Autora: María Fernanda Justiniano Uso interno Maier, Franz Georg (1973), Las transformaciones del mundo mediterráneo, S III-SVII, (1ª ed. en alemán, 1968), SXXI. Estos 5 siglos representan hasta el día de hoy una fuente de perplejidad para la ciencia histórica. Aún no ha desaparecido de la conciencia de muchos el concepto de “dark ages” formulado por Gibbon: la imagen de siglos de caos semibárbaro, lleno de supersticiosa ignorancia y de sofocante letargo, de intrigas bizantinas, de horrores árabes y germanos, en los que se van salvando trabajosamente los últimos restos de la cultura antigua, elementos de construcción de la futura Europa. La representación de Gibbon de la época, como medio milenio de destrucción, ya no es aceptada. En Occidente se reconocen comienzos creadores, en lugar de una caída catastrófica del mundo romano, se ve en estos tiempos una lenta edificación de las bases del mundo medieval. Periodización La polémica sobre los límites entre la Antigüedad y la Edad Media es, en el fondo, tan antigua como la misma ciencia histórica. Tres opiniones se impusieron al respecto en el siglo XIX: - la primera fechaba el comienzo de la Edad Media en el año 324, año en que Constantino, primer emperador cristiano, se deshacía de sus rivales; - la segunda, en 395, fecha de la partición del imperio; - la tercera en el 476, coincidiendo con fin la cáida del último emperador romano Rómulo Augústulo en manos de los bárbaros. Tales fechas aisladas no pueden significar cesura alguna en el proceso histórico. No existe una frontera cronológica puntual, sino que hablamos de zonas temporales donde se desarrollan en distintos ritmos grandes transformaciones sociales, económicas y políticas. Para Haller (1941), debemos acostumbrarnos a mirar los siglos del mundo antiguo tardío, de la Roma tardía y de la instalación de los germanos hasta Carlomago y sus epígonos como una unidad. También se entienden estos siglos como una época de transición, el la cual continuaron subsistiendo los dos viejos modos de entender el problema: - Para Ferdinand Lot como el fin del mundo antiguo y el debut de la edad media. - Para Henry Pirenne como continuación de la antigüedad romana. Su tesis entiende que el imperio no fue destruido ni barbarizado por los germanos y la Romania se conservó como un área económica y cultural que sólo fue destruida por la invasión islámica, al interrumpir ésta todo intercambio comercial entre Oriente y Occidente. Esta tesis fue violentamente discutida. Su teoría queda refutada en sus puntos más esenciales: las repercusiones económicas de la expansión islámica no fueron tan terribles y graves como para ser consideradas la única causa de éste proceso. Sin embargo ello no significa que sea errónea la visión fundamental de Pirenne, según la cual las tradiciones romanotardías sólo desaparecen en el SVII con los merovingios y no con los visigodos - Para Halphen como la agonía de los elementos de la Antigüedad tardía hasta finales del SVIII. - Para StroHeker como la última fase de la Antigüedad tardía O por el contrario - Para Dawson, Bark, Burns como la formación del mundo occidental. - Para Dawson o Moss estos siglos representan uno de los problemas centrales de la historia europea. - Burns ve en la crisis del sistema romano que ha dejado de ser flexible el camino que lleva a la primera Europa. La verdadera causa de esta inseguridad puede establecerse fácilmente: constituye un falso planteamiento historiográfico el querer establecer una clara frontera entre la Antigüedad y la Edad Media, por ello se introducen conceptos como la Alta Edad Media y Antigüedad tardía, para poder clarificar mejor estos procesos. Recordemos que las alternativas Antigüedad y Edad Media, igual que el de transición proceden del esquema de períodos humanista, con su división en tres partes de la Historia universal. POR QUÉ PODEMOS HABLAR DE UNA UNIDAD Y PECULIARIDAD DE ESTA ÉPOCA 1) El mar Mediterráneo. La vida converge en las orillas del mare nostrum, convertido en lago interior romano. Hacia allí conducen las rutas comerciales; allí se asientan los grandes centros de la economía y la cultura. El Mediterráneo es un área económica y espacio cultural. En estos siglos el centro de gravedad estará en Bizancio-Constantinopla que domina la política y la vida espiritual. 2) Durante siglos permanece como fuerza dominante la nueva estructura social del Imperium Romanun Christianum, ello incluso cuando la unidad de la sobernía imperial se había diluido hace mucho tiempo en el pluralismo del imperio bizantino, el califato y los reinos germánicos. 3) La forma también romano-tardía del dominio de las tierras (grandes fundos con campesinos ligados a la gleba, en poder de la nobleza), preámbulo del sistema feudal. 4) La fe y la doctrina cristiana constituyen el impulso dominante de toda la época. El cristianismo establece la escala de valores. Ninguno de estos factores es por sí mismo decisivo. La que da personalidad y unidad temporal a estos siglos son sus interrelaciones y las posteriores transformaciones. Las sociedades que se desarrollan en estos siglos poseen sus propios modos de vida, distintos del período medieval que no ha evolucionado sin rupturas. IV V VI VIII Anarquía militar Tetrarquía 284 Dioclesaino 268-270 Claudio Gótico 270-275 Aureliano 276-282 Probo 282-283 Caro 260 Valeriano derrotado por Sapor I 212 ciudadanía 192: muere Cómodo es 235-284 VII 293 sistema de tetrarquía III III CRISIS EN LA POLÍTICA EXTERIOR - Fin de la Pax Romana y el ataque a las fronteras imperiales: guerra en dos frentes. Las fuerzas militares del imperio, debilitadas por conflictos internos, no eran suficientes en ninguna parte. Nuevas y renovadas fortificaciones surgen hasta ahora en las abiertas ciudades. Con Aureliano (271) también tuvo sus murallas. - al oriente con los persas - francos, alamanes, cuados y godos lograban penetrar en las provincias fronterizas del Rin y el Danubio - piratas sajones dominaban el Canal - flotas de godos y hérulos saqueaban al norte del Egeo - pictos en Escocia; blemmios en Egipto, bereberes al norte de África vuelven a la anterior agresividad. CRISIS EN LA POLÍTICA INTERIOR La defensa del imperio constituía el objetivo principal y por tanto comenzaron a primar los intereses militares. - 235-284: Anarquía militar - Con Cómodo terminó el absolutismo ilustrado del imperio adoptivo. El principado comenzó a transformarse a grandes rasgos en una monarquí militar absoluta. - gobernaron tres docenas de emperadores soldados, procedentes en la mayor parte de las legiones - mandatos cortos, promedio dos años y medio. - Casi todos los emperadores y pretendientes murieron de muerte violenta En este absolutismo militar jugó un papel decisivo la dinastía de los Severos - Tiende a completar la estructura estatal del imperio con la unificación de la administración y el status de ciudadano nivelado. Esto significa sumar un nuevo elemento de unificación - El ejército se barbariza. Se modifica la estructura del ejército que acoge a un mayor número de bárbaros. La espina dorsal de las reservas romanas pasan a integrarse con súbditos semiromanizados. - Los legados de la clase senatorial fueron sustituidos por oficiales de carrera, desapareciendo con ello la antigua estructura romana de mando - El ejército se transforma étnicamente y sociológicamente, constituyéndose en una vía de ascenso social - Se imponen cambios en la táctica, organización y armas Se constituye en cuerpos armados móviles que pueden asumir un papel político Nueva posición del emperador En los primeros tiempos del principado existía aún un frágil triángulo de poder entre el emperador, el ejército y el senado. - Ahora el senado se ve cada vez más apartado del juego político. Sus atribuciones pasaron al consejo del emperador y ni siquierra asiente en el nombramiento de los emperadores. Su función se reduce a aclamar las órdenes imperiales. - El sostén del poder lo constituyen las legiones. De esta manera el ejército se constituye en el fundamento absoluto de la soberanía. Así desaparecen los últimos vestigios de lealtad al Estado con un ejército de mercenarios. - La vieja aristocracia romana se ve desplazada por esta nobleza de espada que proviene del ejército. - La militarización se extendió en la administración civil, luego a la vida económica, elaborándose un riguroso sistema de exacción de impuestos y de reglamentación de la economía imperial La nueva posición del emperador encontró su expresión en el culto a su persona y el ceremonial imperial. Si en los primeros siglos el emperador fue solamente magistrado y primer ciudadano, al menos en teoría, ahora se convierte en señor absoluto del imperio. Este proceso alcanzó su punto culminante con Aureliano que subió al trono como “dominus et deus” (señor y dios), gobernando en su inaccesible majestad por encima de los mortales. CRISIS EN LA ECONOMÍA. La economía sufrió gravemente las consecuencias de las constantes incursiones militares, de las guerras civiles y de las requisiciones. Las ciudades eran saqueadas y destruidas, las cosechas desvastadas y los ganados robados. La producción agrícola y la actividad comercial disminuyeron intensamente a causa de la inseguridad general y del bloqueo de numerosas vías de comunicación. Inflación y alzas de precio. Probablemente la población disminuyó. Al mismo tiempo, las permanentes guerras civiles y defensivas hicieron cada vez mayores las exigencias fiscales y las requisiciones. Mediante medidas coercitivas, la burocracia intentó expoliar los últimos bienes del campo, con lo que naturalmente no se detuvo la decadencia económica. Lo que originalmente se concibió como medidas de emergencia, sirvió de base a un nuevo planteamiento que contenía los elementos más significativos de la estructura social del S IV: - prestación de servicios al estado por personas o ciudades - explotación de los arrendatarios campesinos - formación forzosa de trabajadores manuales y profesionales del transporte. El peso económico comenzó a desplazarse de las ciudades, en parte gravemente afectadas por la crisis, al campo. Estaba naciendo un sistema que significaba algo más que un mero reparto político. Las medidas tomadas por los emperadores y las nuevas funciones de la burocracia tuvieron un papel decisivo en la vida social posterior, preparando aquellas profundas transformaciones de la economía y la sociedad, que alcanzaron su pleno desarrollo en el siguiente siglo. CRISIS EN LAS MENTALIDADES La religión politeísta pagana y el mundo cultural clásico, estrechamente ligado a ella, fueron poco a poco sustituidos por nuevas formas religiosas de pensamiento. Los hombres de la época comenzaban a poseer una sensibilidad religiosa. Fenómeno destacado fue la penetración de los cultos orientale, favorecida por el reclutamiento de parte de las tropas en Oriente. - El Mitra persa - Cibeles, frigia - Dios del sol de Emesa, Isis y Serapis - Sol invictus Aureliana 270 - La teoría de la gnosis en los territorios periféricos, con su rígido dualismo entre espíritu y materia, que fue adoptada por la gente culta. - Manifestaciones marginales de esta situación fue la difusión de un bárbaro sincretismo y un auge de la astrología, magia y hechicería. Las nuevas religiones eran, en oposición a la tradicional, religiones monoteístas de revelación y salvación. Respondían a las exigencias de los tiempos porque proporcionaban una seguridad religiosa y un contacto personal con la divinidad, prometiendo el conocimiento mendiale la iluminación y la redención a través de la revelación. Propugnaban una ruptura fundamental con el universalismo racional de la antigüedad clásica grecoromana. Los cultos tradicionales estaban ligados al poder político. Las nuevas religiones eran extrañas al estado pero podían actuar políticamente con un distanciamiento o acercamiento. El cristianismo Para sus contemporáneos era una tanta de las religiones orientales, con sus ritos secretos, prescripciones ascéticas, fiestas y santos. A lo sumo llamó la atención por su rigurosa oposición a las exigencias puramente formales del culto oficial. En sus múltiples comunidades, sobre todo en las de Oriente, pero también en Italia, Galia y África comenzaron a crearse las bases de una ordenada jerarquía y organización. A excepción de algunas sectas la Iglesia no se opuso sistemáticamente al Estado. Pero su negativa a presentar las ofrendas prescritas por el estado, fundada en razones religiosa, desencadenó abiertas persecuciones de Decio y Valerio. De las cuales surgió la “iglesia mártir”. BALANCE A FINES DEL S III - El poder militar logró atajar la desintegración del imperio. La crisis política imperial se supera y comienza un período de estabilización que se abre con Claudio Gótico (276) para concluir con Dioclesiano (284). - Las incursiones germánicas se rechazaron victoriosamente. - A partir del año 280 las fronteras del imperio pudieron ser afianzadas casi en los mismos límites del S II. - La decadencia monetaria y económica no se superó. - La situación política interior siguió inestable y la posición del emperador precaria. Aureliano fue eliminado por una conjuración de oficiales, Probo y Caro fueron asesinados. - El absolutismo militar llegó a transformase en un orden estable. ANTECEDENTES DE LA CRISIS - Para Franz Georg Maier se encotraban en la interacción de los factores y conflictos políticos y sociales; el factor originante o, al menos, acelerador fue la situación de la política exterior. S IV Dominado Preponderancia de la economía agraria, decadencia de las ciudades, ruralización del imperio Iglesia triunfante 395 Divisióndel imperio de 378 Valente vencido Adrianápolis 379 Teodosio 381 Concilio Constantinopla en RESULTADO DE LA CRISIS 330 Constantinopa capital 324 Constantino 313 Edicto de Milán 303 persecuión a cristianos 305 Dioclesaino abdica los 2º tetrarquía 1. El Imperium Romanum Christianum. Una nueva forma de vida a la autocracia se le suma el cristianismo Los creadores de las nuevas formas de vida del Imperium Romanum Christianum fueron Dioclesiano y Constantino. Si bien en la reorganización del imperio y la sociedad muchas decisiones fueron tomadas por Dioclesiano y continuadas por Constantino. Pero este último fue el único responsable del reconocimiento del cristianismo y de su vinculación con el Imperio. La historiografía cristiana reconocerá esto con el nombre de Constantino el Grande. Los cuarenta años que van desde el 284 hasta el 324 se caracterizaron por luchas internas por el poder y por combates defensivos en las fronteras, aunque la presión de las tribus había cedido momentáneamente. En el 293 Dioclesiano crea el sistema de tetrarquía con el fin de neutralizar los posibles pretendientes al trono y para repartir la inmensa carga de las tareas públicas y fiscales. Dioclesiano Augusto de Oriente Maximiano Augusto de Occidente Galerio César Constancio Cloro César La primera tetrarquía funcionó bajo la autoridad indiscutida de Dioclesiano, quien fue un pragmático, con fe ciega en Mitra y la astrología y el verdadero emperador. Esta tetrarquía proporcionó al imperio una época de relativa tranquilidad. Constancio y Galerio pasaron a ser augustos. La segunda tetrarquía abrió paso a intensas luchas civiles y se impone el hijo de Constancio, Constantino, que derrota a las legiones italianas. Las victorias fueron ganadas por inspiración divina. Los augustos Constantino y Licinio se convirtieron al cristianismo. En el año 324 Licinio es obligado a abdicar y después se lo ejecutó como enemigo del Imperio. La tetrarquía fue una solución transitoria. Constantino alcanzó la monarquía universal bajo la forma de Dominado, que adquirió ahora validez jurídica. En el nuevo aparato imperial, de poder centralizado, con una burocracia y ejército profesional, el ciudadano era ya sólo un súbdito, cuyo principal deber consistía en trabajar y servir al Imperio para su mantenimiento. Tras haber perdido su libertad política, entregaba ahora su libertad social y económica para asegurar el orden y supervivencias colectivas. Este absolutismo imperial, de carácter autocrático-oriental, y la burocracia centralizada, y el sistema fiscal constituyeron los puntales del Imperio bizantino hasta el momento de su caída. También los futuros reino germánicos recogieron la herencia del Imperio dioclesiano-constantineo, así como las decisiones de Constantino en el plano religioso. El emperador era la única fuente de poder y del derecho, gobierna con autoridad ilimitada. Desaparece la ficción jurídica-constitucional del principado imperial como estado de excepción continuamente prorrogado. El Senado y los funcionarios senatoriales asumen funciones puramente representativas, aunque mantienen su prestigio e influencia. El poder militar se fortalece y se le retira al Senado el poder de crear emperadores. El ejército siguió siendo el fundamento decisivo del poder, pero el orden jerárquico del Dominado lo sustrayó de la arbitrariedad de las legiones. Aparece una nueva legitimación de la autoridad imperial: el ejercicio de la soberanía en virtud del derecho divino, de la divinidad de los cristianos. La identificación del emperador conlo divino no era nuevo en Roma. Evidentemente el cristianismo no podía identificar al emperador con Dios, pero su legitimación y autoridad moral las recibía de El. El carisma de la soberanía y del poder emanaba de la gracia divina. A partir de aquí se desarrollaron tanto en la teología cristiana como en la fe popular las representaciones del emperador como sustituto de Cristo en la Tierra, donde tenía la misión de realizar el orden divino. Se reorganizó la administración imperial: 1. Se desarrolló un gigantesco aparato burocrático directamente subordinado al emperador. Se distinguen 4 grandes sectores: a) la administración central, b) administración regional, c) el ejército y d) la corte. Había 4 prefectos (virreyes) en Galias, Italia, Iliria y Oriente. Además se crearon 17 diócesis y 120 provincias. Bajo el control de un vicaro imperial y por separado estaban administradas Roma y Constantinopla. 2. Con fuerte diferenciación de los derechos y deberes de cada funcionario 3. Tomó fuerza la policía secreta como instrumento de control de la opinión pública. Se reorganizó el sistema tributario : Dioclesiano creó la posibilidad de calcular con exactitud los ingresos del fisco y con ello elaborar un presupuesto imperial. Se extiende el impuesto de la annona cobrado en especie a los propietarios de tierra. Se extiende la rigurosidad de su cobre. Ejército: Sigue teniendo un poder decisivo. Persiste la situación a la defensiva y el emperador era su comandante en jefe, de quien estaban subordinados los jefes militares. Se introduce como novedad la caballería acorazada. CONSTANTINO Y EL CRISTIANISMO A principios del SIV el cristianismo era aún una de las tantas religiones de salvación de origen oriental. Pero hacia la mitad del siglo, la Iglesia se había convertido en una de las fuerzas vivas de la época, de extraordinaria influencia en todos los aspectos de la vida social. La religión antigua había sido una forma de religiosidad política. El culto a determinados dioses estatales era una función necesaria para la sociedad organizada. La fe cristiana obligaba a rechazar el sacrificio a divinidades oficiales, por lo que se les consideró que ponían en peligro la ayuda divina al imperio, tan necesitado de ella en época de crisis. Aquí residió la causa de las persecuciones a los cristianos. Sin embargo los cristianos sólo representaban una minoría. Las medidas anticristianas se iniciaron en el 302. En el año 303 comenzó la persecución general con prohibición de culto, detención de clérigos, destrucciones de iglesias, quema de libros sagrados, sacrificios forzosos, ejecuciones. Galerio en el 311 promulga un edicto de parcial tolerancia que refleja el reconocimiento que la destrucción del cristianismo era imposible como así también su lealtad religiosa. El edicto obligaba a los cristianos a realizar algo a lo que nunca se habían negado: rezar a su Dios por la permanencia y bienestar del Imperio. El Edicto de Milán confirma los términos de Galerio. Pero para el posterior desarrollo de los acontecimientos existía una diferencia fundamental entre que la nueva fe fuese tolerada por el Imperio junto a las demás religiones a que el soberano haciéndola suya la favoreciese decididamente. De ahí la extraordinaria significación de la decisión personal de Constantino. Durante mucho tiempo dominó en el campo historiográfico la brillante tesis de Jacob Burckhardt según la cual Constantino sería en definitiva un político irreligioso y amoral, para quien el reconocimiento del cristianismo constituía un acto de frío cálculo, con el que utilizaba la nueva fe como fermento espiritual para la renovación del imperio. Esta tesis resulta insostenible pues significa atribuir a Constantino una visión demasiado profética sobre las posibilidades del cristianismo. Constantino poseía una especie de predisposición religiosa y buscó con denuedo la seguridad de la fe. Fue adepto en sus inicios del Sol invicto, luego al monoteísmo ligado al culto de Apolo. En el año 312 ante las puertas de Roma ordenó luchar a sus soldados con el anagrama de Cristo puesto en sus estandartes. Gobernó como un decidido cristiano. Sus monedas mostraban emblemas cristianos, sus leyes favorecían a los cristianos, intervenía en los intereses políticos y religiosos de la actividad eclesiástica. Cuando murió se lo enterró en el mausoleo junto a la Iglesia de los Santos Apóstoles en Constantinopla. La simple equiparación jurídica abrió a la Iglesia enormes posibilidades de desarrollo. La política religiosa de Constantino aceleró la caída del politeísmo pagano y el retroceso de las religiones reveladas orientales. Se inicia entonces un proceso intenso de expansión del cristianismo. Sin embargo los viejos cultos subsistieron. El paganismo se redujo cada vez más a un pequeño grupo de gente culta y a las zonas campesinas menos desarrolladas. Ya por el número de fieles, la Iglesia se convirtió en un factor de poder junto al emperador, al ejército y a la administración. A esto se añadieron medidas imperiales en su favor: los obispos obtuvieron el derecho de fallar juicios inapelables, las comunidades podían aceptar legados testamentarios y constituir patrimonios propios, el domingo cristiano fue reconocido como fecha imperial. La Iglesia a través de las donaciones se fortaleció económicamente a la par que los obispos añadían peso político a los cargos eclesiásticos. Todavía en el siglo IV, Roma seguía siendo el centro venerable de las viejas tradiciones paganas, mientras que el centro de gravedad del cristianismo se encontraba en Oriente. Constantinopla, la nueva Roma era la capital del Imperio Romano Cristiano. a. Ordenamiento eclesiástico El espíritu de cuerpo y la estricta organización de la Iglesia no tuvo parangón con las demás religiones orientales. El clero estaba rígidamente organizado y el culto no se hallaba ligado Imperio. Esta situación favorecida por los privilegios dados por Constantino. Otro factor importante fue el hecho de que su estructura organizativa fue hábilmente uniformada con la administración estatal. Independencia y solidaridad interna, juntamente con el apoyo de las organizaciones políticas, constituyeron la base del éxito y la supervivencia de la Iglesia. La Iglesia era una iglesia episcopal: el elemento central del ordenamiento eclesiástico lo constituía la autoridad del obispo, emanado del principio de sucesores de los apóstoles. La ciudad y su región de influencia formaban la jurisdicción del obispo, cuya base de poder descansaba en su autoridad docente y espiritual, en la potestad jurídica sobre el clero y las propiedades eclesiásticas. En el Norte de África había 300 sedes episcopales. Sobre éstos estaban los obispos metropolitanos, cuyas jurisdicciones coincidían muchas veces con los jurisdicciones provinciales. El concilio de Nicea estableció la zona de influencia de los grandes patriarcados o iglesias madres de fundación apostólica: Alejandría, Antioquía, Roma, Constantinopla, Jerusalén, Calcedonia. El rango especial de estas sedes episcopales no sólo dependía de su importancia como centros religiosos, sino también en el hecho de estar enclavadas en puntos neurálgicos de la administración imperial. Se aceptaba la igualdad de rangos de los obispos. Las cuestiones dogmáticas y teológicas eran debatidas en las Asambleas de obispos: Sínodos. Por intervención de Constantino se creó el sínodo general o concilio ecuménico, asamblea que reunía a todos los obispos cristianos para deliberar y tomar conclusiones sobre cuestiones litúrgicas, dogmáticas y jerárquicas de la Iglesia universal. El concilio era convocado y presidido por el emperador. Esta Iglesia de los obispos era “una, santa, católica y apostólica” que comprendía a todos los hombres y que conservaba la tradición apostólica de la fe. b. Jerarquía, comunidad y monacato Los privilegios de obispos y clérigos hacían atractivo el estado sacerdotal, incluso en las clases sociales más elevados. La fuerza de la iglesia del SIV devino devino de que muchos de sus principales teólogos e influyentes políticos provenían de los grupos dirigentes del imperio. Frecuentemente se abandonaban prometedoras carreras de la administración civil para introducirse en la jerarquía eclesiástica. Como en la antigüedad pagana la estrecha correlación entre el mundo político y religioso constituía un hecho indiscutible. San Ambrosio (Milán) hijo de alto funcionario del imperio, San Agustín (354-430). (Hipona) hijo de una familia curial. En Oriente es central la figura de Basilio quien fundó monasterios en las extensas posesiones de su familia y reguló con precisión la vida monacal que debía ofrecer la posibilidad de meditación y recogimiento a la ya mundanizada Iglesia de su época. El nacimiento del monacato, como tercera fuerza junto al clero y los laicos fueron factores que incidieron en el cambio de la función social de la Iglesia. A diferencia de los eremitas y anacoretas el monacato basiliano busca más que la automortificación una vida del agrado de Dios, apartada del mundo. El elemento culto esta ausente aún en el monacato del SIV y constituye una creación posterior, debida a Benito de Nursia, alrededor de 480 hasta 547 aproximadamente. En el monacato se manifestó una culta corriente de opinión del cristianismo de la época que protestaba contra el apoderamiento de este mundo de la Iglesia triunfante, en sí constituye una protesta contra el modo de vida de este imperio cristiano. Su propagación ganó pronto una gran consideración espiritual entre la población, como la forma más perfecta de vida cristiana y como una especie de sustitutivo del martirio. La transformación de la capa dirigente indica, en sentido vertical, las nuevas posibilidades de la Iglesia en la sociedad. Simultáneamente se produce la extensión horizontal con el crecimiento de las grandes masas de la población imperial. Se plantean aquí dos interrogantes: 1. ¿Por qué se produce en el SIII un cambio en la actitud religiosa que hace abandonar el politeísmo tradicional por las religiones orientales, en las que la promesa de redención personal y de una vida individual después de la muerte esta condicionada a elevadas exigencias éticas? 2. ¿Por qué el cristianismo, de modo tan sorprendente gana la preeminencia de estos cultos, a primera vista emparentados? Amiano Marcelino, historiador pagano contemporáneo, lo explica porque el cristianismo era superior a las sutilezas esotéricas de los neoplatónicos, a la confusión sincrética de algunas religiones de misterios, por su claro monoteísmo, y la promesa de resurrección. ECONOMÍA Y SOCIEDAD Tras los grandes movimientos políticos y religiosos, se produjo una genreal transformación de la estructura social del imperio. Va surgiendo una nueva sociedad estratificada, con una economía estatal centralizada, en cuyo marco aumenta la propiedad latifundista. Esta estructura social es en muchos aspectos fruto de la evolución de las tendencias sociales del Siglo III. Sin embargo existen diferencias. Con el constante crecimiento del ejército y de la burocracia como consecuencia de las guerras defensivas del SIII, el Imperio hubo de afrontar crecientes necesidades financieras, al tiempo que se producía un retroceso en la producción, la desvalorización de la moneda, y por consiguiente la disminución de los ingresos fiscales. Agricultura, artesanía y comercio se veían dañados por las guerras, las luchas civiles y las requisiciones. La creciente presión de los impuestos tuvo consecuencias ruinosas para todos los estamentos sociales. Las consecuencias económicas de las incursiones de los bárbaros y de las guerras civiles del SIII, se perciben con claridad en las Galias, una de las provincias de Occidente más rica y productiva, pero también de las más vulnerables, que exportaba vino y cerámica a África y Siria. Constantino y Dioclesiano llevaron adelante reformas con un claro sentido pragmático. Ésta itrodujo extraordinarias innovaciones y cambios de enorme trascendencia para la antigüedad romano tardía. La política fiscal: elevó aún más el aumento de los impuestos y la explotación de los súbditos. A la annona que tenía que subvenir diariamente el mantenimiento de 300 a 400 mil soldados y medio millón de burócratas se le sumaron los impuestos de producción y todo un sistema de tributos en especies y de prestaciones personales. Contemporáneos nos dejan esta visión: “la población es reunida en la plaza del mercado y, aplicando tormentos o haciendo que los niños denuncien a sus padres, se fijan impuestos exorbitantes. Los niños son entregados a la esclavitud o a la prostitución para reunir las sumas demandadas”. Mediante privilegios se garantizó la exención del pago de los impuestos a la Iglesia y al clero, pero también a muchos miembros de los grupos altos, sobre todo a los terratenientes. Eximidos los grupos superiores del pago de impuestos, el peso fiscal se cargó sobre las clases productoras propiamente dichas, quienes debieron recurrir al préstamo con elevado interés. Como consecuencia de esto se intensificó la regresión de los ingresos. Ya en el SIII, sobre todo en Egipto, se difundió un nuevo tipo de evasión del sistema tributario: la huída al desierto, no para dedicarse a la contemplación, sino para evitar a los recaudadores Regular las prestaciones de servicios: El remedio universal aplicado fue asignar a cada súbdito su puesto de trabajo para controlarlo mejor y que este provea al mantenimiento del imperio. Ya en el siglo III apareció un amplio sistema de prestaciones de todo índole (munera), destinado, sobre todo a satisfacer las necesidades del ejército y de las grandes ciudades: para obras públicas, para mantenimiento y alojamiento de tropa y de los funcionarios estatales, para el transporte de los cereales, para el cambio de caballos del correo estatal, etc. Las corporaciones gremiales existentes desde hacía mucho tiempo (collegia), fueron sometidas al control del Imperio y se llegó a conformar una especie de red estatal de aprovisionamiento y transporte. Entre los grupos sociales más ligados a su oficio se encontraban los colonos. En realidad el colono sólo dependía de su señor y únicamente estaba obligado a prestar determinados servicios, pero, en interés de la política fiscal, para asegurar la continuidad en el pago de los impuestos y la realización de las prestaciones, se les vinculó jurídicamente a su puesto de trabajo. La reacción Grupos enteros intentaron escapar de estas obligaciones. Tales tentativas se hicieron masivas en el llamado movimiento de los patrocinios (patrocinium potentorium). El sometimiento al poder protector de los altos funcionarios civiles y militares. Puesto que los altos funcionarios eran también terratenientes, terminó por convertirse en una constante la extensión del poder protector del latifundista a labradores libres de los alrededores. Para escapar de las contribuciones y de los brutales métodos con que a menudo se realiza su recaudación, labradores libres o pueblos enteros entregaban sus posesiones al terrateniente, del que a su vez, las recibían en ocasiones algo aumentadas como arrendatarios, asegurándose en contrapartida la protección de estos señores. El paso del patrocinium, que convirtió a los labradores en colonos, fue en realidad, un intercambio de obligaciones contra terceros, pero resulta significativo que la dependencia de los terratenientes se considerase más suave. De ahí que el patricinio de bienes se extendiese no sólo a los labradores sino también a los oficios artesanales. La fuerza de atracción y la protección que ofrecían las grandes propiedades condujo, a finales del SIV, a una masiva huída de las ciudades al campo. Ya en el SIII comenzó una lenta transmutación del centro de gravedad económico desde las ciudades hacia las grandes propiedades agrarias. Esta fue por sus repercusiones sociales y políticas, la consecuencia de estes proceso de transformación que más intensamente influyó en el futuro. En este proceso se entrecruzan dos movimientos opuestos. Por una parte, se observa un retroceso del papel económico del Imperio. Situaciones críticas en las que se interrumpieron las comunicaciones interiores, condujeron en muchos casos a la fortificación y simultáneo empequeñecimiento de las ciudades Estaba en marcha una transformación de la estructura económica, que condujo a una preponderancia de la economía agraria y convirtió a las grandes propiedades rurales, favorecidas por las posibilidades de inmunidad frente a los impuestos y por la seguridad de las inversiones en auténtico sostén de las clases dirigentes del imperio. La gran propiedad agraria pasó a ser una unidad económica, al incorporar formas de producción, que originariamente fueron propias de la ciudad; determinadas actividades de la manufactura pasaron a formar parte de la explotación rústica. Las grandes villas no producía para cubrir las propias necesidades, sino también las regionales, los mercados dependientes del fundus no sólo comercializaban la producción agrarias sino también los productos de alfarería, tejeduría, fragua, panadería, carnicería. El fundus –que según Paladio, ahorraba el camino de la ciudad a los campesinos- constituía una unidad económicamente autárquica. Esto no implicó una transición a una economía no monetaria, aunque nos encontramos ante un retroceso en determinadas regiones donde las comunicaciones y la especialización regional de la producción contribuían a ello. La gran propiedad agraria aparece por consiguiente desde el SIV como el factor dominante de vastas regiones del imperio. El poder de la nobleza imperial se apoyaba, económicamente en las propiedades rurales. La aristocracia senatorial vivía en el campo. En manos de las grandes familias se encontraban extensísimas e innumerables posesiones, las más de las veces en distintas provincias del Imperio. Esta evolución tiende hacia un sistema económico basado en pequeñas unidades autárquicas. De él derivan organizaciones políticas, que se asientan sobre la propiedad y el señorío de la tierra: la gran masa de la población vive en el campo en régimen de semilibertad. Los grupos dominantes son sostenidos económicamente por la producción de esta población servil. Esta estructura económica compleja a la que se suman las actividades artesanales y comerciales será el germen para que cristalicen en Occidente las condiciones básicas de la Edad Media. La SOCIEDAD romano tardía se dividió en dos grupos extremos: Potentes y humiliores Potentes: provenían en parte de las familias de la vieja nobleza senatorial y latifundista, de los militares de alta graduación y funcionarios. No es ninguna casualidad que el gobierno imperial luchase constantemente, aunque sin resultados contra la extensión de los latifundios de los magnates. En las grandes posesiones fueron apareciendo paulatinamente milicias privadas, un sistema judicial autónomo y cárceles propias. Se edificaron iglesias. El gran latifundio formaba así una unidad autónoma en los planos económico, fiscal, jurídico y religioso. Sin embargo todavía no podemos hablar de feudalismo. Humilioris: los esclavos perdieron la significación económica y su número se vio reducido. Su posición se acercaba a los campesinos semilibres, cuyo número se redujo de manera constante. La presión fiscal obligaba a los campesinos a buscar una protección eficaz en las grandes propiedades rurales y, finalmente, la necesidad de expansión de los latifundios, con su continua búsqueda de una fuente segura de mano de obra motivaron el que muchos campesinos se hicieran colonos, en parte voluntariamente y en parte forzados por las circunstancias. La entrega jurídicamente formalizada (precario) de la propiedad convertía al campesino en colono de las grandes propiedades rurales. El cisma arriano Las migraciones bárbaras: germanos y sasánidas Fue el gran problema del siglo IV y el que le sigue. Los hunos, pueblo de jinetes nómadas del Asia Central, fueron la fuerza que desencadenó la súbita transformación de la situación política y estratégica exterior. Procedentes de la zona fronteriza noroccidental de China, se habían puesto en marcha hacia Occidente en el SI, empujaron los grupos tribales germanos del este y del oeste, comprendidos entre el mar Báltico y Negro y los lanzaron contra las fronteras del imperio. La presión de los hunos se inició sobre los godos. El reino ostrogodo fue derribado, los visigodos, tras diversas negociaciones con la parte oriental del Imperio se asentaron en las fronetes como foedarati, obligados a prestar servicio militar. Los godo foederati, alamanes y hunos derrotaron a Valente en Adrianápolis. Por primera vez se resentía profundamente la fe en la solidez, seguridad y eternidad del imperio. Teodosio liberó la región de los Balcanes, reorganizó el ejército. De ahora en adelante los germanos lucharon en ambos bandos en todas las guerras contra los bárbaros. El otro frente en peligro era el de los persas. El conflicto interno de los sasánidas impidió que estos avanzaran en su agresiva política exterior, que había avanzado sobre Siria. Teodosio, Augusto de Oriente, en el 379. Impulsó la decididamente la unidad religiosa bajo la ortodoxia elaborada por el concilio de Nicea. Arremetió contra el paganismo y no se invistió del cargo de pontífice máximo. Reprimió el paganismo y en el año 393 tuvieron lugar por última vez los juegos olímpicos. Su otra gran realización fue el restablecimiento de la unidad imperial. Ello incidió en que se resolviese el problema de sucesión. Murió en el 395 en Milán. En realidad dividió el poder y no el imperio. En Constantinopla reinaba Arcadio de 17 años y en Milán, Honorio de sólo 11. La separación de Oriente y Occidente es el rasgo fundamental del siglo. Las Romas del Este y el Oeste se procuraron sus propios aparatos estatales. En el siglo V se confirma y consolida la división ya presente en décadas anteriores. Con el fin de la dinastía teodosiana comenzó en Occidente la desintegración definitiva. La expresión “invasión de los bárbaros”, en sentido clásico, como ataque de germanos y hunos al imperio, da una idea ilimitada de una acontecimiento que suele englobarse como un fenómeno migratorio general. EL PELIGRO GERMÁNICO Ofrece dos aspectos distintos: el del ataque militar directo y el de las migraciones del interior del imperio. La penetración de los germanos en el ejército y en los altos cargos del imperio jugó un papel decisivo en la política interior del S. V. Los soldados y generales germánicos no pretendían, en modo alguno, la destrucción del imperio. La marcha de las tribus germánicas se había perfilado claramente ya en los últimos años del SIV. En las fronteras del Rin se encontraban las tribus de los francos; en Wéser los sajones; en Schleswig-Holstein, los anglos; en la cuenca del Elba, los suevos. Las cuencas del Rin y del Danubio, los alamanes. En la actual Hungría los burgundios, vándalos y alanos. Los visigodos habían penetrado en la provincias imperiales del Norte de Grecia. Tras ellos se encontraban los ostrogodos y los hérulos. No existía ningún mando unificado entre ellos. Eran tribus que se enfrentaban entre sí. Los ataques eran limitados y de fuerzas locales. Podían contar entre 25 a 90 mil hombres, de los cuales una quinta parte era apta para el combate. La auténtica ruptura de la línea de frontera se inició a principios del siglo V. Hasta el año 425, cayó sobre las provincias occidentales un verdadero alud de tribus germanas. En diciembre del 406 se rompió definitivamente la rontera del Rin. Los vándalos y a continuación los alanos y los suevos, que bajo la presión de los hunos cruzaron el río helado durante la noche de San Silvestre. No hubo una resistencia organizada. Las tribus se lanzaron al saqueo de las Galias, convirtiendo en botín, sin hacer distinciones, ciudades fortificadas, pueblos aislados, iglesias. El imperio intentó responder diplomáticamente. Entre el 395 y el 476 se concertaron más de 100 pactos. La ocupación germánica se produjo en casi todas partes de una manera nominal, como asentamientos regulados. El mantenimiento de las formas jurídicas no cambiaba, En el 429 80000 vándalos pasaron a África. Conquistaron Cartago y constituyeron el primer reino independiente. Los visigodos invaden Italia. Alarico conquista Roma en el 410. No se ensañaron con el saqueo de la ciudad, pero este hecho tuvo una repercusión enorme sobre los contemporáneos. El asentamiento se llevó a cabo según el principio de la tertia hospitalitas. En el imperio romano tardío, hospitalitas, era el término técnico utilizado para el alojamiento de las tropas, que permitía al soldado utilizar la tercera parte de las casa que se había asignado. Este sistema se siguió usando para el asentamiento permanente de los foedarati germánicos, al recibir el soldado germánico la tercera parte aproximadamente de una propiedad en usufructo permanente. En realidad se produjo una expresión parcial de los propietarios romanos. Finalmente los visigodos se establecieron e reino independiente en Tolosa. Por la misma época anglo y sajones se establecieron en Britania alrededor del 400. Por los años 30 la zona de soberanía real del Imperio Romano de Occidente se reducía a Italia, Sicilia, pequeñas partes de África y determinadas regiones de las Galias. Fue una alianza entre germanos y romanos que detuvo el avance de los hunos al mando de Atila. Fueron derrotados definitivamente en los Campos Cataláunicos (Champaña). Finalmente en el 453 muere Atila y con ello se desintegra el gigantesco imperio huno. En la región del Jura francés se asentaron por el 443 los burgundios que formaron un reino autónomo. En el año 481 Clodoveo tomó el poder sobre una parte del reino franco. Por intrigas y asesinatos sometió por asesinato e intrigas a toda la Francia central y septentrional. De esta manera se cimentó las bases del reino merovingio franco. En el 476 el gobierno de Rávena negó concesiones de tierra al ejército. Las tropas aclamaron como rey a su comandante el godo Odoacro. Éste depuso a Rómulo Augústulo. Bizancio lo reconoció y le dio el título de patricius. En el 488 el emperador Zenón desvió a Occidente al Ostrogodo Teodorico quien consquistó Rávena en el 493. Teodorico se convirtió en dueño y señor de Italia, aunque en principio sólo fuera como patricio, lugarteniente del emperador de Occidente. A finales del SV del Imperio Romano sólo quedaba como realidad política el Imperio Romano de Oriente. Pero como idea política, el imperio romano no había desaparecido aún. Los soberanos germánicos seguían buscando en el emperador de Bizancio una legitimación de su poder. Teodorico era patricio. Clodoveo se hizo revestir cónsul. La invasión de los bárbaros transformó las tierras comprendidas entre el Danubio, Escocia y el Sahara. En lugar de un imperio mediterráneo unitario, apareció un sistema político pluralista; un mundo de estados, constituido por los reinos germánicos, sucesores del Imperio de Occidente. POR QUÉ DEL OCASO DE OCCIDENTE Fue un complejo proceso político y social en el que rápidamente se manifestó la interacción de diversos factores. Se trata de toda una serie de causas parciales y de factores, que, estrechamente ligados entre sí, condicionan la temporal debilidad defensiva de Occidente y su consiguiente caída. La desintegración política interior contribuyó decisivamente al triunfo de los ataques germánicos. La desaparición del Imperio Romano de Occidente fue, pues en última instancia, un acontecimiento político, tanto por sus causas como por su desarrollo; un acontecimiento político, naturalmente, que no se explica tan sólo por la situación política exterior. Intervinieron conjuntamente fuerzas política-sociales interiores y exteriores. Pero en su violento final, aunque lento y condicionado por diferentes factores, jugó un papel desintegrador decisivo el diluvio arrollador de los pueblos germánicos y hunos. Papa el 590-604 Gregorio Grande 533 Codex Justinianus 518 Justiniano 518 Justiniano IMPERIO ROMANO DE ORIENTE SVI También llamado el siglo de Justiniano. Bizancio y su emperador siguen considerándose a sí mismos como herederos de la totalidad del imperio romano. La permanencia de la idea imperial contribuyó a garantizar la cohesión en un imperio como el bizantino, étnicamente heterogéneo. En el año 533 se codificó el Codex Justinianus, que se convirtió no sólo en la tradición jurídica bizantina sino en un elemento fundamental en la evolución jurídica de toda la Europa hasta la época moderna. LOS REINOS ROMANO GERMANICOS Los reinos romano germánicos se encontraron en sus comienzos ante los mismos problemas fundamentales, provocados por el choque con las formas de vida del imperio. La herencia romana forzó a los germanos a salir de su mundo tribal para acceder a un mundo regulado por entidades estatales. Los germanos no vinieron como colonos, sino como señores. En la mayor parte de los reinos surgidos tras la invasión de los bárbaros apareció inicialmente una estructura estatal dualista, en la que germanos y romanos vivían según sus propias instituciones. La oposición entre minoría dominante y súbditos se agudizó a causa de un motivo más: casi todos los germanos eran arrianos, mientras que los antiguos súbditos del imperio se mantenían en la fe católica. El latifundio en sus formas romano tardías, con sus relaciones de dependencia, métodos de cultivo, siguió manteniéndose como sistema económico. Los nuevos possessores germánicos administraban sus fincas del mismo modo que sus vecinos romanos. De ahí que el grupo de viejos y nuevos señores se unieron con relativa rapidez. Reinos 1- Vándalos en África 429-534 2- Los ostrogodos en Italia 493-553 3- Visigodos al sur de Francia y España 466- 711-713 4- Los burgundios, en Saboya 490-537 5- El reino franco de los merovingios 486Los reinos romano germánicos surgidos del encuentro con el Imperio constituyeron en su propio ordenamiento, estructura social, formas económicas y cultura, un tipo característico. Común a todos estos reinos, con excepción del franco, constituyen una estructura estatal dualista, marcada por la división entre católicos y arrianos. Los germanos constituyen minorías que son incapaces de destruir la romania y sustituirla por algo nuevo. Las viejas formas de vida subsisten bajo los nuevos reyes, aunque sólo en parte. La sociedad y la cultura, así como también el orden administrativo del imperio romano-tardío se muestran inusitadamente resistentes en su lento proceso de degeneración. 6. Irrupción de los lombardos. A finales de siglo se establece un nuevo reino en la Italia septentrional y media. Mientras que en la península se consolidó en Liguria, Venecia, Rávena, Roma, Calabria, Sicilia la supremacía bizantina. La fundación del reino lombardo tiene una significación histórica que va más alla de las confrontaciones con el exarcado bizantino de Rávena. Este trazó una barrera espiritual y política en la Italia meridional, que en modo creciente, aisló a los merovingios de la influencia bizantina. EL ASCENSO DEL PAPADO Para la iglesia oriental, de los SIV y V el papa no era más que el patriarca de Occidente. Sin embargo en esta época se perfilan dos etapas en el camino hacia el papado, como poder real. Condición previa importante fue el cambio de posición que se operó en la Iglesia de occidente en sus relaciones con el Estado. Entre la mitad del SV y la mitad del VI el patriarca de Roma perdía su jurisdicción sobre los patriarcados y arzobispos de Milán, Rávena. La irrupción de los lombardos trajo consigo la unión dogmática con Rávena y Milán, aunque fueron confiscados bienes territoriales de la Santa Sede en territorio lombardo. Pero se abría también la posibilidad de la independencia política del papado romano de los lombardos y de los bizantinos. SVIII Es el siglo de la conquista árabe-islámica. El Islam transformará la situación política global y a largo plazo. Su influencia transformará la economía del mundo Mediterráneo, Occidente y Bizancio. El imperio sasánida sucumbió al poderío árabe. Arabia antes de Mahoma 622 hégira La doctrina religiosa del islam fue sistematizada en el Corán: 1. La fe incondicional en Dios, expresada en el credo, No hay más Dios que Allah y Mahoma es su profeta. 2. La oración ritual, recitada cinco veces al día 3. El reparto de limosna, luego transformado en impuesto para los pobres. 4. El ayuno desde la aurora has el ocaso durante el mes del ramadán. 5. La peregrinación una vez en la vida a la Meca. La Meca se convirtió en el centro espiritual y permanente del islamismo. Tanto Bizancio como Persia subestimaron la plena significación del resurgimiento de Arabia. Entendían al Islam simplemente como una nueva división cismática de la cristiandad. Hasta Mahoma Arabia era una región cuyos destinos lo decidían los poderosos imperios vecinos, a quienes les interesaba el acceso a las rutas que comunicaban con el lejano oriente. Vivían en la península los beduinos organizados en federaciones de tribus, que eran señores del desierto. El beduino es sólo leal con los miembros de su tribu y con el sayyid que domina la tribu. Desprecia tanto al habitante de la ciudad como al campesino árabe y por eso consideraba tener derecho al saqueo de las ciudades y tierras fértiles. En algunos casos los beduinos habían pasado a formas de vida sedentaria. Como en Yahtrib, luego Medina, o La Meca, que era el centro comercial y religioso. A comienzos del SVII, Arabia era de hecho un espacio muerto en el plano político. Las unidades políticamente más fuertes estaban aprisionadas en la esfera de la soberanía de las grandes potencias. Desde este espacio aparentemente vacío en el 632 inesperadamente se puso en movimiento el proceso de conquista árabe-islámico. El comienzo de este movimiento aparentemente destinado a modificar el curso de la historia mundial, fue un acontecimiento aparentemente privadol Mahoma pertenecía a una rama de la familia de la familia de los Quayrasies, venida a menos. Se adscribió al monoteísmo y separó su doctrina de las viejas tradiciones. Su predicación daba respuestas claras a los problemas latentes. Moisés y Cristo no eran falsos profetas, sino profetas que no conocían aún la verdad plena o bien fueron sus seguidores los que falsearon la prédica original. En el 622 la Hégira . En el 630 La Meca fue ocupada. Mahorma murió en el 632. Luego de su muerte sus seguidores dan inicio a la expansión islámica. 1º contra el Imperio Sasánida en el651. Así termina la historia del antiguo imperio persa que pudo sobrevivir durante 12 siglos, salvando la breve etapa de conquista de Alejandro Magno. 2º contra las provincias orientales bizantinas. En el 633 marcharon sobre Palestina, luego Siria, Egipto en el 640. 3º le siguió el África bizantina en el 647 Constantinopla empezaba a desempeñar un nuevo papel histórico: hasta el SXV, tendría que mantenerse a la defensiva, con fases cambiantes de expansión y reducción territoriales. El califa Omar (634-644) fue el verdadero fundador del gran imperio árabe. El principio organizativo del califato primitivo fue teocrático. La meta era asegurar la integridad religiosa de la umma, la comunidad árabe. En la tierra conquistada se superpuso a la población indígena una capa dirigente árabe, que inicialmente vivió junto a las capitales antiguas de las provincias en campamentos militares. Pronto la rígida separación entre la casta guerrera privilegiada y los árabes y la población sometida. La distribución de las tierras a quienes hubieran adquirido méritos particulares en las luchas del califato hizo surgir una capa social similar a la nobleza terrateniente bizantina, cuyos señores en su mayor parte habían huido. Omar fue asesinado en el 644. Fue elegido Otman (644-656), también de la familia de los Quraysies. Un grupo insurgente designó en el 656 a Alí, hijo político de Mahoma. Este grupo no tuvo predicamento en su momento. Alí fue mas importante después de muerto. Sus seguidores hasta el día de hoy se llaman shiitas. Con la muerte de Alí el Islam se escindió en dos grandes corrientes cargadas de conflictos: el sunnismo y el shiísmo. POR QUÉ DEL ÉXITO ÁRABE 1. La imposibilidad de seguir sosteniendo a la umma en constante crecimiento 2. Los árabes fueron beneficiados por el viejo conflicto este-oeste. La debilidad momentánea de los grandes contricantes facilitó considerablemente la expansión. 3. Las diferencias religiosas como los monofisistas y judíos colaboraron y dieron abierto apoyo. Es importante recalcar que los árabes no perseguían la conversión de los nuevos súbditos. De esta manera su trato era más generoso que el dado por Constantinopla. 4. 5. La nueva fe con su desprecio fatalista por la muerte les confería al mismo tiempo fuerza de choque y capacidad para resistir. La meta no era la conversión religiosa, sino la soberanía de los creyentes sobre aquellos. Sólo el Islam capacitó a los árabes para hacer, de una comunidad religiosa árabe, un imperio universal mediterráneo microasiático con una religión universalista. La transfomación de unas doctrinas religiosas y éticas e una idea política condicionó la supervivencia, la grandeza y el éxito del Islam. LA DINASTÍA OMEYA 661-750 El califato ya se había convertido en una dignidad dinástica y hereditaria. La guerra marítima se prolongó. Constantinopla fue sitiada tres veces. En el 649 fue ocupada Chipre 654 por primera vez la flota bizantina es derrotada Llegaron hasta la India, sus límites estaban en la parte oriental de Irán, el nudo de Pamir y el Turquestán. Cartago cayó definitivamente en el 698. El Norte de Africa se convirtió en una provincia autónoma. En las primeras décadas del SVIII el reino visigodo sucumbía. En el 732 Carlos Martel, mayordomo merovingio detenía con éxito en la batalla de Poitiers a los árbes. OCCIDENTE En Occidente una sociedad simplificada debía afrontar exigencias diferentes. No existe ya la amenaza exterior. De la fusión de la síntesis de las tradiciones germanas, cristianas y romanas surgirá una síntesis. Tres fuerzas determinan la evolución: los lombardos, el reino merovingio y el papado. Se comienzan a perfilar las primeras formas del mundo europeo medieval.