Doctrina de la Real Malicia. La CSJN dejó sin efecto... de $100 mil contra el periodista Jorge Lanata.

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Doctrina de la Real Malicia. La CSJN dejó sin efecto una condena
de $100 mil contra el periodista Jorge Lanata.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó sentencia el pasado 30 de Septiembre de 2014
dejando sin efecto una condena aplicada por la Cámara Civil de Apelaciones que ordenaba que
el periodista Jorge Lanata indemnizara a la ex Jueza Kemelmajer de Carlucci con $100 mil
(aprox USD 10 mil al mes de Octubre de 2014 en Argentina). En concreto. el Máximo Tribunal
de la Nación hizo propio el dictamen del Procurador General emitido el 29.3.2012.
HECHOS.
Los antecedentes del caso se remontan a más de 10 años atrás (2003) en momentos en que se
estaba conformando la composición de los Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En ese momento, el periodista Jorge Lanata era el conductor del programa de TV “Día D
Clásico” que se emitía por el canal AMERICA TV y en el mismo se refirió a la Dra Kemelmajer
de Carlucci como una de las posibles candidatas a conformar dicho Tribunal pero que había sido
desestimada por el Poder Ejecutivo de la Nación.
El periodista informó que ello se debió a que hubo una serie de denuncias penales que habrían
dado cuenta de que la magistrada habría utilizado su influencia como jueza en beneficio de su
marido, Nedo Carlucci también abogado, en dos causas, otorgándole “ventajas procesales”.
DEMANDA. SENTENCIA. DOCTRINA DE LA REAL MALICIA. PRECEDENTE
"PATITO" del año 2008.
Por esa información, la Dra. Kemelmajer de Carlucci demandó civilmente a Lanata, a su
productora y a América TV por daños y perjuicios, obteniendo fallos favorables en Primera
Instancia (se dispuso una indemnización de 200 mil pesos) y Cámara (la Sala D confirmó el fallo
pero disminuyó el monto a $100 mil). Al llegar el caso a la Corte, ésta validó las conclusiones del
Dictamen del entonces Procurador General de la Nación -Esteban Righi- revocando así la
condena referida.
La Cámara Civil había indicado, para justificar la responsabilidad del periodista, que había
actuado con "real malicia" en la difusión de la información vinculada a la actora que era Jueza al
momento de instar su reclamo. Ello así en tanto, según la Cámara, la accionante había aportado
un acta notarial que daba cuenta que de la supuesta inconsistencia de la información y que, pese
a ello, el periodista mantuvo su postura de no desdecirse, lo cual habría demostrado su
intención concreta de dañarla en su honorabilidad al difundir información falsa.
Por el contrario, la CSJN (conformada en parte por conjueces)consideró que debía aplicarse el
precedente “Patitó” en el que se dispuso que cuando se brindare información de relevancia
pública y ella afectare el honor de una persona, “sólo puede dar lugar a responsabilidad
jurídica si el agraviado en su honor prueba la falsedad de la información
propalada y el hecho de que fue difundida a sabiendas de su falsedad o con
temerario desinterés acerca de su probable carácter falaz”.
En relación a la falta de probanza, destacó el Procurador que el acta notarial mencionada no era
prueba suficiente para considerar que el periodista hubiera actuado con conocimiento de la
supuesta falsedad de la información. Ello así ya que solo consistía en los dichos de la propia
actora. Por otro lado, destacó el Procurador que “el tema sobre el que versaba la información
objetada -el de las consideraciones que el Poder Ejecutivo habría tomado en cuenta para no
nominar a la actora como candidata a la posición de jueza de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación- era de un innegable interés público; y, finalmente, el agravio de la demandante se
deriva del alegado carácter falaz de la información difundida”.
Por otra parte, el Dictamen del Procurador rechazó la conclusión de los tribunales inferiores, en
el sentido de que tuvieron por falaz la información divulgada por el periodista en razón de que
los procesos penales a los que las denuncias aludidas por Lanata habían dado lugar concluyeron
en sobreseimientos y que “en ellos no habla figurado como imputada la actora -aunque si
aparecía involucrado su marido como testigo o imputado” y que uno de los denunciantes, fue
condenado como consecuencia de una querella promovida por la jueza.
En concreto, el dictamen expresa que sin perjuicio de que las denuncias penales hubieran
concluido con sobreseimiento y condenas "no muestra que ellas no existieron, ni es un elemento
idóneo para refutar la proposición de que el Poder Ejecutivo descartó la candidatura de la
actora motivándose en parte en el hecho de que existieron tales denuncias”. El dictamen insiste
en remarcar que la noticia bajo análisis no consistía en determinar si el supuesto tráfico de
influencias tuvo lugar o no sino que se vinculaba con aquella la información que refería que el
Poder Ejecutivo de la Nación había descartado a la actora como candidata a ocupar un cargo de
Jueza de la CSJN.
Sin embargo, el Dictamen eleva una crítica hacia el trabajo del periodista lo cual, sin embargo,
no iba a cambiar el rumbo de la opinión de que se revoque la condena. Destaca el Procurador
que el relato del periodista Lanata fue incompleto, en el sentido de que dejó de lado
datos accesibles -en particular, el desenlace procesal de las denuncias en cuestión
y la respuesta judicial respecto de uno de los denunciantes- que habrían servido
para contrarrestar un posible juicio negativo que el televidente podía haberse
formado acerca de la actora sobre la base de la información sobre la existencia de
las denuncias y sospechas y de la decisión del Poder Ejecutivo de no impulsar su
candidatura”.
Es más, agregó que “un relato informativo parcial, incompleto o sesgado puede ser tan lesivo
para el honor de la persona implicada como la emisión de una información llanamente falsa”.
Pese a ello, y resaltando la relevancia del derecho humano a recibir información, "el alcance
del derecho a la libertad de expresión de quien brinda información públicamente
relevante que afecta a personas públicas es tan amplio que sólo deja lugar para la
atribución de responsabilidad civil en un grupo más bien excepcional de casos, a
saber, aquellos en los que la información propalada es probadamente falsa y quien
la emite lo hace a sabiendas de su falsedad o exhibiendo un desinterés temerario
en relación con su probable carácter falso”.
Coincidiendo con la doctrina sustentada en el caso "Patitó", sostuvo el dictamen que “para que
las omisiones que la cámara atribuye al señor Lanata puedan dar lugar a
responsabilidad civil por daños, la actora debería probar que el demandado omitió
dar esa información a sabiendas de que al no mencionar esos datos ofrecería una
imagen falsa de la actora”, por lo que se llegó a la postura de que en el caso, la doctrina de la
Corte sobre libertad de expresión no fue aplicada correctamente.
De allí que concluyó en afirmar que "el demandado fue negligente al propalar la
información deshonrosa” pero, en lo que respecta a la exigencia que prevé la
doctrina de la real malicia, la negligencia un “factor insuficiente”, “para la
imposición de responsabilidad civil por la emisión de noticias falsas sobre temas
de relevancia pública que afectan a personalidades públicas como la actora”.
CONCLUSION
Una vez más la CSJN ha ratificado la vigencia de la Doctrina de la Real Malicia en un caso que
deja múltiples aristas para analizar y por supuesto para opinar en coincidencia o no del fallo
final.
De las constancias de la causa analizadas por la Procuración General que fueran validadas por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, se advierte una situación paradójica: 1) La información
emitida por el periodista Lanata respecto a que el Poder Ejecutivo de la Nación desestimó la
candidatura de la actora para Jueza de la CSJN por supuesto tráfico de influencias, no logró ser
rebatida por la Dra Kemelmajer. 2) Sin embargo, el fallo concluye en que el periodista Lanata
actuó con negligencia al propalar la información deshonrosa por resultar inexacta. Es decir, se
entiende que Lanata actuó con descuido pero NO con "despreocupación temeraria" lo cual SI
hubiera generado que el periodista fuera responsable y, por ende, que debiera indemnizar a la
Dra. Kemelmajer.
La inexistencia de responsabilidad de Lanata -que la actora no haya cumplido con la manda de
la doctrina de la real malicia- dejó a un lado que el Tribunal se expida sobre la eventual
responsabilidad solidaria del canal AMERICA TV.
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