El caso concreto de los estudios de imagen Los estudios de imagen Los estudios de imagen son las herramientas de investigación comercial cuyo objetivo es obtener información sobre la imagen del producto o marca y los elementos que la configuran. Características Las propias circunstancias que envuelven el concepto de imagen hacen que no pueda obtenerse información fidedigna de manera directa. Por ejemplo, es evidente que preguntas del tipo "¿Cuál es la imagen que tiene usted de este producto?" no logran aportar datos fidedignos ni fáciles de interpretar. Esta situación se debe a las circunstancias siguientes: El consumidor no puede contestar directamente, pues muchas veces no es consciente del problema. La imagen está integrada por un número elevado y variado de factores difíciles de concretar. Ante esta realidad, el método más utilizado es el análisis del perfil de polaridades: diferencial semántico; además, el resto de métodos existentes son una variante de éste. Análisis del perfil de polaridades: fases La metodología consta de tres fases: 1. Obtener pares de frases que definan distintos componentes de la imagen (precio, estatus, nivel de ventas, publicidad, etc.). Por ejemplo: caro/barato, para todos/para determinadas personas, se vende mucho/se vende poco, etc. Esta etapa es la más compleja y decisiva del proceso ya que lo más difícil es llegar a construir los "pares de frases" que integran los elementos determinantes de la imagen. Requiere un trabajo de investigación previo, porque no puede realizarse desde la propia empresa sino que debe llevarse a cabo en el ámbito del consumidor. El sistema ideal es obtener dicha información previa mediante dinámicas de grupo. 2. Realización de entrevistas personales a los componentes de la muestra pertenecientes al universo seleccionado. El entrevistado deberá seleccionar, ante cada par de frases, la que más se adapte a su manera de pensar. 3. Tabulación y análisis de la información obtenida: en esta técnica no es importante la cuantificación sino el área en que se encuentran los resultados. Una variante de este método también muy utilizada es el denominado método de las escalas. En lugar de determinar un par de frases para cada elemento a investigar, se establece directamente el atributo pidiendo al entrevistado que lo pondere sobre una escala de 10. A su vez, una variación de este método es la siguiente: en lugar de ponderar el atributo, se establecen de antemano una serie de opciones que calculen el grado de intensidad. Por ejemplo, ante el atributo "dulce": demasiado dulce - muy dulce - dulce - poco dulce - nada dulce. Decisiones que intervienen en los estudios de imagen Los estudios de imagen pueden aportar información sobre productos, marcas o empresas. Consecuentemente, existen los siguientes estudios con sus respectivos ejemplos: Estudios de imagen de producto (un cibercafé). Estudios de imagen de marca (Estrella Damm). Estudios de imagen de empresa (Fundació Bosch i Gimpera). El interés de la información aportada por los estudios de producto y marca es evidente. Los estudios de imagen de empresa tienen interés si se utiliza una estrategia de marca única (como Mitsubishi) o de marca avalada (como Nescafé, de Nestlé); en definitiva, la empresa incorpora la imagen a sus productos. En cualquier caso, la información que aportan los estudios de imagen se aplica en la toma de decisiones frente a: La elaboración de estrategias comerciales, de marketing y de comunicación (publicidad) en cuanto a sus productos. La determinación de la política general de mercado que se debe adoptar, para hacer converger toda la actuación hacia un mismo fin (política de coherencia). Los estudios de imagen deben presentar un carácter continuo, aunque con una frecuencia de realización en el tiempo (anuales, bianuales, trianuales). Ello permite a la empresa la comparación de datos (evolución de la imagen) y su utilización como medida de control de los efectos y medios que se han podido adoptar, con la consiguiente posibilidad de rectificación en cada caso. Los estudios de posicionamiento Los estudios de posicionamiento están estrechamente relacionados con los estudios de imagen; es más, los segundos pueden considerarse un paso más allá de los primeros. La misión de los estudios de posicionamiento consiste en valorar las distancias existentes entre una marca, sus competidores y el producto ideal en función de los atributos valorados expresamente por un segmento de consumidores; es decir, los atributos que tienen un mayor peso relativo en la decisión de compra del producto o marca. La técnica que se suele aplicar para la realización de los estudios de posicionamiento es el método de las escalas, cuyos resultados se plasman en lo que se denomina un mapa de posicionamiento. Este mapa permite ver de forma gráfica y muy claramente para un mercado o segmento concreto del mismo la posición ocupada por nuestro producto o marca con relación a los competidores y el ideal. El estudio de posicionamiento implica: Definir claramente el perfil del segmento de consumidores objeto de estudio. Definir los atributos clave para el segmento (normalmente dos) que determinan en mayor medida la conducta de compra. Obtener la valoración de cada uno de estos atributos respecto a nuestra marca y las competidoras. Definir el ideal de producto sobre la base de estos atributos. Debe tenerse en cuenta que el consumidor valora los diferentes atributos en función de la imagen que tiene de la marca, una impresión subjetiva que, en determinados casos, puede no coincidir con la real (error de comunicación). Pongamos un ejemplo: una marca X de cigarrillos puede ser objetivamente la más light; no obstante, el consumidor puede percibir (tener la imagen) como más light una marca de la competencia. Decisiones en que intervienen los estudios de posicionamiento El posicionamiento es una cuestión muy importante y representa un factor decisivo a la hora de establecer estrategias generales de marketing mix, ya que nuestras decisiones estratégicas dependerán de él. Si partimos de la base de que en el mercado no existe una globalidad de consumidores, es decir, que éstos se agrupan en diferentes segmentos respecto al comportamiento de compra para cada producto o marca, lo realmente interesante es vincular el concepto de posicionamiento a cada uno de los distintos segmentos de consumidores en que se divide un mercado. Si conocemos el posicionamiento de nuestra marca vinculado a cada uno de los diferentes segmentos, seremos capaces de: Elegir los segmentos a los que nos interesa dirigirnos. Adecuar nuestras estrategias a las características de cada segmento. Optimizar nuestros recursos. Detectar oportunidades de mercado (segmentos no satisfechos). Ejemplo práctico: estudios de imagen y posicionamiento La marca A de refrescos de naranja realiza un estudio de imagen y posicionamiento para conocer su posición actual en el mayor segmento de consumidores del mercado de este tipo de bebidas: jóvenes urbanos de 15 a 24 años, deportivos y modernos. Dicho estudio se efectúa debido a tres causas fundamentales: Pérdida de participación en el segmento durante los últimos tres años. Cambios en los hábitos de consumo: tendencia del segmento hacia lo natural. Hace doce años que no se lleva a cabo este tipo de estudio. Por otro lado, las principales marcas competidoras que operan en el mercado son tres: B, C y D. En una primera etapa y tras el diseño del proyecto de investigación, se organizan unas dinámicas de grupo con diferentes representantes pertenecientes al segmento. Los resultados de dicha dinámica detectan que los atributos que intervienen en la imagen de marca y, por tanto, en el comportamiento de compra de éste tipo de refrescos, son cinco: Naturalidad del producto (contenido en zumo de naranja). Nivel de gas del producto. Dulzura del producto. Combinabilidad del producto (mezclas con bebidas alcohólicas). Modernidad de los mensajes de comunicación (conectar con el público objetivo). En el estudio posterior, realizado a través del método de las escalas, se recaba información mediante valoración de 0 a 10 de los siguientes parámetros: Valorar de 0 a 10 cada unos de los cinco atributos en cuanto a su peso en la decisión de compra. Valorar de 0 a 10 cada una de las cuatro marcas estudiadas. Definir por valoración cual sería el producto ideal sobre la base de los atributos más apreciados. De dicho estudio se obtienen los siguientes resultados: Los atributos básicos o más importantes para el segmento son: naturalidad y nivel de gas. Así, se refleja que el segmento desea un refresco de naranja muy natural (9) y sin gas (0). El gráfico de imagen de marca de las distintas participantes en el estudio presenta el aspecto que se refleja en la siguiente figura. Así mismo, se muestra el mapa de posicionamiento de las diferentes marcas y el ideal de producto para este segmento. Conclusiones Es muy probable que la pérdida de participación de la marca A haya beneficiado a la marca D; en términos cuantitativos, esto lo explicaría un shop audit o un barómetro de marcas. Evidentemente, la marca A se encuentra muy lejos del "ideal" de este segmento, por lo que se deben tomar profundas decisiones estratégicas e incluso plantearse la posibilidad de lanzar al mercado un nuevo producto más adaptado a las preferencias del segmento. Sin duda, la marca con menos posibilidades en este segmento es la C, pues se encuentra en los polos opuestos del ideal. Autor: José María Ferré Trenzano (Doctor en Ciencias Económicas. Experto en marketing por las Naciones Unidas. Presidente de Ferré Trenzano Consulting Group. ) Fuente bibliográfica: Comunicación en las organizaciones © Universidad de Barcelona, 2003