Ministerio de Cultura Nombre del Bien: Templo Doctrinero de San Bernardino de Bosa Código de Registro: 1_1_1_3_11_102_24 Departamento: Cundinamarca Municipio: Bogotá, Bosa RESEÑA HISTÓRICA Según la tradición oral recogida en una crónica, la primera capilla fue construida en 1540, dedicada a la Virgen de los Dolores. Como Capilla doctrinera fue atendida por los padres Franciscanos desde el convento de San Francisco. A finales del siglo XVI se atiende desde el convento de Soacha. En 1618 se comienza la construcción de la actual iglesia. En 1640 se abren los libros parroquiales por el padre Pedro Mendinetsu, primer cura en propiedad, Custodio de la comunidad franciscana. En una nota del primer libro se dice que el titular de la Iglesia es San Bernardino de Sena, y el 12 de marzo se reza el oficio de la dedicación a la iglesia. Siguiendo los datos que se recogen en los libros parroquiales se destacan cinco épocas: Primera Época. Padres Franciscanos- 1540 a 1757 Se caracteriza esta época por la presencia misionera e itinerante de los franciscanos. En torno a la primera capilla reunían a los pobladores indígenas. Esa capilla duró hasta finales del siglo XIX, cuando fue demolida. En 1640 se inicia la atención parroquial en la nueva iglesia y comienza a llevarse el archivo parroquial. Las partidas del tiempo anterior seguramente se encuentran en el convento de San Francisco o en la parroquia de Soacha. En el año de 1655 se hace alusión a la existencia de un convento franciscano en Bosa ya que aparece el Padre Andrés Gutiérrez Como Custodio de la Comunidad. Durante este tiempo atienden la parroquia unos cincuenta sacerdotes. Segunda Época. Sacerdote Diocesanos- 1758 a 1900 En este tiempo hay más estabilidad en la permanencia de los párrocos. Pasan por Bosa unos veinticinco sacerdotes. Los párrocos que permanecieron más tiempo fueron: Cristóbal Vélez quien lleva a la Práctica las reformas del Concilio Tridentino. El Padre José Porras, cuyos restos reposan en la pared izquierda del presbiterio. Estuvo confinado en Santafé en el año de 1816 con motivo de la persecución de Don Pablo Morillo. El padre José Gregorio Barragán, hizo un compendio de la doctrina cristiana que se enseñaba a los indígenas y bendice el primer cementerio ubicado al lado de la iglesia en el año de 1830. el padre Agapito López, sepultado en la pared lateral de la Capilla de la Virgen. El Padre Francisco J. Vergara, quien reformó la casa cural, refacciono la iglesia y organizó el primer índice de los libros parroquiales. Tercera Época. Comunidad Salesiana- 1901 a 1907 Con la presencia del Padre Martín Caroligio, seguido del Padre Clemente Wilches y del padre Remigio Rizzardi se continuó la atención pastoral en la parroquia. Intentaron fundar un colegio para la educación de la juventud, pero se suspendió el proyecto por carencia de medios económicos. Se reformó la casa cural y se arreglo la capilla del lado izquierdo de la iglesia. Fue dedicada a María Auxiliadora. Ministerio de Cultura Cuarta Época. Sacerdotes Diocesanos- 1908 a 1923 Es una época de mucha inestabilidad por carencia de medios económicos y la indiferencia de los parroquianos, para con sus ministros sacerdotes. En diecisiete años se suceden diecisiete párrocos. Quinta Época. Padres Claretianos- 1923 a 1989 Con la llegada de los Padres Claretianos para establecer aquí su Seminario menor el Arzobispo propone a la comunidad encargarse de la dirección parroquial de la parroquia. En septiembre de 1924 es nombrado párroco el Padre Martín Jové. En 1926 recibe la primera visita pastoral de Monseñor Ismael Perdomo. En los primeros treinta años hay inestabilidad en los párrocos. El apostolado de la predicación era muy intenso y exigía la disponibilidad de las personas. En los últimos treinta y cinco años al ceder la intensidad de la predicación, se reforzó la atención pastoral en la parroquia. En esta época han estado al frente de la parroquia treinta y dos sacerdotes. La parroquia comprendía todo el municipio de Bosa, que después fue anexado al Distrito Especial. De esta gran parroquia se han creado en menos de veinte años las parroquias de San Matías, Nuestra Señora de Monserrate, Cristo Doliente, Vicaria de San Antonio, María Claret y Nuestra Señora de Caná. La vereda de Quiba pasó a formar parte de otras parroquias del sur de Bogotá. A los claretianos correspondió sostener el crecimiento espiritual de esta Viña del Señor. Hoy continua ese servicio a la iglesia, no solo en la parroquia sino también en el colegio Claretiano abierto especialmente a las clases populares. FUENTE(S) Autor: Ernesto Plazas, Jacinto Neira, Orlando Cardozo Consecutivo: 1387 carpeta # 1 Página(s): 28 a 30 DESCRIPCIÓN FÍSICA La iglesia ofrece una planta de una nave, y una antecapilla o portal, con un arco toral pronunciado. Su campanario fue ubicado enfrente del edificio, y el coro elevado sobre la puerta de acceso. Las capillas originales adjuntas, han desaparecido. Forma conjunto con una cruz atrial colocada sobre un pedestal frente al templo. Su cubierta es a dos aguas en teja de barro. FUENTE(S) Autor: Ministerio de Cultura Consecutivo: 1387 carpeta # 2 Página(s): 27 MATERIALES Y TÉCNICA “Se les ordenará ejecutar los cimientos de una vara y media de ancho; que la iglesia debe tener 54 varas de longitud por 12 de ancho (es decir 45.09 metros por 10.02 metros). Que las paredes sean de ladrillo y tapial con trabazón de rafas, en cal y con sus respectivos estribos. Que en cuerpo de la iglesia se distribuyan ventanas por cada lado y dos puertas de las cuales, la principal con arco de vuelta, la otra labrada por Ministerio de Cultura dentro con su sobrearco. La portada debe ser de mampostería. Se deberán rehacer los campanarios de tres arcos (dos cuerpos, en el primero dos calles y en el segundo una sola) con sus cornisas. Se deberá rehacer la cubierta sobre la portada (es decir, sobre la antecapilla), en buena teja. En el altar mayor se han de colocar tres gradas, su cubierta con nudillos y pares de dos en dos y a diez pies uno de otro. Se rehacerá el altar mayor (la carpintería), las gradas y los pilares en ladrillos. La techumbre con tirantes de dos en dos canecillos labrados y debajo del altar un poyo. Por dentro (y) a la redonda de cada una de las dichas iglesias y dentro del cuerpo se incluye el soportal que por lo menos debe ser de dos varas por cada estribo delante de la puerta principal de cada una de las dichas iglesias y se le podrán contar las caras que han de llevar a lo largo. Aberdugados encima de los tapiales que se entienden de dos hiladas con sus cuadrantes y sus canales y a la entrada un umbral apisonado. Fuera de los dos estribos cada una de las dichas iglesias debe ir reforzada con un arco toral”. FUENTE(S) PATIÑO de Borda, Mariana. Monumentos Nacionales de Colombia. Instituto Colombiano de Cultura. Editorial Escala. Octubre 1983. Autor: Gabriel Uribe. El Arquitecto y la Nacionalidad, 1975 Página(s): 128 ESTADO DE CONSERVACIÓN La iglesia ha sido mantenida gracias a acciones oportunas de la parroquia que a lo largo del tiempo ha buscado conservarla de carácter integral, pero dicho mantenimiento solo ha cubierto las necesidades básicas de la edificación, razón por la cual hoy día acusa un deterioro progresivo que hace indispensable efectuarle una mejora más profunda a fin de conservarla de la mejor forma posible. FUENTE(S) Autor: Ministerio de Cultura Consecutivo: 1387 carpeta # 2 Página(s):