ciudadano había cotizado cantidad de semanas

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN LABORAL
RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO
Magistrado Ponente
SL8003-2014
Radicación No. 46113
Acta 21
Bogotá D. C., dieciocho (18) de mayo de dos mil
catorce (2014)
Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto
por el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES contra la
sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 10 de
diciembre de 2009, dentro del proceso ordinario laboral que
LUIS RICAURTER VÉLEZ MEJÍA promovió contra la
recurrente.
AUTO
En atención al memorial visible a folios 30 a 31 del
cuaderno de la Corte, téngase como sucesor procesal del
INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES (Hoy en liquidación),
a la ADMINISTRADORA COLOMBIANA DE PENSIONES -
Radicación No. 46113
COLPENSIONES -, de acuerdo a lo previsto en el artículo
35 del Decreto 2013 de 2012, en armonía con el artículo 60
del Código de Procedimiento Civil, aplicable a los procesos
laborales y de la seguridad social por expresa remisión del
artículo 145 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social.
I. ANTECEDENTES
Luis Ricaurter Vélez Mejía demandó al INSTITUTO DE
SEGUROS SOCIALES para que, previos los trámites del
proceso ordinario, se condenara a la demandada a pagarle
la pensión de vejez, «a partir de la fecha que cumplió los
requisitos, en cuantía que se demuestre» (sic), junto con los
reajustes legales y mesadas adicionales; los intereses
moratorios; la indexación de las mesadas adeudadas; y las
costas del proceso.
Señaló que nació el 9 de mayo de 1939; que se
encuentra
afiliado
al
Régimen
de
Prima
Media
con
Prestación Definida administrado por el ISS, desde el 25 de
abril
de
1973;
que
solicitó
ante
la
demandada
el
reconocimiento de la pensión de vejez y ésta le fue negada
con el argumento de que sólo contaba con 729 semanas
cotizadas, de las cuales 253 lo habían sido dentro de los 20
años anteriores al cumplimiento de la edad; que por esta
razón continuó cotizando hasta el mes de diciembre de
2008, superando las 1000 semanas exigidas para tener
derecho a la pensión; que del reporte de semanas cotizadas
expedido por el ISS e impreso el 4 de junio de 2007 se
2
Radicación No. 46113
desprende que tiene 472,71 semanas cotizadas durante el
periodo comprendido entre el 20 de marzo de 1973 y el 31
de diciembre de 1994 y 188,571 semanas entre el 1 de
enero de 1995 y el 28 de febrero de 2007; que del reporte de
semanas cotizadas al ISS por intermedio «del régimen
subsidiado», impreso el 4 de febrero de 2008 se desprende
que cotizó 312,857 semanas y de las autoliquidaciones
correspondientes al año 2007 se observa que cotizó 360
días, equivalentes a 51,42 semanas; que, en consecuencia,
cuenta con 1025 semanas cotizadas durante toda su vida
laboral; que solicitó nuevamente al ISS el reconocimiento de
la pensión de vejez y la entidad le negó la prestación, esta
vez argumentando que había inconsistencias en relación
con su nombre, pues aparecían diferentes en la partida de
bautismo y en la cédula de ciudadanía; que en la historia
laboral impresa el 8 de julio de 2008 se le descontaron
20,14 semanas de las cotizadas hasta el 31 de diciembre de
1994; que agotó la vía gubernativa.
La
entidad
pretensiones.
afiliación
del
llamada
Aceptó
los
a
juicio
hechos
demandante
al
se
opuso
relacionados
ISS,
las
a
las
con
la
cotizaciones
efectuadas por el actor como trabajador independiente y
haber negado la pensión de vejez solicitada. Propuso las
excepciones perentorias de prescripción y compensación.
II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
Mediante sentencia del 5 de junio de 2009, el Juzgado
Veinte Laboral del Circuito de Medellín condenó al ISS a
3
Radicación No. 46113
reconocer y pagar al demandante la pensión de vejez, a
partir del 1 de enero de 2009, en cuantía inicial de
$496.900, junto con los intereses moratorios causados
hasta la fecha de la sentencia y la indexación de las sumas
adeudadas.
III.
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA
Apelaron ambas partes. El Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Medellín, Sala Laboral, en la sentencia
aquí acusada, modificó la de primer grado en el sentido de
disponer que la demandada debía pagarle al actor 14
mesadas al año y lo confirmó en todo lo demás.
Consideró el ad quem que el principal problema
jurídico a resolver consistía en determinar si se había
acreditado que el actor reunía el número de semanas
mínimo establecido por el artículo 12 del Acuerdo 049 de
1990, es decir, 500 dentro de los 20 años anteriores al
cumplimiento de la edad, o 1000 en cualquier tiempo; que
dicha normatividad resultaba aplicable por cuanto el
demandante era beneficiario del régimen de transición; que
para resolver este punto se debía acudir a «las diferentes
historias laborales que fueron arrimadas al proceso, tanto
por la parte accionante como la accionada»; que de dichos
documentos se desprendía que, hasta el 31 de diciembre de
1994, el actor había estado vinculado a los siguientes
empleadores,
realizando
aportes
al
ISS,
durante
los
siguientes periodos:
4
Radicación No. 46113
Empleador
Flores
Periodo
del
Días
Caribe Entre el 20 de marzo 285 días
Ltda.
de 1973 y el 29 de
diciembre de 1973
Alim Dispol
Entre el 25 de abril 62 días (no se tienen
de 1973 y el 25 de en
junio de 1973
Recip
ser
simultáneos)
de 1973 y el 8 de simultáneos, para 10
enero de 1974
días
Asdrúbal Entre el 7 de enero de 731
SCPA
días
–
1974 y el 7 de enero simultáneos,
de 1976
Cultivos
por
Plásticos Entre el 9 de octubre 92 días – 82 días
Industria Ltda.
Productos
cuenta
del
para
729 días
Caribe Entre el 21 de marzo 59 días (no se tienen
Ltda.
de 1974 y el 18 de en
mayo de 1974
Rothstein
2
cuenta
por
ser
simultáneos)
Roberto Entre el 18 de febrero 1084 días
Prometal
de 1976 y el 5 de
febrero de 1979
Textiles Colibrí
Entre el 6 de febrero 25 días
de 1979 y el 2 de
marzo de 1979
Fabriltex S.A.
Entre el 13 de marzo 580 días
de 1979 y el 13 de
octubre de 1980 – 5
días de interrupción
Unidad
Residencial Entre el 18 de junio 268 días
12 de octubre
de 1992 y el 12 de
marzo de 1993
Unidad
Residencial Entre el 7 de febrero 328 días
12 de octubre
de 1994 y el 31 de
diciembre de 1994
Total a 31/12/1994
3309 días o 472,71
semanas
5
Radicación No. 46113
Agregó el Tribunal que, a partir del 1 de enero de
1995,
el
demandante
había
estado
vinculado
a
los
siguientes empleadores, realizando aportes al ISS, durante
los siguientes periodos:
Empleador
Unidad
Periodo
Días
Residencial Entre el 1 de enero de 30 días
12 de octubre
1995 y el 30 de enero
de 1995
Olga Alicia Rojas
Año 1995
120 días
Sandra Hoyos
Año 1995
30 días
Como
a
independiente Entre
través
del 1997
Consorcio Prosperar
diciembre
de «3630» días
y
de
agosto
2004
Total a agosto de 3810 días o 544,28
2004
semanas
Que en consecuencia, el demandante tenía un total
1016,99 semanas cotizadas, por lo que en ninguna
equivocación había incurrido el a quo al considerar que le
asistía derecho al reconocimiento y pago de la pensión de
vejez; que solo existía una diferencia de 4 semanas entre el
conteo realizado por la juez de primer grado (1020 semanas)
y el realizado por el Tribunal; que como el demandante
había cotizado para el mes de diciembre de 2008, sin que se
hubiera retirado del sistema en una fecha anterior, no
había razón para modificar la fecha a partir de la cual
procedía el reconocimiento de la pensión, en los términos
del artículo 13 del Acuerdo 049 de 1990. En su apoyo citó
las sentencias de esta Sala de Casación Laboral, de fechas
24 de marzo de 2003, radicado 13425 y 13 de febrero de
2004, radicado 21049.
6
Radicación No. 46113
Seguidamente, el juez de apelaciones consideró que de
conformidad con lo dispuesto en el Acto Legislativo 01 de
2005, el actor tenía derecho a recibir 14 mesadas
pensionales al año, ya que la cuantía de su pensión era
equivalente al salario mínimo mensual legal vigente; que no
había lugar a modificar la fecha a partir de la cual se
causaban los intereses de mora.
IV.
RECURSO DE CASACIÓN
Interpuesto por la parte demandada, concedido por el
tribunal y admitido por la Corte se procede a resolver.
V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN
Pretende que la Corte case la sentencia del Tribunal
para que, en sede de instancia, «previa ponderación y
valoración de la totalidad de los medios de convicción que
obran en el proceso», revoque la sentencia del a quo y, en su
lugar, la absuelva de todas y cada una de las pretensiones
de la demanda.
Con la finalidad descrita propone dos cargos, por la
causal primera de casación, que fueron replicados y
enseguida se estudian.
VI. PRIMER CARGO
Lo plantea en los siguientes términos:
7
Radicación No. 46113
Acuso la sentencia de aplicar indebidamente los artículos 12 y
13 del Acuerdo 049 de 1990 aprobado por el Decreto 758 de
1990, y los arts. 36 y 141 de la ley 100 de 1993 como
consecuencia de error de hecho cometido en la apreciación del
reporte de semanas expedido por el ISS visible a folios 155 a
164 del expediente cuya incorporación se ordenó en la
audiencia que tuvo lugar el 1º de junio de 2009, folios 171 y ss.
El Tribunal consideró que el demandante “en efecto totalizó
1016 semanas que da lugar a confirmar la condena proferida
por el a quo”, sin que discriminara el monto total de semanas, o
cómo se llegó a tal guarismo o qué prueba sirvió de apoyo para
arribar a tal conclusión; memórase (sic) que la sentencia de
primer grado había señalado que el número de semanas
cotizadas era de 1.020,57 semanas (sic) (ver folio 176 vto.).
Ahora si se revisa detenidamente el reporte de semanas visible
a folios 155 a 164, podrá advertirse que entre el 25 de abril de
1973 y el 1 de marzo de 1994 el actor cotizó 3.168 días que
equivalen a 452.5714 semanas; y entre los años 1995 a febrero
de 2008 un total de 3720 días equivalentes a 531.42 semanas,
que arrojan un monto total de 983.99 semanas que resultan
insuficientes para hacerse acreedor a la pensión de vejez.
El Tribunal alteró la objetividad que aflora del documento en
cuestión y dedujo de manera contraevidente (sic) que el actor
tenía cotizadas más de 1016 semanas cuando ello no se
encuentra ajustado a la realidad.
El error que se imputa al sentenciador de segundo grado
además de evidente fue trascendente por cuanto llevó al
sentenciador a concluir que el demandante había cotizado más
de 1000 semanas y, por este camino a confirmar la sentencia
del juez de primera instancia que condenó a mi mandante a
reconocer y pagar una pensión de vejez.
8
Radicación No. 46113
VII. LA RÉPLICA
Presenta oposición al cargo. Aduce que se aportó al
proceso prueba documental suficiente para acreditar que el
demandante había sufragado al Sistema General de
Pensiones más de 1000 semanas, cumpliendo el requisito
previsto por el artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990; que los
reportes
de
semanas
cotizadas
y
autoliquidaciones
mensuales cuyos pagos no se reflejan en la historia laboral,
no fueron objeto de tacha o reproche por parte del ISS al
contestar la demanda, por lo que tienen pleno valor
probatorio.
VIII. CONSIDERACIONES
Observa la Sala que el censor no indica con claridad
por qué vía orienta el ataque, esto es, si por la directa o la
indirecta. Sin embargo, dado que en el desarrollo del cargo
le achaca al Tribunal una errónea apreciación del reporte
de semanas cotizadas visible a folios 155 a 164 del
expediente y acusa la aplicación indebida de las normas
enlistadas en la proposición jurídica del ataque, la Corte
entiende que la vía escogida es la indirecta.
Debe
recordarse que esta Corporación ha adoctrinado que «la
aplicación
indebida
(…)
ha
sido
aceptada
por
la
jurisprudencia laboral en el ataque orientado por la vía
indirecta, bajo el entendido de que la existencia de un error
de hecho o de derecho puede dar lugar a que no se aplique
la norma que correspondía al caso.»1
1
Sentencia del 31 de marzo de 2009, Rad. 33402
9
Radicación No. 46113
Ahora bien, esta Sala de la Corte ha sido reiterativa en
señalar que cuando la violación de la ley sustancial se
pretende derivar de la equivocada estimación de las pruebas
o de su no valoración no es cualquier desatino del juzgador
el que da al traste con su proveído, sino únicamente aquél
que tenga la connotación de manifiesto. Dicha calidad surge
frente a transgresiones fácticas patentes, provenientes de
dislates en el examen de los medios de prueba, lo que no
ocurre en el presente caso.
En efecto, la censura le endilga al Tribunal haber
apreciado con error el reporte de semanas cotizadas visible
a folios 155 a 164 del expediente, del cual, dice, se
desprende que el demandante había cotizado 452,5714
semanas entre el 25 de abril de 1973 y el «1 de marzo de
1994» y, 531,42, entre «los años 1995 a febrero de 2008»,
para un total de 983,99 semanas.
Estima la Sala que el documento que el censor
denuncia como erróneamente apreciado no fue el que tuvo
en cuenta el Tribunal para determinar cuántas semanas
había cotizado el actor al ISS entre el 20 de marzo de 1973
y el 31 de diciembre de 1994, pues aunque en la sentencia
se señaló que se acudía a “las diferentes historias laborales
que fueron arrimadas al proceso”, lo cierto es que el ad
quem formó su convencimiento con base en la historia
laboral visible a folios 14 a 17 del expediente.
Se afirma lo anterior por cuanto en el reporte de
semanas cotizadas visible a folios 14 a 17 del informativo
10
Radicación No. 46113
se observa que el actor cotizó al ISS entre el 20 de marzo de
1973 y el 29 de diciembre de 1973, con el empleador Flores
del Caribe, un total de 285 días, tal como lo dio por sentado
el Tribunal en la sentencia impugnada. En cambio, en el
documento de folios 155 a 164 no aparecen reflejadas las
cotizaciones efectuadas por el actor durante dicho periodo.
Nótese que en el reporte de semanas de folios 14 a 17
se dejó consignado que durante el periodo comprendido
entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de diciembre de 1994,
el demandante había cotizado 472,7143 semanas; mientras
que en el de folios 155 a 164 se señala que durante el
mismo periodo el actor había cotizado 452,5714 semanas,
es decir, 20 menos que las aparecen en aquel reporte.
En consecuencia, si el Tribunal dio por establecido
que el demandante había cotizado al ISS 285 días entre el
20 de marzo de 1973 y el 29 de diciembre del mismo año
estando al servicio de Flores del Caribe S.A. y un total de
472,71 hasta el 31 de diciembre de 1994, fue porque formó
su convencimiento con base en el reporte que obra a folios
14 a 17 del expediente, y no con el visible a folios 155 a
164, que el censor denuncia como apreciado erróneamente.
De lo anterior se sigue que las 472,71 semanas
cotizadas por el demandante entre el 20 de marzo de 1973
y el 31 de diciembre de 1994 sumadas a las 531.42 que,
según lo acepta el censor, fueron cotizadas por el afiliado
“entre los años 1995 a febrero de 2008”, resultan
suficientes para que el actor tenga derecho a la pensión de
11
Radicación No. 46113
vejez reclamada, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado mediante
Decreto 758 del mismo año, por lo que el Tribunal no aplicó
indebidamente este precepto.
Considera la Sala que la decisión del juzgador de
segundo grado de edificar su conclusión sobre el número de
semanas cotizadas por el actor con base en una prueba y no
con fundamento en otra u otras que obren en los autos, se
enmarca dentro de la potestad legal que tiene el juez laboral
de apreciar libremente los medios de convicción para formar
su convencimiento acerca de los hechos controvertidos, con
fundamento en los medios probatorios que más lo induzcan
a hallar la verdad real y no la simplemente formal que
superficialmente se observe en el proceso, tal como lo
dispone el artículo 61 del Código Procesal del Trabajo y de
la Seguridad Social, según el cual las inferencias que lo
llevaron a proferir su decisión, siempre que sean razonables
y ajustadas a la lógica jurídica, seguirán soportando la
presunción de acierto y legalidad que cobija a las decisiones
judiciales, como lo ha sostenido con insistencia esta Sala de
la Corte, de lo que es ejemplo la sentencia del 13 de
noviembre de 2003, radicación 21478, en la que expresó:
Al efecto y de vieja data la Corte ha considerado que dada la
libertad de apreciación de las pruebas que tienen los
juzgadores de instancia en virtud de lo establecido por el art. 61
del C.P. del T., el entendimiento que estos le den a aquellas,
nace de la autonomía e independencia de que gozan y de la
facultad de formar libremente su convencimiento con base en el
12
Radicación No. 46113
principio de la sana crítica, que no es más que la lógica y la
experiencia.
Por lo dicho, las conclusiones que hace el Tribunal acerca del
material probatorio recepcionado, mientras sean lógicamente
aceptables, se encuentran cobijadas por la presunción de
legalidad, por lo que priman sobre las conclusiones que hacen
las partes en relación con el análisis de una o varias pruebas
aun cuando dichas inferencias sean también lógicas y de
recibo, dado lo cual, debe mantenerse la sentencia con base en
esta conclusión del Tribunal.
De acuerdo con lo anterior, el encumbramiento que el
juzgador de la alzada hizo de unas pruebas, a costa del
rebajamiento de otras, a menos que raye en el disparate, no
es constitutivo de error protuberante de hecho, con
virtualidad para desquiciar una sentencia en el, de por sí
estrecho, escenario procesal de la casación.
En verdad, existe un espacio de gestión probatoria del
juez de instancia, que, en principio, no es posible que la
Corte invada, en la medida en que tal espacio comporta el
ejercicio legítimo de un fuero de valoración probatoria que,
dentro de ciertos límites, le otorga el artículo 61 del estatuto
que gobierna los ritos del trabajo y de la seguridad social, y
que habilita válidamente al juez laboral para acoger unas
probanzas en desmedro de otras.
Por lo tanto, el recurrente en casación no puede
cuestionar la autonomía de que goza el Tribunal para
13
Radicación No. 46113
evaluar y ponderar las pruebas. Su misión ha de estar
orientada a demostrar que el juzgador abusó de tal
atribución legal, en tanto sus conclusiones contradicen la
evidencia probatoria.
Además, debe tenerse en cuenta que, al contestar la
demanda, la entidad demandada no tachó ni controvirtió el
contenido
del
reporte
de
semanas
cotizadas
por
el
demandante, que obra a folios 14 a 17 del informativo,
motivo por el cual no existe razón alguna para restarle valor
probatorio. Dicho documento expedido por el Instituto de
Seguros Sociales, lo que no cuestiona la acusación, registra
las cotizaciones hechas por el demandante a dicho instituto
por los períodos allí señalados. No se dice que los períodos
referenciados sean falsos o no correspondan a la realidad,
de manera que a su contenido hay que atenerse, pues en
todo caso el ISS bien podía controvertir esa historia dentro
del debate en las instancias, lo cual no hizo.
Por lo expuesto el cargo es infundado y no prospera.
IX. SEGUNDO CARGO
Lo formula de la siguiente manera: «Acuso la sentencia
por vía directa, por violación medio de los artículos 51, 54A,
60, 61 del Código de (sic) Procesal del Trabajo, 174, 175,
251, 252, 258, 264 del C. de P.C. lo que condujo a la
aplicación indebida de los artículos 12 y 13 del Acuerdo 049
de 1990 aprobado por el Decreto 758 de 1990 y 36 y 141 de
la ley 100 de 1993.»
14
Radicación No. 46113
En la demostración aduce el censor que el Tribunal
consideró que el demandante «en efecto totalizó 1016
semanas que da lugar a confirmar la condena proferida por
el
a
quo»,
sin
hacer
ninguna
reserva
sobre
las
consideraciones expuestas por la juez de primer grado, por
lo que debe entenderse que el juez colegiado acogió los
razonamientos y apreciaciones contenidas en la sentencia
de primer grado; que de la sentencia de primera instancia
se infiere que los documentos que le sirvieron de apoyo para
determinar que el actor había acreditado el número de
semanas requerido, son los visibles a folios 91 a 94, «que
son documentos desprovistos de autenticidad»; que de
acuerdo con el artículo 251 del Código de Procedimiento
Civil, los documentos se dividen en públicos y privados y al
tenor de lo dispuesto por el artículo 252 ibidem, son
auténticos cuando «existe certeza sobre la persona que lo ha
elaborado, manuscrito o firmado»; que en tratándose de
copias, ellas tienen el mismo valor que el original en los
eventos previstos por el artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil, «ninguno de los cuales ha tenido
ocurrencia»; que según el artículo 174 del estatuto procesal
civil toda decisión judicial debe apoyarse en las pruebas
regular y oportunamente allegadas al proceso, «lo que
ciertamente no ha sucedido en este caso, con la prueba en la
que se apoyó el Tribunal para dictar su fallo que (…) carece
de todo valor probatorio»; que al darle valor probatorio a
dichos documentos, el ad quem violó las referidas normas
adjetivas, lo que lo llevó a aplicar indebidamente las normas
sustanciales relativas a la pensión de vejez.
15
Radicación No. 46113
X. LA RÉPLICA
Se opone a la prosperidad del cargo. Argumenta que
los documentos que el censor denuncia como carentes de
valor probatorio se deben reputar como documentos
públicos en atención a la declaración que en ellos está
contenida; que con relación al documento público, el
artículo 252 del Código de Procedimiento Civil prevé que
éste se presume auténtico “mientras no se pruebe lo
contrario mediante tacha de falsedad”; que como los
documentos a que se alude en el cargo no fueron tachados
de falsos, debe presumirse su autenticidad.
XI. CONSIDERACIONES
La
censura
aduce
que
el
Tribunal
formó
su
convencimiento de que el actor había acreditado el número
de semanas requerido con base en el reporte de semanas
cotizadas visible a folios 91 a 94, el cual, dice, está
desprovisto de autenticidad.
Como se dejó establecido al resolver el primer cargo, el
juez de apelaciones consideró que el actor había cotizado la
cantidad de semanas suficiente para tener derecho a la
pensión de vejez con fundamento en la historia laboral
visible a folios 14 a 16 y, por lo tanto, no es correcta la
premisa sobre la que la censura edifica el cargo, consistente
en que el Tribunal se había apoyado en reporte de folios 91
a 94, cuyo valor probatorio cuestiona el censor. Fíjese que
la juez de primer grado dio por sentado que el demandante
16
Radicación No. 46113
había cotizado 452,5714 semanas entre el 25 de abril de
1973 y el 31 de diciembre de 1994; mientras que el
Tribunal concluyó que el demandante había cotizado
472,71 semanas entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de
diciembre
de
1994,
información
ésta
que
fluye
del
documento de folios 14 a 16.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que en el
expediente
militan
varias
historias
laborales
del
demandante, por lo que resulta insuficiente que el censor
controvierta sólo el valor probatorio de una de las varias
historias laborales que militan en el informativo, ya que la
obrante a folios 14 a 16' con base en la cual el Tribunal
fomó su convencimiento respecto a las semanas cotizadas
por el actor hasta el 31 de diciembre de 1994, al no ser
controvertida,
continúa
sirviéndole
de
apoyo
al
fallo
acusado.
Con todo, importa anotar que el parágrafo del artículo
54 – A del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad
Social dispone que «En todos los procesos, salvo cuando se
pretenda hacer valer como título ejecutivo, los documentos o
sus reproducciones simples presentados por las partes con
fines probatorios se reputarán auténticos, sin necesidad de
autenticación ni presentación personal, todo ello sin perjuicio
de lo dispuesto en relación con los documentos emanados de
terceros.» Significa lo anterior que los documentos que la
censura denuncia como «desprovistos de autenticidad», se
reputan auténticos por expreso mandato legal y al no haber
sido tachados ni controvertidos por las partes gozan de
17
Radicación No. 46113
pleno valor probatorio, claro está, dentro de las reglas de la
sana crítica. Por ello, no resulta admisible que en sede de
casación el censor pretenda restarles aptitud probatoria
cuando ello no se hizo durante el trámite de las instancias.
Sobre esta precisa temática, esta Sala de la Corte, en
sentencia del 20 de marzo de 2013, radicado 45120, asentó
que:
De otro lado, como se expresó en sentencia reciente de la CSJ
Laboral,
7
de
febrero
de
2012,
Rad.
38830,
resulta
insoslayable lo estatuido en el numeral 7º del artículo 95 de la
Constitución Política, en cuanto al deber que tiene todo
ciudadano de colaborar para el buen funcionamiento de la
administración de la justicia. Esto significa que los reparos que
las partes puedan tener en el trámite de un debate deben ser
esgrimidos en las oportunidades que la ley adjetiva establece
para ello, y que en materia del proceso laboral están
determinadas en el artículo 18 de la Ley 712 de 2001, que
modificó el 31 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad
Social,
atinente
a
la
etapa
procesal
de
la
contestación de la demanda en tratándose de la parte
accionada, lo cual también, hace parte del principio de ‘lealtad
procesal’ que debe existir entre los litigantes. En tal decisión se
trajeron a colación pasajes de la sentencia de la CSJ Civil, 27
de
marzo
de
1998,
Rad.
4943,
en
torno
a
que
el
comportamiento ‘en cuanto concluyente e inequívoco en poner
de manifiesto una aquiescencia tácita respecto del valor
demostrativo integral de determinado medio probatorio a pesar
del vicio existente, excluye la posibilidad de que aquel,
cambiando su posición y contrariando en consecuencia sus
propios actos anteriores en los que otros, particulares y
autoridades, fundaron su confianza, pretenda obtener ventaja
reclamando la descalificación de dicho medio por estimarlo
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Radicación No. 46113
inadmisible’. Estas directrices igualmente resultan de mucha
utilidad para el presente asunto.
Por lo señalado, no es posible pasar por alto la conducta
procesal asumida por la entidad convocada a juicio al contestar
el libelo genitor, pues a pesar de haber tenido ante sus ojos las
súplicas invocadas por la demandante, los hechos en que se
fundan y la prueba de la historia laboral en que esa parte
respaldó el cumplimiento de la exigencia de semanas cotizadas,
no le mereció reproche o repudio alguno la aportación de tal
medio de convicción. Como atrás se dijo, a contrario sensu, la
accionada se valió de su contenido para solicitar en su recurso
de apelación que no se tuvieran en cuenta algunas semanas
que allí aparecían reportadas, por no haberse supuestamente
cotizado en ese mismo período por salud.
Es más, el recurso extraordinario de casación no tiene la
finalidad de remediar cuestiones procesales propias de las
instancias, ya que para tales efectos la ley pone a disposición
de los interesados varios instrumentos lo suficientemente
idóneos, para lograr que los jueces del trabajo le resten valor
probatorio a una determinada prueba allegada por alguna de
las partes e incorporada al proceso, y que en este caso en
particular fue necesaria para resolver la disputa, oportunidades
en las que, el Instituto demandado no actuó y que ahora, con su
planteamiento extemporáneo, termina sorprendiendo a la parte
contraria.
En conclusión, los argumentos expuestos por el censor
no logran desvirtuar la presunción de autenticidad de los
documentos a que se alude en el cargo, los cuales, además,
no fueron los que le sirvieron de soporte al ad quem para
adoptar la decisión impugnada.
19
Radicación No. 46113
Por lo tanto el cargo no sale avante.
Las costas del recurso extraordinario estarán a cargo
de la entidad recurrente. Se fijan las agencias en derecho en
$6’300.000.
XII. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto la Corte Suprema de
Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando Justicia
en nombre de la República de Colombia y por autoridad de
la Ley, NO CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 10
de diciembre de 2009, dentro del proceso ordinario laboral
que LUIS RICAURTER VÉLEZ MEJÍA promovió contra el
INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES.
Las costas del recurso extraordinario estarán a cargo
de la recurrente. Se fijan las agencias en derecho en
$6’300.000.
Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el expediente
al tribunal de origen.
RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO
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Radicación No. 46113
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ
ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA
LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS
CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE
21
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