Doc. - Observatorio de Medios FUCATEL

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Posición del Observatorio de Medios
El Observatorio de Medios ya había planteado, en diciembre de 2008 en el Manual de TV Digital
para el uso de Legisladores, la necesidad de regular de manera transparente y equilibrada las
relaciones entre estos dos modelos televisivos, describiendo el dilema de la siguiente manera:
“La televisión de pago, muchas veces, toma del aire las señales de TV de los canales abiertos para
encaminarlas a través de sus redes sin mediar acuerdo con los concesionarios de la TV de libre
recepción. En otros casos, en cambio, cuando se trata de canales menos atractivos desde la óptica
comercial exigen una contraprestación económica como requisito para encaminar estas señales”
Dado este escenario, el Observatorio propuso entonces regular el servicio de transporte de
señales abiertas a través de los operadores del cable “permitiendo un trato igualitario,
transparente y que garantice la universalidad de la televisión abierta”.
A propósito de las recientes polémicas que involucran a ambos sectores, el Observatorio emitió un
Comunicado Oficial donde se reflexiona sobre el asunto desde la perspectiva de los intereses
ciudadanos.
Colegio de Ingenieros: matrimonio de mutua conveniencia
Según Eduardo Costoya, encargado de la comisión de la TV digital del Colegio de Ingenieros de
Chile, la relación actual entre los cableoperadores y la TV abierta es de mutua conveniencia: Los
operadores de pago llevan la señal de los canales de libre recepción a zonas del país donde no se
ven por falta de antenas retransmisoras o transmisores de relleno, o se ven muy mal. También les
permiten llegar con una señal adecuada a edificios que por la proximidad de las antenas no
cuentan con buena recepción. A su vez la TV abierta forma parte del paquete de canales que los
cableoperadores ofrecen a sus usuarios. Cada una le da valor agregado a la otra.
El ingeniero Costoya, consultado por nuestro Observatorio, sugiere, en este sentido, que “si se
desea mantener la armonía” se deben conciliar los intereses y no se debe obligar a los cableros a
llevar las señales de la TV abierta, ni la TV abierta puede pretender que le paguen por trasladar
sus señales.
Además, agrega Costoya, a las agencias que administran la publicidad de las empresas, con las que
se financia la televisión, les interesa el rating para saber quién y cuántas personas están viendo los
programas, pero también la cobertura para saber donde están llegando los contenidos. Por lo
tanto es importante cubrir el mayor porcentaje del territorio y la TV de pago ayuda a conseguir
ese objetivo a la televisión abierta.
CNTV: transmisión consentida
Desde otro ángulo, fuentes del Consejo Nacional de Televisión, CNTV, citadas en un artículo del
diario La Tercera, estiman razonable regular esta relación como sucede, por ejemplo, en Estados
Unidos y Argentina. Explican que esta necesidad cobra fuerza porque los canales locales son el
ancla en la TV de pago, en especial por sus contenidos en noticias, cultura y producción nacional.
“La transmisión consentida, que equivale a un acuerdo justo entre las partes, haría un poco de
justicia, porque mientras la industria de TV local genera ingresos de US$ 450 millones a US$ 500
millones, en 2010, los canales de pago facturaron una cifra similar sólo en publicidad”, dicen en el
CNTV.
Conflicto entre Televisión Nacional y VTR
El proyecto de ley, recién aprobado por la Cámara y en trámite en el Senado, establece un sistema
conocido internacionalmente como must carry para los cableoperadores, que los obliga a llevar
las señales locales y regionales en sus zonas de cobertura. Esta disposición es analizada con
detención por la industria de la TV de pago, en especial porque el cable tiene una capacidad
limitada de llevar señales y se podría ver sobrepasado con esta obligación que le impondría la
nueva ley.
Sin embargo, el proyecto legislativo no dice nada respecto a la relación entre las señales abiertas
nacionales y la TV de pago y, por lo tanto, no se dirime un conflicto que ya se inicio, hace unos
meses, entre ambos modelos en Chile cuando algunos canales de TV abierta exigieron que las
empresas de cable les pagaran por llevar su señal y ofrecerla a los usuarios.
A fines del año pasado, el director ejecutivo de TVN, Mauro Valdés, puntualizó en un seminario
sobre innovación, realizado en noviembre de 2010, que el canal público seguiría dando la pelea
para que los operadores de cable paguen por transmitir la señal abierta de TVN.
"TVN es el canal más visto dentro del cable y, por lo tanto, parte del negocio de la televisión por
pago hoy día. Por lo mismo, creo que es de toda justicia que si somos parte del negocio tengamos
acceso a la participación en ese retorno", comentó Mauro Valdés durante ese simposio.
En el mismo encuentro participó Mauricio Ramos, presidente ejecutivo de VTR GlobalCom, quien
respondió a los dichos de Valdés, precisando que los canales infantiles son lo más vistos del cable
y no TVN ni ningún otro canal de TV abierta, como había señalado el director ejecutivo de
Televisión Nacional. También descartó cualquier acercamiento en esta materia: "Las señales de
televisión abierta en Chile son gratuitas por ley (…) Nosotros, por lo tanto, no vamos a servir de
medio de cobro para que la televisión abierta, libre y gratuita, sea cobrada a los chilenos".
TV abierta: ¿gratuita o no gratuita?
Otra de las indicaciones aprobadas en el proyecto de ley ha abierto una nueva área de disputas
entre la TV abierta y la de pago. El articulado establece que los concesionarios de señales abiertas
de libre recepción podrán cobrar hasta por un 50% de las señales adicionales que tendrán
producto de la digitalización, puntualizando eso sí, que en ese caso la señal principal y en alta
definición deberá seguir siendo gratuita.
Esta prerrogativa de poder cobrar es fuertemente criticada por la industria de cableoperadores.
“Como está el proyecto, las empresas de TV abierta segmentarán en dos: actuarán como abiertas
gratuitas y como empresas de TV pagada al mismo tiempo, usando espectro público y cobrando a
los chilenos por sus mejores contenidos”, han señalado desde ese sector.
Juan Agustín Vargas, de la Asociación Nacional de Televisión, Anatel, citado por un matutino
nacional, precisa que debe existir “un reconocimiento al derecho de propiedad de los canales
respecto de sus contenidos”, pero aclara que no necesariamente significa que los operadores de
TV por cable estén obligados a pagar a los canales abiertos. “Ellos deberán pedir, al menos, el
consentimiento para incluir los contenidos en sus grillas y puede significar el pago, pero también
otros servicios o concesiones. Por ejemplo, que brinden el servicio de transmisión a algún lugar”,
señaló el portavoz de los concesionarios nacionales.
Jaime de Aguirre de Chilevisión: “Queremos remar con las dos manos”
Mientras tanto, Jaime de Aguirre, director ejecutivo de Chilevisión, manifestó su posición al
respecto en un debate sobre las proyecciones de la TV digital, organizado hace unos días en
conmemoración del Día Mundial de la libertad de Prensa, en que participó nuestro Observatorio.
Señaló el ejecutivo, en esa oportunidad, que la TV abierta y la TV de pago debían ser reguladas,
pero en igualdad de condiciones. De Aguirre no considera justo que la TV abierta tenga cargas
públicas y obligaciones, mientras los operadores de TV por cable y satélite pueden transmitir sin
ningún tipo de imperativos legales, sin la obligatoriedad por ejemplo de transmitir franjas políticas
para los procesos electorales ni campañas públicas, como sí establece el proyecto de ley para la TV
abierta.
“La televisión de pago es un negocio brutal. En Chile se transan 1200 millones de dólares en
televisión, entre gente que paga directamente y la publicidad. La televisión abierta se lleva 450
millones y el resto se lo lleva la televisión de pago. Y usa nuestro contenido gratis. Es como si
nosotros pescáramos una teleserie brasileña y la pasáramos gratis. Nos caen las penas del
infierno”, puntualizó Jaime de Aguirre en el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Respecto a la posibilidad de poder tener señales de pago hasta en un 50% de las señales
adicionales que lo canales de la TV abierta podrán tener fruto de la digitalización del sistema,
Jaime de Aguirre cree que es una alternativa viable: “Nos gustaría que si la televisión de pago
puede cobrar a los usuarios y vender publicidad, nosotros podamos hacer lo mismo. También
estamos en condiciones de vender publicidad y hacer televisión de pago, baratita, para el pueblo,
¿por qué no? Nos gustaría remar con los dos brazos y no con una mano amarrada” advierte el
director ejecutivo de Chilevisión.
Empresas de TV cable en pie de guerra
En marzo de este año, en reunión con el subsecretario de Telecomunicaciones Jorge Atton,
representantes de las empresas de cableoperadores volvieron a manifestar su malestar ante un
eventual cobro por parte de los canales de la TV abierta, ya que según ellos los costos del negocio
aumentarían y se tendrían que traspasar a los consumidores, quienes pagarían cuentas más
elevadas por el servicio.
En la industria de TV de pago el tema genera molestia, no sólo porque se les impone negociar con
los canales abiertos, sino porque eso también implicaría desconoce que en muchos casos el
incorporarlos en las parrillas de la TV de pago, les permite a los canales de la TV abierta tener una
mayor cobertura a nivel nacional y de mejor calidad.
“Estamos preocupados y molestos porque se delimita nuestro negocio de largo plazo. Los canales
abiertos no han hecho las inversiones pertinentes para verse en todas partes y con calidad, y por
eso la TV de pago los lleva. Si no fuera así, muchas zonas del país no tendrían acceso a los canales
abiertos”, sostuvo Konrad Burchardt, gerente general de televisión satelital TuVes, después de la
reunión con el ministro Atton.
Eliminar las asimetrías entre los dos sectores
Sin embargo para varios analistas de la plaza, expertos en el tema, lo más razonable es la
negociación entre los dos sectores en conflicto y terminar con todas las asimetrías, tanto las que
favorecen a la TV de pago como a la TV abierta en materia de financiamiento y de concesiones:
“Si ahora la TV abierta quiere que la TV pagada les pague para evitar una asimetría, entonces
eliminemos todas las asimetrías, licitemos el espectro, dejemos todas las concesiones a 20 años y
que los canales de TV abierta compitan y paguen por el espectro. Si no, la asignación de recursos
es ineficiente y reflejaría un doble estándar que me parece inaceptable”, señaló en un reciente
artículo Claudio Agostini, columnista del Diario financiero.
RECUADRO
Libertad y Desarrollo
Fragmento textual de la posición defendida por Libertad y Desarrollo ante la Comisión de
Transporte y Telecomunicaciones del Senado, sobre el tema:
-En el proyecto de ley original se había incorporado un aspecto conflictivo entre la TV abierta y la
TV de pago, cual es la transmisión consentida. Sin embargo, esta disposición fue eliminada en el
proyecto aprobado por la Cámara de Diputados. El debate probablemente seguirá abierto, toda
vez que los concesionarios de TV abierta consideran necesario zanjar un aspecto que, según
señalan, beneficia a la TV de pago, dado que ésta mejora su oferta programática transmitiendo la
señal abierta sin efectuar pago alguno por ello.
-Lo anterior ha sido rebatido argumentando que la TV abierta también se beneficiaría de la mayor
cobertura que le da la TV de pago, lo cual aumenta su audiencia y, con ello, la posibilidad de
acceder a mayores ingresos por publicidad. Sin embargo, el rating con que se negocian los
auspicios no considera dicha cobertura, por lo que difícilmente se puede rentabilizar este supuesto
beneficio. Con todo, es probable que el tema vuelva a ser discutido en el segundo trámite
legislativo, si bien no necesariamente deba ser zanjado al alero del proyecto de ley en discusión.
Universidad Arcis
La Universidad Arcis planteó también su postura institucional ante la Comisión de Transporte y
Telecomunicaciones del Senado en una de sus audiencias públicas sobre el proyecto de ley.
“Estimamos que los operadores de TV de pago, deben pagar por la incluir los canales nacionales y
regionales de libre recepción, pues efectivamente mejoran su oferta programática sin efectuar
pago alguno por ello. El argumento del “aumento de cobertura” y “mejoramiento de tarifas
publicitarias” no tienen sustento y son banales”, explicaron los representantes de Arcis.
Pequeños operadores de TV de pago
Empresas más pequeñas de cable como GTD Manquehue, también han planteado su posición
ante la Comisión de Transporte y telecomunicaciones del Senado. Ellos creen que el proyecto de
ley consolida el poder de los canales de TV abierta en Chile y reclaman la gratuidad de las señales
de esos operadores para todos los medios de distribución. Plantean además, que si se quiere
permitir señales de pago a la TV abierta se debiera considerar la no discriminación de los usuarios
ni de los medios de transmisión y se debiera fomentar la masividad de la TV en todas las
plataformas (satélite, cable, internet, etc.). Ven con preocupación también el fortalecimiento de
los grandes operadores de TV de pago que podrán negociar directamente con los canales abiertos
ya que tiene inversiones publicitarias en ellos. Por último, plantean que el proyecto “debilita aun
más la posición de negociación de los operadores menores de TV paga frente a las plataformas de
distribución como Internet y Banda Ancha Móvil, donde los canales no pagan por ser distribuidos”.
Must Carry en España
La Ley General Audiovisual en España, previa enmienda del Senado, modificó el Must Carry,
obligando a las plataformas de TV de pago interesadas en mantener a los canales de la TV abierta
en sus parrillas a alcanzar a acuerdo con cada uno de los concesionarios. Las cadenas privadas
dejaron de tener la obligación de ceder gratuitamente su señal a las plataformas de TV de pago.
Esto no es aplicable a la TV pública española y las cadenas autonómicas que seguirán emitiendo
gratis, a través de plataformas de TV de pago.
Regulación en Estados Unidos
La regulación Must Carry comenzó en los EEUU, donde la FCC, a raíz de un conflicto con Turner
Boadcasting, exigió que los operadores de Televisión por Cable, CATV, debían incluir en su parrilla
a todos los canales, tanto comerciales como públicos, disponibles en un radio de 50 millas de la
estación de cabecera de la red de cable.
Los difusores tienen la opción de exigir ser difundidos por la Must Carry Rule o basándose en
regulaciones más recientes que prevén que las compañías de cable obtengan consentimiento de
retransmisión para difundir un canal de TV. Esa regulación más reciente da más libertad a que los
difusores negocien mejores términos.
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