Luciano Laurana (1420-1479), Biografía y Obras del Arquitecto del renacimiento italiano. Su proyecto para el palacio ducal de Urbino fue uno de los más innovadores en su tiempo. Evolucionando dentro de la tradición marcada por el renacimiento florentino, dispuso un sistema de columnas, pilastras y arcos para componer elegantes fachadas y amplias habitaciones. En el patio de soportales del palacio consiguió ritmo, luminosidad, amplitud y exquisitez. El Palacio Ducal, Urbino Las torres gemelas del Palcio Ducal son uno de los ejemplos màs finos de la arquitectura renacentista italiana y una caracterìstica inequìvoca de la ciudad de Urbino. Los nobles viajeros que llegaban desde Roma o Firenze no tenìan duda alguna de estar en una de las cortes màs ilustres de Europa. En Urbino, el duque Federico da Montefeltro, uno de los señores màs ilustrados del aquella època, reuniò a los mayores pintores, poetas y estudiosos de su perìodo en una corte que Baldessare Castiglione, autor del Cortesano, describiò como "una ciudad en forma de palacio" y en la opiniòn de muchos, el màs hermoso palacio de toda Italia. El Palacio Ducal costituye, tambièn hoy, un elocuente monumento conmemorativo del hombre renacentista. Federico llegò a ser duque en 1444, pero empezò el trabajo sobre su nuevo palacio sòlo diez años màs tarde, cuando su fama como uno de los màs valientes generales de la època, se acrecentò. En 1468, cuando el arquitecto Luciano Laurana de Dalmacia comenzò su obra en el palacio como "ingeniero y jefe de los capatazes", la secciòn que se asoma a la plaza principal de la ciudad estaba sin terminar y aùn tenìa que ser solucionado el problema de como construir la famosa fachada de las torres gemelas sobre la empinada y rocosa escarpada. Laurana decidiò crear en le interior, el patio central e inventò un ingenioso plan para construir la fachada del oeste, sobre la escarpada de la colina, por medio de una compleja serie de niveles y de escaleras. El patio central, o Cortile d'Onore, es una obra maestra de la proporciòn y de la luz; ademàs representa un prototipo en su gènero, despuès reproducido en numerosos palacios italianos renacentistas. Laurana fue tambièn el autor de la Grand Escalinata (descripta por Vasari como la màs preciosa de aquel tiempo) y de muchas de las salas de recepciòn del Palacio. La proporciones de cada una son en escala humana, pensadas para inspirar màs que para cohibir. Cuando Laurana dejò Urbino para Nàpoles, en el 1472, por razones que siguen siendo un misterio, el palacio estaba muy lejo de ser terminado, y el Duque Federico, ya famoso en toda Europa, estaba ansioso de completar su ambicioso proyecto. Por esto, llevò a Urbino a Francesco di Giorgio Martini, uno de los grandes arquitectos del siglo XV, para que prosiguiera los trabajos en el palacio, fortificara y reconstruyera muchos de los castillos alrededor de su territorio. En esta fase de la obra, Martini tenìa pocas opciones: debìa respetar el proyecto general de Laurana, a pesar de ser el responsable de muchos detalles, incluso la magnìfica fachada del ingreso. Al tiempo de la muerte del Duque Federico, en 1482, Martini habìa procurado llevar a cabo la construcciòn del palacio. Muchas de las originales decoraciones del palacio, donde hoy se encuentra la Galleria Nazionale delle Marche, todavìa estàn presentes, incluso su magnìfico hogar, los cielorrasos de estuco y el pequeño despacho del Duque Federico, revestido de paneles de madera con una enredada obra de trompe l'oeil. Visiòn de una Ciudad Ideal atr. Luciano Laurana (60 cm x 197 cm) Galleria Nazionale delle Marche, Urbino A pesar de diferentes atribuciones, el verdadero autor de "La Città Ideale" sigue siendo incierto. El historiador de arte inglès, Kenneth Clark, indicò como autor a Piero della Francesca, mientras que la mayorìa de las opiniones indican al arquitecto de la Corte del Duque Federico da Montefeltro, Luciano Laurana (d. 1479). Hay dos paneles sobre el mismo tema en la Walter Gallery en Baltimora, USA, y en Berlin. El historiador de arte Walter Hanak sostuvo la teorìa a favor de Luciano Laurana, centrando su atenciòn en la inscripciòn sobre la izquierda y derecha del panel, que parece ser escrita en lengua eslava, con letra cirìlica. Luciano Laurana, que naciò en Dalmacia, era el ùnico que probablemente conocìa el Cir#236;lico. En la època en que "La ciudad ideal" fue pintada, Laurana estaba ocupado en la edificaciòn del Palacio Ducal de Urbino. Varias semenjanzas han sido identificadas entre las proporciones y los espacios de los edificios alrededor de la plaza y unos palacios de Urbino. El palacio central fue proyectado probablemente como lugar de culto. Frederick Hartt, otro historiador de arte, subraya que algunas ideas arquitectònicas presentes en la pintura no tienen precedentes, incluso las hileras de frontones que coronan muchos edificios.