Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA – FFyL - UBA PROBLEMAS ESPECIALES DE GNOSEOLOGÍA PRIMER CUATRIMESTRE 2009 4 de Mayo Docente: Horacio Banega Kant, Imanuel, Crítica de la Razón Pura, traducción, notas e introducción Mario Caimi, Buenos Aires, Colihue, 2007. Introducción de Mario Caimi (en adelante MC) Método de exposición de la KrV [Kritik der reinen Vernunft]: el propio de la filosofía en general. Es el método sintético, o un método de aislamiento e integración. Mientras que las matemáticas establecen en su inicio las definiciones, los axiomas y los principios, para luego deducir, a partir de ellos, los otros conocimientos, la filosofía comienza estableciendo como su objeto de investigación algún concepto que se presenta oscuro y confuso. Así su primera operación no es definirlo (sería imposible en esta primera fase de la investigación), sino aislar dentro de ese concepto oscuro y confuso algún elemento que se pueda conducir a claridad y distinción. Porque es un elemento, esto es, porque es una parte de algo que lo incluye como su todo, el elemento remitirá a otros elementos que tienen conexión necesaria con él. Los elementos nuevos no se introducen arbitrariamente, sino que la conexión muestra una relación necesaria con el elemento analizado en el inicio. Esto se da por dos motivos. El primer motivo puede ser que las condiciones del elemento analizado primeramente lo indiquen así, o, segundo motivo, porque los elementos introducidos resulten necesarios para el análisis completo del elemento analizado primeramente. Será necesario, en consecuencia, otorgar claridad y distinción a estos nuevos elementos, integrándolos con el primero, y entre sí. Síntesis cada vez más complejas se obtienen de esta manera, de modo de producir claridad y distinción en todos los elementos del concepto, y en sus modos de conexión. Una vez lograda esta claridad y distinción final, se puede formular la definición del concepto estudiado. Es por esta razón que la mayor parte de la KrV lleva el título de “Doctrina […] de los elementos”. Según MC el concepto primitivo al que se aplica este método es el concepto de conocimiento por razón pura (o filosofía de la razón pura, A 847, B 875). Ese conocimiento, como todo conocimiento, consiste en una representación. En consecuencia, hay que comenzar la investigación por la representación. No se la debe confundir con la noción psicológica de representación, sino que debe entendérsela como un hecho lógico. Tenemos entonces el concepto vago e impreciso de representación. Tenemos que encontrar por donde empezar la investigación de este concepto. Lo primero que encontramos es su pertenencia a la receptividad de la conciencia. De esta manera el análisis del concepto <representación> conduce a aislar la sensibilidad (receptividad pasiva) y es lo que se hace en la Estética Trascendental. La forma sensible de la representación es, entonces, por donde comienza la investigación kantina del concepto de conocimiento de razón pura. La sensibilidad es la capacidad de tener representaciones cuando somos afectados por objetos. Ahora bien, la discriminación de la sensibilidad en tanto elemento aislado al aplicar el método al concepto de representación está fundamentada en la suposición de que hay sensibilidad (y se demuestra la plausibilidad de tal suposición porque hay representación) y en la tesis de que el conocimiento sensible no constituye un mero conocimiento confuso que, apenas obtenga claridad y distinción, cambiará de naturaleza y se transformará en conocimiento no-sensible, tal como lo afirmaba Leibniz. De esta manera la sensibilidad se establece en 1 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 el mismo nivel epistemológico que el entendimiento, esto es, ella también es condición del conocimiento. La relación de Kant con el empirismo inglés es lo que justifica histórica e intelectualmente esta revaloración de la sensibilidad. El objetivo de Kant, sin embargo, parece conducirlo más allá de una mera elección personal por el empirismo. Kant pretende fundamentar racionalmente que la sensibilidad es una condición necesaria del conocimiento, y, en consecuencia, trascender la dicotomía escepticismo empirista y racionalismo dogmático. MC cita algunas etapas en el reconocimiento de que la sensibilidad es una función necesaria del conocimiento: 1.-el descubrimiento de que el método filosófico no puede ser el mismo que el método de la matemática porque ésta construye sus conceptos en la sensibilidad; 2.-el descubrimiento de que una descripción sólo conceptual no es suficiente para dar cuenta de todas las determinaciones de ciertos fenómenos, como por ejemplo de las diferencias entre la mano izquierda y la mano derecha, o entre algunas figuras y sus imágenes en el espejo, en tanto es necesario apelar a la intuición sensible; 3.-la misteriosa “gran luz” de 1769, y, en especial, 4.-el reconocimiento de que el mundo sensible se configura en relación a principios formales del espacio y del tiempo, principios independientes de la experiencia. [xxi-xxvi] KrV Introducción “Llamo trascendental a todo conocimiento que se ocupa, en general, no tanto de objetos, como de nuestros conceptos a priori de A12 objetos. Un sistema de tales conceptos se llamaría filosofía trascendental” (54) B 25: “Llamo trascendental a todo conocimiento que se ocupa, en general, no tanto de objetos, como de nuestra manera de conocer los objetos, en la medida en que ella ha de ser posible a priori” (79) [Ich nenne alle Erkenntniß transscendental, die sich nicht sowohl mit Gegenständen, sondern mit unsern Begriffen a priori von Gegenständen A12 überhaupt beschäftigt Ein System solcher Begriffe würde Transscendental-Philosophie heißen.] [so fern diese a priori möglich sein soll] En la División de la Filosofía Trascendental en A 15, afirma que: “hay dos troncos del conocimiento humano, que quizá broten de una raíz común, aunque desconocida para nosotros; a saber: sensibilidad y entendimiento; por el primero de ellos los objetos nos son dados, y por el segundo, son pensados. Ahora bien, en la medida en que la sensibilidad contenga representaciones a priori en las que consisten las condiciones bajo la cual nos son dados objetos, ella pertenecerá a la filosofía trascendental. La A 16 doctrina trascendental de los sentidos debería pertenecer a la primera parte de la ciencia de los elementos, porque las condiciones, sólo bajo las cuales los objetos son dados al conocimiento humano, preceden a aquéllas bajo las cuales ellos son pensados.” (57) [daß es zwei Stämme der menschlichen Erkenntniß gebe, die vielleicht aus einer gemeinschaftlichen, aber uns unbekannten Wurzel entspringen, nämlich Sinnlichkeit und Verstand, durch deren ersteren uns Gegenstände gegeben, durch den zweiten aber gedacht werden. Sofern nun die Sinnlichkeit Vorstellungen a priori enthalten sollte, welche die Bedingung ausmachen, unter der uns Gegenstände gegeben werden, so würde sie zur Transscendental-Philosophie gehören. Die transscen|dentale A16 Sinnenlehre würde zum ersten Theile der Elementarwissenschaft gehören müssen, weil die Bedingungen, worunter allein die Gegenstände der menschlichen Erkenntniß gegeben werden, denjenigen vorgehen, unter welchen selbige gedacht werden.] ¿Cómo empieza a justificar que la sensibilidad es esa capacidad que acaba de describir? En B 5: “Eliminad poco a poco, de vuestro concepto empírico de un cuerpo, todo lo que en él es empírico: el color, la dureza o blandura, el peso, incluso la impenetrabilidad; queda, sin embargo, el espacio que él (que ahora ha desaparecido por completo) 2 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 ocupaba; y a éste B 6 no lo podéis eliminar. […] Así, constreñidos por la necesidad con la cual este concepto se os impone, debéis admitir que él tiene a priori su sede en vuestra facultad cognoscitiva.” (63) [Lasset von eurem Erfahrungsbegriffe eines Körpers alles, was daran empirisch ist, nach und nach weg, die Farbe, die Härte oder Weiche, die Schwere, selbst die Undurchdringlichkeit, so bleibt doch der Raum übrig, den er (welcher nun ganz verschwunden ist) einnahm, und den | B6 könnt ihr nicht weglassen. […] Ihr müßt also, überführt durch die Nothwendigkeit, womit sich dieser Begriff euch aufdringt, gestehen, daß er in eurem Erkenntnißvermögen a priori seinen Sitz habe.] Pero, además, la preocupación de fundamentar la geometría como ciencia que se ocupa de lo sensible, pero cuyas leyes y teoremas son, sin embargo, universales y necesarios, constituye uno de los motivos principales para introducir la sensibilidad en el lugar relevante en el que la introduce. * La primera mención de la geometría en relación con los juicios sintéticos a priori: B 16 “Tampoco es analítico cualquier principio de la geometría pura. Que la línea recta es la más corta entre dos puntos, es una proposición sintética. Pues mi concepto de recta no contiene nada de magnitud, sino solamente una cualidad. Por tanto, el concepto de la más corta es enteramente añadido, y no puede ser extraído del concepto de línea recta por medio de ningún análisis. Aquí debe recurrirse al auxilio de la intuición, sólo por medio de la cual es posible la síntesis.” (72-73) [Eben so wenig ist irgend ein Grundsatz der reinen Geometrie analytisch. Daß die gerade Linie zwischen zwei Punkten die kürzeste sei, ist ein synthetischer Satz. Denn mein Begriff vom Geraden enthält nichts von Größe, sondern nur eine Qualität. Der Begriff des Kürzesten kommt also gänzlich hinzu und kann durch keine Zergliederung aus dem Begriffe der geraden Linie gezogen werden. Anschauung muß also hier zu Hülfe genommen werden, vermittelst deren allein die Synthesis möglich ist.] I Doctrina Trascendental de los Elementos Parte Primera de la doctrina trascendental de los elementos [A 19- B 33] LA ESTÉTICA TRASCENDENTAL #1 Comenzaremos introduciendo las definiciones de los conceptos principales que nos brinda Kant en esta sección de la KrV. Así, intuición: conocimiento inmediato de objetos. La intuición sucede en tanto el objeto nos es dado. La donación del objeto es posible, por lo menos para los humanos, en tanto el objeto afecta la mente [Gemüth] . “La capacidad (receptividad) de recibir representaciones gracias a la manera como somos afectados por objetos se llama sensibilidad” (87) [Die Fähigkeit (Receptivität), Vorstellungen durch die Art, wie wir von Gegenständen afficirt werden, zu bekommen, heißt Sinnlichkeit]. Por la sensibilidad nos son dados objetos y sólo la sensibilidad nos proporciona intuiciones. Por medio del entendimiento los objetos son pensados. Del entendimiento surgen conceptos. Todo pensar debe referirse, directa o indirectamente, a intuiciones (a la sensibilidad). Sensación [Empfindung]: efecto de un objeto sobre la capacidad de formar representaciones que resulta en una afección. La intuición es siempre sensible pero no siempre empírica. Es empírica cuando se refiere al objeto por medio de una sensación. El objeto indeterminado de una intuición empírica se llama fenómeno [Erscheinung]. Materia del fenómeno se llama al contenido sensible del mismo. La forma del fenómeno es lo que hace que lo múltiple de él se ordene en ciertas relaciones. (En A: sea intuido como ordenado en ciertas relaciones). A partir de este momento Kant empieza a inferir la idea de que las formas de los fenómenos son a priori, y, en consecuencia, subjetivas. Notemos la argumentación que nos presentará. En primer lugar, las sensaciones se ordenan y se disponen en determinada forma, en consecuencia esta misma forma no puede ser ella misma 3 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 sensación. Establecida esta primer proposición, se infiere la segunda que nos dice que la materia se nos da a posteriori pero la forma de todos los fenómenos debe estar disponible en la mente a priori. Que la materia se nos da a posteriori quiere decir que se nos da en la experiencia. Pero como la experiencia ya implica sensaciones ordenadas es que se puede inferir que la forma se nos debe dar a priori. En virtud de esta situación es que la forma se puede considerar desligada de toda sensación. Representaciones puras (en sentido trascendental): representaciones sin contenido sensible. De acuerdo con esto, “la forma pura de las intuiciones sensibles en general, en la cual todo lo múltiple de los fenómenos es intuido en ciertas relaciones, estará a priori en la mente. Esa forma pura de la sensibilidad se llamará también … intuición pura” (88). [Demnach wird die reine Form sinnlicher Anschauungen überhaupt im Gemüthe a priori angetroffen werden, worin alles Mannigfaltige der Erscheinungen in gewissen Verhältnissen angeschauet wird. Diese reine Form der Sinnlichkeit wird auch selber reine B35 Anschauung heißen] Kant ilustra lo que sea una intuición pura apelando a lo que en filosofías trascendentales posteriores se denominará el método de la `variación imaginativa´. El experimento mental consiste en separar, por ejemplo de la representación de un cuerpo, las propiedades pensadas por el entendimiento: sustancia, fuerza, divisibilidad, al mismo tiempo que las propiedades sensibles, como impenetrabilidad, dureza, color, etc. En esta variación imaginativa queda algo fijo de la representación del cuerpo: la extensión y la figura [Ausdehnung und Gestalt]. Este residuo que permanece luego de separar las propiedades mentales y sensibles de la representación del cuerpo es lo que Kant afirma pertenece a la intuición pura. La intuición pura [reinen Anschauung] en tanto mera forma de la sensibilidad, tiene lugar a priori en la mente, sin que necesariamente tenga un objeto real de los sentidos o de la sensación. Nótese que lo que queda como invariante y dado en la intuición pura son las formas geométricas del cuerpo. Estética Trascendental: es la ciencia de todos los principios de la sensibilidad a priori. Esto significa que es la ciencia de las formas puras o intuiciones puras de la sensibilidad. En esta sección (ET) Kant primero aislará la sensibilidad de lo que los conceptos del entendimiento piensa con ellos, para quedarse con la intuición empírica. Luego separará, en la intuición empírica, todo lo relativo a la sensación, para quedarse con la intuición pura y la mera forma de los fenómenos en tanto es lo único que aporta la sensibilidad a priori. [B 37] Sección primera de la estética trascendental Del espacio # 2. Exposición metafísica de este concepto 1.-Por el sentido externo nos representamos objetos externos (como fuera de nosotros) en el espacio. En el espacio es posible determinar la forma, su tamaño y la relación entre los objetos. En relación con el sentido interno se llega a afirmar que el tiempo no se puede intuir exteriormente así como el espacio no se puede intuir como algo en nosotros. De esta manera surge la pregunta: ¿qué son el espacio y el tiempo? Kant considera tres posibilidades: 1.-entes efectivamente reales [wirkliche Wesen]. 2.-Determinaciones o relaciones de las cosas pero que no son intuidas/bles. 3.-Determinaciones o relaciones que sólo pertenecen a la forma de la intuición, en consecuencia a la constitución subjetiva de la mente, y sin esta constitución estos predicados no se podrían asignar a las cosas. 2.-Para responder a esta pregunta expondrá primero el concepto de espacio. Exposición [Erörterung]: representación distinta de lo que pertenece a un concepto. Exposición metafísica: cuando contiene lo que exhibe al concepto como dado a priori [metaphysisch aber ist die Erörterung, wenn sie dasjenige enthält, was den Begriff als a priori gegeben darstellt.] 4 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 “1) El espacio no es un concepto empírico que haya sido extraído de experiencias externas.” (91) [1) Der Raum ist kein empirischer Begriff, der von äußeren Erfahrungen abgezogen worden] El tipo de argumento que usa en este caso es mostrar que se presupone la representación del espacio para poder tener experiencias. Así, la mera referencia de sensaciones a algo exterior a mi mente supone relacionar dos lugares en el espacio, el lugar en el que estoy y donde están mis sensaciones y el lugar al que refieren las sensaciones como su objeto. También se infiere que para que pueda representarme sensaciones como exteriores y <B contiguas>, en consecuencia no sólo como diferentes, sino como localizadas en diferentes lugares, ya debo contar con la representación del espacio que funciona como el fundamento de tales comparaciones espaciales entre sensaciones. En consecuencia, esta representación no se puede obtener por abstracción a partir de la experiencia externa, sino que “esta experiencia externa es, ante todo, posible ella misma sólo mediante la mencionada representación” (92). [sondern diese äußere Erfahrung ist selbst nur durch gedachte Vorstellung allererst möglich] [A 24] 2) El espacio es una representación necesaria a priori que sirve de fundamento de todas las intuiciones externas. Este punto es esencial para nuestra tema en tanto Carl Stumpf lo atacará especialmente. Kant afirma: “Nunca puede uno hacerse una representación de que no haya espacio, aunque sí se puede pensar muy bien que no se encuentre en él objeto [B 39] alguno.” [Man kann sich niemals eine Vorstellung davon machen, daß kein Raum sei, ob man sich gleich ganz wohl denken kann, daß keine Gegenstände darin ange|troffen B39 werden]. A partir de esta posibilidad fenomenológica (Kant puede imaginar un espacio vacío) se infiere que el espacio es condición de posibilidad de los fenómenos. Esta condición significa que es independiente de los mismos y que es una representación a priori que funciona necesariamente como fundamento de los fenómenos externos. En la primera edición sigue el siguiente argumento, suprimido en la segunda edición. [3) La necesidad a priori referida en el punto anterior funda la certeza apodíctica de los principios geométricos y la posibilidad de sus construcciones a priori. Si la representación del espacio fuera un concepto adquirido a posteriori entonces estos principios no serían más que percepciones. En consecuencia serían contingentes y no sería necesario que entre dos puntos pasara sólo una recta, sino que sería algo aleatorio confirmado cada vez por la experiencia. Además, su universalidad sólo sería comparativa, y caería bajo los problemas de la inducción. Todas las leyes de la geometría pasarían a ser verdades de hecho, demostradas hasta ahora. (nota 187, 92)] “3) El espacio no es un concepto discursivo o universal, de relaciones de las cosas A 25 en general, sino una intuición pura” (92) [Der Raum ist kein discursiver oder, wie man sagt, allgemeiner Begriff von Verhältnissen der Dinge überhaupt, sondern eine reine Anschauung. ] Sólo nos podemos representar un único espacio. Cuando se mencionan múltiples espacios, se entiende por esto partes del único espacio. Estas partes no preceden al espacio único global, como si fueran sus partes componentes [Bestandtheile] a partir de las cuales se lo conformaría, sino que sólo se las puede pensar en tal espacio. El espacio es único esencialmente y lo múltiple en él y el concepto de espacios en general se obtienen por limitaciones del espacio global. De esto se infiere que a la base de todos los conceptos de espacio se encuentra la intuición a priori del espacio. De esta manera todos los principios geométricos se infieren de la intuición y no de conceptos universales, es una inferencia a priori, con certeza apodíctica. 5 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 “4) El espacio se representa como una magnitud infinita <B dada.>” (93) [4) Der Raum wird als eine unendliche gegebene Größe vorgestellt] A 25: 5) El espacio se representa como una magnitud infinita. Un concepto universal de espacio (aplicable a un pie como a una vara) no determina ninguna magnitud. Si no fuera por la ausencia de límites en el progreso de la intuición, ningún concepto de relaciones incluiría en sí un principio de la infinitud de ellas. Suprimido en la segunda edición. B 40: Todo concepto es una representación contenida en un conjunto infinito de diferentes representaciones posibles (como su característica común), en consecuencia las contiene bajo sí. Pero ningún concepto contiene en sí tal conjunto infinito de representaciones. Pero el espacio se piensa como conteniendo en sí todas sus partes infinita simultáneamente. En consecuencia la representación originaria del espacio es intuición a priori, y no concepto. Se podría intentar explicitar este argumento de la siguiente manera. Un concepto tiene características [Merkmale] que determinan qué objetos o representaciones caen bajo el concepto. Pero `caer bajo un concepto´ y `tener características´ son relaciones distintas. Bajo un concepto caen infinitas representaciones pero un concepto no tiene infinitas características (si ése fuera el caso quizás sólo habría un concepto). La representación del espacio tiene partes infinitas, en consecuencia, no es un concepto. # 3.- Exposición transcendental del concepto de espacio [B 40 – 41] 1.-Exposición transcendental: la explicación de un concepto como principio para comprender la posibilidad de otros conocimientos sintéticos a priori. Este objetivo se cumple si se dan las dos siguientes condiciones: a) los conocimientos mencionados deben proceder del concepto dado; b) esos conocimientos deben ser posibles sólo bajo una cierta manera de explicar el concepto. Esos conocimientos que menciona Kant son los conocimientos provistos por la Geometría, en tanto ciencia que determina sintéticamente y a priori las propiedades del espacio. En tanto las proposiciones de la geometría son todas apodícticas o están conectadas con la conciencia de su necesidad, no pueden ser juicios empíricos o de experiencia, ni se pueden inferir a partir de éstos. En consecuencia tales proposiciones son posibles porque el espacio es originariamente intuición (y no concepto), intuición a priori pura, antes de toda percepción externa. Esta intuición pura tiene su sede en el sujeto, como su constitución formal, en virtud de la cual es afectado por objetos, recibiendo una representación inmediata de ellos, una intuición, en consecuencia, sólo como forma del sentido externo en general. De esta manera, Kant afirma que “sólo nuestra explicación hace comprensible la posibilidad de la geometría como conocimiento sintético a priori.” (94) [Also macht allein unsere Erklärung die Möglichkeit der Geometrie als einer synthetischen Erkenntniß a priori begreiflich.] CONCLUSIONES A PARTIR DE LOS CONCEPTOS PRECEDENTES [A 26] [B 42] a) El espacio no representa ninguna determinación de las cosas que subsista si se abstraen todas las condiciones subjetivas de la intuición. No representa ninguna propiedad de cosas en sí ni de sus relaciones entre ellas. Las determinaciones absolutas y relativas no pueden intuirse antes de que existan cosas a las que les corresponden, y en consecuencia tales determinaciones no se pueden intuir a priori. 6 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 b) El espacio es la forma de todos los fenómenos de los sentidos externos. Es la condición subjetiva de la sensibilidad que hace posible la intuición externa. En tanto la receptividad del sujeto precede necesariamente a las intuiciones de los objetos que nos afectan es que la forma de todos los fenómenos se da en la mente antes de todas las percepciones efectivamente reales, se da a priori. Al mismo tiempo tal intuición pura que determina a todos los objetos externos, contiene antes de toda experiencia principios de las relaciones entre ellos. Kant llega a afirmar que “si prescindimos de la condición subjetiva… la representación del B 43 espacio no significa nada” [Gehen wir von der subjectiven Bedingung ab, …, so bedeutet die Vorstellung vom Rau|me B43 gar nichts]. De esto se infiere lo siguiente: 1.-El espacio es un predicado que se atribuye a los fenómenos (esto es, a las cosas en tanto se nos aparecen o en tanto son objetos de la sensibilidad). 2.-La forma constante de esta sensibilidad receptiva es condición necesaria de todas las relaciones en las que intuimos objetos como externos a nosotros. Al hacer abstracción de estos objetos, llegamos a la forma de la intuición pura que llamamos espacio. 3.-No podemos inferir de las condiciones particulares de nuestra sensibilidad ninguna condición de posibilidad de las cosas, sino sólo de los fenómenos. El espacio incluye todas las cosas que se nos aparecen externamente, pero no las cosas en sí. 4.-La exposición mostró la [A 28] realidad (validez objetiva) del espacio en relación a todo lo que se nos presenta exteriormente, pero también la idealidad del espacio en relación a las cosas en sí. 5.-En consecuencia se afirma la realidad empírica del espacio pero también a la vez la idealidad trascendental de él. ANTECEDENTES de la exposición del espacio en la KrV Huggett, Nick and Carl Hoefer, "Absolute and Relational Theories of Space and Motion", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2008 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/ fall2008/entries /space time- theories/>. Los filósofos que indagan la naturaleza física han intentado comprender el estatuto de tres conceptos fuertemente conectados: espacio, tiempo y movimiento. En particular, la comprensión del movimiento se ha considerado como altamente relevante para tomar decisiones teóricas sobre la naturaleza del espacio y del tiempo. Newton y Leibniz han establecido las bases para acercarse a este tema como una disputa entre concepciones absolutas del espacio, tiempo y movimiento enfrentadas a concepciones relacionales de los mismos fenómenos. Como introducción a este problema, podemos decir que sabemos y percibimos que las cosas cambian. Para Aristóteles, el movimiento (que él denominaba ‘locomoción’ ) solo era uno de los tipos de cambio posibles, como la generación, corrupción, fabricación, etc. Los atomistas, por su parte, entendían que todo cambio era en realidad el movimiento de átomos que configuraban nuevas formaciones. Esta idea estuvo oculta o latente, por lo menos hasta el S. XVII, en que fue retomada y explotado todo su potencial explicativo en los trabajos de Descartes. Por supuesto, hoy la física moderna parece mostrar que el estado físico de un sistema abarca más que la configuración geométrica de los cuerpos. 7 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 No todos los cambios son movimientos de cuerpos en el espacio físico. Pero desde la antigüedad occidental, este tipo de movimiento ha sido central para la comprensión del cambio. Y puesto que el movimiento es un concepto central en teorías físicas, parecería que tendríamos que disponer de una buena concepción de lo que pueda ser. Desde el punto de vista de sentido común, el problema puede parecer trivial, ya que lo que usualmente queremos decir cuando afirmamos que algo se está moviendo es que se está moviendo en relación a algo y en esto solemos estar tácitamente de acuerdo. Por ejemplo: el auto se mueve a 60 km/h (relativo a la calle y a las cosas que están ahí), el avión está volando hacia (relativo a) Londres, el cohete está despegando (de la tierra) o el pasajero se mueve (hacia la cabina frontal del tren). Acá podemos decir que el cuerpo de referencia relativa es el entorno de los hablantes o la Tierra, pero esto no sucede siempre así. Por ejemplo parece que tiene sentido preguntar si la Tierra gira sobre su eje en dirección Oeste - Este de día o, por el contrario, si es el cielo que rota Este - Oeste; pero si todos los movimientos se tienen que considerar relativos a la Tierra, entonces su rotación parece imposible. Pero, a su vez, si la Tierra no nos ofrece un marco único de referencia para la descripción del movimiento, entonces podemos preguntarnos si se puede usar algún objeto arbitrario para la definición del movimiento. Pero: ¿todos los movimientos son análogos y equivalentes? ¿Ningún movimiento se privilegia sobre otros? No es claro si alguien alguna vez expuso de manera consistente este punto de vista: quizás Aristóteles en Metafísica. Se cree que Descartes y Leibniz lo han hecho, y algunos otros como Mach y Huygens. Si este punto de vista fuera correcto, entonces la pregunta por quién rota, si la Tierra o el cielo, sería una pregunta sin sentido, ya que ambas posiciones serían meras expresiones diferentes de los hechos, pero equivalentes. ARISTÓTELES Pero supongamos, como Aristóteles, que el uso del lenguaje ordinario refleja la estructura del mundo. Entonces podemos reconocer que el uso de ‘ arriba’ y ‘ abajo’ requiere algún privilegio -ese uso trata a las cosas cercanas a un punto en el centro de la Tierra como más ‘ abajo’ y a los movimientos hacia ese punto como ‘ descendientes’ . La explicación que Aristóteles daba de este fenómeno consistía en que, en virtud de su naturaleza (y no por fuerzas ‘ no naturales’ ), es que los cuerpos pesados se mueven hacia abajo, y cosas ‘livianas’ (aire y fuego) se mueven para arriba. Sus naturalezas o `formas’ son lo que constituye la gravedad o peso de los primeros y la levedad de los segundos. Ahora bien, esta explicación tiene sentido si “arriba” y “abajo” se pueden determinar unívocamente para cada cuerpo. Según Aristóteles, arriba y abajo se fijan por la posición relativa del cuerpo en relación al centro del universo, un punto que coincide con el centro de la Tierra. Esto es, la teoría sostiene que los cuerpos pesados se mueven naturalmente hacia el centro, mientas que los cuerpos livianos se alejan del centro. Dependiendo de la concepción del centro de la Tierra, las cantidades involucradas serán absolutas o relativas. Si el centro se identificara con el centro de la Tierra, entonces se consideraría que la teoría evita cantidades absolutas: simplemente sostendría que los movimientos naturales de los cuerpos dependen de su posición relativa a otros cuerpos, en particular la Tierra. Pero Aristóteles es muy explícito en afirmar que el centro del Universo no es idéntico con el centro de la Tierra, sino meramente coincidente con él: puesto que la Tierra misma es pesada, sino estuviera en el centro, se movería hacia allí. De modo que el centro no se identifica con ningún cuerpo, y entonces, a lo mejor, dirección-al-centro es una magnitud absoluta en la teoría, y no se comprendería como la dirección hacia algún cuerpo en particular (si algún cuerpo llegara a ocupar el centro, esto sería considerado como meramente contingente). Pero tampoco se deja inferir claramente 8 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 esta conclusión. Aristóteles sugiere que el centro mismo es ‘determinado´ por la caparazón esférica externa del universo (la región etérea de las estrellas fijas). Si esto es lo que la teoría y Aristóteles pretenden sostener, entonces la ley natural después de todo prescribe movimiento relativo a otro cuerpo -en particular arriba y abajo en relación al centro matemático de las estrellas. No se está sugiriendo que Aristóteles estaba peleando conscientemente con la cuestión de si la mecánica requería magnitudes de movimiento absolutas o relativas. Lo que es claro es que estas cuestiones surgen en su física y sus indicaciones las afectan. Su teoría también es un modelo de cómo surgen estas cuestiones: una teoría física del movimiento dirá que ‘bajo tales y tales circunstancias, ocurrirá movimiento de tal y tal tipo´ - y la pregunta si tal tipo de movimiento tiene sentido solamente en términos de las relaciones entre cuerpos surge automáticamente. DESCARTES Las cuestiones problemáticas son más explícitas en la física cartesiana. La forma de su teoría es diferente, y, en consecuencia, los ‘tipos de movimiento´ también son muy diferentes. Descartes argumentó en 1644 en los Principios de la Filosofía (libro II) que la esencia de la materia era la extensión (forma y tamaño) porque cualquier otro atributo del cuerpo podía ser descartado en la imaginación sin descartar la materia misma. Pero también sostenía que la extensión constituía la naturaleza del espacio, en consecuencia concluyó que espacio y materia eran una y la misma cosa. Una consecuencia inmediata de esta concepción es la imposibilidad de la existencia del vacío. Si toda región del espacio es una región de materia, entonces no puede haber espacio sin materia. De este modo el universo de Descartes es ‘hidrodinámico’ - completamente lleno de materia móvil de pedazos clasificados según diferentes tamaños en movimiento, como un balde lleno de agua y trozos de hielo de tamaños diferentes, movido. Puesto que los pedazos de materia no son nada más que extensión, el universo de hecho no es nada más que cuerpos geométricos en movimiento sin que haya brechas entre ellos. La naturaleza del movimiento La identificación de espacio y materia plantea un problema sobre el movimiento: si el espacio que un cuerpo ocupa es literalmente la materia del cuerpo, entonces cuando el cuerpo -la materia- se mueve, también lo hace el espacio que ocupa. De este modo el cuerpo no cambia de lugar, lo que equivale a afirmar que el cuerpo, después de todo, no se mueve. Descartes resolvió esta dificultad grave considerando que todo movimiento es el movimiento de cuerpos relativos a otros, y no un cambio literal de espacio. Ahora bien, un cuerpo tiene tantos movimientos relativos como cuerpos haya pero de esto no se infiere que todos los movimientos son igualmente relevantes. En verdad, Descartes utiliza muchos conceptos distintos de movimiento relativo. Primero: ‘cambio de lugar’ que no es mas que el movimiento relativo a ésta o aquella referencia arbitraria (II. 13). En este sentido no se privilegia ningún movimiento, puesto que velocidad, dirección e incluso la curva de una trayectoria depende del cuerpo de referencia, y ninguno se elige como tal absolutamente. Luego discute ‘movimiento en sentido ordinario´ (II.24). Se puede combinar con el mero cambio arbitrario de lugar, pero de hecho se diferencia ya que de acuerdo a las reglas del lenguaje ordinario se atribuye movimiento de manera adecuada sólo a cuerpos cuyo movimiento es causado por alguna acción, no a cualquier movimiento relativo (de una persona sentada en una lancha que avanza rápidamente no se dice que está en movimiento, ya que ‘ no siente ninguna acción sobre sí´). Finalmente, define movimiento `hablando propiamente’ (II.25) como un movimiento de un cuerpo 9 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 relativo a la materia que lo circunda contigüamente, existencia garantizada por la imposibilidad del vacío. Lo que se puede ver aquí es que Descartes, a pesar de sostener que el movimiento es el movimiento de cuerpos relativos recíprocamente, también sostiene que hay un sentido privilegiado de movimiento: el ‘ movimiento verdadero´, más allá del sentido meramente relativo. De manera equivalente, se puede afirmar que Descartes consideró al movimiento como un predicado completo: moverse-propiamente-hablando es un predicado monádico (en contraste, moverse-relativo-a es un predicado diádico). Y notemos que el predicado es completo a pesar de que se lo analiza en términos de movimiento relativo. (Formalmente, sea entorno-contiguo una función de cuerpos a sus entornos contiguos, entonces x se-mueve-propiamente-hablando se analiza como x semueve-relativo-a-entorno-contigüo (x). ) Este ejemplo muestra por qué es crucial mantener separadas dos cuestiones diferentes: 1.-¿tiene que comprenderse el movimiento en términos de relaciones entre cuerpos o invocando algo adicional, algo absoluto? 2.-¿Son todos los movimientos relativos relevantes de modo equivalente o hay alguna noción ‘verdadera’ de movimiento que se debe privilegiar? El punto de vista de Descartes muestra que se puede evitar el movimiento absoluto sin implicar incompatibilidad lógica con la aceptación del movimiento verdadero, lo que no significa aceptar que sus definiciones de movimiento sean defendibles. Newton Newton contra la consideración cartesiana del movimiento. Rynasiewicz, Robert, "Newton's Views on Space, Time, and Motion", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2008 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/fall2008/entries/newton-stm/>. En De Gravitatione y en un Scholium a las definiciones dadas en sus Principios Matemáticos de Filosofía Natural de 1687 Newton criticó ambas definiciones de movimiento de Descartes como candidatos posibles para la noción operativa en mecánica. Newton fundó la mecánica clásica bajo el punto de vista de que el espacio es algo distinto del cuerpo y de que el tiempo es algo que transcurre de manera uniforme sin ninguna relación con lo que acontece en el mundo. Por esta razón habló de un espacio absoluto y de un tiempo absoluto, para distinguir estas entidades de los diversos métodos por los que las medimos (que él llamó espacios relativos y tiempos relativos). Como hemos visto, asociado con el problema de la naturaleza ontológica del espacio y del tiempo estaba la cuestión de la naturaleza del movimiento verdadero. Newton definió al movimiento verdadero de un cuerpo como su movimiento a través del espacio absoluto. Algunas definiciones del Scholium (inserto entre las Definiciones y las Leyes del Movimiento): 1.-Puesto que en la vida común, las cantidades que llamamos espacio, tiempo, lugar y movimiento se conciben en términos de relaciones a cuerpos sensibles, es relevante distinguir entre la concepción común, aparente, relativa de ellos, y la concepción matemática, verdadera y absoluta de tales cantidades. 10 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 2.-El espacio absoluto, verdadero y matemático permanece similar e inamovible sin relación a nada externo. Para la apreciación de esta concepción, recuérdese la concepción cartesiana. Los espacios relativos son medidas del espacio absoluto definidas con referencia a algún sistema de cuerpos, y de esta manera un espacio relativo puede, y probablemente estará, en movimiento. 3.-El lugar de un cuerpo es el espacio que ocupa y puede ser absoluto o relativo en relación a si el espacio ocupado es absoluto o relativo. 4.-El movimiento absoluto es la traslación de un cuerpo de un lugar absoluto a otro; el movimiento relativo es la traslación de un lugar relativo a otro. Parece evidente, a partir de estas características, que, de acuerdo a Newton: a) el espacio es algo distinto del cuerpo y existe independientemente de la existencia de los cuerpos, b) es una verdad simple que un cuerpo dado se mueve y cuál es su cantidad verdadera de movimiento, y c) el movimiento verdadero de un cuerpo no consiste ni puede ser definido en términos de su movimiento relativo a otros cuerpos. La tesis a) es la que fue un punto de debate y polémica en la filosofía natural del S. XVII y criticada por Leibniz, Huygens y Berkeley. La segunda no estaba en disputa. Descartes, Leibniz y Berkeley creían que el predicado `x se mueve verdaderamente´ es un predicado completo en el sentido de que es verdadero o falso para cualquier cuerpo dado. De este modo, para los que negaban la primer tesis, era necesario asegurar una definición o análisis de lo que implicaba para un cuerpo moverse verdaderamente (y lo que determina la cantidad de ese movimiento), como para ser tan adecuados a los hechos como Newton lo era con su caracterización del movimiento verdadero. Descartes, Leibniz y Berkeley consideraban que el movimiento relativo a otros cuerpos era una condición necesaria para el movimiento verdadero, pero no una condición suficiente. Esto es, no puede haber movimiento verdadero sin que haya movimiento relativo, pero no que si hay movimiento relativo, entonces hay movimiento verdadero. Con el transcurso de los años, el consenso de los siglos XVII y XVIII sobre la tesis b) se perdió de vista y llegó a ser común caracterizar a los oponentes de Newton como negando que de verdad hubiera un cuerpo en movimiento verdadero y sosteniendo que todo movimiento es meramente movimiento relativo. De esta manera no deberíamos esperar del Scholium que argumente a favor de esta tesis, ya que Newton, lo que quiere mostrar con ella, no es que el movimiento verdadero es distinto del movimiento relativo (en lo que todos acuerdan), sino mas bien que el único análisis posible del movimiento verdadero requiere que se haga referencia a lugares absolutos, y de ese modo se garantiza la existencia del espacio absoluto. Parágrafo VI – Argumentos directos a favor del espacio absoluto Este parágrafo defiende la tesis de la inmovilidad del espacio absoluto, lo que claramente implica que las partes del espacio no cambian sus relaciones recíprocas, en contra de Descartes. Las partes del espacio son sus propios lugares y que un lugar sea movido fuera de sí mismo es un absurdo. Un antecedente mas expansivo de este argumento aparece en 11 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 De Gravitatione, aplicado al tiempo: si ayer y mañana tuvieran que intercambiar sus relaciones temporales respecto del resto de tiempo, entonces ayer se transformaría en mañana y hoy en ayer. Este tipo de argumentos revelan un criterio holístico de identidad de partes para el espacio y el tiempo. Movimiento absoluto: según Newton el movimiento verdadero es movimiento relativo a un espacio tridimensional euclidiano rígido, persistente temporalmente, y a ese espacio llamó `absoluto´. El movimiento absoluto es el movimiento causado por la impresión de una fuerza proviniente de otro cuerpo que hace que el primer cuerpo salga de su inercia (mientras que la inercia o vis ínsita es función de la masa del cuerpo, el momento de fuerza o vis impressa es la acción que cambia el estado del cuerpo. Ésta última puede ser la fuerza centrípeta o gravitatoria). Esto significa que el movimiento relativo puede originarse sin ninguna fuerza que se imprima sobre el cuerpo que va a estar en movimiento relativo. ¿Porqué? “Pues basta imprimir una fuerza a otros cuerpos con que se compara el primero, pera que, al ceder ellos, cambie la relación en que consistía el movimiento o reposo relativo de ese otro cuerpo” [Principles, 10, citado en Torretti, R. Kant, Charcas, Buenos Aires, 1980, 91]. Por su parte, Descartes también definió el movimiento en relación a tal espacio pero la diferencia que el espacio de Descartes estaba dividido en partes (idéntico a un plenum de partículas) en movimiento, y no era una estructura rígida en la que los cuerpos materiales (móviles) se incluían. De esta manera Newton resuelve los problemas de la concepción cartesiana y proporciona una interpretación de los conceptos de movimiento constante y aceleración que aparecen en sus leyes del movimiento. La ontología del espacio absoluto Puesto que el espacio de Newton acepta el vacío y es rígido, definidamente no es material. Por otra parte, se supone que es parte del dominio material, no del dominio mental. En De Gravitatione Newton rechazó las categorías filosóficas dominantes de sustancia y atributo como caracterizaciones adecuadas. Dice Newton [Benítez, L. y Robles, J. De Newton y los newtonianos: entre Descartes y Berkeley. De gravitatione et aequipondio fluidorum. De aere et aethere (primera edición en castellano), Bernal, Universidad Nacional de Quilmes Editorial, 2006, 41]: “Quizás ahora pueda esperarse que yo defina la extensión como sustancia, accidente o bien, como nada en absoluto. Pero esto, de ningún modo, pues la misma tiene su propia manera de existencia que no encaja ni con las sustancias ni con los accidentes. No es sustancia tanto porque no subsiste absolutamente per se sino que, por así decir, es un efecto emanativo de Dios y una afección de todo ser, en tanto que subsiste; y porque no subyace a las afecciones propias del tipo que denominamos sustancia, a saber, acciones tales como pensamientos en la mente y movimientos en el cuerpo.” Newton propone que el espacio es lo que podríamos denominar `pseudo-sustancia´, mas similar a una sustancia que a una propiedad pero, sin embargo, no es sustancia. Esto traerá problemas posteriormente para Samuel Clarke en su polémica contra Leibniz, donde casi llega a aceptar que el espacio es una propiedad, y cuando Leibniz objeta esta caracterización porque nada inhiere en el vacío, Clarke sugiere que podría haber entes nomateriales en el vacío donde podría inherir el espacio. De hecho Newton aceptaba el principio de todo lo que existe, existe en alguna parte – en el espacio absoluto. Se puede decir, entonces, que consideraba el espacio absoluto como una consecuencia necesaria de la existencia de algo, y en particular de la existencia de Dios – de ahí la dependencia 12 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 ontológica del espacio. Leibniz rechazaba, por su parte, cualquier noción de espacio como ente real antes que como una entidad puramente ideal o mental LEIBNIZ Disalle, Robert, “Newton´s philosophical analysis of space and time” en Cohen, Bernard I. y Smith, G. (eds.), The Cambridge Companion to Newton, Cambridge, The Cambridge University Press, 2002, ps. 33-56 Entenderemos por `Leibniz´ al conjunto de los contrincantes filosóficos de la teoría del espacio absoluto, y no sólo el individuo real que se llamó Gottfried Leibniz. En particular porque, como se reconoció recientemente, es muy difícil dar cuenta de una única dinámica y cinemática en Leibniz, debido a sus múltiples versiones. Tampoco es fácil dar cuenta de sus cambios conceptuales. Si a estas dificultades agregamos sus distintas presentaciones metafísicas y geométricas de sus conceptos ontológicos, podemos darnos cuenta de que cuando se habla de las nociones `leibnizianas´ de espacio, tiempo y movimiento, estamos refiriéndonos a un cuerpo de ideas que Leibniz podría haber sostenido o que se podrían inferir de sus ideas sostenidas explícitamente, pero que no estamos muy seguros que tal hubiera sido efectivamente el caso. 1.-Argumentos de la Quinta Carta a Samuel Clarke, # 47: i) un cuerpo llega a tener `el mismo lugar´ que otro tuvo anteriormente cuando llega a estar en las mismas relaciones con los otros cuerpos que `suponemos´ no se alteraron. ii) Se puede definir `un lugar´ como lo que dos cuerpos tienen en común. iii) Espacio es todos esos lugares considerados en conjunto. Pero: se definen a las propiedades como particulares, y en consecuencia no pueden ser instanciadas por más que un individuo, incluso en tiempos diferentes. En consecuencia es imposible para dos cuerpos estar literalmente en las mismas relaciones con otros cuerpos que no se alteran. En consecuencia, lo que consideramos que es lo mismo para dos cuerpos – el lugar- es algo añadido por nuestra mente a la situación, y en consecuencia es de naturaleza ideal. El espacio, construído a partir de estos lugares ideales, resulta él mismo ideal: `un cierto orden, en donde la mente concibe la aplicación de relaciones´. 2.-Si el espacio fuera absoluto debería ser una sustancia y en consecuencia sus partes, esto es, cada punto en el espacio, deberían detentar una identidad distinta. Pero si las locaciones de todas las cosas en el espacio cambiaran su distancia y dirección recíprocas, no se obtendría ninguna diferencia real, en consecuencia, el espacio no puede ser absoluto, por el principio de identidad de los indiscernibles. Recordemos que el principio establece que para que dos cosas sean diferentes, por lo menos una propiedad no la deben compartir (esta formulación es de MacTaggart y la denominó el principio de disimilaridad de lo diverso). 3.-El espacio es un orden de existencias posibles en simultaneidad y no tiene realidad en sí mismo. Pero, cerca de 1695, Leibniz llega a expresar la distinción entre un dominio real y un dominio conceptual o ideal. El espacio es una totalidad conceptual cuyas partes son obtenidas posteriormente por divisiones o fragmentaciones de todo tipo. Lo primero es la totalidad del espacio, luego vienen sus partes. Las partes de los todos reales son las sustancias individuales, en consecuencia, son unidades reales. Esto es, la extensión concebida como un continuo abstracto no tiene partes efectivas o actuales, pero los cuerpos extensos sí tienen partes reales: son compuestos genuinos cuyos últimos 13 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 elementos son los `átomos de sustancia´ de Leibniz. [Glenn A. Hartz and J. A. Cover “Space and Time in the Leibnizian Metaphysic”, Noûs, Vol. 22, No. 4, Dec., 1988, ps. 493-519] La distinción entre todos reales y todos ideales es que los primeros son discretos, por más que infinitamente divisibles, mientras que los segundos son continuos. En los todos reales las unidades son anteriores, mientras que en los todos conceptuales la totalidad es anterior, lógica y ontológicamente. Esto significa que para Leibniz el espacio no está compuesto de puntos, de la misma manera que sostiene que un número abstracto considerado en sí no está compuesto de las fracciones mas chicas que se pueden adscribirle. Las partes son de distinta naturaleza ontológica en cada tipo de todo. Se puede decir que en el todo conceptual – mental – ideal, sus partes son indeterminadas e indefinidas y sólo posibles, mientras que en el todo real, las partes son actuales, definidas y determinadas. KANT PRECRÍTICO [Torretti, Roberto, Kant, Charcas, Buenos Aires, 1980] En su juventud Kant se inclina por la tesis que afirma que las cosas preceden al espacio. Luego se adscribirá a la tesis contraria. Pero incluso en su furor newtoniano no llegará a considerar que el espacio sea un inmenso contenedor sin paredes. En su escrito de 1747 (22 años), sobre La verdadera manera de calcular las fuerzas vivas [Gedanken von der wahren Schätzung der lebendigen Kräfte ], Kant se presenta como un fervoroso adherente de la posición leibniziana: “Es fácil mostrar que no habría espacio ni extensión, si las sustancias no tuvieran fuerzas para actuar fuera de sí. Pues sin esta fuerza no hay enlace, y sin enlace no hay orden, y sin orden, finalmente, no hay espacio.” [Es ist leicht zu erweisen, daß kein Raum und keine Ausdehnung sein würden, wenn die Substanzen keine Kraft hätten außer sich zu wirken. Denn ohne diese Kraft ist keine Verbindung, ohne diese keine Ordnung und ohne diese endlich kein Raum, # 9, 23] Diversas inferencias se pueden extraer de las afirmaciones kantianas en 1747 en relación a sus escritos de 1770 y 1781, pero no nos detendremos en este tema, interno al desarrollo de la filosofía kantiana del espacio, sino que intentaremos mostrar ciertas ideas y discriminaciones que nos parecen útiles para lo que continuará en nuestra exposición del problema de cuerpo, espacio y geometría. De esta manera, mientras que para Leibniz la estructura del espacio se deducía lógicamente de ciertos axiomas que tenían que ver con relaciones entre objetos físicos (geometría como ciencia analítica) Kant, ya en este temprano escrito, apelaba a ciertas concepciones de Newton para justificar la concepción del espacio leibniziana, en particular considerar la física y la geometría como conjuntos de proposiciones sintéticas, otorgándoles en este caso un fundamento empírico. La diferencia con Leibniz se podría establecer de esta manera. Mientras que para el primero el espacio es una estructura abstracta e ideal inferida a partir de las relaciones de objetos que ocupan posiciones homogéneas y uniformes, la estructura misma se determina por las relaciones recíprocas de dichas posiciones. Lo que determina el carácter específico de la estructura espacial es la naturaleza de dichas relaciones, y no lo relacionado por ellas. Kant conocía esta conceptualización lebniziana, de la que se podían inferir múltiples estructuras, pero también reconoce que no todo objeto concreto es compatible con ellas. La estrategia consistirá, entonces, en concebir una estructura como un sistema de relaciones entre objetos determinados que ocupan posiciones homogéneas, 14 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 pero en las que la naturaleza de los objetos prescribirá el tipo de estructura. En particular, por las leyes de regulan la interacción de estos objetos concretos –puesto que estas leyes originarán el ordenamiento que llamamos espacial. En la Monadologia physica de 1756 pretende, como se puede inferir de su título, mostrar que la metafísica y la geometría se pueden unir en provecho de la ciencia de la naturaleza. Se deben incorporar, en un mismo marco teórico, las ideas de las fuerzas que actúan a distancia con la divisibilidad infinita del espacio. En este escrito demuestra o pretende demostrar esta divisibilidad infinita utilizando los postulados de Euclides y enfatiza que sus demostraciones valen tanto para el espacio geométrico como para el espacio físico. Kant logra demostrar la divisibilidad infinita del espacio geométrico, pero, como el mismo Kant lo afirma en la Proposición IV, “un compuesto divisible al infinito no está constituído de partes primitivas, es decir, simples”. Son simples las partes que no tienen, a su vez, partes. En un compuesto como el mentado en esta proposición no podemos señalar parte alguna que satisfaga esta condición. En consecuencia, los cuerpos materiales no son divisibles al infinito, ya que en su división encontramos partes últimas, que Kant llama mónadas, pero que no se tienen que identificar con las sustancias simples espirituales de Leibniza. El problema, sin embargo, subsiste. ¿Cómo es que se da la relación entre un espacio infinitamente divisible y los cuerpos que lo llenan que no satisfacen la condición de la divisibilidad infinita? Los autores criticados por Kant negaban lo primero, mientras que Kant posteriormente afirmará la idealidad de los cuerpos. Es recién en 1768 que Kant afirma lo siguiente: “el espacio absoluto posee una realidad propia independientemente de la existencia de toda materia y es incluso el fundamento primero de la posibilidad de su composición” [daß der absolute Raum unabhängig von dem Dasein aller Materie und selbst als der erste Grund der Möglichkeit ihrer Zusammensetzung eine eigene Realität habe, Ak 378 ] en Sobre el fundamento primero de la diferencia entre las regiones del espacio. Pero, ¿esta afirmación significa que adhiere a la teoría newtoniana que afirma la existencia real del espacio absoluto? La respuesta no es tan simple. Su prueba de la preeminencia ontológica del espacio respecto de las cosas espaciales no conduce necesariamente a la tesis de Newton. Pero se dirige en contra de las tesis de Leibniz y del joven Kant. Al mismo tiempo es compatible con la tesis del espacio de 1770, que opondrá fuertemente a Newton y Leibniz. Kant no apela esta vez a una demostración geométrica ni considera que necesite disponer de una definición exacta y completa de espacio. Lo que hace consiste en apelar a un hecho evidente: para determinar los caracteres espaciales de un cuerpo además de indicar las posiciones relativas de sus partes, también hay que mostrar la orientación de dichas partes respecto a las regiones del espacio. Kant considera que esta orientación no es sólo la relación de las partes del cuerpo respecto a ciertos lugares o posiciones fuera de él, sino en una relación que tiene el cuerpo “con el espacio universal considerado como una unidad, de la cual cada extensión debe estimarse <como> una parte” [auf den allgemeinen Raum als eine Einheit, wovon jede Ausdehnung wie ein Theil angesehen werden muß. Ak 377-378] Lo que sigue puede considerarse, en forma muy general y a ser demostrada, como un antecedente de la consideración husserliana del espacio. Sigo a Torretti en su explicación. En tanto el espacio (euclidiano) tiene tres dimensiones, por cualquier punto del mismo se pueden construir tres planos perpendiculares entre sí; cada uno de ellos divide el espacio en dos regiones; los tres planos lo dividen, pues, en un total de seis regiones. “Como todo lo que está fuera de nosotros lo conocemos a través de los sentidos sólo en la medida en que se encuentre relacionado con nosotros”, no es extraño que 15 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 nuestra habilidad para distinguir las regiones del espacio se funde en la conexión de esos tres planos con nuestro cuerpo. Un plano perpendicular a la altura del cuerpo divide el espacio en las regiones de arriba y abajo. Otro plano, perpendicular al anterior y dispuesto de manera tal que divida exactamente nuestro cuerpo en dos mitades similares, distingue izquierda y derecha. Por último, un tercer plano, perpendicular a los otros dos, divide el espacio en las regiones de atrás y adelante. Así Kant afirma: “En una hoja escrita, por ejemplo, distinguimos primero las partes superior e inferior de la escritura, advertimos la diferencia entre el anverso y el reverso de la hoja, y luego atendemos a la disposición de los rasgos de escritura de izquierda a derecha, o al revés. La posición recíproca de las partes ordenadas sobre la superficie es la misma, y en todos sus detalles conserva la misma figura, como quiera que volvamos la hoja; pero la diferencia de las regiones es en esta representación tan importante y está tan estrechamente ligada a la impresión que hace el objeto visible, que la misma escritura, mirada de modo que vaya de derecha a izquierda lo que antes se orientaba en la dirección contraria, se vuelve irreconocible.” [Bei einem beschriebenen Blatte z.E. unterscheiden wir zuerst die obere von der unteren Seite der Schrift, wir bemerken den Unterschied der vorderen und hintern Seite, und dann sehen wir auf die Lage der Schriftzüge von der Linken gegen die Rechte oder umgekehrt. Hier ist immer eben dieselbe Lage der Theile, die auf der Fläche geordnet sind, gegen einander und in allen Stücken einerlei Figur, man mag das Blatt drehen, wie man will, aber der Unterschied der Gegenden kommt bei dieser Vorstellung so sehr in Anschlag und ist mit dem Eindrucke, den der sichtbare Gegenstand macht, so genau verbunden: daß eben dieselbe Schrift, auf solche Weise gesehen, daß alles von der Rechten gegen die Linke gekehrt wird, was vorher die entgegengesetzte Gegend hielt, unkenntlich wird. Ak 379] Kant no sólo reconoce que los signos convencionales dependen de la orientación de sus figuras en relación a regiones del espacio, sino también la identidad de ciertas especies vegetales y animales. Esta orientación con respecto a las regiones del espacio supone una relación con el espacio universal. En tanto las figuras se encuentran presentes en los seres vivos y en las sustancias, entonces la completa determinación de ellos implica tal relación con el espacio universal. Kant introduce un concepto preciso para aclarar esta situación: “llamo a un cuerpo enteramente igual y semejante a otro, pero que no puede ser encerrado entre los mismos límites que éste, su contrapartida incongruente.” [Ich nenne einen Körper, der einem andern völlig gleich und ähnlich ist, ob er gleich nicht in eben denselben Grenzen kann beschlossen werden, sein incongruentes Gegenstück, Ak 382] Intentemos explicitar este concepto. Se dice que un cuerpo es rígido de un cuerpo tal que la distancia entre dos puntos cualesquiera de él no varía jamás. Dos cuerpos rígidos son congruentes si se puede llevar a uno a ocupar exactamente la posición que ocupaba el otro, en los mismos límites. Esto supone, según Torretti, que los dos cuerpos, X e Y, satisfacen las siguientes condiciones: 1) que se pueda establecer una correspondencia biunívoca entre los puntos de X e Y de modo que a cada punto x de X corresponda un punto y de Y--- y= f (x) de Y; 2) que esta correspondencia preserve las distancias entre dos puntos cualesquiera de X y su correspondientes dos puntos de Y. Estas condiciones necesarias de la congruencia no son, sin embargo, condiciones suficientes. Es posible imaginar un par de cuerpos rígidos que satisfacen ambas condiciones y que no sean congruentes, es decir, no pueden encerrarse en los mismos límites. Estos cuerpos son los que Kant denomina `contrapartidas incongruentes´: la mano izquierda y la mano derecha, y cualquier objeto enfrentado a su imagen especular. La primer inferencia a extraer dice que la figura de un cuerpo no se determina únicamente por las distancias entre los puntos discernibles en él, de modo que la 16 Problemas Especiales de Gnoseología – Primer Cuatrimestre 2009 determinación del lugar del cuerpo (su espacio) necesita más que las posiciones relativas de sus partes. La sola relación entre las partes de un cuerpo no es suficiente para establecer su identidad, ya que subsiste alguna `diferencia interna´ que es la responsable de la incongruencia. A su vez tal diferencia interna no depende de la relación entre las partes, pues en ese sentido los cuerpos son exactamente iguales. Kant concluye que el fundamento de la diferencia interna es la relación de cada cuerpo con el espacio absoluto. Finalmente, la Disertación de 1770 confirma o intenta confirmar que la representación del espacio es una representación intuitiva, y no conceptual. Esto depende de su decisión de considerar los cuerpos como `meros fenómenos´, sin otra consistencia que la de una conexión de relaciones. El argumento avanza de la imposibilidad de dar cuenta conceptualmente de la incongruencia via sostener un espacio absoluto y llegar a que tal espacio es intuitivo o intuido, porque sólo la sensibilidad permite dar cuenta de la diversidad de los cuerpos que extensionalmente son idénticos, y sin embargo son incongruentes. Resta que accedemos a esta incongruencia en una intuición pura. En 1764 concibe al espacio como mero sistema ideal de relaciones entre cosas reales espaciales. En 1768 defiende la concepción absoluta del espacio como entidad global real. En 1770 ya establece su propia doctrina, contraria a las dos anteriores posiciones. Los argumentos de 1768 destruyen la concepción leibniziana, pero no establecen unívocamente la tesis newtoniana. La precedencia ontológica del espacio se puede entender de manera doble: o las cosas espaciales existen independientemente de nuestras representaciones y también el espacio absoluto que las funda; o el espacio es ideal y en consecuencia también las cosas espaciales como tales. El `vuelco´ de 1768 a 1770 consiste en rechazar la primera para adoptar la segunda, y quizás en esto consista la `gran luz´, misteriosa, de 1769. Posibles motivos para su cambio conceptual: 1.-evitar el spinozismo, en que el espacio es modo inmediato del único ser auto-subsistente. 2.-Dar una solución a la relación alma – cuerpos, sin convertir al alma en cuerpo extenso. Principal motivo interno a la filosofía kantiana: resolución de las antinomias de la razón pura. PREGUNTAS 1.-Establezca los cuatro argumentos que demuestran que el espacio es una forma pura de la sensibilidad. 2.-¿Qué problemas newtonianos y leibnizianos resuelve Kant con su solución de la KrV? 3.-¿Cómo es la transición kantiana desde el escrito de 1747 hasta la disertación de 1770? 4.-Nociones de espacio de Aristóteles y Descartes. ¿Cuál es el problema de Descartes con su definición de espacio? 17