Universidad Nacional de Tucumán Facultad de Filosofía y Letras Departamento de Ciencias de la Educación Cátedra de Historia de la Educación y la Pedagogía (Curso General) Textos Curriculares para Debate y Reflexión de los Alumnos ¿Qué Provocó la Caída del Imperio Romano? Posibles causas que generaron la caída del Imperio Romano Ficha de Documentación Daniel Enrique Yépez Licenciado en Ciencias de la Educación Magíster en Ciencias Sociales Profesor Adjunto a Cargo de la Cátedra Cuando Octavio Augusto recibió el título de Imperator Caesar nada parecía amenazar el poder de Roma. Nada quedaba fuera de las fronteras más que pueblos salvajes que sentían más miedo del que provocaban. Cinco siglos tardarían los ostrogodos, uno de esos pueblos salvajes, en derrocar al último emperador de occidente. El Imperio Romano de Oriente, reconvertido en Imperio Bizantino sobrevivirá todavía mil años más. Cinco siglos no es poco a la hora de mantener en pie un imperio. Y eso es precisamente lo que resulta tan misterioso de la caída de Roma. Es fácil de entender un rápido derrumbamiento, ya sea fruto de una superioridad militar (Imperio Azteca) o despiadadas luchas internas (Imperio de Alejandro Magno) pero ¿qué clase de fuerzas pueden ser tan lentas y a la vez tan poderosas como para desmembrar tan poderoso gigante en un plazo de cinco siglos? Este misterio lleva ocupando las discusiones entre historiadores prácticamente desde entonces. Y muchas teorías han pretendido explicarlo, seguramente muchas de ellas tienen algo de razón, pero personalmente me quedo con una de ellas. Veamos alguna de las más curiosas o importantes: I. Invasiones Bárbaras Es evidente que la causa final de la caída de Roma fue la invasión de distintos pueblos germanos. También es evidente que la presión militar que ejercieron estos (y otros pueblos no 1 germanos como los hunos, los beréberes o los partos) aceleraron y agravaron la decadencia romana. Pero ¿hasta que punto los bárbaros provocaron la crisis y hasta que punto, simplemente, se aprovecharon de ella? Al fin y al cabo, los ejércitos que cruzaron el Rhin a partir del Siglo III eran inferiores en número a los que Roma ya había destruido en siglos anteriores. ¿Qué fue lo que provocó que Roma perdiera su capacidad de defenderse? Se especula que los visigodos que invadieron la Península Ibérica en el Siglo IV, eran contando a mujeres, ancianos y niños, cerca de 200.000 personas. Entonces la Península debía estar habitada por cerca de 8.000.000 de hispano-romanos. No es entendible el triunfo visigodo sin contar, al menos, con la pasividad de amplias partes de la población, algo que resultaría impensable en el sI. ¿Qué pudo pasar entre ambos siglos? II. Enfermedades Entre el 251 y el 266 se produce la primera gran epidemia conocida capaz de afectar a todo el ámbito mediterráneo. Es la conocida como peste de Cipriano. Brotes de distintas enfermedades seguirán y seguirán reproduciéndose periódicamente hasta cerca del Siglo VIII. No sabemos exactamente que enfermedad provocó la peste de Cipriano, diremos sólo que no estaba relacionada con la famosa peste negra de 1348. Lo más probable parece ser que fuera una enfermedad de origen asiático que alcanzaría Europa en esta fecha. Pero ¿fue simplemente la fatalidad la que provocó la epidemia? Generalmente las enfermedades se ceban en los cuerpos más débiles y se extienden rápidamente entre poblaciones desnutridas. Históricamente, las grandes epidemias suelen producirse en tiempos de hambre (1348, Siglo XVII, 1919…) en 251, el Imperio Romano llevaba cincuenta años sumido en luchas intestinas y los cronistas contemporáneos nos hablan del hambre y la desesperación que se extienden por todo el imperio… ¿Fueron las enfermedades una causa de la caída del Imperio o una consecuencia del fenómeno que realmente buscamos? III. Crisis y Decadencia de la Moralidad Es tradición en todo tiempo y lugar que existan gentes que nos hable de la gran moralidad de nuestros antepasados y de como dichos valores se han perdido. Así ocurre ahora, y así ocurría en el Siglo III y en el Siglo I y… curiosamente, en el Siglo I aC, y en el Siglo II aC….Aquellos que hoy hablan de decadencia moral se han encontrado gustosos con los que hablaban de decadencia moral en tiempos romanos y defienden con entusiasmo que esa fue la principal causa de la caída del Imperio Romano, pero ¿efectivamente existió tal decadencia moral? Y de existir, ¿es esta suficiente para causar la caída del Imperio Romano? La obra más importante en la que se basa esta teoría es la Historia de los Doce Césares de Suetonio. Libro popularizado por ser en la que se basa la maravillosa serie Yo, Claudio. Suetonio nos describe un ambiente imperial corrupto y degenerado, repleto de violencia y lascivia… pero difícil de creer. Suetonio pertenece a una familia senatorial, muy perjudicada por la llegada del Imperio, y eso puede explicar su aversión hacia los emperadores y su constantes elogios a la virtud republicana. En cualquier caso, supongamos que es cierto todo lo que dice… ¿provocó tanta inmoralidad la caída del Imperio Romano? En realidad los primeros emperadores no resultaron tan malos. Livia podría ser una mala pécora, pero organizó un sistema fiscal increíblemente sofisticado y eficaz para su tiempo. Tiberio quizás fuera un pervertido, pero dejó las arcas del tesoro repletas. Calígula puede que estuviera chiflado, pero reactivó la economía del Imperio fomentando el comercio. Claudio a lo mejor era muy tonto, pero no sólo fue uno de los mejores emperadores de la historia de Roma, sino que además conquistó Britannia, empresa en la que habían fracasado Calígula y el mismísimo Julio César. A pesar de tanta inmoralidad que Suetonio le atribuye a los primeros emperadores, el Imperio Romano no sólo no entró en decadencia sino que no alcanzaría su cenit hasta un siglo después. Es probable que la marcha de un Imperio no tenga nada que ver con el número de personas con las que se acueste su líder. 2 IV. Inestabilidad Política En sus cinco siglos de historia, las guerras civiles y los intentos secesionistas que sufrió el Imperio fueron innumerables. De hecho, ya lo fueron antes de su propia formación. El primer emperador, Octavio Augusto, dio fin a una larga serie de guerras civiles… Guerras que volvieron a iniciarse tras la muerte del emperador Nerón. Tanto conflicto es muy negativo para la economía de un estado, es evidente. Pero el Imperio había podido resistir muchas de ellas y de hecho se siguió fortaleciendo después. Es innegable que la inestabilidad política sin duda agravó la crisis, pero ¿la provocó? V. Cambio Climático Resulta tentadora esta hipótesis por los tiempos que corremos, pero desgraciadamente no parece demasiado sólida. Durante el Siglo I, el clima era mucho más lluvioso en Hispania y el Sahara era una pradera que, aunque seca y cálida, un asno podía atravesarla de norte a sur sin morir de sed. El Norte de África tenía una importante producción de cereales, siendo por ello las regiones actuales de Marruecos, Argelia y Túnez algunas de las más importantes del Imperio. Esta teoría pondría en relación el final de la riqueza africana con toda la decadencia del occidente. Sin embargo, no parece que haya sido así. Es posible que las cosechas africanas fueran menos importantes en el Siglo V que en el Siglo I pero todavía seguían siéndolo lo suficiente como para que fueran consideradas como de gran riqueza cuando los vándalos las saquearon. VI. Desinterés Los ciudadanos del Imperio, antaño orgullosos de su patria, lentamente fueron volviéndole la espalda. Los poderosos abandonaban las ciudades, para no pagar impuestos. Los jóvenes no se hacían voluntarios del ejército. Los filósofos volvieron cada vez más su intelecto hacia lo metafísico olvidando la política… La propia Roma acabó convirtiéndose en una pequeña ciudad “de provincias” descolgándose de la lista de grandes metrópolis. Sin duda, tanto desánimo tuvo consecuencias desastrosas, reduciendo gravemente las finanzas imperiales y destruyendo la base de su ejército, que tuvo que depender cada vez más de los mercenarios bárbaros. Pero al igual que en varios ejemplos anteriores, ¿el desinterés surge de la crisis o provoca la crisis? En tiempos convulsos en los que parece que todo va a ir a peor y es imposible que mejore, es natural que las personas busquen evasiones. Pero algo tiene que provocar tal sensación de desesperación. VII. El Cristianismo Muchas veces se ha hablado de la posible relación entre el ascenso del Cristianismo y la progresiva decadencia del Imperio. Es evidente que la cronología coincide bastante aproximadamente. El Cristianismo era en sus orígenes un movimiento de carácter revolucionario. Tenía exigencias como: el fin de la adoración al Emperador, la liberación de todos los esclavos, el final de las grandes propiedades, el pacifismo radical y la igualación de todos los hombres como hermanos, ciudadanos o no, bárbaros o civilizados. Parecería una grave amenaza al imperialismo romano, no sorprende que este lo persiguiera. Y sin embargo, lentamente abandonó toda pretensión revolucionaria. Cuando el Cristianismo era religión oficial, pretendía que el Emperador era elegido por Dios en la Tierra; los esclavos no sólo no tenían porque ser liberados sino que incluso los clérigos tenían bastantes de ellos; las grandes propiedades eran respetadas ya que los pobres debían buscar su premio en la otra vida; el pacifismo se mantuvo en la forma pero no en el fondo y los no cristianos eran infieles con menos derechos. La religión del amor inició sus primeros siglos de existencia persiguiendo violentamente a judíos, herejes y paganos, superando sus persecuciones en número y crueldad a las que el Cristianismo había sufrido anteriormente. El Imperio fracasó en crear una unidad religiosa basada en la adoración del Emperador, pero consiguió con creces ese mismo objetivo basándose en el Cristianismo. Lejos de ser un elemento disgregador, el Cristianismo fue en mi opinión uno de los bastiones a los que el Imperio se aferró especialmente en su último siglo de 3 existencia. Los bárbaros germanos tuvieron que cristianizarse para poder dominarlo. Así que el crecimiento del Cristianismo mientras el Imperio decaía hay que entenderlo más bien como una consecuencia de la cada vez mayor dependencia que el Imperio tenía de él. Otro día podíamos hablar sobre porque el Cristianismo y no otra religión gozó de tanto éxito. Sí debo aceptar eso sí, lo que se suele decir de que el Cristianismo absorbió a las mejores mentes del Imperio. Estos dedicaron sus vidas y sus energías a luchar por los intereses de la Iglesia, los cuales no siempre eran los mismos que los del estado. El Cristianismo, además, proporcionaba una excusa ideal para evadirse del mundo. Gracias a él podían dedicarse los grandes pensadores a “reflexiones nobles”, mucho más gratas que la política en un mundo que se acercaba a ojos vistas a un callejón sin salida. San Agustín, uno de los hombres más inteligentes de su tiempo, dedicó gran parte de su vida a discutir grandes asuntos como el hecho de que Lot hubiera cometido pecado o no al realizar un incesto involuntario. Al final, la visión de Lot de San Agustín ha sido la aceptada por los cristianos de todas las tendencias hasta la actualidad. San Agustín murió mientras su ciudad era asediada por los Vándalos. Creo que estos dos hechos lo dicen todo. VIII. Agua con Plomo Existe la teoría de que, como los romanos usaban muchas veces plomo en sus cañerías, fueron envenenándose con él, siendo cada generación de romanos más tonta que la anterior. Reconozco que, si fuera un poco serio, no debería ni darle a esta teoría la importancia dedicarle unas líneas. Pero ya me conocéis, no soy nada, nada serio. Para rebatirla sólo decir que el agua era llevada en cañerías de plomo sólo en las ciudades, ciudades que progresivamente fueron siendo abandonadas, por lo que en su crisis final, muy pocos romanos bebían de cañerías de plomo. Decir también que una gran inteligencia no debe ser medida según su éxito real, sino en proporción con la dificultad a la que tuvo que enfrentarse. En este sentido, el Imperio siguió produciendo grandes hombres, grandes generales y grandes estadistas. De hecho, personalmente me sorprende la resistencia del Imperio durante tanto tiempo, yo creo que los últimos estadistas del Imperio jugaron con muchísima habilidad las cartas que les quedaban en la mano… pero estas cada vez eran menos. IX. Escasez de Oro Existe una curiosa constante en la historia europea hasta la invasión de América, y es la constante pérdida de oro. No hablo sólo del oro que, naturalmente, se pierde o se inmoviliza en forma de adornos y estatuas, sino principalmente del perdido por el comercio con el Oriente. Los productos que llegaban de Asia eran generalmente ligeros y caros: especias, seda, porcelana… en cambio los que podía exportar Europa eran baratos y pesados: maderas, pieles… Evidentemente, no era práctico para un mercader venir con una carreta y volver con veinte, así que el pago sólo podía hacerse en metales preciosos. De esta forma el oro europeo tendió a ser drenado durante miles de años hacia el Oriente, y en torno al Siglo III la escasez de oro en Europa empezó a ser alarmante. Como la moneda se basaba en el oro, se produjo escasez de moneda, lo cual pesaría sobre el comercio. Como anécdota comentar que las monedas visigodas, de apenas cuatro siglos después, se acuñaban por una sola cara ya que eran demasiado finas para ser acuñadas por las dos. Es una teoría elaborada pero, si se piensa al detalle, no tiene sentido alguno. Por una parte, los romanos habían iniciado ya antes del Siglo III el tránsito de la 4 moneda que vale su peso en oro a monedas cuyo único valor es el garantizado por el estado (como las que usamos nosotros). Existen muchas monedas romanas acuñadas en cobre o en hierro con un valor fijado por ley, no por su valor metálico. Por otra parte, creo que es evidente que ante una falta importante de monedas, algo la habría sustituido. Los mercaderes de la Baja Edad Media utilizaban muchas veces especies como moneda, seguramente los romanos habrían utilizado alguna otra cosa de alto valor y poco peso. Si a partir del Siglo III cada vez hay menos monedas en circulación, es porque estas cada vez son menos necesarias. XII. Crisis del Modelo de Producción Esclavista Una hipótesis tradicional y muy extendida es la de considerar que Roma debe su decadencia a la crisis de su modelo de producción esclavista. Roma dejó de expandirse, y por lo tanto, los esclavos dejaron de afluir al Imperio, encareciéndose y reduciendo la productividad del sistema esclavista en el que se basaba la economía del Imperio. A favor de esta teoría encontramos las sucesivas leyes intentando limitar la emancipación de esclavos y la seria preocupación que muchos políticos romanos parecieron tener por su número cada vez más corto. Junto a la evidente reducción de la importancia de los esclavos con el paso de los siglos. Tengo que reconocer que es una teoría atractiva. Pero tiene sus lagunas. Se han hecho estudios que parecen demostrar que la gran afluencia de esclavos tras una guerra sólo tenía importancia unos pocos años… durante esos años se producía un exceso de esclavos y una bajada de su precio. Al ser más baratos los esclavos tendían a ser peor tratados, con lo que el exceso en seguida se compensaba por el aumento en las defunciones y fugas. La cifra total de esclavos, por lo tanto, tendía a estabilizarse a medio plazo. Por otra parte, muchas veces se ha dicho que los esclavos se reproducen mal, pero esto sólo es cierto en ambientes brutales. La esclavitud en el sur de los EEUU sobrevivió un siglo después de que la trata fuera prácticamente imposible, manteniéndose la cifra de esclavos estable gracias a su propia reproducción. Si hubiera llegado un momento en el que el precio de los esclavos se volviera prohibitivo, la muerte de uno de ellos habría significado un revés importante y su amo se cuidaría bien de mantenerle lo más cuidado posible, a la vez que incentivaría su reproducción, con lo que el precio acabaría bajando de nuevo. Y sin embargo, es cierto que el Imperio, especialmente en Occidente, fue siendo cada vez menos esclavista. Sin que tengamos muchos datos al respecto, yo me atrevería a afirmar que la esclavitud llegó a desaparecer. Y es por eso que nuestra palabra “esclavo” no procede del latín (la forma latina es servus). Pero si el esclavismo hubiera desaparecido por culpa de la falta de esclavos, es de esperar que el precio de los esclavos hubiera alcanzado niveles prohibitivos… y sin embargo existen estudios recientes que indican todo lo contrario. Más allá de algunas oscilaciones, nunca hubo un gran aumento en el precio de los esclavos. Los esclavos no eran más caros, pero dejaron de utilizarse ¿por qué? Pues sólo se me ocurre una posible explicación, y es la de que fueron sustituidos por una forma económica más eficaz. XIII. El Advenimiento del Feudalismo Tradicionalmente se ha considerado que el Feudalismo fue una importación de los germanos que extrapolarían sus ancestrales relaciones de dependencias mutuas a toda la sociedad. Algunos, como Marvin Harris, han llegado a decir que el Feudalismo habría sido la organización celta pre-romana, con las lógicas modificaciones provocadas por siglos de romanización. Creo que están obviando lo más sencillo de todo, y son las evidentes raíces del Feudalismo en la Antigua Roma. Ya desde la República y desde donde tengo noticia, los romanos se unían entre sí en rangos de “clientela”. El señor (dominus), generalmente una persona poderosa, daba su protección jurídica y política a sus clientes (cliens), los cuales le hacían regalos y le apoyaban en todas sus causas políticas y a veces, incluso, militar. Esta estructura creció en importancia en el Imperio, y a mi me parece evidente sus similitudes con las posteriores relaciones de vasallaje. El gaditano Columella, probablemente el más importante economista del esclavismo, advertía ya en el Siglo I a C que el trabajo de un hombre libre es mucho más eficaz que el de un hombre esclavo. Tal observación ha sido confirmada por modernos estudios sobre el Esclavismo en el sur de los EEUU durante el Siglo XIX. Un hombre 5 esclavo trabajará con mayor dejadez siempre que no tenga el látigo encima, no cuidará su material de trabajo y en general se mostrará depresivo y desmotivado. Apostaría que un gran terrateniente esclavista podría darle una parcela a cada uno de sus esclavos y cobrarle lo mismo que esperaba producir. El antiguo esclavo se cuidaría muy mucho de producir un excedente sobre esa cantidad para él y su familia. De esta forma el señor se ahorra el tener que pagar el mantenimiento del esclavo y de las herramientas de trabajo, y encima el esclavo le estaría agradecido. Desgraciadamente, la ausencia de fuentes nos impiden demostrar que se produjera este fenómeno, pero yo creo que es lo más lógico. Los esclavos se irían convirtiendo cada vez más en clientes, clientes adscritos a una tierra y con la obligación de pagar un alquiler por sus tierras y de prestar su apoyo armado a su señor. Los esclavos (servus) se convertirían en siervos. La evolución natural del Esclavismo parece el Feudalismo. Pero este cambio resultara gravísimo para el Imperio. Los grandes terratenientes esclavistas estaban muy interesados en mantener un Imperio fuerte, que les defendiera de sus esclavos. Pero los señores feudales no temen a sus siervos… Así que ¿para qué pagar impuestos? No tienen más que retirarse a una de las villae que poblaron todo el Imperio de Occidente a partir del Siglo III, rodearse de su ejército privado formado por sus antiguos esclavos y a ver quien es el guapo que viene a cobrarle. El sistema fiscal romano era tan eficaz, en gran parte porque fue el primero que consiguió hacer que la mayor parte del presupuesto fuera sufragado por los más ricos. Al irse los más ricos al campo y, a la práctica, dejar de pagar impuestos el Imperio se vio obligado a subir los tributos en las ciudades. La población empezaría a migrar al campo: Los más ricos para no tener que pagar tantos impuestos, los más pobres para buscar trabajo cerca de los ricos. El comercio necesita localización, puede ser muy rentable transportar una mercancía miles de kilómetros hasta una población llena de gente rica dispuesta a pagarte por ella. Pero si esa gente rica está diseminada por kilómetros a la redonda, ya no te sale tan rentable. Menos si encima te cobran cada vez más impuestos. Con la decadencia del comercio, la industria también entraría en crisis y más gente abandonaría las ciudades buscando trabajo. Por si fuera poco, los grandes dominus, de los cuales tenemos alguna documentación, empezarían a buscar sus propios intereses políticos, llegando a conspirar y colaborar activamente con los invasores. Sin los dominus, los visigodos no se habrían asentado en Hispania. Ni tampoco, poco después, los musulmanes. 6