendo uno de los misterios primarios de nuestra Compañía enseñar a los demás todas las
materias que sean conformes con nuestro instituto, con el fin de que se muevan al
conocimiento y al amor de nuestro Creador y Redentor: piense con todo cuidado el Propósito
Provincial en atender a tan múltiple trabajo de nuestras escuelas, exigido por la gracia de
nuestra vocación, para que el fruto responda con abundancia
Estudio y maestro de la Sagrada Escritura. P. 4, c. 12,2 y B.
5.Ponga mucha diligencia en promover el estudio de las Sagradas Letras: lo que conseguirá si
escoge personas no sólo peritas en lenguas (porque esto es sumamente necesario) sino también
en la teología escolástica y en las demás ciencias y en la historia y en variada erudición, y, en
cuanto sea posible, bien versados en elocuencia.
Cómo debe ser el profesor de hebreo. P. 4, c. 12,2.
7.Si se puede convenientemente, el profesor de La Sagrada Escritura enseñe la lengua hebrea, o
al menos alguno que sea teólogo; y sería de desear que fuera también perito no sólo del griego,
por el Nuevo Testamento y la versión de los Setenta Intérpretes, sino también de las lenguas
caldea y siríaca, pues en ellas hay esparcidas muchas cosas en los libros canónicos.
“Madonna y el niño”,
Barbara Longhi, 1580-1585.
“Madonna Adoring the
Child”, Barbara Longhi,
1600.
“La Virgen y el Niño Jesús
coronando a una religiosa",
Bárbara Longhi, 1590-1595.
Concilio de Trento
SESIÓN I
Celebrada en tiempo del sumo Pontífice Paulo III, en 13 de diciembre
del año del Señor 1545
DECRETO EN QUE SE DECLARA LA ABERTURA DEL CONCILIO.
¿Tenéis a bien decretar y declarar a honra y gloria de la santa e
individua Trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, para aumento y
exaltación de la fe y religión cristiana, extirpación de las
herejías, paz y concordia de la Iglesia, reforma del clero y
pueblo cristiano, y humillación, y total ruina de los enemigos
del nombre de Cristo, que el sagrado y general Concilio de
Trento principie, y quede principiado? Respondieron los PP.: Así
lo queremos.
LAS SAGRADAS ESCRITURAS
SESIÓN IV
Celebrada en 8 de abril de 1546
DECRETO SOBRE LAS ESCRITURAS CANÓNICAS
El sacrosanto, ecuménico y general Concilio de Trento, congregado legítimamente en
el Espíritu Santo y presidido de los mismos tres Legados de la Sede Apostólica,
proponiéndose siempre por objeto, que exterminados los errores, se conserve en la
Iglesia la misma pureza del Evangelio, que prometido antes en la divina Escritura por
los Profetas, promulgó primeramente por su propia boca. Jesucristo, hijo de Dios, y
Señor nuestro, y mandó después a sus Apóstoles que lo predicasen a toda criatura,
como fuente de toda verdad conducente a nuestra salvación, y regla de costumbres;
considerando que esta verdad y disciplina están contenidas en los libros escritos, y
en las tradiciones no escritas, que recibidas de boca del mismo Cristo por los
Apóstoles, o enseñadas por los mismos Apóstoles inspirados por el Espíritu Santo,
han llegado como de mano en mano hasta nosotros; siguiendo los ejemplos de los
Padres católicos, recibe y venera con igual afecto de piedad y reverencia, todos los
libros del viejo y nuevo Testamento, pues Dios es el único autor de ambos, así como
las mencionadas tradiciones pertenecientes a la fe y a las costumbres, como que
fueron dictadas verbalmente por Jesucristo, o por el Espíritu Santo, y conservadas
perpetuamente sin interrupción en la Iglesia católica.
“Jesús concede a san Francisco la indulgencia de la Porciúncula” de Antoni Viladomat, 1729
LA JUSTIFICACIÓN
SESIÓN VI
Celebrada en 13 de enero de 1547.
DECRETO SOBRE LA JUSTIFICACIÓN
CAP. X. Del aumento de la justificación ya obtenida.
Justificados pues así, hechos amigos y domésticos de Dios, y caminando
de virtud en virtud, se renuevan, como dice el Apóstol, de día en día;
esto es, que mortificando su carne, y sirviéndose de ella como de
instrumento para justificarse y santificarse, mediante la observancia de
los mandamientos de Dios, y de la Iglesia, crecen en la misma santidad
que por la gracia de Cristo han recibido, y cooperando la fe con las
buenas obras, se justifican más; según está escrito: El que es justo,
continúe justificándose. Y en otra parte: No te receles de justificarte
hasta la muerte. Y además: Bien veis que el hombre se justifica por sus
obras, y no solo por la fe. Este es el aumento de santidad que pide la
Iglesia cuando ruega: Danos, Señor, aumento de fe, esperanza y caridad.
“El papa Asno” de Lucas
Cranach, 1523
Tú que no puedes de
Goya, serie Los
Caprichos, publicada
en 1799
“Auto de Fe” de Francisco de Goya, 1816.
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