Amor y matemáticas Autor: Óscar Giménez ogimenez@doyma.es Viernes , 4 de Junio de 2004 A lo largo del siglo XIX, la doctrina bautizada como positivismo, iniciada por el francés Auguste Compte, trató encontrar las leyes que regían las relaciones humanas. Si existían leyes físicas para explicar los fenómenos naturales, ¿por qué no las podía haber aplicables a la historia, a la política o al comportamiento de los hombres? ¿O por qué no al amor? Lo cierto es que la mayoría de los mortales no calificaría las matemáticas como algo romántico. Sin embargo, un prestigioso profesor de matemáticas aplicadas y de biología matemática dn la Universidad de Washington, llamado James D. Murray, afirma que ha sido capaz de elaborar una ecuación que predice el éxito y el fracaso de los matrimonios. Este científico expuso los resultados de una década de investigaciones en la última reunión anual de la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS). La idea se la propuso un psicólogo de su misma universidad, John Gottman, y la primera reacción del Dr. Murray fue responder que era una iniciativa ridícula. Lógico... A pesar de ello, afirma que una vez comenzado el trabajo quedó "completamente enganchado". El objetivo era diseñar un sistema que cuantificara la interacción y la comunicación entre las parejas. El procedimiento para obtener datos fue grabar durante 15 minutos conversaciones de los matrimonios participantes en el experimento –más de 700 reclutados cuando solicitaron la licencia para casarse-, mientras hablaban de asuntos que pudieran provocar contraste de pareceres, por ejemplo el sexo o el dinero. En función de expresiones, palabras y gestos, los investigadores sumaban o restaban puntos. De ese modo, un comentario hecho con buen humor por el marido o la mujer añadía un punto al total, mientras que una mirada al cielo lo restaba, dando lugar así a una gráfica lineal, como la cotización en Bolsa de una sociedad anónima. Los datos reunidos se completaron con las respuestas de los voluntarios a una serie de cuestionarios y con algunas medidas fisiológicas, entre ellas la frecuencia cardíaca. Y con todas estas variables el Dr. Murray ha creado una compleja ecuación matemática capaz de vaticinar la ruptura conyugal en un plazo de tiempo determinado, cuya precisión es nada menos que del 94%, un índice que, en palabras del responsable del invento, lo dejó absolutamente "pasmado". De todo ello ha salido un libro publicado en Estados Unidos con el título Las matemáticas del matrimonio: Modelos dinámicos no lineales, firmado por los Dres. Murray, Gottman y otros colaboradores. El psicólogo mencionado más arriba declara que la aplica con éxito a las parejas que le consultan, ya que el procedimiento es útil para detectar problemas de relación que deberían modificarse para que el matrimonio perdure. Auguste Compte aplaudiría sin duda una investigación como ésta si se levantara de la tumba, aunque un servidor alberga todavía algunas dudas acerca de la idea de reducir algo como el amor a simples números y de tener que utilizar la calculadora antes de la petición de mano.