PROPUESTA ACADEMICA Y DE GESTION PARA EL LICEO “VICTOR MERCANTE” DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA PERIODO 2010-2014 Prof. Nora E. Semplici 1 Octubre de 2009 I. Introducción. II. Consideraciones Generales A. La apuesta a la concertación en tiempos de melancolía. B. El desencuentro que abre nuevas posibilidades: democratización y transformación en la escuela. C. Las culturas juveniles hoy. III. Objetivos de la Propuesta IV. Núcleos prioritarios para la Gestión Académica A. Enseñanza 1. Enseñar y aprender en la diversidad. - El riesgo de fracaso escolar y la retención de los alumnos - Las NEE en el colegio. 2. Reflexión y creatividad: un espacio de actualización. 3. Convivencia como práctica de enseñanza. 4. El rol del preceptor. 5. Pedagogía de la cooperación en el ámbito escolar. 6. Intervenciones en el Plan de Estudios. 7. Articulación con la enseñanza de grado. 8. Construcción colectiva de la Memoria. 9. Más allá del Aula. 10. Autoevaluación. B. Investigación C. Extensión D. Organización institucional 1. Consejo Asesor. 2. Comisión de análisis de la estructura departamental. 2 3. Biblioteca. 4. Comunicación. 5. Espacios para mejorar la dinámica educativa. 6. Recursos. 7. No Docentes. 8. Otras acciones. V. La paradoja de un cierre que nos lleva a la apertura. VI. Bibliografía I. Introducción La UNLP “es abierta e inclusiva para toda la sociedad”, asegurará “la más completa libertad académica, sin discriminaciones, limitaciones o imposiciones” y establecerá “políticas que tiendan a facilitar el ingreso, permanencia y egreso de los sectores más vulnerables de la sociedad”. Se compromete a educar “para el ejercicio pleno de las libertades democráticas y el libre desarrollo de la personalidad humana” y “la vigencia plena de los derechos humanos sin discriminación alguna”. (Preámbulo del Estatuto de la UNLP, 2008) Nuevamente se pone en marcha el proceso eleccionario en los Colegios de pregrado dependientes de la Universidad Nacional de La Plata, y en esta instancia teniendo como marco reglamentario, el nuevo Estatuto. Luego de un trabajo en las comisiones en las que participamos durante el año 2008 junto a las representantes del claustro docente, se concretó la tan anhelada ciudadanía universitaria al plasmarse en el nuevo Estatuto, la representación de los colegios en el Consejo Superior, con voz y voto (Artículo 57º), la incorporación de representantes docentes a la Asamblea Universitaria (Artículo 49º) y la elección directa del Director por sus pares (Artículo 112º). En estas circunstancias y con un período de gestión a cargo del colegio, que culmina en mayo del año próximo, presento mi candidatura que, de acuerdo a la nueva reglamentación, será por un lapso de cuatro años. Sigo sosteniendo que la participación de los docentes en la elección de candidatos para ejercer la dirección de las instituciones educativas, expresa claramente la apertura hacia la democratización. Hoy, la elección directa significa que la voluntad de los docentes, será la que decidirá, dará cierre a este recorrido, sin intermediaciones. Y por este camino, quienes integramos la comunidad educativa, del Liceo "Víctor Mercante", seremos parte responsable en la elección de quien gestionará al mismo. 3 En lo que sigue, se desarrollarán los lineamientos para la gestión, teniendo en cuenta el trabajo realizado entre todos. El mismo nos permitirá avanzar en aquellos puntos donde las “fortalezas” se profundicen, se superen las dificultades que se presenten y se avance de manera participativa, poniendo a trabajar el pensamiento para encontrar formas creativas y fértiles que disuelvan la imposibilidad y abran otros encuentros, otros caminos. Porque como dice Silvia Duschatzky- "hay problemas, hay obstáculos, hay irrupciones que desestructuran situaciones, entonces los recursos para abordarlos serán producidos en el acto de pensar los problemas"1. Acepto este desafío y espero que quienes hacen el día a día del Liceo, sigan acompañando esta búsqueda de nuevos mundos posibles. II. Consideraciones Generales Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre”. Paulo Freire. A. La apuesta a la concertación en tiempos de melancolía. Como expresara en la Propuesta Académica presentada para el período de gestión 2007-2010, atendiendo al diagnóstico institucional elaborado en ese momento, mi propósito era promover la construcción de una cultura institucional de concertación. Los rasgos distintivos de la misma a priorizar, serían la dimensión pedagógico-didáctica, el curriculum como organizador institucional, la evaluación de la práctica institucional y la participación de los miembros de la comunidad en el debate sobre el proyecto institucional y en los órganos de co-gestión: Consejo Asesor, Consejo de convivencia, Consejo de Enseñanza Media y Primaria, a los cuales hoy sumamos el Consejo Superior y la Asamblea Universitaria. Asimismo en ese texto sostenía que “Gestionar la escuela implica pensar, construir, generar, intervenir y ejecutar líneas de acción considerando las dimensiones: político-académica, institucional y administrativa. Si bien la gestión es función y responsabilidad del director, junto al Equipo de Gestión, se prevé continuar un trabajo con todos los actores de la escuela, y generar las condiciones para que se involucren y participen en el proceso colectivo de 1 Duschatzky, Silvia, Texto del Posgrado Diploma Superior en Gestión Educativa. FLACSO Virtual. Cohorte 9° año 2006. 4 transformación institucional”2. Porque “Quien gestiona hace. Pero su hacer fundamental es hacer para que con los otros se haga del modo más potente posible. Estimular, lanzar pensamiento, contener, desafiar, capacitar, conseguir, abrir, limitar, articular, conectar, son tareas de quien gestiona desde la óptica de facilitador de procesos”3. Hoy, en octubre de 2009 y pensando en la Propuesta de gestión para el período 2010-2014, reafirmo la necesidad de profundizar el camino abierto en 2007 apostando al modelo de cultura institucional de concertación. Este modelo sólo tiene sentido si está articulado con un modelo de gestión cuyo rasgo principal sea precisamente la concertación. Si de lo que se trata es de construir un colegio democrático, entonces será necesario considerar a sus distintos integrantes como protagonistas estratégicos en la elaboración y cumplimiento del proyecto institucional, así como también en la resolución de los problemas en un marco de pluralismo ideológico. En esta dirección, se entiende a la participación de los actores institucionales, como participación con compromiso, es decir aprehender esta cultura, internalizarla. No se trata de la participación ejecutando lo que "otros" diseñan; somos cada uno de nosotros los generadores de ideas, los que confrontamos y consensuamos para avanzar en la construcción de esa cultura y del proyecto institucional. Podemos decir entonces que, continuamos con la idea de intentar crear condiciones para que algo se movilice en los sujetos y en las matrices culturales de la escuela, porque gestionar una escuela no es andar un instituido, sino fundar experiencias y hacer que la experiencia educativa tenga lugar. Convertir ideas en actos. Es sabido que si deseamos poner en marcha modos alternativos de pensar y hacer la escuela secundaria, y con la experiencia que nos ha dado el recorrido hecho en estos últimos tres años, necesariamente tendremos que sostener una mirada integral. Por lo general la escuela se ha pensado en fragmentos disciplinares, en sus disfunciones puntuales. Pero ella, es un mundo complejo donde las relaciones se multiplican. El tiempo, el espacio, los recursos didácticos, las normas, los rituales, los contenidos y las formas de enseñanza, el tejido social-relacional, la tramitación de los conflictos, los 2 Propuesta Académica para la Gestión para el Liceo “Víctor Mercante” Prof. Nora Semplici. 2007 Blejmar, Bernardo, Gestionar es hacer que las cosas sucedan, Buenos Aires, Noveduc, 2006; pág. 15. 3 5 procesos y los resultados, la formación de los docentes, son elementos que necesitamos repensar de manera conjunta. “Mirar la escuela en su integridad es una tarea central de la gestión. Ese “mirador” es especialísimo e intransferible. Desde allí se desprenden las complejidades de la vida institucional y se pulsan las tensiones.”4 A diferencia de otros tiempos, nuestro hacer está enmarcado en un terreno movedizo y de incertidumbre y los esquemas aprendidos no nos dan respuestas vinculadas a él. En este contexto muchas veces, vamos sintiendo una sensación, de “no poder” que a su vez, genera “malestar” o melancolía. Más que melancolía, como dice Claudia. Romero, “se trata de un tono emocional que acompaña la experiencia escolar cotidiana de profesores y alumnos”5. Malestar o melancolía que tienen su origen en desacoples entre lo que era la escuela y lo que es hoy. B. El desencuentro que abre nuevas posibilidades: democratización y transformación en la escuela. La escuela moderna mediante complejos y eficaces dispositivos, construyó subjetividades que comulgaban con sus cosmovisiones. Esa escuela, que se definía o como selectiva, con matrícula homogénea, formadora de quienes constituirían la burocracia del Estado, el magisterio de las escuelas primarias o proseguirían su formación universitaria como clase dirigente, es la que ha cambiado. La heterogeneidad de sus alumnos, los cambios socioculturales en la configuración de las identidades juveniles, sustituyeron el ideal de alumno de principios del siglo XX, sobre el cual se organizó el currículo y se formó a los profesores. Pero, a pesar de que nuevos sujetos están en las aulas, la escuela siguió su camino sin demasiados cambios. En este contexto, la gestión institucional enfrenta dos desafíos que implican poner en movimiento dos elementos vitales para la escuela: el de la democratización y el de la transformación. En el caso particular de los colegios de pregrado universitario, la matrícula heterogénea, resultado en principio, del ingreso por sorteo, significó un paso en la democratización. De tal manera, 4 Romero, Claudia. “Escuela, melancolía y transición” en Revista Novedades Educativas Nº 208, Bs. As., 2008. 5 Idem 6 se pasó de la escuela homogénea que oculta la diferencia, a una comunidad de aprendizaje asentada en la diversidad, la singularidad, la irregularidad, que implicó e implica un esfuerzo concreto de todos los actores institucionales. Este desafío de la democratización implica, además, pasar de la cultura de la enseñanza a la del aprendizaje, en la que reconocemos la incertidumbre de lo no sabido, intentando buscar respuestas y posibles soluciones, y trabajar en estructuras abiertas, flexibles y en red. Por su parte, hablar del desafío de la transformación, supone pensar en las profundidades, removiendo sentidos y prácticas arraigadas, eso que se da en llamar “gramática de la escuela”. Para dar curso a este desafío es interesante convertir aquellos rituales y quizá cierto sentido común, en problemas para la reflexión; formar equipos docentes y adherir a una gestión escolar integrada e interactiva fundada en la generación de conocimiento. Parte de estos supuestos se vienen desarrollando, pero tendremos que renovarlos, profundizarlos, ir gestando nuevas visiones y prácticas, dar existencia a nuevos sentidos escolares que produzcan nuevos conocimientos y ensayar otras formas de pensamiento, para favorecer la educación de los estudiantes y la reconstrucción de la identidad profesional de los docentes. Entonces habrá que comenzar a dar los primeros pasos sistematizados en el campo de la investigación, desarrollando un trabajo donde el intercambio de ideas, la revisión de las prácticas docentes sean pilares fundamentales, tomando en cuenta las iniciativas que surjan de quienes están en el hacer cotidiano. Porque “hacer la escuela” implica hacerla desde adentro mismo, “in situ” para continuar dándole vida, para revertir ese tono de melancolía que muchas veces nos atrapa. La escuela requiere, entonces, de nuevas apuestas que hagan posible el encuentro con las nuevas identidades juveniles, creando espacios de acompañamiento, de confianza, de intercambio de experiencias, y de elaboración de nuevas estrategias de intervención pedagógico-didáctica que tiendan a un aprendizaje significativo. C. Las culturas juveniles hoy. 7 En párrafos anteriores, expresamos que los estudiantes han cambiado, que no son lo que eran. Pero, ¿cómo son ahora?, ¿qué desean?, ¿qué demandan?, ¿cómo aprenden? y podríamos seguir con más interrogantes. Lo que sí sabemos es que estos cambios, que han venido manifestándose en las infancias y juventudes en los últimos años, impactan de manera directa en la tarea de enseñar. Para alcanzar alguna respuesta, al respecto, es interesante compartir algunas reflexiones. Los docentes muchas veces observamos que los estudiantes, atraviesan una sostenida caída en el grado de aprendizaje, algunas veces tenemos una impresión negativa de ellos porque se los visualiza como poco comprometidos con el estudio, inquietos, dispersos; poco dispuestos para emprender las tareas dentro y fuera del aula, o a esforzarse fuera de los horarios de sus cursadas. A la vez que desarrollan habilidades para “negociar” bajas en las exigencias con los profesores, rendir las materias como un trámite y seguir adelante. Estas situaciones descriptas, en mayor o menor medida, están en las aulas. Son alumnos a los que resulta más difícil incluir en el trabajo colectivo o motivar en el deseo de conocer. El problema, es que actualmente, este número de alumnos es mayor. Lo que se advierte es una brecha generacional y cultural cada vez más amplia, entre las nuevas culturas juveniles y la cultura escolar, entre lo que enseña el profesor y lo que los alumnos aprenden. En las diversas formas de apropiación de la cultura, que los adolescentes tienen a su disposición, priman los saberes mosaico, la simultaneidad de estímulos, la diversidad de lenguajes, la velocidad, y la experiencia en el uso de las nuevas tecnologías. Ellos tienen libre acceso a información que antes era sólo transmitida por el docente, poseen otros códigos comunicacionales, centran sus relaciones en el grupo de pares, y en relación con su entorno, sus subjetividades se han construido dentro de nuevas configuraciones familiares. La sociedad sobrevalora las acciones e imágenes y muchos adolescentes descreen de la palabra de los adultos. Sus modelos son efímeros, transitorios como su realidad. En cambio, la cultura escolar siempre privilegió la apropiación del saber, la linealidad y el orden secuencial. El modelo propuesto por la escuela requiere concentración y sobre todo, tiempo para lograr habilidades cognitivas, expresivas y dialógicas. La experiencia de la “instantaneidad” contrasta así con 8 este modelo. Por lo tanto resulta inevitable admitir las tensiones y desencuentros entre ambas culturas. “Es necesario entonces, interpelar e indagar esos quiebres para facilitar la función adulta en el proceso de subjetivación adolescente, y que ocurra la transmisión cultural”6 Observamos además, que las familias de los estudiantes han cambiado su constitución, hay un incremento de familias monoparentales y ensambladas. A su vez, podemos advertir una importante flexibilización de las relaciones de autoridad y el trato. En este sentido se han democratizado las relaciones de poner de la familia, lo que tiene un costado difícil de resolver: que es el de los límites, antes impensado. No obstante la existencia de estos nuevos modelos parentales, la escuela no puede esperar, contar con familias que sostengan la intervención intencionada de los docentes, para educar estos jóvenes. Tiene una responsabilidad que le es propia. Más allá de las características de la cultura juvenil, hay algo que no debemos ni podemos dejar de lado: la escuela sigue siendo el ámbito donde los adolescentes pasan más tiempo, donde se encuentran los grupos de pares que van a acompañar la transición a la vida adulta. Por ello, “la escuela guarda para sí el privilegio del marco, del ámbito primordial, de la escena central en la que se desarrolla la experiencia de autonomización y crecimiento”7. Adhiriendo a los conceptos expresados por el sociólogo Marcelo Urresti, podemos afirmar que las nuevas culturas juveniles, no se llevan bien con la escuela, ni con la autoridad pedagógica, ni con la autoridad familiar. Algo no tan diferente a lo que ocurría en otros tiempos. Los adolescentes son rebeldes, ponen distancia y llevan consigo el germen de la crítica. Todo esto no significa que el gesto antiescolar implique automáticamente una distancia antieducativa. Estas características propias, los conducen a la búsqueda de conocimientos, a formas alternativas de pensar, a caminos diferentes de los que establecen las instituciones del mundo adulto encargadas de conducir a los jóvenes. En ese sentido, las culturas juveniles 6 Quintana, Claudia. “Brecha entre las nuevas culturas juveniles y la cultura escolar. Del desencuentro a las posibilidades”. en Revista Novedades Educativas Nº208, Bs. As., 2008. 7 Urresti, Marcelo. “Nuevos procesos culturales, subjetividades adolescentes emergentes y experiencia escolar”. En Tenti Fanfani, Emilio (comp.) Nuevos temas en la agenda de política educativa. Siglo XIX Editores Argentina S.A., Buenos Aires, 2008. 9 pueden abrir posibilidades, que la escuela debería aprovechar. Entonces “se trata de potenciar la búsqueda de autonomía que encaran los adolescentes a través del empleo de saberes y conocimientos que la escuela puede brindarles con el fin de fortalecer el espíritu crítico, qué más allá de las manipulaciones comerciales y los empobrecimientos del mercado, las culturas juveniles actuales aspiran a construir8. De acuerdo a los conceptos planeados respecto de los adolescentes y su cultura, los cambios y características, creemos que como educadores, no podemos dejar de tener en claro que, es mediante la reafirmación de la función adulta en la transmisión a la hora de plantear estrategias de mejora. En este sentido, deberemos profundizar en la curiosidad de los alumnos, acercarnos a la cultura juvenil, a sus formas, sus consumos. Hoy ellos definen sus identidades, no sólo en le libro que leen, sino en los programas que miran, el texto multimedia que navegan, la música que escuchan, la película que eligen. Nuestro desafío será aceptar las diferencias, no verlas como obstáculos y convertirlas en parte de la riqueza del vínculo pedagógico. III. Objetivos de la propuesta Los objetivos que organizan la propuesta de gestión institucional, desde la perspectiva antes planteada, son los siguientes: 1. Continuar impulsando el carácter innovador que –desde su fundacióntienen los Colegios de la UNLP, para implementar nuevas acciones que den respuesta a las problemáticas educativas actuales, en el marco de una Universidad pública, gratuita y laica. 2. Profundizar en la construcción de un modelo de gestión que conduzca hacia una cultura institucional de concertación. 3. Promover el debate en la comunidad educativa, para definir participativamente una mejor organización y funcionamiento del colegio, tomando como base los documentos elaborados por la Comisión de Análisis de la Estructura Departamental. 8 Idem cita 6. 10 4. Desarrollar programas de investigación para estudiar y diseñar alternativas que atiendan a problemáticas relacionadas con: el fracaso escolar, metodologías de enseñanza para la diversidad, el aprendizaje de contenidos instrumentales, las relaciones entre pares, el sentido de las disciplinas en el currículo actual, la evaluación de los aprendizajes , la convivencia y otras que vayan surgiendo de propuestas de los docentes. 5. Formular programas de extensión para acercar colegio y comunidad, a través de experiencias que han resultado exitosas para nuestra población. 6. Impulsar la participación de los docentes en la convocatoria anual a Proyectos de Extensión de la UNLP: 7. Impulsar la actualización docente y la formación de equipos de trabajo para la producción de materiales y otras innovaciones pedagógicas. 8. Impulsar la actualización del personal no docente para contribuir al mejoramiento de las tareas que desarrollan. 9. Reformular la distribución del presupuesto en base a proyectos definidos participativamente. 10. Gestionar recursos para posibilitar la restauración de espacios y asegurar mejores condiciones externas en beneficio del aprendizaje y la calidad de vida de estudiantes, docentes y no docentes. 11. Redefinir las áreas que integran los Departamentos No Docentes, con el fin optimizar el funcionamiento. 12. Gestionar ante las autoridades superiores la incorporación de personal no docente, para completar la planta funcional acorde a las necesidades actuales y de acuerdo a las dimensiones del edifício, matrícula y cantidad de docentes. 13. Mantener actualizada la página web para fortalecer la comunicación interna y la relación escuela-comunidad. 11 14. Utilizar la información producida por la autoevaluación impulsada por la Prosecretaría de Asuntos Académics de la UNLP para realizar ajustes sobre la actividad institucional y sus actores. 15. Evaluar la implementación de las líneas de acción para fortalecerlas, replantearlas o redefinirlas, a la vez que generar nuevas, de acuerdo a las necesidades que surjan en la comunidad educativa del Liceo. IV. Núcleos prioritarios para la Gestión Académica “el enemigo de la educación es la idea de lo definitivo, de la determinación de la impotencia, de la irreversibilidad”( Duschatzky, S y Corea, Cristina) . Venimos trabajando desde junio de 2006, reconociendo que la escuela actual, tiene la responsabilidad central, de enseñar a participar en la vida ciudadana en democracia, y a la vez actuar en un universo complejo y variado de saberes, donde el conocimiento es un componente fundamental de competitividad y cuya apropiación se convierte en garantía de integración social. En relación a esto y siguiendo los conceptos de la Lic. Silvia Duschatzky, consideramos que la escuela, que tradicionalmente se centraba en la enseñanza de información, datos y, en el mejor de los casos, conceptos, en la actualidad tendrá que incluir también la enseñanza de procedimientos y estrategias cognitivas para operar sobre el flujo constante de conocimientos y producir nuevos conocimientos. Y como dice la citada autora: “Dado que es imposible capturar todos los conocimientos y perspectivas que circulan en el mundo como también anticiparse a los cambios de paradigmas, la cuestión pasaría por la articulación entre la enseñanza de los conocimientos y la enseñanza de los procedimientos cognitivos para operar sobre él (solución de problemas, metacognición, creatividad)” 9. Se hace necesario entonces, brindar a los estudiantes las competencias indispensables para ejercer su derecho de sujetos productivos, ciudadanos, 9 Duschatzky, S. “El instrumentalismo y el pragmatismo crítico, dos opciones para pensar la educación”, en Poggi, M. (comp.) Apuntes y aportes para la gestión curricular. Bs. As. Kapelusz, 1995. 12 consumidores de bienes y servicios, miembros de diferentes grupos sociales y culturales, y actores de cambio. En este sentido “educar en libertad y para la libertad” es el objetivo central de la propuesta que aquí se presenta. Iniciamos un proceso de diagnóstico que día a día se actualiza, a partir del cual se diseñan las estrategias que parecen más adecuadas para alcanzar respuestas. Esto sin perder de vista la velocidad de los cambios, la angustia y muchas veces la resistencia que generan, y a la vez pensándolos como estimuladores de nuevas acciones. El concepto de estrategia nos remite a una forma de pensar el futuro, equilibrando procesos de planeamiento y ajustes permanentes para cada situación, de acuerdo al contexto, con el fin de rediseñar nuevas intervenciones. En este marco, venimos trabajando núcleos que se constituyen como prioritarios para su atención, integrados en las áreas de Enseñanza, Investigación, Extensión y Organización Institucional. En cada uno de ellos se han elaborado propuestas para su mejoramiento. Estos y otros guiarán el trabajo en los próximos años. A. Enseñanza 1. Enseñar y aprender en la diversidad. Desde hace tiempo, la enseñanza en la diversidad es el desafío de la institución, al momento de poner en juego los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y la posibilidad de mejorarlos. Lo diverso y lo diferente siempre han estado presentes en la escuela. Y en el Liceo, ya en las jornadas de 2007 hemos debatido acerca de si la diversidad es una regla o una excepción. Sin embargo, frente al quiebre de un imaginario de homogeneidad que sostenía la tarea de educar en la escuela pública de la modernidad, y que vuelve "naturales" ciertas prácticas que se corresponden con él, irrumpe una escena más "real", menos velada, que deja al desnudo lo que ha sido una característica de la escuela pública desde la constitución de los sistemas educativos nacionales. 13 Desde esta perspectiva, la escuela y sus actores están obligados a repensar cómo poner en práctica diversas estrategias y dispositivos para el tratamiento de lo diverso, que se vuelve más visible a medida que la universalización de un nivel del sistema se va concretando. De lo que se trata, lo que está en cuestión, es una nueva mirada a la diferencia presente en las escuelas, que por supuesto no implica renunciar a ciertos principios universales, como garantizar la igualdad en el acceso al conocimiento, lo que permite a su vez el pleno ejercicio de la ciudadanía. Pero aún más, lo interesante es repensar cómo procesamos la diferencia no sólo de “los diferentes” sino la diferencia que cada uno de nosotros porta, más lento o más rápido, más simpático o más irascible, más gordo o más flaco, más rubio o más morocho…Tenemos que tener en claro que aún nos queda, a los adultos y a los chicos, un largo camino por recorrer para que la sensibilidad frente a las diferencias tenga otro curso que el rechazo y la estigmatización. Trabajar en la diversidad, significa para nosotros, considerar a la igualdad entre los alumnos un principio y no un objetivo. Estamos convencidos que la escuela pública debe garantizar la igualdad, la accesibilidad y el pluralismo. En relación a la diversidad, se hace necesario reflexionar sobre el rasgo distintivo de nuestra matrícula: su heterogeneidad. Que se advierte en diferencias socioeconómicas, de capital cultural, de trayectos escolares, de constituciones familiares diversas, entre otras. En orden a lo anterior, y siguiendo lo expresado por las especialistas R. Anijovich, M. Malbergier y C. Sigal10, es interesante destacar el concepto pedagógico de “aula heterogénea”. Este concepto “no sólo apunta a tomar conciencia de las variaciones existentes en una población de alumnos en lo que respecta a su inteligencia y sus logros de aprendizaje, sino que incluye diferencias relevantes a la hora de abordar la enseñaza: origen, etnia, cultura, lengua, situación socioeconómica, características personales, estilos de aprendizaje, inteligencias, inclinaciones, necesidades, deseos, capacidades, dificultades, entre otras.” Dentro de este enfoque “pierde fundamento el 10 Anijovich, R. y otros, Una introducción a La Enseñanza para la Diversidad, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2004. 14 principio según el cual debe existir un programa único, general y obligatorio para todos los alumnos ya que su hechura sólo respondería a las potencialidades de una construcción abstracta –el alumno promedio de los programas oficiales- pero carecería de respuestas pedagógicas eficaces para las necesidades concretas y más complejas de los alumnos de carne y hueso”. En consecuencia debe tenerse en cuenta que al atender a la diversidad, se toman decisiones políticas y pedagógicas; y por lo tanto el colectivo docente tiene que debatir y lograr consensos acerca de qué es lo común que todos los alumnos deben aprender, y utilizar estrategias diferenciadoras para que todos ellos logren el dominio de lo básico en una medida aceptable. Una pedagogía de la diversidad no puede apoyarse en la homogeneidad de formas de trabajar. Los docentes tendremos que ser conscientes de las variadas situaciones educativas que se nos presentan, y “aguzar el talento pedagógico para que cada alumno aumente sus habilidades junto con sus capacidades valorativas y reflexivas en función de sus posibilidades o necesidades, para lo cual deberán utilizar variados recursos que estimulen el trabajo independiente y propiciar el aprendizaje de la cooperación entre los estudiantes”11 Es sin duda un desafío para seguir explorando y la comunidad educativa del Liceo puede hacerlo. El reconocimiento y compromiso con la diversidad que caracteriza los grupos escolares, requiere evolucionar en el planteo pedagógico desde un enfoque individualista y competitivo hacia uno que estimule y promueva las relaciones solidarias y cooperativas entre pares. El desafío que implica la enseñanza en la diversidad, entonces nos lleva a fijar y atender prioridades, que surgen a partir de inquietudes que vamos recibiendo por parte de los docentes. Se vienen ejecutando acciones para dar respuesta a las problemáticas de: - el riesgo de fracaso escolar y la retención de los alumnos. - las NEE en el colegio. - El riesgo de fracaso escolar y la retención de los alumnos 11 Idem cita 8 15 Las modificaciones en el nivel de conocimientos y habilidades previas de los alumnos ingresantes en los últimos años, y el aumento del nivel de desgranamiento en 2º y 3º año, llevan a revisar las estrategias de retención que se venían implementando. Para ello se requiere del diseño de recorridos y ayudas alternativas que tiendan a mejorar los dispositivos de sostén de estos alumnos y evitar su fracaso. El fracaso escolar o el fenómeno de bajo rendimiento, según lo consideran las corrientes actuales en Psicopedagogía y Didáctica, es el desajuste entre el proceso de enseñanza propuesto y el aprendizaje efectivamente realizado. Se reconocen múltiples factores que contribuyen a su aparición. La escuela como todas las experiencias significativas en la vida del sujeto contribuye a la construcción de su subjetividad. No obstante, no todas las intervenciones de la escuela tienen valor estructurante. Esto ocurre cuando ella es capaz de llevar a cabo propuestas didácticas que subrayen la producción más que la reproducción, cuando se pone al alumno en el lugar del “poder hacer” y no en el de la imposibilidad, cuando estimula la pregunta en el alumno y la pregunta por el alumno en cada docente. Las intervenciones tendrán valor estructurante cuando presenten el conocimiento como haciéndole falta al alumno. Superando los planteos unicistas adherimos a que el fracaso escolar es un fenómeno complejo, entendiendo como complejo “lo que está tejido en conjunto”. Abandonando los determinismos, sustituyendo la linealidad por la circularidad en el análisis del fracaso escolar, lo consideramos como una problemática compleja y situada. Este enfoque, que concibe a la realidad como un entramado, un tejido en el que todos esos elementos están entrelazados y no aislados, nos ubica ante otra mirada según la cual todos tenemos algo para aportar a la solución, porque en todos reside parte de la explicación de estos procesos de desajuste. La respuesta compensadora que tiende a nivelar para abajo, en lugar de abrir expectativas, reduce el horizonte y posibilidades de otros miembros del grupo. Aparece, además, el desinterés y el abandono. Se ha establecido la hipótesis de que muchos alumnos al comenzar 2º año advierten una distancia 16 entre las exigencias que tiene el colegio y las habilidades cognitivas que han alcanzado a desarrollar durante 1º año. Muchos de estos alumnos parecen renunciar a la actividad escolar, y mostrar un desinterés que luego se instala y se internaliza en el discurso y en la actitud hacia lo escolar. A partir del ciclo lectivo 2007se implementa una estrategia concreta, a manera de experiencia, para aquellos alumnos que han mostrado dificultades en 1º año durante todo el ciclo, y que es la que incluye a los estudiantes que transitan 2° año con altas posibilidades de fracasar. Esta experiencia se ha constituido en el Proyecto institucional de apoyo y seguimiento académico, para 1º año. Con la idea que el sostén tiene que residir en el acceso al contenido disciplinar, los profesores diseñan intervenciones educativas adaptadas a las necesidades de los alumnos que participan de la experiencia, tales como profundización en las explicaciones, diversas modalidades de vinculación con los contenidos curriculares, ejercitaciones, revisión de errores, y preparación de tareas extra áulicas. Este proyecto ha sido provechoso para una parte de los alumnos en riesgo, lo que impulsa a seguir pensando y diseñando dispositivos para el resto. El problema de la retención se convierte entonces en objeto de estudio y análisis en la institución, generándose propuestas tanto fuera como dentro del aula. En esta dirección la preocupación de los profesores de 1º año, llevó a diseñar y poner en marcha un nuevo Proyecto institucional sobre “Interpretación de consignas: una práctica a ser enseñada” para 1º año. La comprensión de consignas no tiene relación directa con la capacidad intelectual del alumno, la disposición para el trabajo o la comprensión lectora en sí misma. Por el contrario se vincula con el desconocimiento de vocabulario, la falta de entrenamiento y la inhibición para preguntar por significados que resultan conocidos para otros. Como dice Anijovich: “cuanto más información les brindemos (los alumnos) acerca de la tarea a ejecutar menos tendrán que consultar a los docentes para comprender cabalmente la sustancia de lo que se les propone realizar”12. 12 Anijovich, R, Marbeiger, M y Sigal, C. Una introducción a la enseñanza para la diversidad. Fondo de Cultura Económica,. buenos aires, 2004. 17 Estamos seguros que la capacidad de interpretar consignas no se hereda sino que se aprende, y por lo tanto se enseña. Como así también que es una herramienta más que no explica la posibilidad del fracaso escolar en los primeros años, sino que es uno de los factores para tener en cuenta. El problema de la retención no se ha agotado, el tipo de gestión que propongo implica estar atentos a las contingencias. Una muestra de esto, es el Programa de Ayuda a la escolaridad, que se viene desarrollando para aquellos estudiantes que presentan una situación de vulnerabilidad socioeconómica. Para este programa confluyen recursos de la Asociación Cooperadora del colegio, del presupuesto asignado a la Institución y recientemente de la Prosecretaría de Bienestar Estudiantil de la UNLP. Dada la complejidad de estos temas, se propone a corto y mediano plazo, continuar acompañando a los estudiantes para lograr su retención, con “programas e intervenciones cuya construcción excede las capacidades de los expertos y requiere de la movilización de los saberes y voluntades de los principales protagonistas del hecho educativo, es decir de los docentes”.13 - Las NEE en el colegio. Las actividades de atención a alumnos con necesidades educativas especiales constituyen un capítulo de la consideración de la diversidad propia de la población escolar. Los procesos de integración, generan una conmoción simultánea de la institución y de la conciencia, de tal manera que es necesaria la revisión de las propias prácticas y la problematización de las conceptualizaciones. Además de la creación y distribución de recursos materiales, intelectuales y técnicos. No se trata de pedir a la escuela que cambie, sino de crear las condiciones para que la escuela pueda inventarse, en un lugar en el que queda habilitada para instituir subjetividades, esto es, que la escuela pueda habilitarse desde un lugar simbólico desde el que pueda conocer al otro como semejante, como diferente y constituirlo en tanto ser humano y sujeto social. No obstante, conscientes de la complejidad que puede caracterizar a algunos casos, desde el año 2007, la institución cuenta con un espacio de asesoramiento pedagógico para situaciones particulares de enseñanza. 13 Tiramonti, Guillermina y Montes, Nancy. La escuela media en debate. Problemas y perspectivas desde la investigación. Manantial, Flacso, Buenos Aires, 2008. 18 Desde el mismo se intenta abrir una instancia para la reflexión y la acción en torno a la atención de la diversidad en educación, basados en un nuevo marco teórico que afirma que todos los alumnos tienen necesidades educativas y que puede establecerse un continuo que no recorte categorías excluyentes según el tipo de diferencias que ha configurado el modelo médico. Estamos convencidos de que las diferencias deben reconocerse, y si la igualdad de oportunidades desliza hacia una enseñanza igual para todos, no habrá salida a partir de la coerción de un proyecto normativo que esté destinado a que los otros se parezcan lo más posible a nosotros. Estaremos en problemas si partimos de una diversidad entendida como una variación tolerada del ideal. Consideramos que todo los estudiantes tienen derecho a no ser pensados como problema y por eso alentamos y seguiremos alentando la elaboración de propuestas didácticas abarcativas y variadas para dar la oportunidad de acceso al conocimiento a todos los alumnos con voluntad de aprender. 2. Reflexión y creatividad: un espacio de actualización. Los cambios que en los últimos años se han venido manifestando en las infancias y juventudes, el avance de las tecnologías novedosas, con la proliferación de los canales de acceso a la información y a la comunicación, las brechas generacionales y las nuevas estructuras familiares, impactan de manera directa en la tarea de enseñar. Los docentes, que se han formado en una corriente de enseñanza tradicional y preparados para recibir un “modelo” de joven se hallan, muchas veces, desorientados y sin respuestas adecuadas para abordar la conducción de grupos con características diferentes a las esperadas. Las exigencias actuales son mayores y más complejas. Se pretende formar a los estudiantes para que tengan autonomía, capacidad para resolver problemas, diversidad de conocimientos, entre otras habilidades. Pero el escenario y los actores escolares, ya dijimos, hoy son otros. Muchas veces, los alumnos y los docentes no definen del mismo modo a la escuela, no concurren a ella para lo mismo. Los docentes preocupados por el conocimiento, los 19 alumnos mucho más por las vinculaciones sociales. No obstante, el encuentro con el saber es lo que podrá hacer libres a nuestros estudiantes, aquello que les permitirá ser transformadores de lo que no aceptan. Si los docentes no llegamos a ellos, si no les acercamos lo que otros ya han pensado y sentido, ese encuentro no se producirá, será una forma de abandono. Surge, entonces, como tema central, la posibilidad de que los docentes estudiemos y comprendamos aquello que se ha dado en llamar nuevas adolescencias y juventudes, así como la posibilidad de inventar, crear juntos formas alternativas de enseñar que estimulen en los alumnos la curiosidad, les permitan desplegar sus conocimientos e incorporar otros. La idea que pusimos en marcha desde el año 2008 se basa en la necesidad de construir espacios para compartir ideas, saberes e incertidumbres sobre las nuevas formas de ser joven; para acercarnos a las nuevas conceptualizaciones sobre la adolescencia, la juventud y los modos de enseñar; para comprender la complejidad que significa ser alumno hoy. Estos espacios internos, en los cuales se ha invitado a especialistas en distintas disciplinas (sociólogos, psicólogos, pedagogos, filósofos) sirven para estimular el intercambio entre los docentes acerca de las formas alternativas de enseñar. En las intervenciones realizadas en los últimos años se han abordado temas tales como: “Adolescencias y construcción de autoridad”, “Escuela, adolescentes y familias: hacia una renovación de los pactos'”, “Los adolescentes y las nuevas relaciones intergeneracionales ante los cambios culturales recientes: un desafío para la educación y las instituciones educativas”, “La evaluación como herramienta de mejora del aprendizaje y la enseñanza”. Además se incluyó un “Taller de trabajo corporal”, un espacio diferente de reflexión y experiencia sobre el propio cuerpo, que el colegio brinda a los docentes en horario extraescolar, como aporte a su mejor calidad de vida y a su educación permanente. Es un momento para la pausa, luego del trabajo del día, para que, a través del movimiento conciente, puedan recuperarse del exceso de tensión acumulado, regenerar la energía, hacer una transición hacia un descanso más pleno o reponerse para continuar con la actividad. Siguiendo en esta dirección, el espacio generado proseguirá durante los próximos años tomando forma, según las inquietudes y necesidades 20 diagnosticadas con el colectivo docente. Porque nos preguntamos con la Dra. Andrea Alliaud, si: “¿no es posible recuperar ese saber, esa experiencia? ¿No será factible detectar y trabajar mediante testimonios, casos, relatos, visitas, experiencias valiosas? ¿Por qué no facilitar el encuentro (directo e indirecto) con eso que salió bien...[…]14 La propuesta es la de continuar con encuentros entre los mismos docentes, por disciplina, áreas, niveles, formación general o formación orientada, preceptores, miembros del Departamento de Orientación Psicopedagógica, con el fin de intercambiar experiencias pedagógicas áulicas, cotidianas, en las que se produce saber. Ellos permitirán compartir el proceso que se ha seguido para llevarlos a cabo. Más que dejar a docentes atrapados en los decires de otros, podrá producir lazos, una trama en la que se encuentren los docentes, las ideas, las reflexiones, las decisiones… No se trata de reproducir lo que otros hicieron, porque cada situación de enseñanza tiene carácter particular y además porque la experiencia es intransferible. Los espacios escolares diseñados de ese modo, permitirán a los docentes encontrarse, compartir experiencias, pero además y esto es lo importante, a tener en cuenta: espacios que abrirán la posibilidad de diseñar nuevas acciones que podrán ser evaluadas de manera constante. Creemos que ya no es posible trabajar en forma aislada. Cada vez el trabajo debe ser más entre todos, porque la complejidad de la escuela así nos lo impone. “Trabajar colectivamente permite decidir con otros qué es mejor para ese momento. Da claves para saber hacerlo en el tiempo oportuno y también para revisar lo que se viene haciendo a fin de hacerlo mejor. En términos institucionales, promueve la acción desde la interacción, desde el trabajo con otros; para el docente, esa conversión del problema, y la responsabilización individual que trae aparejada, ayuda, tranquiliza y permite mejorar, operar.”15 Los espacios descriptos, pueden ser internos, pero también incluirán la participación de especialistas. Pero, el paso central que debemos dar, es la profundización de las relaciones, el acercamiento hacia las instancias vinculadas directamente con los procesos de producción de los conocimientos. Las Facultades, y otras instituciones son las que pueden aportar su 14 Alliaud, Alicia. “La formación de los docentes” en Romero, Claudia (comp..). Claves para mejorar la escuela secundaria. La gestión y los nuevos actores. Noveduc, Buenos Aires, 2009. 15 Idem cita 10 21 especialidad. En esta dirección, se establecerán acuerdos para la realización de talleres, charlas, conferencias. Un ejemplo para destacar es el Acuerdo que el año pasado se estableció con el Departamento de Educación Física de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, para desarrollar un Programa de actualización para los docentes del área de Educación Física del Liceo. Programa que se ha cumplido exitosamente. 3. Convivencia: como práctica de enseñanza. Desde el año 2006 un tema central para la gestión es la convivencia escolar para aportar a la construcción de una cultura institucional de concertación. Consideramos que, “alcanzar una convivencia satisfactoria en la escuela impactará positivamente en una educación más apropiada a las necesidades e intereses de los alumnos, generará mejores y más saludables condiciones de trabajo para los docentes y favorecerá el acceso a una cultura democrática y respetuosa de la diversidad”16. El abordaje de la convivencia en la escuela entonces, nos lleva a reconocer la existencia de conflictos inherentes a variables individuales, grupales y contextuales. Lo importante es no negar ni magnificar los conflictos, sino entenderlos como situaciones problemáticas del accionar cotidiano, a resolver. Esto representa una buena oportunidad para pensar e instalar una discusión colectiva acerca de la dinámica institucional. La modalidad de convivencia que intentamos poner en práctica, como construcción grupal es, sobre todo, un hecho educativo que encierra valores. “Esto significa que cada situación que cuestiona la tolerancia, el respeto, o los deberes y derechos de alguien, requiere un abordaje educativo para su tratamiento. El diálogo, el ser escuchado y el escuchar, constituyen los instrumentos básicos para desarrollar las ideas de alteridad y de reciprocidad, fundamento de toda convivencia”17. 16 Maldonado, H. (compilador), Convivencia escolar. Ensayos y Experiencias, Buenos Aires, Lugar, 2004. IaniI, Norberto y Pérez, Elena, La convivencia en la escuela: un hecho, una construcción. Hacia una modalidad diferente en el campo de la prevención. Buenos Aires, Paidós, 1998. 17 22 Hacia los primeros años de la década de los 90, la UNESCO delineaba las características de la educación deseable para el siglo XXI y allí introducía como uno de los aprendizajes fundamentales el de aprender a convivir. De ese modo, si la convivencia es motivo de aprendizaje, deja de ser vista como algo natural o espontáneo, y por lo tanto de lo que se trata es de construirla. Aprender a convivir tiene aspectos interesantes. Por un lado, los alumnos aprenden a convivir con sus pares, quienes son semejantes y diferentes en múltiples sentidos: afectivo, cognitivo, político, sexual, estético, etc. Por otro, también aprenden a convivir con los adultos, los docentes, quienes a su vez también tienen que aprender aquello que es indispensable enseñar, es decir a convivir. De esta manera se aporta a la edificación de una cultura democrática, pilar fundamental de nuestra Institución, como así también para alcanzar logros educacionales equitativos y de calidad. “Construir convivencia exige, por sobre todo, querer comunicarse y querer dar lugar a la participación y, por ende, crear espacios para la comunicación y ámbitos para la participación, concretos, que excedan las intenciones que no logran realizarse, en los que cada uno de los actores escolares pueda ser escuchado, conocido y capaz de poner su ladrillo en esa obra por edificar.”18 En esta dirección, el año pasado el Consejo de Convivencia, organizó la Primera Jornada Institucional de Convivencia, en la que docentes, no docentes y alumnos, reflexionaron acerca de las problemáticas, identificadas como centrales para discutir y elaboraron posibles respuestas a las mismas. Con el valioso material recopilado, el Consejo elaboró un documento de Pautas de convivencia que se trabajó en las aulas el primer mes de clases. Se trabajó en el tema de los festejos del día del bachiller, como se hizo en años anteriores, para que esa irrupción del “afuera” en términos de lo “no escolar” que se vuelve escolar, pudiera canalizarse en el marco de la institución educativa. Además se hicieron intervenciones en cada curso de 6º año a manera de taller, para abordar la problemática de las “burlas”, o estigmatizaciones que ellos suelen hacer en la fiesta. La propuesta sigue siendo la de continuar ensayando nuevas formas de intervenciones, no sólo en sexto año, sino también en otros niveles. 18 Ídem cita 11 23 Como propuesta para el próximo año, se está discutiendo y analizando la necesidad de hacer una Jornada para los alumnos ingresantes, en la semana previa al inicio de clases, en la que participarán los profesores de primer año, preceptores y miembros del Departamento de Orientación Psicopedagógica. Con el fin de comenzar a trabajar el tema de la convivencia y sus pautas. Los alumnos que ingresan vienen de diferentes escuelas y como tal con diferente sentido de lo que es la convivencia. Pasar de la escuela primaria a la secundaria implica una adaptación, que muchas veces no es sencilla y demanda un esfuerzo compartido entre profesores y preceptores en el trabajo cotidiano. Creemos que si nos anticipamos de alguna manera a esta transición, y comenzamos paulatinamente el trabajo, tendremos mejores resultados. Otro tema que se abordará a corto plazo es el de las “horas libres”, o como suelen llamarse “horas libres de profesor”. Al respecto se analiza la posibilidad de realizar intervenciones conjuntas con el preceptor y miembros de convivencia en aspectos que se consideren de interés y/o preocupación en el curso. En la misma dirección se prevé la elaboración de un proyecto de recuperación de horas libres para la intencionalidad educativa, que incluirá la organización de debates grupales, proyección de videos, recuperación de trabajos prácticos, de acuerdo a los momentos y oportunidad de producirse la hora libre. 4. El rol del preceptor. Entendemos que el preceptor es el que a compaña al alumno durante toda la jornada escolar, es orientador, consejero, mediador, educador en valores (consciente o inconsciente). Intenta facilitar las relaciones entre los distintos actores institucionales y promover la convivencia escolar. Muchas veces sólo encuentra anclaje identitario en los aspectos administrativos del hacer cotidiano, que es importante pero no el único. A través del encuentro y el diálogo soluciona problemas, aconseja, acompaña e intenta que el alumno modifique determinadas conducta y actitudes. Conoce los resultados del aprendizaje, su ubicación en el aula, las 24 materias con mayores dificultas, las inasistencias y sanciones. De tal manera que es uno de los actores institucionales que tiene mayor información de los estudiantes y son consultados de manera permanente. Pensemos que al estar cerca de los alumnos, están en el lugar óptimo para detectar situaciones de riesgo, informando de ello a los padres y al Departamento de Orientación Psicopedagógica. En síntesis, el preceptor procura preparar y mejorar el terreno en el que se desarrolla el hecho educativo, permitiendo de esa manera optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Es importante entonces que: - evalúen y socialicen las experiencias anuales con el fin de enriquecer sus prácticas. - profundicen la articulación con los distintos actores insitucionales. - participen activamente en los procesos de análisis e intervenciones acerca de la convivencia escolar. - conformen equipos de investigación sobre el aprendizaje de la convivencia escolar. - participen en los espacios de actualización docente - integren comisiones organizadoras de las jornadas institucionales -sean parte de la revisión de las reglamentaciones. 5. Pedagogía de la cooperación en el ámbito escolar. La idea de incorporar la “Pedagogía de la cooperación” en el Liceo comenzó a gestarse en el año 2006 y se presentó como proyecto en el primer semestre de 2008. Desde entonces se realizaron diversas actividades tendientes a sensibilizar a la comunidad educativa del colegio, que se destinaron especialmente a los docentes con el propósito de ofrecerles instancias de formación y capacitación en una temática poco internalizada en el ámbito de los colegios de la Universidad. La iniciativa de poner en movimiento un proyecto de este tipo nació a partir del convencimiento de que la práctica de una pedagogía basada en los valores y principios de la cooperación en el colegio facilita la convivencia social, contribuye a crear hábitos de trabajo en equipo y fomenta la democracia como 25 forma de vida. Las experiencias en escuelas de nuestro país y de otros lugares del mundo, muestran que es una alternativa metodológica que promueve el espíritu solidario de los alumnos; que con su práctica se facilita el aprendizaje y se contribuye al desarrollo de las capacidades individuales y colectivas; que estimula la libertad y la creatividad; y que promueve actitudes de respeto y compromiso con la comunidad. Asimismo y compartiendo con Filidoro el concepto de que “……el aprendizaje es un proceso que se da en situación de interacción social con pares y en el que el docente interviene como mediador del saber a enseñar.”19, se propone la actualización metodológica de los docentes en formas de enseñanza que vayan incluyendo progresivamente las estrategias cooperativas por sobre las competitivas. Siguiendo esta línea se vienen desarrollando distintas actividades, tales como charlas con especialistas para los docentes, y talleres de sensibilización. En 2008, se organizó un taller para los miembros del Consejo Asesor. sobre “Introducción al Cooperativismo Escolar: su implementación”. El cooperativismo escolar como expresión concreta de los valores y principios cooperativos y su articulación con objetivos y proyectos de la institución educativa, fueron los ejes principales sobre los que se trabajó en el encuentro. Este año se llevó a cabo el curso semi-presencial “El Cooperativismo en la educación formal” que ya ha dado como resultado dos proyectos en práctica en estos días. Se prevé continuar con estas acciones y dar cursos a algunos proyectos, algunos áulicos, otros que involucran a distintos miembros de la comunidad educativa -alumnos, docentes, padres- que presentaron docentes a partir de las capacitaciones. Se está formando, con los docentes que participaron en los cursos, un grupo de “agentes multiplicadores” con los que se trabajará para elaborar nuevas propuestas. Se participa además en congresos, jornadas sobre la temática. 6. Intervenciones en el Plan de Estudios 19 Filidoro, Norma Psicopedagogía: conceptos y problemas. Bs. As., Ed. Biblos., 2002. 26 Entre mediados de 2006 y el 2008 se realizó un trabajo de recopilación y recuperación de las evaluaciones que se venían realizando en el colegio sobre el Plan de Estudios. Los mismos se difundieron mediante documentos y se organizaron jornadas para analizar la información e intercambiar opiniones. También se realizaron encuestas a alumnos y docentes, cuyos resultados se presentaron en reuniones, talleres y jornadas de debate. La evaluación puede “constituirse en el motor del cambio curricular y del desarrollo profesional de los docentes”. En ese sentido, el énfasis debería ponerse “en los problemas profesionales de los profesores para abordar las dificultades prácticas y los dilemas conceptuales de la actividad docente, y se evalúa para comprobar los efectos deseados o no, que la programación tiene en la práctica”20. El enfoque sobre el Plan de Estudios a través del análisis de los programas que lo componen, implica reconocer a éstos como documentos pedagógicos que explicitan las relaciones entre las áreas de conocimiento, su lógica clasificatoria y las reglas distributivas en el discurso institucional. Es decir, permite identificar la dirección y jerarquía de la selección de contenidos entre el universo posible, las relaciones entre teoría y práctica, entre formación general y orientada, la secuencia con la que se proponen y el marco conceptual en que se fundan. En la actualidad, consideramos el espacio de Seguimiento del Plan de Estudios como un lugar desde el cual: • se toma conocimiento de la intencionalidad educativa, en tanto que plan y programas son productos históricos y documentos públicos. • se estimula la problematización de dichos documentos considerados reflejo de la acción, reflexión y debate de los docentes que los elaboran. • se analizan tanto las propuestas y posibilidades de cambio como las prácticas estabilizadas, en vistas a producir los ajustes que resulten de ese detallado proceso. • se diseñan e implementan intervenciones curriculares derivadas de las acciones precedentes. 20 Porlán R., Constructivismo y escuela, Sevilla, Díada,1993. 27 Para ello se realiza un trabajo de de orientación y acompañamiento a los Jefes de Departamento, Sección y Coordinadoras de las Orientaciones en la tarea de reformulación y ajuste de dichos documentos. En los próximos años la tarea se orientará, además, a lograr la tan necesaria articulación vertical y horizontal entre las asignaturas en el marco de la complejidad que esto representa y que se ha descripto. 7. Articulación con la enseñanza de grado. La articulación entre la formación de pregrado y la formación de grado, está pensada como un espacio de formación académica de cierre de la propuesta curricular y, por lo tanto, incluida en su Plan de Estudios. En el marco de los trayectos flexibles mencionados es de aceptación voluntaria para nuestros alumnos y está enmarcada en el Programa de articulación Universitaria modalidad pasantías Académicas, implementado desde 2008. A través de las Pasantías Académicas se ofrece a los alumnos de 6º año la posibilidad de realizar una experiencia universitaria previa a su egreso del nivel medio que les brinde un espacio de formación complementaria de carácter teórico-práctico en un área de su interés, y favorezca la autonomía en la toma de decisiones, la responsabilidad y el compromiso necesarios para afrontar posteriormente sus estudios y desempeñarse en la vida universitaria. Estas Pasantías son una propuesta de aceptación voluntaria para los alumnos. Para llevarlas a cabo se firman Acuerdos institucionales entre el Liceo y las Facultades, que permitan contar con marcos normativos sólidos que le den sustentabilidad al programa a medio y largo plazo. El Liceo solicita a cada Facultad la presentación de una propuesta de Pasantía académica para los alumnos del colegio a realizarse en el ámbito de los estudios de grado de dicha Facultad. Si bien existían en el colegio antecedentes en articulación con la enseñanza de grado en el área de Ciencias Naturales, estas experiencias no pudieron mantenerse en el tiempo ni extenderse a las otras áreas del Ciclo Superior. 28 En base a estos antecedentes, a comienzos del 2008, desde la Coordinación de Orientaciones se comenzaron a realizar contactos con las Facultades de Humanidades y Ciencias de la Educación, Periodismo y Comunicación Social, Ciencias Naturales y Museo y Ciencias Económicas, los que se concretaron en acuerdos: El resultado de la experiencia fue positivo habiendo realizado y acreditado las Pasantías un total de 16 alumnos. Durante 2009 se incorporaron al Programa la Facultad de Ciencias Exactas, la Facultad de Informática, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales y la Facultad de Bellas Artes. Con estas Unidades Académicas también se están gestionando los Acuerdos correspondientes que permitan formalizar la articulación. A modo de conclusión podemos afirmar que, desde el año 2008 hemos logrado dar pasos importantes en la articulación con la enseñanza de grado. Muestra de ello es que este año, sobre un total de 130 jóvenes que cursan 6º año, 60 de ellos han aceptado la propuesta. La tarea a futuro implica incorporar al resto de las Unidades Académicas y poder ofrecer así a los estudiantes un abanico más amplio de posibilidades de articulación con la enseñanza de grado, que enriquezcan su formación y simultáneamente los prepare para afrontar sus posteriores estudios. 8. Construcción colectiva de la Memoria Desde el inicio de la gestión, entendimos como un tema central en la escuela, la constitución de la identidad individual y colectiva, en la cual la memoria juega un papel esencial. Por ello se viene organizando de manera anual la Jornada “Primavera, Lápices y Memoria”, que ya tiene su cuarta edición. Actividad que reúne a docentes, alumnos e invitados especiales. El colegio, además apoya e impulsa la participación de los estudiantes y docentes, en el Programa Jóvenes y Memoria organizado por la Comisión Provincial por la Memoria. En el mismo se viene participando desde 2006, ininterrumpidamente. La escuela, un ámbito constructor de identidades por excelencia, es el espacio en donde tenemos el deber de plantear todas las aristas de una 29 personalidad democrática, plena de moralidad. Para ello, se necesita el ejercicio de interpelación a generaciones mayores, a protagonistas de luchas pasadas y actuales por los Derechos Humanos, en fin, todo lo que hace a la transmisión de la Memoria. Siguiendo los conceptos de E. Jelin 21 , cuando hablamos de memoria nos estamos refiriendo a las maneras en que la gente construye un sentido del pasado, y cómo se enlaza ese pasado con el presente en el propio acto de rememorar. La construcción de la memoria no es un proceso en el que pueda advertirse una sola dirección, sino que intervienen en él distintos recuerdos en conflicto. Estos se disputan esa búsqueda de sentido a la que aspira una comunidad, los valores que ella sostiene y la identidad en juego. La memoria es entonces un recorte dentro del pasado que a partir de sus inclusiones y omisiones trata de definir y darle un proyecto a una sociedad, a una institución, a un colegio. Damos por sentada la idea de que no existe una sola memoria sino varias. Pero esta distinción no hace referencia sólo a la variedad de miradas en una perspectiva sincrónica, sino a los cambios que se producen en la consolidación de aquella memoria a lo largo del tiempo. De esta manera, queda claro que una sociedad “olvida” cuando la generación poseedora del pasado no transmite su experiencia a la siguiente o ésta directamente lo rechaza. Por el contrario, una sociedad “recuerda” cuando un pasado fue activamente transmitido a las generaciones contemporáneas. “Dicha transmisión, para perdurar en una comunidad, requiere de soportes, vehículos que carguen de sentido, den forma, a aquello que están transmitiendo. Estos vehículos, como monumentos, lugares, aniversarios, filmes, ceremonias, que llevan explícita o implícitamente una representación del pasado, resultan ser múltiples, variados y de diversos orígenes: el Estado, la sociedad civil, la comunidad internacional, los medios de comunicación, los individuos, entre otros, que actúan condicionándose, reforzándose e incluso transformando su contenido”22. En esta construcción de una identidad colectiva, se definió un espacio para los desaparecidos o asesinados por el terrorismo de Estado y que 21 Jelin, E. Revista Punto de Vista, Buenos Aires, 2000. Rousso, H. Revista Puentes, 2001. 22 30 estuvieron vinculados al Liceo. En el salón de actos están desde entonces “presentes”. Como dice el mural que acompaña las fotos: Están aquí, vuelven a estar. Decidimos recordar. Porque recordar no sólo es hablar del colegio que fue sino también del que quiere ser: uno donde la educación esté comprometida con la defensa de los derechos humanos, la verdad y la justicia. 9. Más allá del aula. El valor de la actividad áulica ha sido subrayada en párrafos precedentes. No obstante entendemos el currículo como el conjunto de prácticas educativas que tienen lugar en la institución, sean en el contexto áulico o bien en otros momentos y espacios. En este sentido se estimula la realización de actividades extraprogramáticas fuera del horario escolar, talleres de cine, danza contemporánea, teatro- improvisación, muralismo y otros. Todos ellos para dar respuesta a intereses de los alumnos que exceden los tiempos del aula. Las actividades de campamentismo, son organizadas por profesores del Área, que pertenece al Departamento de Educación Física. Participan todos los alumnos de 1º, 2º y 3º año. El aprendizaje que se produce en estos espacios apartados de la rutina escolar, permite avanzar no solo en la adquisición de contenidos de la Educación Física y la vida en la naturaleza, sino también en la profundización de los vínculos y en el ejercicio de la responsabilidad. La cooperación se plantea como una necesidad organizativa y resulta muy valiosa la experiencia cuando se disfruta compartiendo tareas, tiempo y decisiones. En esta actividad, participan también graduados y estudiantes avanzados del profesorado de Educación Física, quienes se integran a través del Convenio firmado con el Departamento de Educación Física de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, renovado en 2008. El espacio de la “Jornadas Institucionales” es enriquecedor para la experiencia del alumno, de los docentes y no-docentes de la institución, por la particularidad organizativa que presenta. Por una parte esta modalidad permite el encuentro de alumnos de distintos niveles, de docentes y no-docentes en propuestas de trabajo, que pueden elegirse entre variadas opciones. Las 31 actividades se enriquecen con la participación de especialistas de distintas Instituciones, representantes de ONG y otros invitados que acercan conocimientos, opiniones y experiencias sobre los temas convocantes. Es un espacio de intercambio y apertura institucional. La práctica se torna valiosa para el alumno especialmente al permitirle ejercitar la toma de decisiones, la responsabilidad y el compromiso en la participación. La evaluación realizada sobre las actividades nombradas las presenta como un importante complemento de las instancias áulicas, por esta razón proponemos continuar desarrollando estas líneas de trabajo. En particular considerar a las “Jornadas institucionales” como modalidades para abordar aquellas temáticas que se presentan con interés en la comunidad educativa y que se enriquecen con el intercambio entre sus actores. Un ejemplo de ellas, es la Jornada de Reflexión sobe Ecología que se ha realizado en 2007 y 2008, a propuesta del Centro de Estudiantes. 10. Autoevaluación. Desde el comienzo del ciclo lectivo 2009, estamos participando en el proceso de evaluación, que impulsa la Prosecretaría de Asuntos Académicos de la UNLP, con el objetivo de enriquecer el quehacer pedagógico institucional. Las actividades de autoevaluación no sólo pueden se dirigidas a participar de un programa general de los colegios, es necesario tomarlas como parte del enriquecimiento institucional y personal. Para ello se desarrolló la construcción colectiva de los instrumentos de evaluación de los docentes, destinados a la elaboración del concepto docente, y a aportar a la reflexión debate e intercambio sobre las propias prácticas. Entendemos que la autoevaluación institucional es una construcción social sobre el conocimiento acerca de la propia escuela, sus procesos y resultados. En este sentido resignifica la perspectiva de la gestión escolar en cuanto a las acciones que se propone. Por esto es importante continuar lo iniciado al interior del colegio, e idear nuevas intervenciones que nos permitan tener una visión más acaba de todas sus dimensiones. La autoevaluación se constituye en un dispositivo que 32 posibilita el aprendizaje organizativo y el aprendizaje del docente y fin es el de mejorar los aprendizajes de los estudiantes. B. Investigación Según el artículo 15º del nuevo Estatuto de la UNLP, una de sus funciones básicas es la de promover la investigación, la cual es abordada de modo particular por cada una de sus instituciones. En el caso específico de los colegios que integran el sistema de pregrado creemos que dicha función debe articularse con uno de sus principios fundacionales: el de innovación pedagógica. Esta idea parte del hecho de que en estas instituciones el principal objeto de indagación lo constituyen los temas y problemáticas relacionados con los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Y en orden a esto, las innovaciones deberían pensarse como modos creativos de dar respuesta a los problemas estudiados. Sin embargo, en la práctica, estas dos actividades no aparecen lo suficientemente ligadas, o se desarrollan de manera informal. Con esto queremos significar que en las actividades de observación, análisis e interpretación, que los docentes llevan a cabo cotidianamente en la escuela, subyacen acciones de indagación sobre lo que ocurre en el aula, los contenidos que se enseñan, las estrategias metodológicas por nombrar algunas, y a la vez se elaboran propuestas tendientes a mejorar el enseñar y el aprender. Y si bien estas iniciativas (de las cuales podríamos citar muchos y variados ejemplos) son muy valiosas y expresan la buena voluntad de los docentes que las llevan a cabo, se desarrollan de manera aislada y la más de las veces sólo son compartidas entre colegas de la misma disciplina, de otras o por nivel de enseñanza. De todos modos, este cuadro de situación constituye un terreno fértil para promover el desarrollo sistemático de procesos de investigación e innovación educativa. El listado de temas posibles abarca desde: la efectividad de las estrategias, las técnicas más favorecedoras de los procesos constructivos, los procesos reflexivos de los estudiantes, las razones de sus dificultades, entre otros. Es cierto que los docentes tenemos la agenda cargada de actividades y no encontramos espacios para desarrollar nuevas. Tiempo que se distribuye 33 entre el diseño de las clases, preparar actividades, seleccionar bibliografía buscando nuevos contenidos, corregir las producciones, atender a los padres, y tantas otras. Pero, y aquí creemos que hay un punto de inflexión que merece ser atendido, siguiendo los conceptos de Edith Litwin, son los docentes quienes tienen numerosos interrogantes –entramados en los problemas prácticos de la enseñanza- y quienes están en mejores condiciones de darles respuestas a través de un proceso de indagación rigurosa. En palabras de la autora: “el conocimiento pedagógico que poseen los hace aptos para este proceso más que a ningún otro especialista. Sociólogos, antropólogos, psicólogos se hacen preguntas relevantes y llevan a cabo una enorme cantidad de investigaciones de indudable valor, pero son los docentes quienes poseen una experiencia práctica, fruto de una tarea cotidiana, que abre incertidumbres y perplejidades.”23 En suma, y conscientes de la debilidad que esta área tiene en el Liceo, nos proponemos desarrollar una política sostenida en investigación que comenzará a desplegarse en el corto plazo, con la convocatoria a la formación de equipos docentes que estén interesados en desarrollar proyectos de innovación áulica. Para los cuales se gestionarán los recursos necesarios con el objeto de que sean rentados. Se impulsará, en el mediano plazo, el debate en los ámbitos que correspondan, para pensar y analizar la reformulación de las dedicaciones docentes, de modo tal, que incluyan dedicaciones parciales a la docencia y la investigación y a la docencia y extensión A mediano plazo, y considerando que en el futuro proyecto estratégico de la UNLP. se explicita que esta casa de estudios debe proponerse fortalecer las unidades de investigación de los colegios universitarios, se planificará la creación de un área que sistematice, proyectos, programas y acciones de investigación. A su vez, y también a mediano plazo, se impulsará que los equipos docentes del colegio, puedan participar en el Programa de Incentivos a la investigación, que actualmente desarrollan las Unidades Académicas. 23 -Litwin, Edith, El oficio de enseñar. Condiciones y contextos. Bs. As., Paidós, 2008. 34 Estamos seguros que el camino a seguir, se basa en la transformación de los actores de la escuela, en una comunidad que indaga y que por lo tanto colabora en una propuesta de profesionalización de la enseñanza. C. Extensión. Otra de las áreas en las que el colegio no ha desarrollado una actividad sistemática, es sin duda la de Extensión. Si tenemos en cuenta que en el Art. 17º del Estatuto de la Universidad, especifica que la extensión universitaria se hará “con el objeto de generar conocimiento a través de un proceso de integración con el medio y contribuir al desarrollo social”, nos cabe que como colegio tendremos que comenzar a trabajar para que las experiencias que se producen y se ponen en práctica en las aulas, puedan transmitirse a otras instituciones. En realidad, las acciones que podamos realizar en esta área son complementarias de las de investigación y tendrán que desarrollarse paralelamente. En la actualidad, podemos considerar como los primeros pasos dados en el tema, las distintas experiencias áulicas e institucionales que se han presentado en el espacio de la Expo-Liceo, creado con ese fin en 2007 y que se repitió en 2008. Además en el mismo sentido se viene participando también en la Expo Universidad desde 2006 de manera ininterrumpida.. La propuesta a corto plazo es dar lugar a una iniciativa de la Secretaría de Extensión de la Universidad, que incluye la realización de talleres para los docentes interesados en el tema, con el fin de brindar asesoramiento en la presentación de proyectos. La idea es comenzar a desarrollarlos desde marzo de 2010. Además, se impulsará la participación en la convocatoria a proyectos de Extensión que la UNLP hace anualmente y en la que se han incluido los colegios. Para fortalecer el desarrollo del área se gestionarán los recursos necesarios ante las autoridades correspondientes. En este sentido, acordamos con lo dicho en el mencionado Art. 17º del Estatuto, donde se expresa 35 claramente que se estimularán los trabajos de extensión, como así también que acordarán becas y/o subsidios. D. Organización institucional 1. Consejo Asesor. Se continuó en la profundización de la dinámica propositiva y consultiva, de manera que se estableció la frecuencia mensual en sus reuniones, con temario previo y confección de actas, que están a disposición de todos los docentes. Todo esto está contribuyendo a mejorar la calidad de la comunicación intrainstitucional. La elección de los Jefes de Departamento, de Sección y de Subregentes, por sus pares, se mantuvo y se incluyó la presentación de un Proyecto para la gestión. Este mismo sistema se continuará aplicando. Asimismo y teniendo en cuenta que los colegios, hoy tienen representación en el Consejo Superior, en el que se participará activamente, propondremos una modificación en el Reglamento General de los Colegios, para que el Consejo Asesor tenga carácter propositivo. Se propiciará a corto plazo la discusión en el colegio, acerca de la inclusión al Consejo, de un miembro del personal no docente y de los alumnos, para que adquiera una dinámica de funcionamiento que se asimile a los Consejo Directivos de las Facultades. 2. Comisión de análisis de la estructura departamental. Entre los meses de julio y diciembre de 2008, con la formación de una comisión ad-hoc integrada por seis docentes de distintas disciplinas, comenzó un camino hacia el análisis de la estructura departamental del colegio. Entendiendo que la misma tiene un recorrido de más de cuarenta años, consideramos que podría ser revisada a la luz de los avances del conocimiento. El informe producido, que tomó como base algunas apreciaciones realizadas por el Consejo Asesor, además de instrumentos elaborados por la comisión, será objeto de discusión en el corto plazo, en primera instancia en el Consejo Asesor y luego entre todos los docentes. 36 3. Biblioteca Entendemos que la Biblioteca del colegio debe ser considerada como un espacio de enseñanza y aprendizaje. Por lo tanto será necesario iniciar un trabajo integral que abarque los siguientes aspectos: - Capacitación del personal a partir de convenios con la Biblioteca de la Facultad de Humanidades, la Biblioteca Pública del Departamento de Bibliotecología de la citada Facultad. - Ampliación y actualización de los recursos -libros-revistas- computadoras-, con presupuesto propio y con la colaboración de la Asociación Cooperadora del colegio que viene manifestando su interés al respecto. - Mejoramiento del espacio actual para incorporar computadoras para uso de alumnos y docentes. 4. Comunicación Consideramos que la comunicación institucional puede mejorarse día a día y ha sido nuestra intención trabajar en esa dirección. Los resultados se evalúan como positivos. La incorporación del correo electrónico para informar a los docentes y no docentes de las actividades del colegio de otras instituciones, de las decisiones generales, de reuniones ha funcionado de manera permanente. El boletín “Noticias del Liceo”, desde hace dos años, nos ha permitido socializar la tarea cotidiana. Hoy la inauguración del espacio virtual, a través de la página web optimiza la comunicación interna y nos acerca a la comunidad. En el mediano plazo, se propone la reorganización de las tareas de quienes intervienen en el diseño e incorporación de contenidos en la página ya que el desafío de tenerla incluye además, el de mantenerla actualizada. 5. Espacios para mejorar la dinámica educativa Sabemos que la educación secundaria en la actualidad, tiene el desafío de preparar a las futuras generaciones para una mayor amplitud y diversidad 37 de conocimientos y capacidades que hagan posible su participación competente en un mundo más interdependiente y en continuo cambio. En párrafos anteriores decíamos que la idea es trabajar en estructuras abiertas y flexibles, lo que lleva a definir espacios polifuncionales, a pensar en una mayor disponibilidad de herramientas e insumos par la experimentación, la simulación, la aplicación y la creatividad, pero sin dejar de lado los ya conocidos. Conscientes de que es necesario crear nuevos espacios para el aprendizaje que ofrezcan alternativas a la dinámica áulica tradicional, se propone a corto plazo, cambiar los bancos de las aulas, por mesas de trabajo que favorezcan la posibilidad de desarrollar el trabajo en grupos y optimicen el espacio que en la mayoría de las aulas no es amplio. La incorporación de nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza y aprendizaje nos obliga, no sólo, a gestionar recursos para adquirir computadoras sino también para incorporarlas en otros espacios. En este sentido y a mediano plazo, se prevé la restauración del ex gimnasio de la planta alta, para organizar allí un lugar en el que los estudiantes puedan hacer sus tareas grupales, cuenten con computadoras para conectarse a sitios de interés, puedan disponer de bibliografía más actualizada para su consulta y la posibilidad de armar un microcine de tal manera que, en el mismo lugar, ellos accedan a mirar el material de videos, DVD y de televisión. 6. Recursos El regreso a su sede histórica en 2006, significó un logro que la comunidad educativa del Liceo valora y reconoce. Pero es sabido que nos encontramos con un espacio físico que hubo que resignificar, debido a que la comunidad educativa no tuvo participación en la asignación de los lugares. Desde entonces, se comienza a intervenir en el espacio allanando las dificultades que surgen en lo cotidiano. En esta dirección se generan canales de diálogo con los responsables de las áreas de la Universidad y en una tarea consensuada se van resolviendo dichas dificultades. En la actualidad, una de las preocupaciones centrales es el mantenimiento del edificio que comienza a mostrar signos de deterioro. Se han iniciado y se continuarán realizando gestiones ante la Secretaría General de la 38 UNLP. y la Dirección General de Planeamiento, para solucionar estos problemas, pero todo esto significa que debemos continuar gestionando nuevos recursos, no sólo materiales sino también en lo que respecta al personal del área, sin los cuales resulta imposible sostener en forma adecuada la dinámica escolar. En esta misma dirección seguiremos gestionando que se incorpore personal para el área de Servicios General ya que la cantidad de no docentes no es acorde a las dimensiones del edificio. Para ilustrar lo dicho: en el turno mañana contamos con dos personas para la limpieza, en el de la tarde con tres, en el vespertino con dos. Siempre considerando el personal de planta permanente. La única diferencia respecto del edificio anterior es que después del horario escolar, las aulas, pasillos y baños son limpiados por un grupo de trabajadores que financia la UNLP, luego de haber transferido -a comienzos de 2006- una suma de dinero de nuestro presupuesto. 7. No Docentes Entendemos que el área del personal no docente es de vital importancia para el desarrollo de las actividades académicas y administrativas del colegio. Somos conscientes de que la cantidad de recursos con los que se cuenta, no es suficiente. Dentro de esta situación se avanza en la optimización de las actividades que desarrollan. En esta dirección, se sigue impulsando que el personal participe de las instancias de actualización que la UNLP brinda de manera gratuita. Además estamos en un momento en el que –de no mediar inconveniente alguno- se hará realidad el pase a planta del personal precarizado. Tarea que ha llevado un gran esfuerzo no sólo a la gestión, sino al delegado de la institución, y a la secretaria administrativa. Ha quedado pendiente aún, la reformulación del perfil del Departamento de Medios Audiovisuales, orientándolo hacia la formación de un centro de producción audiovisual-multimedia, para docentes y estudiantes. La idea es que en el corto plazo podamos avanzar en esta dirección. 39 8. Otras acciones. Iniciaremos la organización de la memoria académica de la institución. Retomaremos la revisión del Reglamento de los Colegios de la UNLP, al interior del Liceo, con la participación de las áreas de Regencia y Subregencia y en coordinación con los demás Colegios, en el Consejo de Enseñanza Media y Primaria. Se impulsará un trabajo conjunto con el resto de los colegios de la UNLP. para elaborar un anteproyecto de reforma de la Ordenanza Nº129, y presentarlo al Consejo Superior. Seguiremos con la organización del Archivo histórico del colegio, gestionando recursos para sistematizar todo lo allí reservado y se reorganizará el espacio que actualmente ocupa. Se impulsará la organización de jornadas de interés estudiantil con el Centro de Estudiantes. Continuaremos con la incorporación de los alumnos en instancias de encuentros institucionales. 40 V. La paradoja de un cierre que nos lleva a la apertura. Es cierto que nunca podremos capturar en su totalidad los sentidos de las diversas situaciones que acontecen en la institución, y en las que intervenimos, ni tampoco que el proyecto que se pone en juego responda al conjunto de motivaciones o expectativas de los actores educativos. Pero lo que sí es seguro que nuestra posición es seguir escuchando, proponiendo, creando condiciones, rectificando el rumbo, buscando…. En síntesis, se trata de “hacer la escuela” llevando a cabo un conjunto de acciones capaces de instituir una situación educativa efectiva, en un contexto sesgado por la pérdida de sentido de las instituciones, recuperando aquellos hilos de la historia escolar que hagan posible ese puente entre pasadopresente, en los que la pluralidad de voces vincule a las generaciones, se pongan en juego las voluntades de los alumnos y el deseo, para pensar otros mundos posibles. Sigamos pensando, deseando, apostando y trabajando para educar en libertad y para la libertad…. 41 VI. 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