V I STA MERI D I ONAL DE L A CI UDAD DE LUCENA 'L 1 _ S'! Juan de Dio .r 2 _ El Va /lr, Froncwc~J D ~n;o /7,oJ '3 _S!•D om•n__go 4 - ~u,r r'na J Recol" IOJ 5 _J <_ 0 A'laD om•'nico• 6_ Col~'" 'JeNiña.¡ H u u jano.r 7 _ Carrn({itruD uca.h cu B- LaJClaraJ 9_ Hu"na ~,D io ./' Po~re ~ Jo . La A urora 1 11 . J !:Mal'coJ a 12. Lo.rVitor ío.r 1 '3. Pfara Nu.~va 14 . P laza ()(/CoJo 15 . Parro gu ia a~ J ~ teo 16 . Carm<'lc'raJ D.-.,cafzD.r 17 .Po/acto 'h/ru Du.quu JrM~lJcnae t"li . 18_l'ranc/JCt>JObJ~rvonteJ 19 . Hm•ita 3t-l S'~Ch r ;Jttl drl Vol/~ ?..o .Parroquia()pJantia_go '11. Jh Roqu•. 2'2. Pa.uo V tejo 2.'3 Pa .rto Nuevo 24. St 0 Lvcia ~ ~~~--~~------------------------------~~~~~-------------------------------------------J Vísta de Lucena desde el sur en el siglo XVU/, Edad Contemporánea según un grabado de Polom1no publicado en El belino-, el alcalde gubernamental no Atlante Español, en el que se identifican los dudó en desterrar a miembros de la Durante la Guerra de la Independenprincipales monumentos de lo época. cia, Lucena debió sufrir las consecuenoposición progresista local y de prohicias fiscales de toda ocupación militar birles reunirse para fines políticos. de esta naturaleza: requisas, exencio· Hasta tal punto llegaron los desafueconjuntamente con la partida de naciones, contribuciones extraordinarias ... , nales, lograron vencer a la patrulla del ros y las arbitrariedades de los proguson los acontecimi entos más repetidos comandante francés Barban Bousset bernamentales que los pertenecientes en la documentación del periodo. El e, incluso a una división francesa que a la opción progresista resolvieron no caudal recaudado debió ser cualitaticoncurrir a las elecciones. debió capitular ante las fuerzas nacioDesde el punto de vista económico, vamente superior al resto de localidanales. Lucena se manifestó desde tempranas des cordobesas, dado que durante la Finalizado el primer conflicto militar fechas como una de las localidades ochocentista, la consiguiente situación ocupación fra ncesa Lucena fue una de más dinámicas de la provincia. o es las dos subprefecturías del reino de de pobreza existente condicionó que se vieran incrementados los tradiciobaladí, a este respecto, la denom ina · Córdoba -la otra se ubicó en la hoy se· villana Ecija-, lo que se tradujo en una nales grupos de contrabandistas -esción de su Sociedad Económica como pecialmente de tabaco- y los delin· Laboriosa. Además de poseer una pro· mayor capacidad de control econó· mico y polftico por parte de los galos. ducción agraria señera -en especial cuentes rurales, que buscaban en estas No obstante esta presión fiscalizadora, en olivar y cereales-, destacaron sus actividade una salida a situaciones de los impagos debieron ser frecuentes, manufacturas en alfarería - diez fábri pauperización. Fue, precisamente, a partir de estas fechas cuando la codado que su cuantía llegó a alcanzar la cas a mediados del XIX-, tinajerías, ebanisterías, y en la fabricación de teja, cifra de 200.000 reales de vellón. La marca lucentina fue conocida por la toma de rehenes entre los lucentinos ladrillo y loza vidriada. Pero es sin proliferación y temeridad de sus partimás influyentes y acomodados tamduda la metalistería la que otorgará un das de bandoleros. sello peculiar a la población y, a este poco log ró, al menos a corto plazo, ele· El caciquismo y los fraudes electorales -realidades polfticas permanentes respecto, cabe señalar que desde mevar las recaudaciones. de la España decimonónica- también Uno de los sucesos más relatados del diados del Ochocientos existía n doce periodo tuvo lugar en 1810, año dufábricas que exportaban parte signifituvieron presencia constante en la co· rante el cual una partida de cuatrocienmarca, especialmente en las eleccio· cativa de su producción a ciertos paítos o quinientos guerrilleros al mando nes celebradas bajo la vigencia de la ses europeos y a Cuba. de Francisco Lozano - alias el BolseDesde el punto de vista social, y ya ley electoral de 1837. Durante las elecdesde el último cuarto del siglo XIX, los ro- logró ga na rse el apoyo de la ma· ciones de 1846 -paradójicamente, grupos obreros de Lucena recibieron yor parte de los lucentinos, quienes, unas de las más limpias del periodo isa· 859 81 LUCENA las influencias y la propaganda de republicanos, socialistas y sindicalistas. Destaca en este punto el relativo -aunque minoritario- arraigo de los postulados de Pablo Iglesias, pues, como es conocido, estuvieron poco extendidos en tierras campiñesas a la altura de principios de siglo. El 30 de junio de 1908 fue fundada la Agrupación So- 860 Foto retrospectlua del uiejo mercado lucentino aledaño al Coso, con sus características sombrillas blancas protectoras del sol. cialista - la primera provincial según Dfaz del Moral-, aunque apenas tuvo continuidad su labor política. Idéntica pasividad mostró el Centro de Obreros Socialistas, fundado a su vez en enero de 1913. Sólo los acontecimientos de 1918 pudieron reverdecer el movimiento obrero lucentino, nunca especialmente virulento. En Lucena, la sublevación nacionalista que dio origen al comienzo de nuestra última Guerra Civil surgió ya el mismo 18 de julio de 1936. Ese día, fuerzas locales de la Guardia Civil, junto a militares radicados en la Caja de Reclutas y a ciertos propietarios agrícolas, iniciaron el encarcelamiento y represión de las principales fuerzas izquierdistas y republicanas. La represión consiguiente alcanzó cotas dificilmente superables, sobre todo si tenemos en cuenta que no hubo gran número de vfctimas del bando nacionalista en la localidad. Entre los fusilados por Jos nacionales se encontraba el alcalde de 1931 Javier Tubio Aranda, de [zquierda Republicana. La pronta toma de la ciudad propició que parte de las fuerzas locales -guardias rurales, falangistas y cierto número de guardias civiles- fuesen enviadas posteriormente a Puente Genil y a otros lugares de la comarca en ayuda del Alzamiento. F. L. M. 54/ LUCENA D GALLEGO Y BURIN, A.: El barroco granadino. Granada, 1956. D GARCIA LORCA, F.· La zapatera prodigiosa. Losada. Buenos Aires, 1973. D GOMEZ. A Cantaores de Córdoba. Caja Provincial de Ahorros de Córdoba. Córdoba, 1989. D GO ZALEZ ANA YA, S.· Los naranjos de la Mezquita. Biblioteca ueva. Madrid, 1948. D GONZALEZ ZUBrETA, R : El pintor lucentino Antonio Mohedano de la Gutierra (1563?-1626). Diputación Provincial Cór· doba, 1981. D GUIA de la artesanía de la provincia de Córdoba. Consejerfa de Fomento y Trabajo de la Junta de Andalucfa. Córdoba, 1988. D GUZMAN REINA, A Córdoba, siglo XVII. El Guadalhorce. Málaga, 1966. O ILLESCAS ORTIZ, M.: «Arquitectura de los siglos XVIJ y XVIII". Córdoba y su provincia. rii. Gever Sevilla, 1986. 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TEXTOS DE LUCENA Heráldica : Alfonso Porras de la Puente O Historia : María Dolores Asquerino (Prehistoria), Enrique Melchor Gil (Edad Antigua), Ricardo Córdoba de la Llave (Edad Media), José Calvo Poyato (Edad Moderna) y Fernando López Mora (Edad Contemporánea) O Arqueología : Desiderio Vaquerizo, Dolores Ruiz, José Ramón Carrillo y Juan Francisco Morillo O Toponimia : Antonio Arjona Castro O Elecciones: Juan Ojeda Sanz O Vista general: José María Molina Caballero O Paseo por Lucena y Jauja : Francisco López Salamanca O Jardines : Manuel de César O Arquitectura religiosa y civil : Jesús Rivas Carmona O Escultura: Angel Aroca Lara O Pintura : José Maria Palencia Cerezo O Artes decorativas : Candelaria Sequeiros Pomar O Geografía y economía : AUonso Mulero Mendigorri O Medio ambiente y excursionismo : José Antonio Torres Esquivlas y Rafael Arenas González O Fiestas: Francisco lópez Salamanca y José Cobos Ruiz de Adana O Suelto sobre santería : Francisco López Salamanca O Toros : José Luis de Córdoba O Ramenco : Agustín Gómez O Artesanía : José Cobos Rulz de Adana y Francisco Luque-Romero Albornoz O Gastronomía : María del Sol Salcedo Morilla O El habla: Ramón Morillo-Velarde O Literatura : María José Porro Herrera O Biografías: Ricardo Córdoba de la Llave, Antonio Arjona Castro, María José Porro Herrera, Francisco Zueras Torrens, José Calvo Poyato, Francisco López Salamanca y José Luis de Córdoba. 906