Acciones de control sanitario durante la temporada de calor En primavera y verano la temperatura ambiental en muchas poblaciones de México puede oscilar entre los 30°C y 50°C, de ahí que este período sea conocido genéricamente como “temporada de calor”. La exposición a estas temperaturas puede ocasionar entre otras afectaciones, deshidratación, insolación y quemaduras. Una exposición prolongada puede provocar una elevación de la temperatura corporal mayor a los 38ºC, condición asociada a la somnolencia, cefalea, náuseas, vómito, espasmos musculares, convulsiones, hipotensión arterial y delirio. Si estos síntomas no son atendidos oportunamente, pueden provocar la muerte. Adicionalmente, durante la temporada de calor se incrementa el riesgo de enfermedades gastrointestinales derivadas del consumo de alimentos contaminados. Lo anterior se debe principalmente al aumento de la susceptibilidad de los alimentos a la contaminación y al deterioro. A efecto de reducir los riesgos y daños a la salud de la población derivado de las condiciones arriba descritas, la Secretaría de Salud ha establecido un Programa de Vigilancia y Prevención de Daños a la Salud por Temperaturas Extremas Naturales, el cual incluye el Programa de Temporada de Calor. El programa comprende el período entre la tercera semana de marzo y la tercera semana de octubre de cada año y establece una serie de acciones en los siguientes ámbitos: 1. Atención médica, cuyo objetivo es garantizar que todas las unidades de salud cuenten con los insumos necesarios para la adecuada atención a toda persona afectada por temperaturas extremas. 2. Vigilancia epidemiológica, tiene como propósito identificar oportunamente casos asociados a la exposición prolongada a temperaturas ambientales extremas. 3. Promoción a la salud, a través de la cual se realizan talleres comunitarios sobre las medidas necesarias para esta temporada. 4. Control y fomento sanitario, mediante el cual se realizan acciones de vigilancia sanitaria del proceso de alimentos, agua y hielo, así como el monitoreo de microorganismos precursores de florecimientos algales nocivos (marea roja); la promoción de buenas prácticas de higiene y sanidad (BPHS) en los establecimientos de elaboración y expendio de alimentos entre la población. Adicionalmente, se llevan a cabo acciones de saneamiento básico. En el marco del control sanitario, las autoridades sanitarias estatales realizan, bajo los lineamientos y procedimientos establecidos por la COFEPRIS, visitas de verificación de BPHS de establecimientos dedicados a la producción, preparación y venta de alimentos. Sobre todo en plantas purificadoras de agua, plantas productoras de hielo, y establecimientos tales como mercados públicos, restaurantes, puestos ambulantes y hoteles, entre otros. Asimismo, las autoridades sanitarias estatales llevan a cabo de manera permanente el monitoreo de la calidad microbiológica de alimentos potencialmente peligrosos, es decir, aquellos que por sus características físicas, químicas y biológicas, favorecen el crecimiento de microorganismos y la formación de sus toxinas en cantidades tales, que representan un riesgo para el consumidor, y que por lo tanto, requieren condiciones especiales de conservación, almacenamiento, transporte, preparación y servicio. Las acciones anteriores son acompañadas de actividades específicas de fomento para la aplicación de buenas prácticas sanitarias en la elaboración y expendio de alimentos y para la adopción de hábitos sanitarios en el consumo, manejo y conservación de los alimentos por parte de los consumidores. Para apoyar a las autoridades sanitarias estatales en esta labor, la COFEPRIS ha proporcionado materiales impresos a las Entidades Federativas sobre temas relativos al manejo higiénico de alimentos, cloración de agua, lavado de manos, marea roja y acciones preventivas durante la cuaresma. Durante esta última, la cual se caracterizada por el aumento en el consumo de productos de la pesca, las autoridades sanitarias estatales intensifican las acciones de vigilancia y fomento orientadas al control sanitario de productos pesqueros, agua y hielo. Lo anterior con la finalidad de prevenir enfermedades gastrointestinales atribuibles al consumo de estos productos. Con respecto al monitoreo de fitoplancton, precursor de florecimientos algales nocivos, las Entidades Federativas costeras realizan regularmente el monitoreo de agua en las zonas de extracción de moluscos bivalvos, a fin de determinar incrementos en el número de células naturalmente presentes, así como el tipo de alga que da lugar al florecimiento. Una vez que se determina que un florecimiento algal es causado por una especie tóxica, las entidades federativas declaran la veda sanitaria, la cual consiste en la prohibición de la extracción, venta y consumo de moluscos bivalvos procedentes de las áreas afectadas por el evento, a fin de prevenir la intoxicación por biotoxinas marinas.