"JAIZKIBEL, SINFONIA DE FORMAS Y COLORES" BREVE NOTA SOBRE EL INTERÉS CIENTÍFICO DE LA EXPOSICIÓN FOTOGRAFICA DE MIKEL MITXELENA EXTRAVAGANTES GEOFORMAS EN EL PSUDOCKARST EN ARENISCA DE LA FORMACIÓN JAIZKIBEL Los impactantes colores y diseños que apreciarán en este recorrido fotográfico hablan por sí solos de los auténticos tesoros geológicos y biológicos que alberga el Pseudokarst de Jaizkibel, en parajes hasta hace poco desconocidos para el amplio público. El autor me ha pedido un breve comentario sobre su1nterés científico. He aceptado con mucho gusto porque este pseudokarst encierra todo un conjunto de cavidades y geoformas de gran importancia e interés científico, a nivel mundial. No se trata sólo de formas estéticamente bonitas (como podrán apreciar), sino de geoformas excepcionales, muchas de ellas únicas en el mundo, y en otros casos los mejores ejemplos conocidos en su tipo. Su interés científico, cultural y didáctico es así extraordinario. Estas geoformas no ocurren en toda la Formación, sino en algunas zonas de Jaizkibel, Ulía e Igueldo, donde existe una secuencia casi ininterrumpida de estratos gruesos de arenisca de cemento carbonático, de decenas de metros de espesor, que corresponden a las partes centrales de abanicos de deyección submarinos. Las arenas de esta secuencia son turbiditas abisales, que se depositaron en la cuenca Eocena Vasca a grandes profundidades (1.000 á 4.000 m). En ese momento la configuración de océanos y continentes era distinta. El océano Atlántico estaba en expansión y aún no se había formado el golfo de Bizkaia; sobre lo que hoy son los Pirineos existía un profundo surco alineado de E á W, donde las facies distales (profundas) se situaba n en la parte occidental (País Vasco). Las reconstrucciones paleogeográficas indican que la región formaba parte del margen meridional de un macizo europeo (Platea u de Las Landas). Las arenas proceden de la erosión y resedimentación de una plataforma continental situada al N, sobre la placa Europea.Las descargas detríticas, que procedían del Norte, se produjeron en la desembocadura de cañones submarinos; los materiales arenosos van a formar conos de deyección, con una disposición en abanico. Por ello en estas areniscas podemos encontrar numerosas estructuras de corriente y laminaciones, con arenas de distintos colores, diseños ondulados, así como una,gran cantidad de nódulos y concreciones de distinto tipo. En general, estos rasgos no son visibles. Las areniscas están meteorizadas en superficie, presentando una monótona coloración gris. Las Geoformas que veremos son debidas a que en los estratos más gruesos de arenisca se desarrolla un notable pseudokarst, con numerosas cavidades. Y es en ellas donde se pueden apreciar estos rasgos. Muchas de ellas se encuentran colgadas en cornisas de acantilados y escarpes verticales, otras son de más fácil acceso. La exploración de estos enclaves ha permitido el hallazgo de cuevas y geoformas de características remarcables. El proceso básico que comanda la formación de cavidades y geoformas es la disolución intergranular del cemento carbonático de la arenisca, un proceso comparable al que forma el karst en cuarcitas (areniscas de cemento silíceo) en los tepuys de Venezuela, Brasil o Sudáfrica. El agua penetra en el interior de la roca no sólo a través de fisuras sino intergranularmente, y a su paso va disolviendo el cemento y descohesionando los granos de cuarzo (= arenización), transformando la roca compacta en friable e incoherente. Es un auténtico proceso de karstificación, subterráneo, distinto a la erosión de superficie y a los taffoni. La remoción de la roca arenizada forma cavidades (grutas, abrigos, simas y cuevas) y, en su interior, se generan muy diversas geoformas. El proceso de arenización de la roca afecta también a las concreciones y nódulos que ella contiene, algunas esféricas (cannonballs), otras laminares, a sus envolturas o gangas de separación, e incluso a grandes boxvvorks, formas cordadas, honeycomb cells (celdas en panal de abejas) y geoformas alveolares de distintos tipos, formadas previamente en el interior de las cavidades. Muchas veces quedan sólo vestigios o testigos de formas anteriores, en distintos estados de desagregación, con la consiguiente generación de morfologías complejas e inhabituales. También son visibles formas de precipitación rítmica, bandeados de Liesegang, bandas de Moebius y una gran diversidad de laminaciones y estructuras de corriente. Además, en cavidades hidrológicamente activas hemos hallado espeleotemas (estalactitas, minerales secundarios) singulares: de silicatos de aluminio, goethita, limonita, o de ópalo-A con terminaciones distales de yeso. También en superficie hemos hallado notables conjuntos de un tipo especial de concreciones síliceas de gran tamaño, denominadas Paramoudras, organizadas en torno a las trazas fósiles (= ichnofósiles) de tubos de poliquetos marinos y tal vez de pogonóforos. Estos son los más espectaculares ejemplos de Paramoudras conocidos a nivel mundial, con diseños únicos, nuevos para la Ciencia. Los factores que controlan la génesis de cavidades y geoformas en la arenisca de Jaizkibel son múltiples. El proceso fundamental consiste en la disolución intergranular, en la arenisca y descohesiona la roca, transformándola en un material friable, poroso y permeable. La disolución afecta principalmente al cemento carbonático y, en menor proporción, a los granos de cuarzo. Pero además, la precipitación que tiene lugar en los espacios porales del acuífero intergranular, genera áreas con cementaciones secundarias de distinta dureza y solubilidad. La reactividad de las soluciones en el interior del acuífero ocurre de diversos modos: de "forma sencilla, propia de sistemas lineales, como es el caso de la remoción del carbonato de calcio; o de forma compleja, propia de sistemas no-lineales, donde se producen fenómenos de difusión y convección en sistemas sílice-carbonatos, los cuales crean precipitación rítmica (como en los anillos de Liesegang) y precipitación de sílice en mallas poligonales (como en formas cordadas y grandes boxvvorks). Muchas geoformas presentan diseños fractales, algo que raramente se manifiesta en otros tipos de karsts. En suma, el pseudokarst de Jaizkibel alberga ejemplos únicos de cavidades y geoformas, a la vez que expone la ocurrencia de fenómenos muy poco conocidos, incluyendo procesos de autoorganización propios de sistemas complejos, no lineales, en el límite entre la dinámica ordinaria y la teoría del caos. Jaizkibel reúne así rasgos de considerable interés científico y de indudable belleza estética. Lo que verán es sólo una parte (la punta del iceberg), pero las fotografías son por demás elocuentes. Carlos Galán. Departamento de Espeleología Sociedad de Ciencias Aranzadi. 17 de febrero de 2012.