ARRAIGADOS EN CRISTO ANUNCIAMOS EL EVANGELIO El Don de Ciencia, Ciencia que nos libre de los engaños del mundo, y demos a las cosas su verdadero valor. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO El Don de Fortaleza, Fortaleza que nos libre de la debilidad y cobardía en todo caso de conflicto. C.1 Luz de Dios, disipa la tiniebla de mis dudas y guíame. El Don de Piedad, Piedad que nos libre de la ira, el rencor, la injusticia, la crueldad y la venganza. El Don de Temor de Dios, que nos libre del orgullo, vanidad, ambición y presunción. C.2 Fuego de Dios, derrite el hielo de mi indiferencia y abrásame. GESTO DE UNIDAD C.1 Torrente de Dios, fecunda los desiertos de mi vida y renuévame. Como hermanos, que formamos parte de una misma familia, nos damos la PAZ. CANTO: CANTO Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor (bis). C.2 Fuerza de Dios, rompe las cadenas de mis esclavitudes y libérame. C.1 Alegría de Dios, aleja los fantasmas de mis miedos y confórtame. C.2 Aliento de Dios, despliega las alas de mi espíritu y lánzame. C.1 Brisa de Dios, déjame respirar lo nuevo y llévame donde quieras. Concluimos nuestra oración con la oración que nos enseñó el Señor: Padre nuestro... C.2 Energía de Dios levántame del suelo y dame pasión por la vida. C.1 Calor de Dios, Calienta mi existencia y dirígeme con tus rayos. C.2 Fecundidad de Dios, cúbreme con tu sombra y nútreme de tu savia. C.1 Vida de Dios, destruye las sombras de mi muerte y resucítame. TODOS Ven, Espíritu Paráclito, Espíritu creador y santificador, Espíritu renovador y consolador, Espíritu sanador y pacificador. Ven y concede hoy a tu Iglesia, reunida en el Cenáculo con María, la experiencia de Pentecostés. fortalecer en la fe a sus hermanos, para que su palabra oriente y su servicio acompañe a la comunidad cristiana de modo que sea signo de Jesucristo en medio del mundo, oremos. – Por los cristianos laicos, presentes en un mundo complejo a menudo desorientado, pero que valora la libertad y la justicia, para que transmitan la alegría de la fe, comuniquen esperanza y abran caminos de entendimiento en el amor, oremos. – Por los jóvenes que preparan la ya próxima Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, por todos los que participarán de algún modo en ella, para que “arraigados en Cristo y firmes en la fe” sean testigos gozosos de Jesús en medio de sus compañeros, de modo que la llamada de Jesús ilumine y transforme sus vidas, oremos. – Por las víctimas de la violencia, por los excluidos de la sociedad, por los que carecen de trabajo o de recursos, por los inmigrantes en dificultad, para que encuentren en las comunidades cristianas acogida, amistad, comunión de bienes, que es refl ejo del amor del Padre que todo lo comparte con nosotros, oremos. – Por los que buscan un sentido a sus vidas, por los que han abandonado la fe, para que el encuentro con lo cristiano encienda en ellos la luz de la esperanza que les oriente en su camino, oremos. – Por por todas las asociaciones de Apostolado Seglar que intentan ser presencia de Evangelio en medio del mundo en que viven, para que su testimonio sea acogido y la generosidad de sus vidas entregadas sea semilla que fructifique SUGERENCIAS PARA LA REFLEXIÓN (cada uno leemos un punto y dejamos un breve tiempo de reflexión) Echamos una mirada a nuestro mundo. Crisis, paro, violencia… Pero no es solo eso. Es que nos cuesta entendernos: los jóvenes tienen otra sensibilidad, en el ambiente hay otros valores, la cultura que se nos está contagiando apunta al consumo placentero inmediato y no hay lugar para las cuestiones últimas. Parece como si Dios no fuera necesario, una hipótesis que hoy no se plantea. No se nos oculta la carga de soledad y de deshumanización que esto comporta. Pero Dios ama este mundo. Y nos invita a nosotros a verlo con sus ojos amorosos, a quererlo y a sufrir por sus carencias, a no darle la espalda, sino a estar ahí e intentar rehacerlo. Y nos preguntamos cómo hacerlo, si ya de entrada no llegamos a entenderlo y nos es difícil comunicarnos. Es como una cultura distinta la que está emergiendo ahora, necesitaríamosentrar en la cabeza y en el corazón de la gente de hoy para aclarar ahí muchas cosas y no podemos hacerlo. La gran noticia es que el Espíritu Santo nos ha sido dado y esto hace posible lo que parecía imposible. Jesús había hablado a sus discípulos de ir al mundo entero y transmitir a todos la novedad del Evangelio, tarea que por supuesto les desbordaba… Jesús lo sabía y por eso les promete: “recibiréis al Espíritu Santo”.Y con la fuerza del Espíritu lo hicieron, y lo mismo sucedió en las siguientes épocas de la historia. ¿No podremos hoy los discípulos de Jesús con la fuerza del Espíritu Santo evangelizar la cultura del siglo XXI?