DIOS BENDICE AL OBEDIENTE. 1 Samuel 15:22 ¿Quieres ser bendecido? La obediencia a Dios tiene muchísimo poder, es algo que hacemos todo el día, no solo cuando oramos ó ayunamos. Tu puedes ayunar un día, 2 ó 21 días, pero debes obedecer a Dios todos los días de tu vida; puedes orar 5, 10 ó 15 minutos, una o 2 horas, pero debes obedecer a Dios todo el día. La obediencia a Dios tiene mucho poder para obtener las bendiciones a nuestra vida. Dios es nuestro Padre y nuestro Pastor, Él desea que no nos falte nada. El Salmo 23 dice: “Jehová es mi Pastor nada me faltará”. Jesús le dice a la gente en Mateo 6:33: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. A lo largo de toda la Biblia vemos que el deseo de Dios es que nada nos falte, es decir, Dios quiere que nosotros vivamos bien. Ahora bien, ¿Las promesas de Dios son algo que la gente le pidió a Dios ó algo que Dios prometió a la gente? No fue algo que la gente pidiera, fue algo que Dios prometió a las personas, que nació de su coraón. Debemos entender eso para entender lo que Dios expresa a través de las Escrituras. Así que la Palabra del Señor nos dice que si creemos que Él es nuestro Pastor y nosotros sus ovejas, nada nos hará falta y que si buscamos su reino y su justicia, las demás cosas nos serán añadidas. I. LA INTIMIDAD CON DIOS TOCA SU CORAZÓN Cuando nosotros oramos nos introducimos más en el corazón de Él y lo conocemos más. Y no es lo mismo conocer la Palabra de Dios que al Dios de la Palabra. Debemos conocer ambos, porque si yo conozco a la persona, quiero saber que dice, y si conozco lo que dice, quiero conocer a la persona que lo dijo. En el Padre Nuestro, cuando llega el momento de pedir el pan dice: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” ¿El pan de cuantos días? Aquí lo que funciona es tu fe… Hagamos un ejercicio: cambiemos la palabra “pan” por “provisión” en ese verso… Nuestra provisión, nuestros ingresos, es lo que Dios nos da para que nosotros compremos el pan. Un día escuche de un predicador algo que me impacto mucho, él dijo así: “Dios está interesado en tu dinero, porque con tu dinero, comes, te vistes y mantienes a tu familia, y tu no puedes separar eso de Dios. Si Dios no tiene que ver con mi dinero, puedo decir a mi Dios que no es Él quien me da de comer, sino mi dinero”. Dios tiene que ver y quiere ver con tu trabajo porque es la provisión de Él para que tú consigas el ingreso para comer ese pan. El pan nuestro. La expresión quiere decir que Dios tiene cosas que son nuestras. Y si Él esta hablando de que tiene cosas nuestras, ¿será que las quiere retener para siempre y no dárnoslas? Esto es algo que está en un modelo de oración, o sea que la gente que es prosperada por Dios es gente de oración. No es gente que consigue sus aumentos de salario sólo a base de buen trabajo (que es importante), hay que trabajar bien. No es gente que consigue buenos negocios sólo a base de la gracia que tiene para la negociación y tiene un buen acercamiento a sus clientes para hacer bien el cierre (que es importante). Es gente que lo consigue en oración, porque es lo que Dios le tiene guardado ¿Por qué conseguir la vida de prosperidad en oración? Porque orando uno es redargüido ya que uno puede arrodillarse a pedirle cosas a Dios e ingresos con malos motivos. Recuerda lo que dice Santiago: “Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” Cuando uno pide en oración, el corazón de uno es transformado para saber que pedir de acuerdo a la voluntad de Dios. A la vez que estas yendo a pedir el pan de cada día, o el ingreso que necesites para cada día, estas siendo transformado, porque nadie puede ir a pedir en oración lo que no esta bien. Quien verdaderamente tiene la prosperidad de Dios es la gente de oración. Dios es tan lindo que relaciona lo material con lo verdaderamente espiritual que llegas a ser. No puedo pedir para no dar, porque entonces estoy siendo un avaro delante de Dios y no un generoso. La prosperidad debe gustarnos; pero el amor al dinero no. No es lo mismo que algo te guste a que lo ames. Nos deben gustar las bendiciones de Dios. (Menospreciarlas es rechazar al Dios que las produce); pero, que tal si mas bien amamos, al Dios que produce las bendiciones; no tanto su producción material como tal. Busquemos amar a ese precioso Dios que da las bendiciones con un inmenso amor… II. LA PALABRA DE DIOS CAMINO A LA BENDICIÓN La Palabra de Dios nos va a enseñar nuevamente que cuando buscamos su reino y su justicia, la bendición va a venir por añadidura. En Romanos 10:8-10 dice: “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. La Palabra de Dios esta cerca de ti, en tu boca y en tu corazón. Hay dos partes en las que debe de estar la Palabra: debe morar en el corazón y expresarse con la boca. Cuando tú le abres tu corazón a Jesús y lo recibes y confiesas que eres salvo, lo crees con el corazón para justicia, pero con la boca lo confiesas para salvación. Hay quienes ya han abierto su corazón a Jesús, pero no lo han abierto a la Palabra. Si Jesús ya entró en tu corazón y ya te hizo salvo, debes abrirle tu corazón a su Palabra, porque a través de ella, Él te quiere bendecir. Algunas personas dirán que ya lo hicieron, porque Jesús es el Verbo, es la Palabra, pero no es lo mismo la gente que abre su corazón a Jesús, a su Palabra y a la presencia del Espíritu Santo, porque no es igual abrir tres veces la puerta, que abrirla solamente una vez. Ábrele tu corazón a la Palabra y deja que esté en tu corazón y que la presencia de Dios te inunde. Cerca de ti esta la Palabra, en tu boca y en tu corazón. Ábrele tu corazón no sólo a Jesús, sino también a su Palabra y a su poderosa presencia y tu vida será transformada. Conclusión. Un principio que debe regular la vida del hijo de Dios, es la obediencia, la cual trae la bendición de Dios y está seda a través de dos caminos trazados por al escritura la intimidad con Dios que toca su corazón y la Palabra de Dios que nos introduce en su Reino y su Justicia y nos lleva al conocimiento pleno de Dios. Marzo 16 de 2014