IGLESIA DEL COLEGIO NUESTRA SEÑORA DE LA PIEDAD Se comienzan las obras de edificación el 18 de julio de 1729, bajo la dirección del Maestro de Obras principal del Obispado, D. Juan de Aguilar y ejecutadas por el Maestro D. Francisco García. El 22 de agosto, el Obispo Mons. Marcelino de Siuri pone la primera piedra. La cantería de piedra es hecha por el especialista D. Andrés de Padilla. El dorado de los seis retablos y la decoración de la cúpula se comienzan el 15 de abril de 1752. La iglesia es de forma de cruz latina y muestra una sola nave de dos tramos, a la que abren dos capilla por el lado izquierdo. Tiene crucero de brazos cortos, de 12,2 m de largo y presbítero rectangular, siendo la superficie total de 260m2. El coro, en alto, se sitúa a los pies ocupando un tramo de la nave. Los muros tienen pilastras adornadas con placados de yeserías policromas, que soportan la cornisa donde apoya la bóveda de cañón. El presbítero se cubre también por cañón de lunetas, mientras que los brazos del crucero muestran cañón simple. El retablo principal es obra documentada de Teodosio Sánchez Cañada, es una máquina de madera dorada que ocupa todo el testero, en la que se han empleado columnas salomónicas y estípites. En el manifestador hay un pequeño crucifijo de marfil del siglo XVII. Los retablos laterales se le atribuyen por su estilo pero no están documentados. El retablo mayor está presidido por la venerada imagen de Ntra, Sra. de la Piedad, que se traslado de la antigua capilla el día 14 de septiembre de 1732, es una bella imagen en madera policromada, de fecha anterior a 1613, que representa a María la Madre de Dios, con el Niño, tiene cetro y corona para significar los títulos con que el P. Cosme gustaba llamarla: Madre, Reina y Señora. Se usó como imagen vestida hasta que en 1829 se retocó y quedó como está actualmente. Las imágenes que decoran el conjunto pertenecen a diferentes períodos: los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael que aparecen en el ático se corresponden con la estética del retablo. Sin embargo, las de San Sebastián y Santa Lucía, que figuran en el primer cuerpo, son tallas estimables del siglo XVII, presentando la Santa claras semejanzas con los modelos salidos del taller granadino de Alonso de Mena Los retablos de los brazos del crucero son en realidad vistosos marcos para los lienzos que guardan el de la izquierda, a San Felipe Neri y el de la derecha a Santa Ana y la Virgen niña. Son obras anónimas, fechadas el primer tercio del siglo XVIII, hay cierta probabilidad que sean de Pompeyo el Violinista. En la capilla mas cercan al crucero fueron colocados los restos del P. Cosme y del Hno. Francisco de Santana que son trasladados desde la anterior capilla con toda solemnidad. En el año 1991 se hicieron arreglos en la iglesia y se modificó esta capilla para dedicarla al P. Cosme Muñoz, fundador de las Hijas del Patrocinio de María. El retablo se respeta y se le incorpora una urna y ostensorio y se colocan los restos del Fundador. En la pared izquierda se ha colocado un lienzo que representa a la Virgen de la Piedad entre los Saltos Acisclo y Victoria y un grupo de Madres del Colegio y niñas huérfanas, ambas obras son del artista cordobés D. Eduardo Corona. Frente a éste, se coloca un lienzo anónimo, fachado en 1700 que representa al P. Cosme y que anteriormente estuvo en el interior de la Casa. El la capilla siguiente, existe otro retablo de pequeñas proporciones. Ocupa el espacio central un lienzo anónimo de escuela cordobesa del setecientos, que representa la Aparición del Niño Jesús a San Antonio. En esta capilla se conserva también la lauda sepulcral del ermitaño Francisco de Santa Ana, muerto en 1619 y que fue trasladado de la anterior capilla con el P. Cosme. El retablo que se encuentra en la nave, es de la misma estética que el anterior, está presidido por la imagen de talla policromada que fue igualmente trasladada de la capilla anterior. Por último, por encima de las celosías del coro alto se colocó en 1991, la imagen del Cristo Crucificado, de grandes proporciones, (3,60 m los brazos horizontales) realizada en pasta y tela encolada, (dando la sensación de ser piel de búfalo), es hueca en partes y rellena con tallos de juncos americanos, Esta imagen fue donada al P. Cosme, antes de 1613, por Dª Magdalena de Hoces, Condesa de Hornachuelos.