FERTILIZACIÓN La normativa1 sobre Agricultura Ecológica (Reglamento CEE nº 2092/91 de 24 de junio) establece que «tanto la fertilidad como la actividad biológica del suelo deberán ser mantenidas o incrementadas en los casos apropiados mediante: a) el cultivo de leguminosas, abonos verdes o plantas de enraizamiento profundo, con arreglo a un programa de rotación plurianual adecuado y/o b) la incorporación al terreno de abonos orgánicos obtenidos de residuos procedentes de explotaciones cuya producción se atenga a las normas del presente Reglamento. Sólo podrán realizarse incorporaciones de los fertilizantes orgánicos o minerales a que se refiere el Anexo II en la medida en que la nutrición adecuada de los vegetales en rotación o el acondicionamiento del suelo no sean posibles mediante únicamente los medios mencionados en las letras a) y b). Para la activación del compost pueden utilizarse preparados apropiados (preparados biodinámicos) a base de microorganismos o de vegetales.» La fertilización la basaremos, por tanto, en los siguientes elementos: - Aprovecharemos adecuadamente la fertilidad del suelo mediante la elección de los cultivos, sus rotaciones y asociaciones. - Aportaremos humus y reciclaremos nutrientes con el compost. - Daremos vida y movilizaremos los nutrientes del suelo con el abono verde. - Potenciaremos ciertos organismos beneficiosos (micorrizas, fijadores de N2) mediante inoculaciones (biofertilizantes) y técnicas agronómicas adecuadas. - Corregiremos los desequilibrios con aportes minerales o productos ricos en uno o varios elementos. 1 TOMADO DE http://www.crie.uji.es/agric/como.htm Compost y otros aportes orgánicos. El compostage es un proceso de transformación biológica de la materia orgánica en un producto final, denominado compost, que presenta, respecto a los materiales de partida, las siguientes ventajas: - Mayor estabilidad biológica (eliminación de malos olores). - Mayor contenido en humus. - Menor relación C/N. - Menor volumen aparente (compactación). - Eliminación de los gérmenes patógenos. - Inhibición del poder germinativo de las semillas. Como tal proceso biológico que es, está condicionado por un conjunto de factores ambientales como son: - Aireación: es imprescindible una aireación adecuada, de lo contrario se relentiza la descomposición, se produce la pérdioda de algunos nutrientes y se generan sustancias tóxicas para las plantas. - Humedad: cuando es baja se paraliza la actividad biológica y cuando es alta se producen condiciones de anaerobiosis y pérdida de nutrientes por lixiviación. - Relación C/N: cuando el N es escaso se paraliza la actividad biológica y cuando está en exceso se producen pérdidas. Debe ser próximo a 30/1. - pH: influye sobre la actividad de los microorganismos y sobre la velocidad de las reacciones enzimáticas. Debe ser próximo a la neutralidad. Materiales de partida 1. Restos vegetales. Aportan la celulosa y lignina necesarias para la formación del humus. Pueden proceder de la misma finca (paja, restos de poda, abonos verdes, rastrojos, etc.), de la industria (orujo de uva, frutos no utilizables, pulpas de destilería, serrín de frondosas, etc.) o de cualquier otro origen (hierbas, arbustos, etc.), siempre que sean de cultivo ecológico. 2. Restos animales. Aportan el N necesario para ajustar la relación C/N, junto con P, S y microelementos. Sirve: estiércol, purines, restos de matadero, harinas de pescado, etc. Cómo en el caso anterior, han de proceder de la ganadería ecológica, aunque transitoriamente los Organismos de Control pueden autorizar el uso de estiércoles de ganadería extensiva convencional. 3. Minerales. Rocas finamente molidas o subproductos ricos en uno o varios elementos (turtos de cereales, harina de huesos, sangre, harina de pescado, algas, etc.) para corregir los desequilibrios y carencias de nuestro campo. Deben ser productos incluidos en el Anexo II del Reglamento o derivados vegetales o animales producidos ecológicamente. 4. Correctores del pH. Si se preve una reacción ácida y, principalmente, si se va a incorporar en tierras ácidas. Lo mejor son carbonato cálcico o carbonato potásico en forma de roca pulverizada o ceniza de madera. Cuando se tenga un suelo básico puede incorporarse tierra. Menos buena es la cal muerta, nunca la cal viva. Confección del montón Existen muchos métodos de elaboración del compost: en montón, en zanja, en reactores. Aquí veremos el primero por ser el más sencillo y adecuado a las condiciones de nuestra zona. Emplazamiento óptimo: en zonas con pendiente ligera y buen drenaje; con la solera natural preferente al hormigón o cemento; protegida de los vientos dominantes, de la insolación directa y de las lluvias fuertes; de fácil acceso y maniobravilidad para la maquinaria; lo más cerca posible de la fuente de materias primas y del lugar de utilización y con disponibilidad de agua. Forma: el montón se hace de sección triangular o trapezoidal (con más pendiente cuanto más lluvioso sea el clima) y con la longitud que sea posible. Pueden hacerse montones mayores si se aporta aireación forzada. Si el montón es mayor se dificulta la aireación y si es menor se pierde nitrógeno y otros nutrientes por volatización. Dimensiones: el ancho de la base del montón se hace de 2 a 3 metros, aunque se puede aumentar si se garantiza la aireación suficiente del interior de la zona interior. La altura viene dada por la pendiente que se le de al montón y la longitud no tiene más límites que los puestos por el espacio disponible. Realización: en la parte inferior puede ponerse una capa de ramas y pajas que mejoran la aireación. Después se aportan los distintos materiales bien triturados: directamente si se han mezclado previamente o si la composición es homogénea o en capas sucesivas de 15-20 cm de grosor. El montón se iniciará por un extremo, dándole desde el principio la sección definitiva. Es conveniente añadir tierra para que la formación del complejo arcillohúmico proteja al humus de la mineralización. Esta terra debe proceder de las capas superficiales para que aporte microorganismos de descomposición. Si es tierra caliza hace, además, el papel de regulador del pH, pero deberemos limitar la cantidad aportada (2-5 % si es muy caliza) para no basificar en exceso el montón. También debe aportarse compost maduro, bien formando una cubierta de 1-3 cm o bien incorporándolo en una proporción del 10 al 15 %, para que aporte microorganismos y sirva de arranque al proceso. Se riega el montón hasta que todo él esté embebido, pero de manera que no escurra cuando se aprete un puñado. Si los materiales empleados son pobres en N o quiere acelerarse el proceso, pueden emplearse purines para regarlo. Finalmente, el montón se cubre con una capa delgada de tierra arenosa, paja o ramas que lo protejan de las variaciones ambientales externas pero permita el intercambio gaseoso. El resultado final debe ser materia orgánica humificada (elevado contenido de ácidos húmicos y fúlvicos), en la cual la estructura fibrosa se habrá transformado en una masa granulosa, esponjosa, que se desmenuza con facilidad, de color oscuro y olor agradable. Abonos verdes. Son cultivos realizados con la función principal de incorporarlos verdes al suelo como abono. Efectos: - Recuperar los elementos libres, evitando su pérdida por lixiviación, volatización, etc. - Proveer al suelo de materia orgánica de descomposición rápida que eleva la vida microbiana. - Estimular el suelo por la presencia de rizosferas renovadas y variadas. - Ataque de la roca madre liberando nutrientes nuevos y movilización de nutrientes de difícil asimilación por otras plantas. - Aporte de nitrógneo, a través de la fijación biológica. - Mejora de la estructura del suelo y de su estabilidad. - Mejora de la capacidad de retención de agua y del drenaje. Momento de realización: Puede hacerse en tres momentos distintos: intercalado entre dos cultivos, como si fuese un cultivo más de la rotación, asociado a un cultivo durante todo su ciclo o asociado a un cultivo, sembrándolo una vez ya crecido, de forma que quede intercalado. Especies utilizadas: Las especies utilizadas deben ser en general: - Poco exigentes en suelo y clima, principalmente las intercalares que suelen cultivarse cuando no son posibles otros cultivos. - No necesitar cuidados culturales. - No entorpecer a los cultivos: desarrollo rápido en las intercalares y permitir la recolección en las asociadas. Deben elegirse según su finalidad: - Aportar nitrógeno: leguminosas. - Aportar materia orgánica algo estable (con elevado contenido en celulosa): gramíneas verdes pero no tiernas. - Formar mucha materia orgánica de fácil descomposición para revitalizar los suelos: especies con elevado contenido en azúcares. - Explotar determinados nutrientes muy abundantes para equilibrar el suelo y evitar pérdidas (las adventicias suelen hacerlo). - Movilizar nutrientes no asimilables por el cultivo (estado poco soluble o localizados a profundidad inadecuada). - Poder ser explotadas por el ganado. Las familias más utilizadas son leguminosas (veza, guisante forrajero, haba caballar, tréboles, lupulina, altramuz, guisante de invierno, etc.), gramíneas (avena, ray-grass, centeno, etc.), crucíferas (mostaza, nabo forrajero, colza, etc.). Incorporación Uno de los principales problemas que se plantea en su uso es el rebrote, que las convierte en adventicias del siguiente cultivo. Para evitarlo deben pastarse o segarse varias veces a unos 10-15 cm de altura o incorporarlo mediante la técnica de laboreo invertido de J.M. Roger: 1. Segar las plantas lo más bajas posible. 2. Primera labor muy superficial que triture los restos (p.e. grada de discos). 3. A las 2 (zonas o periodos secos y cálidos) a 4 (zonas o épocas húmedas y frías) semanas una segunda labor más profunda. 4. A las 2 a 4 semanas una tercera labor aún más profunda (unos 10 cm). 5. Si es necesario, a las 2 a 4 semanas labrado (con arado sin vertedera) más profundo (12-15 cm). El suelo se activa mucho con la incorporación del abono verde, pero los posibles rebrotes y germinaciones son destruidos con las sucesivas labores. Cuidaremos que los rebrotes no crezcan, adelantando las labores si fuera necesario, para agotar las raíces. Cuando se siembra el suelo sigue muy activo y se ha mineralizado parte del abono, además, al no hacer labores excesivamente profundas e ir profundizando poco a poco, las raíces muertas se irán descomponiendo conforme avanzan las del cultivo. Biofertilizantes. Un elemento importante a considerar son los procesos biológicos que afectan a los ciclos de los nutrientes, las características físicas del suelo o, directamente, al desarrollo de las plantas. Estos procesos pueden resumirse en los siguientes puntos: - Fijación de nitrógeno atmosférico - Mejora de la absorción de nutrientes por las plantas - Solubilización de nutrientes del suelo - Transformación y mineralización de la materia orgánica - Mejora de la estructura del suelo - Incremento de la resistencia de las plantas al estrés hídrico y a la salinidad - Liberación de sustancias que favorecen el crecimiento y desarrollo de las plantas - Defensa de las plantas frente a las plagas y enfermedades Los organismos implicados en estos procesos pueden ser aislados, seleccionados, multiplicados e incorporados al suelo o a las plantas en forma de inóculos conocidos como fertilizantes biológicos. El proceso de inoculación es complejo. Por una parte se han de diseñar los métodos de aislamiento, selección, multiplicación e incorporación adecuados para cada especie o efecto deseado. Por otra de han de determinar las condiciones y técnicas culturales que permitan una óptima manifestación de los efectos. Esta complejidad, junto al hecho de que en muchas ocasiones los organismos a inocular están presentes de forma natural en el suelo, hace que en algunos casos no sea tan aconsejable la inoculación como un correcto manejo del suelo y de los cultivos tendente a mejorar los procesos realizados por las poblaciones naturales. Fijación biológica del nitrógeno La atmósfera es rica en nitrógeno, pero las plantas no pueden utilizarlo debido a que se encuentra en estado molecular (N2). Sólo unos pocos microorganismos procarióticos pueden transformar el nitrógeno molecular en compuestos orgánicos, utilizables por los seres vivos, a través del proceso conocido como fijación biológica del nitrógeno (FBN). Los microorganismos de vida libre tienen un escaso rendimiento por unidad de superficie, por lo que el interés se ha centrado en aquellos capaces de establecer relaciones más o menos estrechas con las plantas, capaces, en algunos casos, de fijar hasta 250 kg de N por ha y año. Los organismos más importantes son algunas bacterias capaces de formar asociaciones rizocenóticas con gramíneas (Azospirillum, Azotobacter, Beijerinckia), bacterias que establecen simbiosis con leguminosas (Rhizobium, Bradyrhizobium, Azorhizobium), actinomicetos simbióticos con plantas leñosas (Frankia) y algas cianofíceas que forman simbiosis con diversas plantas (Nostoc) o con helechos (Anabaena). Mejora de la absorción de nutrientes por las plantas Este efecto es llevado a cabo, especialmente, por las micorrizas, asociaciones simbióticas mutualistas entre hongos y raíces de plantas terrestres. Las hifas externas del hongo, debido a su longitud y distribución, permiten explorar un volumen de suelo superior al que pueden utilizar las raíces no micorrizadas, lo que mejora la nutrición de la planta, especialmente en los elementos que tienen baja movilidad y están presentes en bajas concentraciones en la solución del suelo, como fosfatos, amonio, cinc o cobre. Las micorrizas también mejora la resistencia de las plantas al estrés hídrico y a la salinidad, afectan a la fisiología de las plantas, reducen la sensibilidad de la raíz a patógneos del suelo y mejoran las asociaciones fijadoras de nitrógneo. Solubilización de nutrientes Los nutrientes pueden encontrarse en diferentes formas químicas en el suelo y para que las plantas puedan asimilarlos es necesarios que sean solubles en agua. Algunos microrganismos son capaces de transformar las formas no solubles de algunos compuestos en formas asimilables. Los fosfatos pueden ser solubilizados especialmente por algunas bacterias de los géneros Pseudomonas y Bacillus, aunque se conocen otras muchas especies de bacterias y hongos capaces de llevar a cabo este proceso. Otros nutrientes de los que se conocen organismos solubilizadores, aunque menos estudiados, son el potasio, el azufre, el hierro y el manganeso. Mejora de la estructura del suelo Numerosos microorganismos, principalmente bacterias y hongos, junto con algunos componenetes de la mesofauna, como las lombrices, son capaces de mejorar al estructura y la estabilidad estructural de los suelos. Estos efectos son debidos a que, por ellos mismos o a través de sustancias producidas por ellos, son capaces de ligar las partículas de suelo formando agregados. Microbios fijadores de nitrógeno atmosférico de interés agrícola FORMA DE VIDA TIPO DE GÉNERO DE TIPO DE LOCALIZACIÓN CAPACIDAD MICROBIO MICROBIO PLANTA DEL MICROBIO FIJADORA KgN/Ha/año Libre Bacteria aerobia Azotobacter Suelo Bacteria Clostridium Suelo anaerobia Desulfovibrio Suelo Bacteria Bacillus Suelo <1 facultativa Rizocenosis Simbiótica Klebsiella Suelo Enterobacter Plantas, agua, suelo, animales Alga numerosas Suelo Bacteria Azospirillum Gramíneas Rizosfera 30-160 Azotobacter Gramíneas Rizosfera 20-170 Rhizobium Leguminosas Nódulo radical 50-250 Bradyrhizobium Leguminosas Nódulo radical Azorhizobium Sesbania rostrata Nódulo en tallos y raíces Actinomiceto Frankia Árboles y arbustos: aliso, Casuarina, etc. Nódulo radical 30-250 Alga cianofícea numerosos Hongo ascomiceto Talo de líquen 1-10 Nostoc Gimnospermas, angiospermas, hongos, musgos, hepáticas Variable 1-70 Cavidad foliar 10-200 Bacteria Helecho Azolla Anabaena Valores medios de fijación de nitrógeno de algunas leguminosas. Leguminosa Rizobio kg N/ha/año Alfalfa (Medicago sp) Rhizobium meliloti 200-250 Soja (Glycine max) Bradyrhizobium japonicum 50-400 Sesbania rostrata Azorhizobium caulinodans 140-280 Altramuz (Lupinus sp) Rhizobium loti Trébol (Trifolium sp) Rhizobium leguminosarum trifolii 100-150 Meliloto (Melilotus sp) Rhizobium meliloti 100-150 Veza (Vicia sativa) Rhizobium leguminosarum viciae 100-120 Guisante (Pisum sativum) Rhizobium leguminosarum 100 150 Lenteja (Lens sculenta) Rhizobium leguminosarum viciae 100 Garbanzo (Cicer arietinum) Rhizobium leguminosarum viciae 60-80 Astragalus sinicus Rhizobium sp. Var. NOKO-703 20-80 Judía (Phaseolus sp) R. leguminosarum phaseoli 15-65 Micorrizas GRUPO MICORRIZAS ENDOMICORRIZAS Géneros: Glomus, Sclerocystis, Acaulospora, Entrophospora, Gigaspora y Scutellospora (Subdivisión Zygomycotina) Familias: leguminosas, gramíneas, labiadas, compuestas, cupresáceas, etc. ericoide Hymenoscyphus ericae (Subdivisión Ascomycotina) y Clavaria sp. (Subdiv. Basidiomycotina) Familias: ericaceas y empetráceas. orquidáceas Géneros: Ceratobasidium, Thanatephorus, Sebacina, Tulasnella, Armillaria, Fomes (Basidiomycetes) Familia: orquidáceas. ECTOMICORRIZAS Géneros: Tuber, Balsamia, Geopora, Genea, Hydnotria, Choiromyces, Picoa, Peziza, etc. (Subdiv. Ascomycotina), Hebeloma, Cortinarius, Inocybe, Laccaria, Tricholoma, Amanita, Russula, Lactarius, Suillus, Boletus, Amphinema, Hymenogaster, Melanogaster, Alpova, Leucogaster, Hydnangium, Hysterangium, etc. (Subdiv. Basidiomycotina), Cenoccum (Subdiv. Deuteromycotina) y Endogone (Subdiv. Zygomycotina) Familias: betuláceas, fagáceas, pináceas, salicáceas, tiliáceas, juglandáceas, fabáceas, rosáceas (VAM) (ECM) PLANTA HUESPED ECTENDOMICORRIZAS de árboles arbutoides de Pyrolaceae Género Pinus, etc. Basidiomycetes Géneros Arbutus y Arctostaphylos Género Pyrola, etc. monotropoides Basidiomycetes Género Monotropa, etc Aportes minerales y de nutrientes específicos. Pueden ser de origen orgánico (purín, lisier, harinas, tortas, algas) o mineral (rocas sometidas a tratamientos físicos) y su característica común es que contienen uno o varios elementos en proporciones relativamente elevadas. Se emplean para corregir las carencias o desequilibrios que puedan presentarse en el contenido en nutrientes del suelo. Nunca deben plantearse como la base del abonado, pues en ese caso estaremos practicando agricultura convencional con productos naturales. La utilización de estos productos debe realizarse con precaución. Los que son muy solubles (purín, lisier, harinas) pueden elevar en exceso la concentración en nutrientes del suelo, lo cual ocasiona diversos problemas como: daños a la microflora edáfica, desequilibrios en el crecimiento de las plantas, antagonismos con otros nutrientes, pérdidas por lixiviación o por erosión, conataminación de las aguas subterráneas y superficiales. La mala utilización de algunos de estos productos puede ser perjudicial para la estructura del suelo, especialmente los que contienen cloruros. Si su solubilidad es baja no suelen presentar estos problemas, pero se corre el riesgo de hacer aportes inútiles, al quedar bloqueados los nutrientes en el suelo. Por todo ello, de forma genérica se recomienda aportarlos a través del compost. Así, los nutrientes se incorporan a complejos orgánicos que no presentan los riesgos señalados anteriormente. Composición de algunas sustancias empleadas para aportar nutrientes Contenido (%) Fe2O2 MnO (kg/ha) BILIDAD 10-50 m3 RÁPIDA P2O5 K2O MgO LISIER DE PORCINO 3,4-6 1,8-5,3 2,33,6 0,5-1,3 HARINA DE SANGRE 10-14 200-500 RÁPIDA HARINA DE CUERNOS 12-15 200-600 RÁPIDA HARINA DE PESCADO 4-10 300-1000 RÁPIDA 1-2 S SOLU- N 3-6 CaO DOSIS HARINA DE CARNE 9-11 200-500 RÁPIDA RESTOS DE LANA 3-9 400-1500 LENTA HARINA DE HUESOS 2-4 300-500 MEDIA TORTAS OLEAGINOSAS 4-7 400-1500 MEDIA TORTAS DE ALGODÓN 3-7 2-3 1-2 400-1500 MEDIA 0,2-0,8 0,050,2 1-3 30-40t MEDIA 200-400 LENTA 200-400 MEDIA 300-600 MEDIA ALGAS FOSFATOS NATURALES FOSFAL ESCORIAS BÁSICAS 16-20 25-35 50-60 33 1 10 8-10 16-19 2 45-55 16 ROCAS SILÍCEAS 2-12 2-10 PATENKALI 28-30 8 CLORURO DE POTASA 60 POTASA AZUCARERA 30 CENIZAS DOLOMITA MAGNESITA SULFATO DE Mg 4,3 LENTA 18 200-400 100-200 13 0,5-20 20 100-300 500-1000 16-20 200-500 60 200-300 16-27 200-400