Daniel Cao Labora 1º Bach. A ¿Podemos creer que quizás son símbolos todas las realidades que existen en el mundo? Introducción: La pregunta posee cinco partes clave. La primera que engloba a “podemos” y “quizás” que nos hará preguntarnos el significado de podemos y quizás, que son palabras que parecen tener un significado de “existir una posibilidad. La segunda parte es aclarar el concepto de “creer”, porque creer no es lo mismo que saber o afirmar taxativamente, como veremos. En tercer lugar, hay que explorar a fondo que es un símbolo y preguntarse, qué es y qué no es un símbolo, conjugándolo con el concepto de realidad. Por último habría que argumentar si realmente “existen tales realidades en el mundo”, como dice la pregunta y aclarar el concepto de existir. Desarrollo: Poder: Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo. Quizás (Quizá): Adverbio de duda que denota la posibilidad de que ocurra o sea cierto lo que se expresa. En esta primera parte, quizá con un cierto engorro de índole lingüística, vamos a aclarar el punto de partida y de fin de significado de poder. Como siempre se dijo, poder no es deber, poder está entrelazado a la libertad física y no moral de un individuo. Es decir, alguien no es libre moralmente para matar, pero si existe una libertad física o capacidad que le posibilita hacerlo. Por tanto, parece que poder es tener la capacidad de hacer algo. Esta capacidad la limita solo nuestro cuerpo físico (nadie puede estar un día bajo el agua sin aire) o nuestros conocimientos (nadie que no sepa operaciones matemáticas puede resolver cálculos de física vectorial). Aún así aunque podemos hacer muchas cosas no las hacemos, por ejemplo todos podemos robarle el bolso a una ancianita que pasa por la calle, pero la mayoría de la gente no lo hace. Esta opinión sobre el poder y no poder, parece que viene reforzada por el segundo término “quizás”. Esta palabra indica una posibilidad, es decir que la pregunta quedaría ¿Existe alguna posibilidad de que tengamos la capacidad de creer... Además ahora nos vamos a introducir en el significado de creencia, que parece irse otra vez hacia un camino de conceptos variables, donde cada uno puede creer o no creer. La creencia no es una verdad, ni una certeza, ni una idea. Lógicamente no es una verdad, ya que sino tendría que ser argumentable, poder ser probada y de carácter universal (como es la muerte). La certeza es lo que se llama una verdad subjetiva, una verdad con argumentos casi irrefutables y que ocurre casi siempre (por ejemplo una certeza mía es que la Tierra seguirá existiendo el 19 de febrero de 2010). Tampoco es una idea, ya que una idea es una ocurrencia pensada; y una ocurrencia es por definición algo propio y una creencia es una idea del creador de tal creencia. La creencia parece más bien una idea impropia de un individuo que es compartida con más individuos. La creencia no es igual para todo el mundo, no tiene argumentos racionales que la apoyen , y estar o no en esa creencia es un acto de fe, no uno racional. Por lo tanto una estar en una creencia implica dar por cierto ciertas cosas que no están probadas o demostradas. Tras otro retoque la pregunta nos queda así: ¿Existe alguna posibilidad de que tengamos la capacidad de dar por cierto que son símbolos todas las realidades que existen en el mundo, aunque no sea demostrable? Parece que la pregunta nos indica si hay una posibilidad de que haya una posibilidad de que haya una posibildad de... Expresándolo de manera clara con un ejemplo se ve mejor. ¿Hay alguna posibilidad de que León tenga ahora mismo una playa? Se complica ¿Hay alguna posibilidad de que León tenga algún día una playa? Se enrevesa más ¿Hay alguna posibilidad de que León tenga algún día una playa si hay una inundación que eleve el nivel del mar 838 metros? Lógicamente si existe tal posibilidad, y en la pregunta filosófica que nos atañe, también cabe esa posibilidad. Al tener un podemos se trata de una capacidad y el creer designa un acto de fe, por lo tanto aunque encontraramos argumentos sólidos para defender que todas las realidades no son símbolos; cualquiera podría creer (aunque no debiera) que es al contrario. La única forma de rebatir una creencia es con una verdad, y es complicado afirmar como verdad universal que no todas las realidades son símbolos. El hombre no vive, como las bestias salvajes, en un mundo de cosas meramente físicas, sino en un mundo de signos y símbolos. (Pitigrilli) El símbolo es un signo social. Es decir es la representación en el mundo físico de algo de manera que todos lo entendamos. Por ejemplo un refunfuño es un símbolo que todos entendemos que denota enfado. Ese algo a representar es algo tan variable como un sentimiento, un concepto, una virtud,... Pero esos algos tienen en común en que todos son representaciones mentales que tenemos. Así un árbol no se parece a la valentía; pero yo tengo una representación mental de lo que es un árbol y lo que es la valentía. Por consiguiente, los símbolos no son algo que existan de manera natural, sino que son interpretaciones humanas de diversas realidades. Ahora bien... ¿Todas las realidades son interpretables? Una peineta, corte de manga o como se le quiera llamar es bastante claro y admite muy pocas o incluso solo una interpretación. De todos modos esto solo admite dicha interpretación porque los humanos hemos dado un significado a ese gesto. Sin embargo, pueden existir ciertas realidades que no admitan interpretación o incluso interpretaciones equivocadas de la realidad. Supongamos que estoy en una clase y veo a dos conocidos que andan por el pasillo, uno me señala y los dos se ríen. Lo general es que interprete que se ríen de mí y me enfade con ellos. Sin embargo es perfectamente posible que uno estuviera contando un chiste mío, que les haya hecho gracia y justo hayan pasado delante de mí diciendo y señalando: Ese es el que me contó ese chiste tan gracioso ( y se ríen al recordarlo). Esto es un ejemplo de interpretación errónea. Además existen interpretaciones que no se deberían de hacer. Un ejemplo claro aunque dotado de cierto arcaísmo es el clima y la edad antigua. Los romanos culpaban a algunas personas de las sequías o inundaciones aduciendo que los dioses no estaban contentos con esta gente y por su culpa los dioses no hacían llover o que diera el sol. Consideraban el tiempo meteorológico como un símbolo que según variase también variaba el humor de los dioses. Ahora se sabe que el clima se debe a los vientos, la presión, la humedad, etc. Al igual que hay símbolos que fueron pero no son, hay símbolos que persisten (como la astrología) y nuevos símbolos (como leer el futuro en posos de té). De todos modos estos últimos ejemplos no son símbolos puros ya que técnicamente no pueden ser interpretados por todas las personas. Hay que tener en cuenta que el hombre no podría vivir como vive ahora en una vida sin símbolos, ya que muchas de las construcciones humanas se sostentan por el simbolismo, como es el caso de la poesía como se ve en esta cita de Juan Ramón Jiménez: La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos. Como dijo Baudelaire, el hombre habita en selvas de símbolos. Cualquier cosa parece ya estar conveniada de antemano entre un gran grupo de seres humanos (kg, km/h, +, -, zzz, ding-dong, etc.) Por lo que hemos visto debemos pensar que no todos las realidades son símbolos, aunque haya algunas realidades que si lo sean. Finalmente, ¿Existen las realidades en el mundo? Presuponer la existencia de lo que yo denomino realidad es un poco atrevido y a la vez es algo que todos hacemos en la vida diaria. Las realidades son aquellas cosas que nosotros damos por real, es decir, que son cualquier cosa la cual esté asumida su existencia. Pero que yo suponga que existan no implica que existan de verdad. No vamos a repetir todo el proceso de duda metódica descartiana, pero me voy a quedar con el “Cogito ergo sum”, al que se le puede sacar juego en este aspecto. Existo, puede que en este mundo o en otro, pero puedo afirmar que tengo una certeza de que vivo en este mundo. Para mi esta certeza que abarca mi existencia en este mundo hace que yo llame real a lo de este mundo que percibo ahora, no el mundo en el que pueda que viva sin darme cuenta. Esto es, para mí lo real es lo que yo percibo como real y no la realidad en sí misma. Por tanto, las realidades son las cosas que soy capaz de percibir por los sentidos externos u internos (por ejemplo la memoria) en este mundo. Con el termino existir ocurre lo mismo: yo existo de una manera distinta a los demás, yo existo una vez o dos, mientras que los demás existen solo una. Para aclararlo, vemos este ejemplo: yo y los demás existimos para mi persona en lo que yo llamo mi realidad, es decir en este planeta Tierra y demás astros y galaxias. Pero si esta existencia mía no fuera la realidad superior (imaginemos una realidad superior en la que yo sueño que vivo en un país llamado España, que no existe en esa realidad superior), en esta suprarrealidad solo supraexistiría yo, no los demás. Es decir para mí todos existimos, y cabe la posibilidad de que yo supraexista. Por lo tanto, debemos aplicar la pregunta a este mundo nuestro, en el que damos por supuesto que el árbol que está en frente de mi casa existe. Tras estas páginas de reflexión reconstruyamos la cuestión de acuerdo a lo expuesto: ¿Existe alguna posibilidad de que tengamos la capacidad de dar por cierto que son representaciones humanas universales todas las cosas que damos por reales que suponemos que existen en un mundo de existencia incierta, aunque no sea demostrable? O simplificada ¿Podemos creer que quizás son símbolos todas las realidades que existen en el mundo? Vamos a dar una respuesta básica con unos matices más compleja. La respuesta es que sí podemos creer que toda realidad del mundo es un símbolo. Los matices son que esto es posible porque: Podemos implica una capacidad, no una obligación moral como debemos. Creencia es por definición aquello en lo que se tiene fe y no es racional desde el punto de vista que una creencia jamás se defiende con argumentos racionales. Además la palabra quizás implica una posibilidad ni siquiera una fe ciega en la creencia que antes hemos mencionado. Esa es la respuesta literal, ahora hay que buscar la intención real de la pregunta. No debemos creer que todas las realidades son símbolos, porque como ya ejemplifiqué con los romanos y el clima; hay símbolos que se han caído a pedazos. Esto nos debe de llevar a una duda metódica como le ocurrió a Descartes, aunque esta duda debe de reflejarse en el plano filosófico y no en el cotidiano (la próxima vez que yo o alguien vea un corte de manga que no dude de la intención del individuo que lo ha hecho). Así pues, no debemos creer que todos las realidades son símbolos, aunque podamos creer lo contrario. Conclusiones: El deber reprime al poder, pero debemos usar nuestro poder para hacer lo que debemos. Las creencias no son racionales y por tanto no son argumentables a favor ni en contra, pudiendo ser solo desbancadas por verdades absolutas e universales. Los símbolos son acuerdos sociales para indicar una realidad, aunque no todas las realidades son símbolos, todos los símbolos designan realidades; más o menos abstractas. Mi realidad no es la realidad absoluta, y las cosas que existen para mí no tienen porque existir en la realidad. Al tratar el tema surgen preguntas: ¿Se debe conjugar el deber y el poder? ¿Es el hombre un animal más que solo difiere de éstos en sus mecanismos de represión interna de sus capacidades? Tras examinar las complicaciones que me hacen dudar sobre si vivo en una auténtica realidad y si las percepciones que tengo existen como tales, me pregunto: ¿Qué es la vida? DANIEL CAO LABORA 1º BACHILLERATO A