··· 3. La estructura de las clases de acuerdo con la infusión ··· Nota: tanto el resumen como la traducción al español fueron realizadas de manera voluntaria por Aprender a Pensar, quien tiene responsabilidad única sobre la misma. Los tipos de habilidades de pensamiento útiles para todas las áreas pertenecen a tres categorías principales: las habilidades para generar ideas (pensamiento creativo), las habilidades para clarificar ideas (análisis), y las habilidades para valorar la sensatez de las ideas (pensamiento crítico), que permiten hacer juicios adecuados. Estas tareas raramente son utilizadas por separado, pues en los procesos naturales de pensamiento se encuentran entremezcladas: las tres intervienen para tomar decisiones y resolver problemas en nuestra vida diaria. Por ello es necesario (y el programa del NCTT cumple con esta premisa) formar a los estudiantes en las habilidades de pensamiento concretas de cada una de las tres áreas, separadas de su contexto de aplicación, a la vez que, intercaladamente, se les enseñan estrategias de toma de decisiones y resolución de problemas; éstas últimas son tareas complejas que incluyen, entremezcladas, las habilidades concretas. De esta manera se explicita el vínculo entre el aprendizaje de habilidades “aisladas” y las situaciones reales en las que el alumno tendrá que utilizarlas. Alternar estos dos enfoques permite que los estudiantes “aprendan a pensar” de un modo completo y realmente útil para ellos. Los modos en los que tradicionalmente se ha abordado la enseñanza de habilidades y procesos de pensamiento han sido fundamentalmente dos: enseñanza directa del pensamiento en contextos no-curriculares, y la utilización de métodos que favorezcan el razonamiento en la transmisión de contenidos. La infusion es similar en ciertos aspectos a estas aproximaciones, pero difiere en otros. La enseñanza directa de habilidades del pensamiento implica aprender a utilizar estrategias explícitas de razonamiento, a través del lenguaje apropiado y los procedimientos para hacerlo correctamente. Pero este tipo de instrucción directa suele tener lugar en cursos independientes del currículo, con materiales especiales con los que los estudiantes aprenden procedimientos de clasificación o valoración de argumentos para practicar habilidades lógicas. Como se enseñan separadas de los contenidos, estas habilidades necesitan luego ser vinculadas al currículo de manera externa. En contraste con este enfoque, y como hemos visto anteriormente, la infusion supone mezclar la instrucción directa en habilidades de pensamiento con los contenidos curriculares. Por tanto incluye métodos para favorecer el razonamiento, como el aprendizaje cooperativo, el diálogo socrático o los organizadores gráficos, pero no se reduce a ellos. El modo en que tradicionalmente se utilizan estas técnicas sigue estando orientado a los contenidos. La infusion, sin embargo, implica introducir en la enseñanza de los contenidos un énfasis explícito en las técnicas de razonamiento, de manera que los estudiantes pueden mejorar el modo en que piensan. Se gasta tiempo de clase tanto en enseñar a pensar como en transmitir contenido. La manera en la que esto se lleva a cabo puede ser ésta: El profesor hace una introducción a una habilidad o proceso de pensamiento demostrando la importancia de llevarlo a cabo correctamente El profesor guía con directrices explícitas a los alumnos en la práctica correcta del razonamiento a la vez que aprenden conceptos, datos y procedimientos de los contenidos curriculares El profesor hace preguntas reflexivas que ayudan a los estudiantes a distanciarse de lo que están pensando, de modo que pueden evaluar la manera en que lo hacen y desarrollar un plan para hacerlo correctamente El profesor refuerza las estrategias de pensamiento proporcionando oportunidades a los estudiantes para llevar a cabo el mismo tipo de razonamientos por sí mismos Fuente: National Center for Teaching Thinking- Lessons ( http://www.nctt.net/infusion_chapter1.html ) Traducción de Aprender a Pensar