Colegio Santo Tomás de Aquino Centro Autorizado E.S.O. y Bachillerato Pinturas de la cueva de Altamira- Homo Sapiens En el año 1879, el naturalista Marcelino de Sautuola descubrió el maravilloso techo pintado de Altamira cuando investigaba el yacimiento arqueológico de esta cueva cántabra. La ciencia oficial del momento la consideró una falsificación; sin embargo posteriores hallazgos en territorio francés vinieron a confirmar la cronología paleolítica de las pinturas. Más adelante, y con la ayuda de la prueba del carbono 14, se estableció que habían sido pintadas hace aproximadamente unos 15000 años. Altamira conmocionó la historia del arte porque, hasta el momento, los orígenes conocidos de la pintura se ceñían a las culturas orientales; se abría pues, una nueva página que parecía unir al hombre actual con sus fuentes creativas originales. La historia general de la pintura retrocedía miles de años y daba una visión radicalmente nueva del poco valorado hombre del paleolítico como sujeto de inteligencia compleja y artística. Autor: El pintor de Altamira, cazador y recolector, es un homo sapiens. El homo sapiens, primer hombre moderno, fue el autor del gran arte paleolítico; el primero que comenzó a enterrar a sus muertos acompañándolos de herramientas de piedra, huesos de animales e incluso flores, que desarrollo el lenguaje y que introdujo la agricultura (hace 10000 años). Elementos plásticos: Los animales de Altamira aparecen en distintas fases de acabado: algunos están solo sugeridos en tanto que otros exhiben hasta el menor detalle. En este último caso, el artista refleja con asombrosa precisión el pelo del bisonte o los tonos de su pelaje. Los contornos vienen definidos por la línea negra; el grabado complementa el dibujo resaltando los aspectos que se quieren destacar, como los ojos y cuernos. En ocasiones, en el interior de las figuras el artista juega con la coloración natural de la pared, y el lavado y el raspado de determinadas zonas para propiciar el efecto de policromía y relieve. El color, utilizado en una reducida gama cromática (negro y ocre –que suministra los matices de amarillo, rojo y castaño-), también cumple un papel importante en la consecución del volumen: unas veces los colores se colocan uno junto a otro, potenciando el contraste duro; otras veces se mezclan para conseguir una transición delicada. Para aumentar el efecto de volumen, las figuras incluso aprovechan los relieves naturales de la roca. Composición: Es imposible saber con certeza si estos animales, aparentemente dispersos y sin muestras de relacionarse, recrean la escena de un rebaño. Las figuras fueron pintadas unas sobre otras, de forma superpuesta, y se ignora cuanto tiempo pasó entre las diversas ejecuciones. Contenido: Comentar las teorías de H. Breuil y Leroi-Gourhan. El arte paleolítico, que se desarrolló entre los años 32000 y 11000 a.C., tiene como protagonistas la pintura rupestre y el arte mueble. El descubrimiento de Altamira sirvió, para legitimar esta pintura como propia del paleolítico. La pintura rupestre basa su iconografía en representaciones de animales. Los animales son plasmados de forma naturalista, aunque sin mantener proporciones realistas entre las diferentes especies. Estas pinturas se ciñen a los convencionalismos establecidos por la pintura rupestre, Recaredo, 31 – Sevilla Teléfono : 954 41 91 55 Fax : 954 41 29 32 Colegio Santo Tomás de Aquino Centro Autorizado E.S.O. y Bachillerato cuyos temas, motivos y estilo permanecieron prácticamente inalterables a lo largo de milenios. Muestras de este lenguaje convencional son: el naturalismo que los hace reconocible; su plasmación como adultos; representación de los animales de perfil, pero con los cuernos y pezuñas de frente, etc. Recaredo, 31 – Sevilla Teléfono : 954 41 91 55 Fax : 954 41 29 32