Glocalmarketing o Glokating Desarrollo de una propuesta de marketing que permita el aprovechamiento estratégico de la globalización por las empresas periféricas Presenta: Eduardo Azouri Miranda Glocalización: Xalapa Veracruz a 8 de Julio de 2005 Intro: El espejo de las ideas No cabe duda que las ideas parecen un juego de espejos, unas se proyectan en otras que a su vez se re-proyectan sobre la idea original creando otra imagen dentro de ellas, que a su vez vuelve a reflejarse en la nueva idea, en una secuencia aparentemente infinita y al mismo tiempo asombrosamente fija; como si para ella el tiempo se hubiera literalmente, congelado. En la realidad hemos vivido esta experiencia cuando ponemos un espejo delante de otro en el que a su vez nos proyectamos, o cuando transmitimos en circuito cerrado una imagen que a su vez retransmitimos dentro de la misma imagen original. Jhon David García en su libro “Transformación creativa” (Jhon David García: 55 ) llamaba a este fenómeno auto-poiesis, que por su raíz griega significa “autocreación”, y explicaba que así debería funcionar la relación mentecerebro, como si ambos a pesar de estar separados en dos planos- el segundo en la realidad física y el primero en un lugar no determinado, y solamente catalogado como no-físico- fueran capaces de proyectar uno en el otro una secuencia infinita de datos, que se transformaban en información acumulable tanto en los bancos de memoria cerebrales, como en una región a la que García, como estudioso de la física cuántica, denominaba: “una realidad a espacial y a temporal pero siempre constante e infinita del universo”. Esta reflexión, viene al tema por que la propuesta sobre la que nos proponemos reflexionar en el presente trabajo sobre una reformulación del marketing en la era global, surgió de la proyección de una idea de Roland Robertson, a la que denomina glocalización y a una reflexión que hace Ulrich Beck sobre el papel de los productos orientados a nichos en la supervivencia de las empresas regionales o nacionales en un contexto dominado por las corporaciones en la lógica de la economía de libre mercado. (Ulrich Beck: 203) La ideas de Robertos y Beck, no sólo produjeron un reflejo en las propias, sino que trajeron nuevas perspectivas a viejas reflexiones sobre la validez de los planteamientos y formulas del marketing para las empresas regionales y locales del mundo, en su mayoría micro, pequeñas y medianas, ( las denominadas pymes) que en una lógica estrictamente de competencia frontal frente a las corporaciones tienen nulas oportunidades, si no de supervivencia, ya que esto lo pueden lograr al mantener su operación dentro de mercados locales- si de crecimiento, y hasta, entendiendo el concepto como la posibilidad de colocar productos y servicios más allá de los mercados primarios dentro de la zona de influencia, de expansión. Así el presente ensayo es apenas una primera aproximación a un posible replanteamiento conceptual del marketing y sus tesis diseñadas casi en su totalidad para las corporaciones y grandes empresas que compiten en un entramado global, para aventurar la creación de un marketing estructurado además de operativizado especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas del mundo, que también se denominan: Empresas periféricas, al situarlas en los espacios marginales que dejan los poderes centrales y económicos del mundo, que concentran la mayoría de la riqueza económica y tecnológica del planeta, pero no, como llego a suponer Marx, el control absoluto de los medios de producción. Va pues el intento y la apuesta, con lo riesgos que implica, por el Glokating, con la esperanza de que los errores y vacíos en los planteamientos que aventuramos, sean compensados por la retroproyección de los espejos de ideas que acudan a este intento. El Marketing y su origen: un heredero rico, que no se codea con los pobres Para poder realizar nuestra aventura de reformulación, es necesario realizar una breve revisión sobre los planteamientos esenciales del marketing, así como una reflexión sobre sus verdaderas aportaciones al desarrollo y equilibrio de la economía mundial y por ende de las sociedades modernas, (que más bien contemporáneas). Primero es importante apuntar que utilizamos el término Marketing, y no el de mercadotecnia, por considerar que este en realidad integra el concepto amplio de esta disciplina que incluye los aspectos mercadológicos, referentes al estudio del los mercados, los de mercadotecnia, que se refieren a los aspectos de desarrollo de técnicas, estrategias y tácticas de comercialización de productos y servicios, y los de mercadeo que se refiere a las actividades de logística y distribución de dichos bienes. Al margen de lo anterior, el término ya ha sido aceptado por la Real Academia de la Lengua Española, (que acepta su casteñanización como marqueting, por más horrible que luzca el término) por lo que su uso también es válido desde esta perspectiva. Además de ser la acepción que se ha estandarizado en el contexto mundial. Dicha disciplina surge en los tiempos de la posguerra mundial en los Estados Unidos, a finales de los años cuarentas y cincuentas, derivada directamente de otra denominada: “investigación comercial”, que se ocupó por vez primera en la historia post-revolución industrial de analizar, antes de diseñar la producción en su totalidad, a la demanda y sus necesidades, es decir: De investigar que era lo que podría fabricarse y por lo tanto venderse con mayores posibilidades de éxito. Lo que en realidad estaba sucediendo es que las empresas Estadounidenses con una gran capacidad ociosa instalada, ahora que la guerra había concluido, se disponían a aprovechar una circunstancia inédita de crecimiento económico en gran escala, es decir, un ciclo económico de oportunidad con mercados en franca expansión. Así por primera vez se substituía, como bien ha apuntado Philip Kotler, en varias de sus obras, la premisa de vender lo que se puede producir, por producir lo que se puede vender. El éxito de la investigación comercial, así como el auge y la expansión de las empresas Estadounidenses, que gracias a esta fueron capaces de crear no sólo productos, sino mensajes publicitarios que reflejaron la mayoría de las aspiraciones de una nueva clase media estadounidense reconformación que se ajustaba con facilidad a estereotipos, en plena motivó a un número importante de investigadores a plantear una nueva disciplina que se ocupara de dar una mayor sistematización y estrategia a los procesos de comercialización en auge. Así especialmente por los trabajos de Peter Druker, Philip Kotler en la universidad de Chicago, y de otros teóricos como William Stanton y posteriormente el trinomio, Lamb, Hair y MacDaniel de las universidades de Texas y Louisiana. ( La mayoría de ellos economistas), surgió la disciplina denominada Marketing. Como se puede advertir, desde su aparición el marketing estuvo impelido por dos aspectos que lo viciaron de origen: Una visión derivada casi exclusivamente de la economía en sus planteamientos y métodos, y una realidad económica expansiva, propia de las economías desarrolladas, además de transnacionales, pero muy alejada de la realidad de la mayoría de las naciones del orbe. Este enfoque restrictivo lo podemos apreciar en la mayoría de las definiciones que se han elaborado sobre la disciplina, desde su orígen: 1949: Paul Manssur: Mercadeo es la entrega de un nivel de vida 1953: Malcom McNair: Es la creación y entrega de un nivel de vida 1954: Peter Drucker: Es algo más que vender; no es algo especializado. Es la totalidad del negocio vista desde la perspectiva de los consumidores. Por este motivo la responsabilidad del mercadeo penetra en todas las áreas de la empresa 1973: Peter Drucker: El objetivo del mercadeo es hacer innecesaria la tarea del vendedor porque se trata de conocer y comprender al cliente de tal forma que el producto o el servicio se adapte perfectamente y se venderá por si mismo. 1995: Asociación americana de mercadeo (AMA): Es el proceso de planificar y ejecutar la concepción, la fijación de precios, la comunicación y la distribución de ideas, productos y servicios para crear intercambios que satisfagan los objetivos individuales organizacionales. 1996: William Stanton: Es un sistema social total de actividades empresariales cuya finalidad es planificar, fijar precios, promover y distribuir productos satisfactores de las necesidades entre los mercados meta para alcanzar los objetivos corporativos 1999: McArtur y Perreault: Micromercadeo es la realización de actividades que buscan cumplir los objetivos de una organización, previniendo las necesidades del consumidor o cliente y dirigiendo un flujo de satisfactores y servicios del producto al cliente. Macromercadeo es un proceso social que dirige el flujo de bienes y servicios en una economía de los productores a los consumidores, en una forma que integre eficientemente la oferta y la demanda y cumpla los objetivos de la sociedad. (1) Podemos apreciar que salvo las definiciones de McArtur y Perrault, la mayoría están limitadas a una visión de “nivel de vida” desde la óptica del optimismo de la sociedad estadounidense de la posguerra a la que nos hemos referido, o bien a establecer-y este concepto es el más predispuesto por la economía, no en balde es el que enarbola la AMA- procesos de intercambio en función totalmente a atender a las necesidades de consumidores ubicados. desde luego, en mercados. Así el marketing surge en realidad como la disciplina o ciencia (persiste un debate sobre si es pertinente adjudicarle el estatus de ciencia, en realidad se ha logrado cierto consenso en los círculos académicos para reconocer que no alcanza ese nivel y que si es una herramienta o disciplina que se vale de las ciencias, principalmente de la economía, la sociología, la psicología y la estadística, para generar sus postulados y procedimientos estratégico-tácticos) del análisis de los mercados, para satisfacer las necesidades que se originan en ellos. Así el marketing surge como una especie de heredero de los dos conceptos centrales de la ética capitalista: El libre mercado, y la economía liberal. Es cierto, y siendo justo con sus alcances, que desde sus orígenes esta disciplina ha evolucionado, en algunas de sus concepciones originales, pasando de ser una mera herramienta del área comercial de las empresas, hasta convertirse en una función integral, que responde a la concepción de que todas las áreas de una organización estén orientadas hacia la satisfacción de las necesidades de los clientes, como lo han aportado los postulados de Stanton, quien se ha referido al marketing como una filosofía de interpretación de los negocios en ambientes complejos, y agregaríamos: competidos. Evolución que le ha permitido realizar aportes significativos a la cultura empresarial y de negocios, creando sinergias operativas sustentadas en el diseño de sistemas de servicio, distribución y promoción estandarizados y eficientes además de orientados por la filosofía (en su aceptación más que de sistema de pensamiento, de valores entendidos por la organización) de atención a los clientes. Pero también es cierto, y he aquí su gran limitante, que el marketing, a pesar de dicha evolución que la ha llevado incluso a formular aplicaciones en el terreno social, artístico y no lucrativo-asistencial, no ha logrado desprenderse de su origen economicista, ligado fuertemente a los planteamientos del paradigma del mercado, como centro de todos los procesos de expansión empresarial. Esas restricciones de enfoque y planteamientos han creado casi una simbiosis ideológica del marketing con los principios del neoliberalismo, o bien al fenómeno marginal al que Beck se refiere como “globalismo” que consiste en: “el dominio del mercado mundial, o la ideología el liberalismo”-económico desde luego-sobre todos los asuntos políticos y sociales del planeta. ( Urick Beck: 37) Esta imbricación de naturalezas por su circunstancia de origen que ha creado una correlación de intereses, patrones, propósitos, y metas entre marketing, liberalismo económico, (más bien neo) y el fenómeno paralelo que se alimenta de ambas concepciones que podemos denominar “corporartivismo transnacional” se han constituido en una especie de “paradigma limitante”, que en si ha creado una serie de premisas falsas, y concepciones equivocadas que han restringido la posible acción positiva de las orientaciones filosóficas del marketing en escenarios ajenos a las tesis liberales, y de dependencia de los principios económicos del mercado, que analizaremos brevemente en el siguiente apartado. Los Merca-errores, o el Merca-déficit De acuerdo a lo planteado, y muy al estilo de Beck, haremos un esfuerzo de síntesis ordenada, de los principales errores de enfoque del marketing a los que nos hemos referido: 1. Relación lineal y de dependencia con las “necesidades y deseos” de los mercados. La expresión al “cliente lo que pida”, parece ilustrar con mucha precisión esta concepción que aunque se maneje como una especie de dogma en la mayoría de los libros de la materia, no resiste por su exagerado simplismo conceptual una confrontación seria. Así el Marketing concebido en una relación lineal con los mercados, no hace revisiones sobre si la expresión de las necesidades realmente conduce a la satisfacción, tampoco ha sido capaz de realizar planteamientos dialógicos, en los que se cuestione si más que satisfacer necesidades, estás puedan ser orientadas por acciones constructivas de las estrategias de comunicación-promoción de forma que se rompan esquemas consumistas. Las experiencias de varias corporaciones, como Coca Cola con a New Coke, Ford Motors Co. Con el excell, o Levis, con su intento de lanzar al mercado una línea de nuevos trajes, que fracasaron por ajustarse linealmente y sin interpretación a las supuestas necesidades de los consumidores detectadas en estudios de mercado, metodológicamente correctos (descritos a profundidad en la obra: Estudios de Mercadotecnia de Kotler y Cox), ilustran con precisión los problemas de caer una visión lineal del mercado, sin una interpretación crítica de las necesidades. Es un hecho que ningún texto de marketing (al menos alguno del que tengamos conocimiento) plantee preguntas tales cómo: ¿En realidad necesitan lo que expresan los consumidores?, o ¿Por qué creen que lo necesitan? Y más aún: ¿Son esas necesidades constructivas para ellos? En ese sentido crítico hemos con anterioridad elaborado la teoría denominada de los “productos sensibles”, (misma sobre la que estamos trabajando como base para la tesis de la presente maestría) para enmarcar a aquellos productos creados con un amplio grado de libertad -que llega en muchos casos a ser absoluto- con respecto a las necesidades del mercado. Los productos sensibles engloban a las creaciones del arte, la tradición cultural (como la gastronomía autóctona y las festividades) así como algunas de las creaciones del diseño. Estos productos a pesar de no ser desarrollados conforme a “perfiles de demanda” satisfacen necesidades o incluso inciden en que los consumidores las descubran. Es importante señalar que, contrario a lo que establece el dogma del mercado, un producto sensible aún creado con total libertad, puede valerse del resto de las herramientas del marketing, especialmente de la promoción-comunicación y la distribución para insertarse con éxito en los mercados. El marketing así empleado se vuelve una herramienta que ayuda a que los productos más puros e independientes de la creación humana sean conocidos y consumidos por amplios sectores de la población, que de lo contrario los desconocerían quedando marginados del descubrimiento de alternativas para enriquecer la calidad de su consumo. En este sentido la teoría de los productos sensibles coincide prácticamente a la calca, con una de las observaciones de Beck sobre la globalización de mercados, que sostiene que diversidad de productos no es similar a la diversidad de opciones, y que una de las grandes trampas construidas a partir de la sujeción del comercio al concepto totalizador del mercado, es que se crean una gran variedad de productos respondiendo supuestamente a las necesidades de los consumidores, pero más allá de modas, o novedades no se crean verdaderas alternativas de consumo que ofrezcan beneficios adicionales, o posibilidades de enriquecimiento real de las condiciones de vida. (Urick Beck200) 2. Orientación exclusiva al consumo. Lo anterior refleja que se ha creado, en línea con los postulados del liberalismo y la economía de orientación capitalista, un marketing orientado al consumo indiscriminado, que favorece los esquemas de producción masiva de las corporaciones en línea con los estándares de vida estadounidenses criticados con mucho acierto por Zbigniew Brzezinski en su libro “Fuera de Control. Confusión mundial en vísperas del siglo XXI”, en el que plantea la tesis que denomina “cornucopia permisiva” que no es más que: “Una sociedad concebida para proporcionar casi una solución mágica a los anhelos individuales, no necesita de la coacción. Puede ser permisiva-es más, tiene que serlo-para que en la sociedad de de cornucopia todos los deseos se puedan encontrar y se encuentren sobre bases altamente individualizadas. Ya que todos los deseos pueden ser satisfechos, son por lo tanto todos, igualmente buenos. De ahí se sigue, que ni la coacción ni la autonegación sean necesarias”. (Zbigniew Brzezinski: 74). Y agregaríamos refiriéndonos a Beck, que tampoco sean necesarias la autolimitación moral, ideológica o de consumo, ( Urick Beck: 122 ) lo que hace que un estilo de vida, tienda a imponerse como el modelo a seguir de bienestar, cuando puede llevar implícito más bien un proceso de autodegradación. Lo anterior se refuerza con una revisión del mundo, atreviéndonos a la división y guardando toda proporción: am y dm, es decir antes y después del marketing en términos de desarrollo. Cabe aquí la pregunta: ¿Ha contribuido el marketing a un mejor desarrollo de las empresas que se refleje en mayor desarrollo regional, integración de las cadenas productivas, que contribuya a un mejor desarrollo social y el abatimiento de la desigualdad en el planeta? Y más aún: ¿Ha contribuido a crear consumidores más inteligentes, racionales, que logren en realidad a través del acto social del consumo, no sólo un escape a las tensiones y frustraciones de la vida moderna, sino un bienestar integral y sostenido que se traduzca en una mayor calidad de vida?. Las respuestas serían, para no ser dogmáticos ni apocalípticos, que sólo lo ha logrado el marketing marginalmente y en casos aislados, por lo que ha demostrado que si puede servir para ello, y que si no lo hace es por su empleo reducido como instrumento de expansión de un sistema económico capitalista-consumista, que busca imponer un sistema de vida. 3. Visión exclusivamente corporativa. Sobre este punto dado lo expuesto no es necesario ahondar en demasía: Si el marketing ha sido creado y ha operado en función de los paradigmas del libre mercado y la economía capitalista, se desprende que sus planteamientos se han modelado a la medida de sus principal protagonista: La corporación transnacional. Es por ello que la mayorías de las tesis y los tratados teóricos de marketing, no incluyen conceptos tales como micro o pequeña empresa, ( recuerdo que cuando el que redacta estudiaba la carrera de marketing bromeaba con uno de sus maestros sobre que llevaba todo un semestre buscando en sus libros las palabras tiangüis o tiendita de abarrotes, sin éxito) lo que hace que los planteamientos, y la aplicación de conceptos mercadológicos quede totalmente en función de las empresas que disponen de enormes recursos para la investigación, la promoción y la distribución de productos y servicios a escala mundial y masiva. Incluso cuando se habla de nicho en esos textos (concepto que servirá de punto de partida para nuestra propuesta) se hace en función de las oportunidades que aparecen en los mercados, para las empresas que no son el líder, o no ocupan las primeras posiciones en la participación sobre ventas o utilidades, pero que siguen siendo grandes corporaciones con amplios recursos para su crecimiento y expansión. Sentados estos puntos podemos proceder a plantear una respuesta que de al marketing una nueva dimensión más allá del escenario del globalismo. Una alternativa el Glocalmarketing o Glokating El primer punto de partida para establecer el Glocating será el postulado de lo glocal de Urich Beck, basado a su vez en los planteamientos de Roland Robertson quien propone una alternativa concpetual que excede los planteamientos tradicionales de la globalización, que se limitan a considerarla como un proceso de estandarización mundial en detrimento de lo local. Para Robertson es más adecuado hablar de un proceso que aún generando condiciones de integración mundial o mundialización preserva diferencias y características locales, con las diferencias que estás pueden incidir y participar del entramado global, al que denomina: Glocalización. La glocalización para Beck se sustenta en un “contextualismo universal” ( Ulrich Beck: 120 ) que operativamente quiere decir que cualquier contexto local, tiene en el escenario de la globalización la oportunidad de participar en un entorno mundial. Así lo glocal representa una alternativa para que los escenarios regionales participen de un proceso irreversible, como lo es la globalización, que hasta ahora ha sido prácticamente una apropiación de las corporaciones y los grandes capitales en la lógica del globalismo. Este principio traducido al terreno del marketing, implica que los productos creados por las pymes, así como por las empresas de ámbitos locales, tienen como nunca antes la posibilidad de participar en el escenario mundial sin necesidad de desarrollar un modelo o estructura de corporación transnacional. Para lograr lo anterior se requieren dos elementos estratégicos fundamentales, que implican a su vez desarrollos teóricos a profundidad; Para los fines de este trabajo realizaremos sólo un pequeño esbozo de ambos. 1. La creación del concepto estratégico de nicho global: Concepto de nicho, expresado por primera vez por Al Rise y Jack Trout en su obra “Posicionamiento” representa en la teoría de marketing el aprovechamiento de un área no ocupada del mercado, es decir un “hueco en el sentido de necesidades no atendidas en la mente del consumidor”. Philip Kotler ha apuntado en una de las últimas ediciones de sus obras, ya con un pensamiento menos corporativista que: Una alternativa a ser seguidor en un mercado grande es ser líder en un mercado pequeño o nicho. Las empresas pequeñas normalmente evitan competir con empresas más grandes dirigiéndose a a mercados con poco o ningún interés para empresas mayores.. (Philip Kotler: 245 ) Claro, que ese “normalmente” de Kotler sigue respondiendo a una cultura estadounidense o europea de la competencia, con diferentes condiciones que facilitan el acceso a los mercados, algo muy alejado de nuestra realidad. Nosotros de acuerdo a lo expuesto iremos un poco más allá: hemos definido al concepto de nicho para diferenciarlo claramente del segmento, como “parte no ocupada del mercado por ninguna oferta específica que además de diferenciada esté especializada” (José Eduardo Azouri: 56), entonces un segmento si recibe una oferta del mercado aunque esta no este realmente diferenciada: Por ejemplo un proveedor de software que ataque el segmento de los profesionistas, en cambio un nicho sería vender un software especializado para médicos, ya que es una parte del mercado totalmente desocupada a la que nadie dirige una oferta especializada. En conclusión a este punto: La clave para localizar nichos es tener criterios claros de segmentación que nos permita sub-dividir el mercado partiendo de aprovechar condiciones y habilidades específicas de las empresas generadoras de oferta. Es un ejercicio que implica casi una heurística sociopsicológica que como han planteado Lamb, Hair y Mc Daniel en su obra marketing, pueda establecer nichos a partir de criterios que van del estilo de vida, (cine para fumadores) a la estructura familiar, (vídeos de orientación educacional de los menores para madres solteras) a factores psicográficos (antidepresivos de origen natural ). (Charles W. Lamb. Joseph F. Hair. Carl Mc Daniel: 215 ) Sin embargo el concepto de nicho global debe ir más allá, para ubicarse en un entorno mundial, bajo esta base lo podemos conceptualizar de la siguiente manera: Un nicho global es la parte no ocupada de un mercado que responde a condiciones de especialización susceptible de ser situado más allá de una delimitación geográfica concreta, para ubicarse en un contexto global a partir de factores de identidad, cultural, económica o psico-social. Así un nicho global permitirá que un producto generado con un criterio específico de identidad pueda comercializarse en un entorno mundial. El nicho global es tal por su glocalización. Un ejemplo siguiendo la línea que hemos elegido sería el desarrollo de un software para la administración de las iglesias cristianas, o más aún, católicas. Es sabido que estas manejan dinero, recursos, actas y papeleo, que realizan obras administrando donaciones, entre otras acciones, y que nadie les ha brindado un producto que responda a sus necesidades extremadamente especializadas. En este caso el criterio regional o de ubicación de las iglesias importa poco, el aspecto de identidad cultural y condiciones especiales que se traducen en necesidades similares, es a clave para crear esta eventual industria glocal. (Esta eventual compañía sólo requerirá de una marca y derechos que permitan su internacionalización en diferentes países, las condiciones globales lo permiten hoy más que nunca.) Como este ejemplo de nichos glocales podemos encontrar una lista larga de ejemplos especialmente en los productos que tienen que ver con el llamado sector cuaternario, el que tiende a tener el mayor crecimiento económico en el futuro global, que comprende principalmente a los productos del conocimiento o la propiedad intelectual. En ese sentido podemos hablar de productos educativos, artísticos, culturales y hasta de la tradición regional, que puedan ubicarse en escenarios globales, dentro o más allá incluso de las fronteras culturales en el contexto de las civilizaciones a las que hace referencia Samuel Huntington. Un nicho glocal puede coexistir en diferentes entornos civilizatorios, en el ejemplo anterior es fácil imaginar a dicho software para iglesias cristianas y/o católicas comercializado lo mismo en la civilización del Japón, que en las civilizaciones ortodoxas, de la indonesia, Latinoamérica o de las propiamente, en la clasificación huntingtoniana: occidentales. (Samuel P. Huntington: 50) Así podría demostrarse que más allá del modelo de las civilizaciones para explicar la realidad, coexiste un entramado de vasos comunicantes en el mundo que tiene que ver con criterios de identidad, a través de contextos que se universalizan. 2. La utilización de medios promocionales, de comunicación y distribución de bajo costo y alto impacto global. Este otro elemento estratégico constituye la herramienta complementaria que permitirá a los segmentos glocales conocer la oferta generada en cualquier parte del planeta. Paradójicamente la globalización a la par de propiciar, esto en línea con las tesis del marxismo, una mayor concentración de poder en los denominados “centros hegemónicos”, ha generado una desconcentración del uso de tecnologías y de medios de producción de información. En este aspecto los marxistas se equivocaron, tal y como hemos apuntado en otro trabajo intitulado “Marx no tenía Internet” en el que desarrollamos la siguiente ecuación para explicar la tesis marxista de la acumulación de la tecnología como forma del capital y de poder: D=MP/T=P=M=D…..=MP/T Donde D (dinero) se transforma en MP/T (medios de producción tecnológicos, léase máquinas) que generan P( Plusvalía) que se transforma en M (mercancía) que a su vez se transforma nuevamente en D (dinero) para producir más MP/T, (tecnología). No hay que ser experto en lógica matemática para derivar la conclusión de que la acumulación de capital implica según este modelo la acumulación de tecnología, siempre desde la óptica marxista, concentrada en los centros hegemónicos de poder, léase las naciones industrializadas. (2) Aunque en ciertos sectores de la tecnología el planteamiento del marxismo sigue vigente, Marx no contaba con que el crecimiento del Internet, iba a proporcionar una alternativa para el uso de tecnología no concentrada además de periférica, es decir una verdadera alternativa para la promoción de los servicios y productos dirigidos a nichos glocales. La Internet, como herramienta de las comunicaciones globales ofrece así, a pesar todavía de las brechas de tecnología de una gran parte de las regiones del mundo, grandes posibilidades para la promoción, difusión, y hasta la distribución de productos y servicios glocales de cuarto sector; sin ser esta la última vía de promoción-comercialización, ya que las reducciones en los costos de los medios de transporte, la expansión de la telefonía celular, el crecimiento de las tecnologías digitales y la banda ancha, así como la disminución de barreras para el tránsito de personas y productos entre países y regiones, permitirá a su vez en el futuro la posibilidad de una mayor presencia de productos y servicios glocales que pueden ir consolidando un escenario mundial en el que no dominen solamente las economías trasnacionales de gran escala, y puedan coexistir dentro de una óptica post-marxista y post capitalista las empresas centrales, con las periféricas, así como coexiste el mundo de lo global con el de lo local. Y en ese escenario también podrán cohabitar el Marketing con el Glokating como herramientas con mecanismos similares pero aplicaciones contextuales que producen un mejor reparto no solo de la riqueza, sino de las oportunidades de desarrollo para los individuos y las naciones. Bibliografía de referencia y consulta para la elaboración del ensayo ULRICH BECK. ¿Qué es la globalización? Paidós Estado y Sociedad. Primera Edición. Barcelona 1998. JHON DAVID GARCÍA. Creative Transformation . New Press. Segunda edición. Oregón. 1992 PHILIP KOTLER. Dirección de Marketing. Pearson. Décima Edición. México D.F. 2000. CHARLES W. LAMB, JOSEPH F. HAIR, CARL MCDANIEL. Marketing. Thomson. Sexta Edición. México D.F. 2002 EDUARDO AZOURI. Creatividad en la Mercadotecnia. Unadis-Univa. Primera edición. Guadalajara 2000. ZBIGNIEW BRZEZINSKI. Fuera de control. Confusión mundial en vísperas del siglo XXI. Primera Edición. Lasser Press. México D.F. 1993 AL RISE, JACK TROUT. Posicionamiento. McGraw-Hill. Segunda Edición. México D.F. 1992 SAMUEL P. HUNTINGTON. El Choque de Civilizaciones. Y la reconfiguración del orden mundial. Buenos Aires. Paidós. 2000 Otras referencias: (1) Página de Internet: Ricoveri Marketing http://ricoverimarketing.americas.tripod.com/RicoveriMarketing/id32.html (2) HOMERO BIBIANO, EDUARDO AZOURI. Marx no tenía Internet. Ensayo para la materia de Organismos, Industrias y Narraciones de la maestría en comunicación de la universidad de Xalapa. Xalapa Veracruz. Junio de 2005.