SEMINARIO sobre LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA Madrid, 18–12–2005 Prof. Jacinto Rivera de Rosales Apuntes de los alumnos Quien esté interesado en el resto del tema, puede escribir un e–mail a editora@realidadyficcion.org La Estética transcendental Estudio de lo sensible. El juicio analítico analiza el concepto que hace de sujeto. El concepto en sí mismo es una síntesis, es una regla de síntesis como concepto. Debajo de todo análisis hay siempre una síntesis previa. El primer momento de todo conocimiento es la síntesis. § 15: Analizar es sacar, descomponer lo que hemos puesto previamente en la síntesis. Se trata de un pensamiento hecho por medio de un acto sintético. Quine se plantea esa división entre juicios analíticos y juicios sintéticos: todos los juicios en rigor son juicios sintéticos. Previamente al análisis hay un acto de síntesis. Se configura el concepto más o menos conscientemente. Plantearse si se trata de un juicio analítico o de un juicio sintético es un problema artificial. § 10 y 15: todo conocimiento es principio de síntesis. Sólo después de la síntesis, mediante conceptos, podemos analizar qué es lo que pensamos. La existencia nunca puede formar parte de un juicio analítico. La existencia nunca puede estar dentro del concepto, sino que tiene que venir dada por la experiencia. Ésta es la crítica que hace Kant al argumento ontológico de la existencia de Dios. La existencia no forma parte de los conceptos. Nota: “posición” significa afirmación. “Poner” significa afirmar algo de algo con todos sus conceptos. El “es” utilizado como cópula no está en el orden de los conceptos. La existencia nunca puede entrar en el concepto, así lo decía también Santo Tomás. Todo lo demás puede entrar en el orden de los conceptos. En Hegel, sí, la existencia es un concepto. La incluye dentro de las categorías. Se trata de una oposición radical. También en Spinoza (el concepto de Dios incluye su existencia). La Estética transcendental En Qué es la Ilustración: no se puede ser cobarde ni perezoso para poder ser libre. El ser por sí mismo excluye el miedo y la pereza. En Fichte: la inercia y la pereza van en contra del ACTUAR, que nos lleva a la realidad que debo ser. Conocer la realidad que no protagonizo requiere dos actos: Dos facultades de conocer: 1) Una primera facultad por la cual yo puedo recibir la otra realidad que no soy: es la SENSIBIILIDAD, lo que estudia la Estética transcendental. 2) Otra facultad para poder ordenarlo, sintetizarlo, interpretarlo, darle sentido. No es que haya un conocimiento sensible desligado de la interpretación. Tienen que darse las dos cosas. No es que haya un conocimiento sensible que después se hace inteligible. En Kant no existe lo uno sin lo otro. No hay un conocimiento sensible distinto de uno inteligible. Pero Kant los separa para el análisis, porque son elementos de la síntesis subjetiva. Los elementos se pueden distinguir. En la confusión no hay conciencia. Para el análisis es necesario conocerlos en su diferencia. Cuando se produce la confusión de estos elementos, estamos ante la locura. Lo primero es la síntesis. La separación es meramente ideal, no es real. Pero el discurso es lineal, primero tenemos que decir una cosa y después otra. Todo se da a la vez, pero no debemos confundirlo, hemos de diferenciarlo. Se trata de dos facultades de conocer. Dos momentos de la facultad de conocer. En primer lugar, es necesario que la otra realidad me venga dada: intuición; inmediatez; singularidad del objeto. Esa intuición, inmediatez, sólo sirve para un objeto concreto. Es un contacto directo, inmediato con los objetos. Inmediatez y singularidad van de la mano. Nota: en español “inmediato” incluye el sentido un sentido temporal que no está en el término alemán. En alemán significa solamente que no tiene mediación. Esta intuición inmediata es distinta al concepto, que consiste en una regla de síntesis e interpretación. El concepto es el segundo momento del conocer. Que se produce por medio de un conjunto de reglas, no se trata de un conocimiento caótico. Así la experiencia pasa a ser una experiencia reglada. El concepto no es inmediato ni singular; es mediado a través de la intuición, y es universal (sirve para todos los casos). Los conceptos, las categorías, establecen una relación entre los objetos, un nexo. Configuro una forma de atrapar la realidad. “Natura formaliter expectata”; considerada de una determinada forma. Es mi imagen del mundo. Consiste en crear una red de interpretación. Esas reglas de interpretación son las que estudia la Lógica transcendental. Hay cuatro niveles de reglas: El sujeto transcendental se pone en cuatro niveles diferentes intentando esa síntesis, para lograr su interpretación y su comprensión. 1) Nivel de la imaginación transcendental En el que está bregando con las intuiciones. Es el primer esfuerzo para comprender la objetividad. En Hume, las reglas de la imaginación son las que ordenan las impresiones. En Kant, esas reglas de la imaginación no necesitan una cosa en sí. Basta configurar el fenómeno del mundo. Es la primera comprensión de la realidad: la imaginativa. No tiene que conocer las cosas en sí. Conoce fenómenos, pero los fenómenos son reales. 2) Nivel del entendimiento. La misma espontaneidad del yo que en un primer momento utiliza la imaginación, en un segundo momento utiliza el entendimiento: produce conceptos. La subjetividad en ese nivel produce conceptos. Los primeros conceptos son las categorías. Gracias a esos conceptos surge el tercer nivel: el de los juicios. 3) Nivel de los juicios: Los primeros juicios son los principios (estudiados en la Analítica transcendental). 4) Nivel de la Razón: La petición de lo absoluto, de lo incondicionado. Aquí, en este nivel, las reglas son Ideas. Las tres Ideas de la Razón: el alma, el mundo y Dios. ………………………………………………….. PRIMERA PARTE Dos momentos en el proceso del conocimiento: el primero es el lo dado: 1) Lo dado. La sensibilidad. Estudia a receptividad. Cómo los objetos nos son dados. Kant utiliza para estudiar este nivel el par materia / forma. ………………………………………………………………………………………….. Quien esté interesado en el resto del tema, puede escribir un e–mail a editora@realidadyficcion.org