Luis Cernuda Donde habite el olvido Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido. Autor Luis Cernuda (Sevilla, 1904 - Ciudad de México, 1963) poeta español, una de las figuras fundamentales de la Generación del 27. Nació en Sevilla, hijo de un padre militar, y se educó en un ambiente de rígidos e intransigentes principios. Empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Sevilla y allí conoció a Pedro Salinas, que fue su profesor. En los años veinte se traslada a Madrid, donde entra en contacto con los ambientes literarios de lo que luego se llamará Generación del 27. Pasa un año como lector de español en la Universidad de Toulouse. Al proclamarse la República, la recibe con ilusión, y siempre se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera buscar una España más tolerante, liberal y culta. Durante la Guerra Civil participó en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas de Valencia, y en 1938 fue a dar unas conferencias a Inglaterra, de donde ya no regresó a España, iniciando un triste exilio: Inglaterra, Escocia y, desde 1952, México. Su primera obra, Perfil del aire (1927), estaba en la línea de la poesía pura. De su estancia en Francia surgió Un río, un amor (1929), influido por el surrealismo. Donde habite el olvido (1934) es un libro desgarrador por la sinceridad con la que aborda el fracaso amoroso. Desde 1936 agrupa toda la poesía que va produciendo bajo el título La realidad y el deseo, al que va añadiendo poemas. En el exilio publicó Las nubes (1940), Con las horas contadas (1950-1956) y Desolación de la quimera (1962). También escribió interesantes ensayos literarios y colaboró en revistas y periódicos mexicanos como Excélsior o Novedades. Murió en la ciudad de México. Contextualización Luis Cernuda pertenece a la Generación del 27, grupo literario que aparece en la escena literaria española entre los años 1923 y 1927. Características: Tradición y vanguardismo: aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con nuestras tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nuestros autores clásicos y por las formas populares del Romancero. A la par que lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el surrealismo, ejercen gran influencia en el grupo del 27. Los escritores surrealistas exploran el mundo de lo inconsciente y pretenden alcanzar la belleza absoluta, que está por encima de la realidad. Intención estética: intentan encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden eliminar del poema lo que no es belleza y, así, alcanzar la poesía pura. Quieren representar la realidad sin describirla; eliminando todo aquello que no es poesía. Temática: sienten especial interés por los grandes asuntos del Hombre, como el amor, la muerte, el destino... y los temas cargados de raíces populares. Estilo: se preocupan fundamentalmente de la expresión lingüística y buscan un lenguaje cargado de lirismo. Versificación: utilizan estrofas tradicionales (romance, copla...) y clásicas (soneto, terceto...). También utilizan el verso libre y buscan el ritmo en la repetición de palabras, esquemas sintácticos o paralelismo de ideas. Su obra se inscribe dentro de una corriente que muchos han calificado de neorromántica, pues la sensibilidad, melancolía y dolor que destila su poesía se halla siempre dentro de unos límites de serena contención, a la manera de Bécquer, pero con características matizadas por una aguda actitud de la mente, rasgo esencial de la generación a la que perteneció. El poema pertenece al libro Donde habite el olvido (1933). Análisis del poema Plano de la forma: • Métrica: Este poema está compuesto por 22 versos en los que se observa polimetría, estructurados en 6 estrofas. Su métrica es desigual, y como podemos observar, el autor da autonomía a cada verso del poema ya que todos empiezan por mayúscula, esto es para dar consistencia e identidad rítmica. Donde habite el olvido, 8 En los vastos jardines sin aurora; 11 Donde yo sólo sea 7 Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 15 Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 13 Donde mi nombre deje 7 Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 13 Donde el deseo no exista. 8 En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 15 No esconda como acero 7 En mi pecho su ala, 6 Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 17 Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, 17 Sometiendo a otra vida su vida, 10 Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 14 Donde penas y dichas no sean más que nombres, 14 Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; 14 Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 14 Disuelto en niebla, ausencia, 8 Ausencia leve como carne de niño. 12 Allá, allá lejos; 6 Donde habite el olvido. 8 • Figuras literarias: En cuanto a los recursos literarios utilizados: Figuras retóricas: • Anáfora • Personificación • Imagen • Antítesis e imagen • Antítesis • Símbolo • Símil *Los versos o palabras que aparecen subrayados en varios colores representan que podemos observar varias figuras simultáneamente. Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido. Plano del contenido Tema: Aparece, lógicamente, el tema del olvido. Pero el olvido concebido como muerte, pero no esperando una vida mejor, sino desando desaparecer, desando la ausencia, para así evitar el insoportable dolor. El amor es el causante de dicho dolor. Argumento: Luis Cernuda habla en este poema sobre la existencia y los sufrimientos que conlleva. Este poema surge el desengaño amoroso del autor hasta el punto de desear la muerte, hace comprender que aun en los momentos en los que el amor nos hace sufrir, seguimos mirando a esa persona que nos causa dolor como un ángel sonriendo con gracia aérea. Para Cernuda el olvido no supone tranquilidad de ánimo o reposo, sino todo lo contrario: el olvido es una forma de recuerdo en el presente y sume al poeta en una profunda sensación de desesperación y dolor. Cernuda parece querer decirnos que quiere sumirse en el total olvido para poder desprenderse del dolor y la desesperación que le trae el recuerdo. Estructura: El poema posee una estructura circular ya que empieza igual que acaba (donde habite el olvido). La estructura está basada en la reiteración de respuestas a esa pregunta enumerando una sucesión paralelística de imágenes. En cuanto al contenido del poema se organiza en tres partes: - Primera, versos 1-8: el olvido como muerte del amor (muerte espiritual). - Segunda: versos 9-15: anhelo de que cese su concepción del amor. - Tercera: versos 16-22: deseo de que del amor sólo quede el recuerdo y finalmente consiga la libertad sin estar “atado” a alguien.