5. He escuchado tu oración, he visto tus lágrima Is 38, 5 Preces Para que mirando a María aprendamos a estar al lado de la Cruz, para una configuración con Cristo. o Bendice a quienes has escogido como colaboradores de tu gracia, para aliviar y curar el sufrimiento. Que donde hay peligro mantengan la vida; donde hay debilidad y dolor ofrezcan fortaleza y alivio; donde hay ansiedad y miedo ofrezcan aliento y ayuda. Mayo o Para que la Iglesia sea casa de Misericordia, compañera de camino, donde los que la sociedad va dejando en los caminos encuentren un hogar, donde nos hagamos cargo de los últimos, de los enfermos y de sus cuidadores, con cariño y cercanía. o o … Se pueden añadir otras peticiones 6. Padre Nuestro y Oración María, Madre de la Misericordia María fue la elegida para acompañar a la encarnación de la misericordia durante toda su existencia. En la solicitud de María se refleja la ternura de Dios y la inmensa bondad de Jesús Misericordioso. Esa misma ternura está presente en la vida de tantas personas que están al lado de los enfermos. El Papa Francisco nos invita a orar por ellos y hacerles sentir nuestro amor, a captar sus necesidades, incluso la más sutil, mirando con los ojos llenos de amor. Que en el jubileo de la misericordia, este grito pueda encontrar un eco sincero en nuestro corazón, para que también en la práctica de las obras de misericordia, corporales y espirituales, según las diversas responsabilidades confiadas a cada uno, podamos acoger el don de la gracia de Dios, mientras que nosotros mismos nos convertimos en «canales» y testigos de la misericordia. Dios de misericordia infinita, míranos con tu favor y aumenta tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles no nos desalentemos sino que, con gran confianza nos conformemos a tu santa voluntad. 7. Salve Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida dulzura, esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos, los desterrados, Hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce, Virgen María. ……………………………………………………………………… Delegación de Pastoral de la Salud del Arzobispado de Madrid psalud.delegación@archimadrid.es 1. Canto No os dejaré solos, el Espíritu os doy. No os dejaré tristes, os envío el amor. Sembrará esperanza, os dará la verdad. Fuego que ilumine, Él os dará la paz. 2. Del Evangelio de Lucas 4, 18-19 «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor.» 3. Testimonio «Ciertamente, la situación de enfermedad es una realidad dura y difícil. Decir lo contrario sería inadmisible, especialmente a partir de la experiencia de quienes pasamos por ella. El tomar conciencia de la realidad que te envuelve comporta el enfrentarte con tu existencia, planteándote dos posturas: o lamentar y añorar irremisiblemente las posibilidades perdidas, o desarrollar al máximo las que siempre quedan como persona que eres. Si no se puede escalar una montaña, se puede leer un libro, escuchar una música, o mirar las estrellas... y, siempre, AMAR. ¿Habrá algo más hermoso? Desde mi experiencia en Fraternidad y, dentro de ella, de la fe en Jesús, confieso: vivir la presencia de Dios en lo más intimo, permanecer al servicio de los demás, caminar junto a otros en Iglesia y trabajar por la transformación de este mundo... superando mis limitaciones y desarrollando mis capacidades, ¡Ah, Vale la pena! Carmen, Puebla de Tornesa 4. Oración en silencio Letanías AVE MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS ¡Ave María! ¡Ave! ¡Ave María! ¡Ave! Madre de la espera y mujer de la esperanza, ¡Ora pro nobis! Madre de sonrisa y mujer de los silencios, ¡Ora pro nobis! ¡Ave María! ¡Ave! ¡Ave María! ¡Ave! Madre de frontera y mujer apasionada, ¡Ora pro nobis! Madre del amor y mujer de la ternura, ¡Ora pro nobis! ¡Ave María! ¡Ave! ¡Ave María! ¡Ave! ¿Cómo María misericordia? me siento testigo e instrumento de ¿Puedo decir que la misericordia es mi modo de ser? María sintió el mirar misericordioso. ¿Experimento ese mirar misericordioso de Dios hacia mí y el de María? “María nos revela a Jesús de manera inmediata, clara y única. Su unidad con todos los hijos de Dios le ensanchó tan inefablemente el corazón que podemos llamarla Madre y refugiarnos en el seno de su misericordia. Reconozcamos nuestra total dependencia de Ella y en su seno místico respiremos amor, paz, gozo, bondad, benignidad, fidelidad. Del Sí de María en la Encarnación aprendemos la disponibilidad al seguimiento de Cristo en la fe, en la obediencia y en la humildad, para la edificación de la Iglesia. María dio después del Sí del corazón, el Sí de toda su vida, día tras día, hora tras hora, total, pleno y ardiente. Nuestra santidad y nuestra misión apostólica están comprendidas en un simple “SÍ” que solo María pronunció plenamente: - el sí de la mente que honra al Padre, el sí del corazón que honra al Espíritu Santo y el sí de los labios y de las obras que honra al Verbo encarnado”. El sí de María glorificó la Trinidad y salvó el mundo” De “Respiremos a María” (Mª Oliva del Cuerpo Místico, Fundadora de las Hijas e Hijos de la Iglesia)