Nocturnidad y regulación de la venta de alcohol *Walter Martello-Presidente Bloque de diputados Coalición Cívica- ARI El exceso en el consumo de alcohol en los jóvenes desnuda una realidad preocupante: la falta de políticas públicas inclusivas. Hablamos de un segmento de la sociedad vulnerable donde se conjugan una serie de problemáticas que no se pueden reducir solamente a la ingesta de alcohol. Es por eso que la situación amerita mayor profundidad en su tratamiento y en la respuesta por parte del estado. El joven muchas veces se encuentra desorientado, experimenta falta de oportunidades y el caso se agrava en los sectores sociales más marginados o con necesidades básicas insatisfechas. Compartimos la visión de dar respuesta a esta problemática alarmante que ha cobrado protagonismo en la agenda pública debido a la violencia que produce el consume de alcohol en los jóvenes, pero ello no debe hacerse desconociendo que este fenómeno que se ha hecho habitué en los adolescentes tiene cimientos más profundas como la falta de políticas educativas, y en muchos casos, desidia por parte del estado. Las leyes solas forman parte de un enfoque simplista que debe ir necesariamente acompañado de otras políticas que eduquen y formen como acciones de concientización en tal sentido, de lo contrario se transformaría en una serie de políticas cortoplacistas conectadas, de dudosa aplicación. Esta afirmación se desprende del contexto sociocultural donde aparece esta problemática, una política de corto plazo no contempla la raíz del fenómeno del alcohol en la juventud: el que tiene que ver con los hábitos del adolescente, no es fácil desarraigar una costumbre en la sociedad. La Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires no tiene una presencia activa en la sociedad que informe, eduque y concientize acerca de los problemas vinculados con el alcohol. No hay un enfoque actualizado desde donde se pueda contribuir a generar políticas públicas integradoras que contengan a la juventud, ya que el enfoque actual es demasiado simplista al pretender reducir los problemas del alcohol al alcoholismo como adicción. Hay un abanico de situaciones entre la ingesta de alcohol por diversión, moda y el alcoholismo como adicción. Particularmente la ingesta de alcohol en los jóvenes responde a nuevos patrones culturales, que si no se previenen, en un futuro cercano puede terminar en una adicción. Walter Martello-Diputado-Bloque Coalición Cívica –ARI-Buenos Aires Es por eso, que la Subsecretaría debería tener un rol más activo en distintas direcciones, dado que hay situaciones que merecen un tratamiento especial y diferenciado, tal es el caso de los jóvenes que consumen alcohol por diversos motivos, algunos en común con los adultos, y otros propios de la edad. Modelos culturales que se copian, diversión, desinhibición, euforia, problemas para socializarse, depresión, moda y un sinfín de motivos para tomar y embriagarse deberían ser los disparadores de las campañas de concientización y educación que tengan en el centro a los jóvenes. Es decir, se trata no solamente de establecer límites, sino de hacer prevención. Pero parece que la prevención no es precisamente un atributo importante para esta administración, ni para la anterior con Solá quien transformó la antigua Subsecretaria de Prevención y Atención para las Adicciones de la época de Duhalde en una Subsec. de Atención dejando de lado el término ‘Prevención’, dato que no es menor, debido a que en el tratamiento de adicciones la prevención es una política sumamente importante. No lo creyó así Solá, ni tampoco Scioli que mantuvo la misma denominación, a pesar de que a principio de este año anunció que la Subsecretaría iba a tener rango de Secretaría, finalmente no se concretó, Scioli no cumplió su palabra. Otro dato importante lo arroja el presupuesto que tiene la Subsecretaría de Atención para las Adicciones. El mismo es de 45 millones, 20 veces menor a la de la pauta de publicidad del gobierno bonaerense. Esto hace desconfiar sobre la verdadera preocupación del gobierno provincial en el tema, y que más no sea la ley, una respuesta rápida para sacar el tema de la agenda mediática. Los centros de atención discriminados en la provincia no tienen ámbitos específicos de prevención, la página de Internet muestra centros de atención pero no se especifica que tipo de adicción tratan los mismos. Hay algunos centros discriminados respecto al juego compulsivo, pero no en el caso de adicción al alcohol, que están contenidos en el mismo espacio que los que ofrecen tratamiento contra la drogodependencia. Las políticas de prevención deben ser un pilar importante cuando se habla del alcohol, la ausencia de ellas por parte del estado bonaerense deja en evidencia que no se toma real conciencia de la gravedad de la situación que no se va a corregir solamente estableciendo límites al horario de salidas nocturnas. Estas políticas deberían contar con la participación de la comunidad y del núcleo más importante dentro de la misma: la familia. Es necesario concientizar a la familia, a los padres de los adolescentes de que esta problemática nos incumbe a todos como Walter Martello-Diputado-Bloque Coalición Cívica –ARI-Buenos Aires sociedad, y solamente con un esfuerzo mancomunado se pueden alcanzar mejores resultados. Es prioritaria la participación, el compromiso responsable de la familia y la orientación de psicólogos, sociólogos y especialistas en el tema para orientar las políticas en materia de prevención. La familia es espacio de contención más cercano para el joven, por eso es imprescindible que la misma se involucre en lo que es también, educación para la salud de los jóvenes. La conocida ‘previa’ (reunirse a tomar antes de salir) actualmente se realiza antes de las 3 ó 4 de la madrugada que es el horario habitual de ingreso a los boliches, pero nada indica que los jóvenes no continúen con este ritual trasladándolo a horas más tempranas. El éxito del proyecto radica en la aplicabilidad de la ley. El órgano de control, la policía de Buenos Aires, ve cuestionado su accionar en numerosas ocasiones, por lo que quizás se debería prever la creación de un órgano de contralor que pudiese intervenir en caso de existir irregularidades. El cumplimiento de la ley es central, y no hay un vacío jurídico al respecto. La ley es clara respecto a la prohibición de vender alcohol a menores de 18 años, y sin embargo, no se cumple. El problema no es la ley, el problema es el cumplimiento de la misma. Quizá falte todavía, una concientización en la sociedad respecto al problema del alcohol y sus efectos en los jóvenes, el estado de vulnerabilidad de los mismos hace que sea necesaria no solamente la intervención del estado en materia de seguridad, sino también en materia de concientización, tarea conjunta que el estado debiera encarar con la participación de la comunidad. Por otra parte la reglamentación acerca de la venta de alcohol tiene puntos discutibles. La modificación al artículo 72 del Decreto-Ley 8031/73 en el artículo 6 de la presente ley refiere que: “…el que transite o se presente en lugares accesibles al público en estado de ebriedad manifiesto, o se embriagare en lugar público o abierto al público (…) para salvaguardar la salud del infractor, podrá ser retenido hasta cinco (5) días. Si ocasionare molestias a otras personas podrá aplicarse además sanción de arresto de hasta cuarenta (40) días”. Este artículo puede parecer abusivo y proclive a generar posibles casos de abuso de autoridad por parte del órgano encargado de velar por el cumplimiento de la ley. Además de Walter Martello-Diputado-Bloque Coalición Cívica –ARI-Buenos Aires dudosa aplicación, le otorga demasiado poder a la policía de Buenos Aires en cuanto a la posibilidad de retener a una persona entre 5 y 40 días de arresto de acuerdo a la conducta del mismo. Otro problema que se presenta con la reducción del horario nocturno es la disponibilidad de transporte para el regreso a casa de muchos jóvenes, dado que muchas líneas de colectivos interrumpen su servicio durante la madrugada o tienen un servicio muy esporádico, por lo que cada Municipio deberá adecuar su reglamentación para ofrecer una mayor seguridad. Para destacar como interesante, la ley prevé la creación del “Foro Local para la Prevención del Abuso del Alcohol” en las Municipalidades bonaerenses, dado que una problemática que afecta a gran porcentaje de la población joven requiere de una respuesta integral, no solamente del Estado sino con la participación y compromiso de otros sectores sociales, la familia, la escuela y quienes puedan aportar para contener este fenómeno. No es la primera vez que se quiere establecer límites a la nocturnidad, ya lo intentó Duhalde sin respuesta positiva, fracasó justamente porque es imposible cambiar hábitos socioculturales de forma abrupta, por eso seguramente será necesario articular otras iniciativas o campañas que acompañen la idea de estos proyectos, ya que de la noche a la mañana no hay resultados mágicos. Walter Martello Diputado Bloque Coalición Cívica –ARI Buenos Aires Walter Martello-Diputado-Bloque Coalición Cívica –ARI-Buenos Aires