¿QUÉ CELEBRAMOS? En los carteles que tenemos al fondo hemos querido expresar los tres grandes acontecimientos que celebramos en este IV Centenario: 1 La ordenación sacerdotal del P. Cosme Muñoz Pérez, nuestro Fundador 2 La fundación de este colegio de “Nuestra Señora de la Piedad”. 3 El inicio de la Congregación H.P.M. 1 El Padre Cosme, un soriano nacido en Villar del Río que se va a Málaga con 16 años para “buscar fortuna” y que, tras una fuerte conversión ante la Virgen de la Victoria, se desprende de cuanto tiene entregándolo a los pobres y llega a Córdoba hacia 1600 con la intención de dedicar su vida a Dios. Se ordena sacerdote hacia 1607, después de haber sido rechazado por los franciscanos de la Arruzafa y, Fray Diego de Mardones, Obispo de Córdoba, le encarga una doble misión: la dirección de la Casa de las Recogidas ( o de Santa María Egipcíaca) y la fundación y reorganización del colegio Ntra. Sra. de la Piedad para la atención y educación de niñas huérfanas. Desde el comienzo de su vida sacerdotal destacan dos dimensiones además de la pastoral: la social y educativa. Es el hombre, el sacerdote, entregado al servicio de la sociedad cordobesa. Atiende a todos y se relaciona con todos, indigentes, transeúntes y encarcelados, mujeres que por la precariedad económica se ven abocadas a la prostitución, personas de posición relevante, familias sencillas, a los obispos; siempre mirando la salvación de unos y otros e implicando a los pudientes en el socorro de los necesitados. Pide infatigable por las calles para atender las dos obras que tiene encomendadas; trabaja como ayudante de albañil en la construcción de la iglesia de Ntra. Sra. de la Piedad; sobre todo, destaca como educador y organizador del primer centro educativo en Córdoba dedicado a la educación de la mujer. 2 El Padre Cosme tiene la experiencia, por las Recogidas, de que la mujer sin formación tiene muy pocas salidas en la vida, y ninguna si es niña huérfana y pobre. Por otra parte ha experimentado en su propia vida la acción transformante y liberadora de la Virgen y lo que supone vivir abierto a Dios. Siente que la gloria de Dios exige y pide la formación y promoción de la mujer, totalmente ignorada en la sociedad del siglo XVII. Por eso se entrega en cuerpo y alma a la fundación del colegio Ntra. Sra. de la Piedad, para la atención promoción y educación de las niñas huérfanas y pobres de Córdoba y su provincia. No se trata sólo de atender en la material a las huérfanas y suplir la carencia de unos padres, sino de facilitarles una educación integral y liberadora desde una visión humanista y cristiana. Para ello se informa de Centros que van surgiendo en algunos lugares de España para la educación de la mujer y organiza el colegio a partir de un precioso Reglamento que guía la vida de las que forman el colegio: las Madres y las huérfanas, en su interior; el Rector y los Hermanos desde fuera para orientar y buscar medios para su funcionamiento. El Padre Cosme se adelanta dos siglos a lo que será una conquista de la Iglesia y la sociedad: la formación y promoción de la mujer. Muy bien le cuadra su frase: “La causa de Dios se hace abrazando todos los trabajos” El P. Cosme quiere que en el colegio se imparta una educación integral, de calidad y muy completa, partiendo siempre de una pedagogía preventiva antes que correctiva. Podemos destacar como características de la misma : - Educación en dimensión femenina, graduada según la edad y materias impartidas, desde los rudimentos de Matemáticas y Lengua castellana a las materias artísticas como la Música con la práctica del arpa y órgano para las que tenían cualidades. - Educación desde la cercanía, el cariño y el ejemplo de las “Madres”, las futuras religiosas, que viven en ambiente de familia compartiendo comida, trabajo, y oración con las niñas. Educación siempre gratuita - Educación en la igualdad de deberes y derechos entre las distintas personas que integran el colegio; con un exquisito respeto a las niñas a las que se considera como sujeto de su educación y parte esencial de la escuela, sin castigos sino con estímulos. - Educación para la vida real, que les permita integrarse en la sociedad y vivir con dignidad, ser mujeres dinámicas y autónomas, que puedan sacar sus casas adelante, si fuera necesario. Se les enseña a valorar y gestionar su trabajo, ponerle precio y manejar su fruto. El Colegio entrega a las huérfanas al salir 200 ducados que les sirven de dote tanto para casarse o entrar en un convento, pudiendo elegir y no depender en todo del hombre. Todo ello desde una vivencia cristiana y evangélica. 3 La Congregación “Hijas del Patrocinio de María” tiene sus raíces en esta fundación del Padre Cosme y en la surgida en Villafranca, en el año 1712, Colegio Jesús María y José, por el sacerdote secular P. Luis Pérez Ponce, hombre adelantado a su época, muy preocupado por la formación de la mujer, tanto niña como adulta. Los Colegios inspirados en la obra de estos dos inquietos en insignes sacerdotes, se extienden por diversos pueblos cordobeses, Lucena, El Carpio, Montoro, Aguilar, Espejo, Castro del Río, La Rambla, Almodóvar, Baena, Priego..., y son un fermento de educación de la mujer, en los siglos XVII, XVIII y, por tanto, han aportado y aportan un extraordinario servicio a la educación y promoción de la niñez y juventud cordobesa, muchas veces desde el anonimato pero muy presente ante Dios. En el siglo XX traspasan la provincia de Córdoba y llegan a la de Málaga, Granada, Madrid. De la mano de Fray Albino, gran benefactor de la Congregación, se funda en Bélgica. En 1963 se abren las primeras Casa en Venezuela y , posteriormente, en Colombia. La actual Congregación surge de la unión de ambas fundaciones, la del Padre Cosme y la del Padre Luis, en 1919 bajo la guía de Monseñor Guillamet y Comá, Obispo de Córdoba y de la primera Superiora General, Madre Amalia Cea. Siempre ha trabajado en el campo educativo y de promoción social, en dimensión cristiana desde la gratuidad, en humildad sencillez y buen ejemplo, como reza en su escudo. Por estos motivos celebramos el IV Centenario dando gracias al Señor e invitando a las comunidades educativas de los distintos colegios, antiguas alumnos, amigos y bienhechores a celebrarlo con nosotras.