El elegante edificio del Congreso Nacional cumplió el 12 de mayo de 2006, cien años. El Co. Miguel Angel Efeyán, secretario de Organización de la CDN, participó de una visita guiada al Palacio Legislativo. En la siguiente nota, un viaje real por sus instalaciones. La construcción, realizada donde había un antiguo aserradero, se inició en 1898 y se le dio la terminación definitiva en 1946. La obra fue realizada por el arquitecto italiano Víctor Meano, luego del concurso que ganó en 1896, con un presupuesto inicial de seis millones, pero que finalmente ascendió a cuarenta millones. De una sobria elegancia, pueden encontrarse mármoles de Carrara, hermosas maderas, arañas y mobiliario de un exquisito gusto europeo. Se trata de un edificio de estilo ecléctico, como era común en épocas de su construcción. El edificio fue escenario de largas discusiones parlamentarias, de discursos presidenciales, de encuentros y desencuentros políticos, de velorios de personalidades y hasta de un asesinato, ocurrido en pleno recinto de la Cámara de Senadores, el de Enzo Bordabehere, en 1934. Además del recinto de sesiones de los 72 senadores, existe el de los Diputados, con 257 bancas. Cada una de las cámaras tiene su propio personal, sus taquígrafos, sus servicios y hasta sus peluqueros. Sólo la imprenta es común a ambos cuerpos. En el ahora bautizado Salón de las Provincias, donde se ve la bandera de cada una de ellas, hay ocho columnas muy altas. Son las únicas enteras, de mármol travertino. Por ese salón ingresa cada 1 de marzo el Presidente de la Nación para inaugurar el período de sesiones ordinarias. Las otras columnas del edificio están ensambladas y recubiertas para que parezcan una sola pieza. En ese salón y en el que está a continuación con la cúpula, se puede apreciar el piso que fue traído de Italia y que tiene una particularidad: aunque se gaste por el paso del tiempo, el dibujo no se borra. En 1983 hubo que reemplazar una parte de ese piso y se mandó a hacer aquí las baldosas, pero esas sí se desgastan en su dibujo. De lo más alto de la cúpula al primer piso hay 59,50 m. y a la calle 20 más. Total unos 80m. En ese salón se puede ver mármol rojizo de Bélgica. La araña es una pieza única, construida por el mismo artista que hizo la del Teatro Colón y la de Casa de Gobierno. Se notan también los bustos de ocho próceres argentinos. Preside la imagen de la República y se aprecian trabajos sobre momentos importantes de la historia argentina. La araña pesa 2.054 kilos, tiene 4,80 de alto y 2,80 de ancho y 331 lámparas. En el lugar hay jarrones que contenían en el pasado figuras humanas realizadas por Lola Mora. En el Salón de Lectura del Senado se ven cuadros de ex presidentes de nuestro país. En este salón se puede encontrar a los senadores cuando salen del recinto de sesiones. Lo mismo ocurre con los diputados pero en el Salón de Pasos Perdidos, llamado así porque en el pasado estaba alfombrado y sus pasos quedaban marcados aunque poco tiempo y luego se borraban. En la biblioteca -la reservada que está en el edificio, no la pública de H. Yrigoyense aprecian la pared forrada con raíz de nogal italiano y gobelinos. También cómodos sillones y amplios muebles para leer sin dificultad. Además hay un reloj con una particularidad: la hora 4 está marcada en números romanos "IIII" No se sabe si por ignorancia del relojero o para mantener la armonía del dibujo del reloj con el costado izquierdo cuando marca la hora 6 como "VI". El techo tiene cuadrículas que parecen madera, pero es yeso pintado color madera. Algunos dicen que si se hubiera puesto madera, tendrían que haber dejado juntas para la dilatación y esas juntas hubieran permitido la acumulación de tierra e insectos. Otros dicen que se puso yeso... y se hizo pasar por madera -más cara-! Se pueden hacer visitas. Es muy interesante. Consultas al 6310-7100 (Diputados) o al 4010-3000 (Senadores). Y no olvidar un detalle más que significativo: el Poder Legislativo es el único de los tres poderes que fue clausurado cuando fueron derrocadas por un golpe las autoridades democráticas.