República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO Magistrado Ponente SL8003-2014 Radicación No. 46113 Acta 21 Bogotá D. C., dieciocho (18) de mayo de dos mil catorce (2014) Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES contra la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 10 de diciembre de 2009, dentro del proceso ordinario laboral que LUIS RICAURTER VÉLEZ MEJÍA promovió contra la recurrente. AUTO En atención al memorial visible a folios 30 a 31 del cuaderno de la Corte, téngase como sucesor procesal del INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES (Hoy en liquidación), a la ADMINISTRADORA COLOMBIANA DE PENSIONES - Radicación No. 46113 COLPENSIONES -, de acuerdo a lo previsto en el artículo 35 del Decreto 2013 de 2012, en armonía con el artículo 60 del Código de Procedimiento Civil, aplicable a los procesos laborales y de la seguridad social por expresa remisión del artículo 145 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social. I. ANTECEDENTES Luis Ricaurter Vélez Mejía demandó al INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES para que, previos los trámites del proceso ordinario, se condenara a la demandada a pagarle la pensión de vejez, «a partir de la fecha que cumplió los requisitos, en cuantía que se demuestre» (sic), junto con los reajustes legales y mesadas adicionales; los intereses moratorios; la indexación de las mesadas adeudadas; y las costas del proceso. Señaló que nació el 9 de mayo de 1939; que se encuentra afiliado al Régimen de Prima Media con Prestación Definida administrado por el ISS, desde el 25 de abril de 1973; que solicitó ante la demandada el reconocimiento de la pensión de vejez y ésta le fue negada con el argumento de que sólo contaba con 729 semanas cotizadas, de las cuales 253 lo habían sido dentro de los 20 años anteriores al cumplimiento de la edad; que por esta razón continuó cotizando hasta el mes de diciembre de 2008, superando las 1000 semanas exigidas para tener derecho a la pensión; que del reporte de semanas cotizadas expedido por el ISS e impreso el 4 de junio de 2007 se 2 Radicación No. 46113 desprende que tiene 472,71 semanas cotizadas durante el periodo comprendido entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de diciembre de 1994 y 188,571 semanas entre el 1 de enero de 1995 y el 28 de febrero de 2007; que del reporte de semanas cotizadas al ISS por intermedio «del régimen subsidiado», impreso el 4 de febrero de 2008 se desprende que cotizó 312,857 semanas y de las autoliquidaciones correspondientes al año 2007 se observa que cotizó 360 días, equivalentes a 51,42 semanas; que, en consecuencia, cuenta con 1025 semanas cotizadas durante toda su vida laboral; que solicitó nuevamente al ISS el reconocimiento de la pensión de vejez y la entidad le negó la prestación, esta vez argumentando que había inconsistencias en relación con su nombre, pues aparecían diferentes en la partida de bautismo y en la cédula de ciudadanía; que en la historia laboral impresa el 8 de julio de 2008 se le descontaron 20,14 semanas de las cotizadas hasta el 31 de diciembre de 1994; que agotó la vía gubernativa. La entidad pretensiones. afiliación del llamada Aceptó los a juicio hechos demandante al se opuso relacionados ISS, las a las con la cotizaciones efectuadas por el actor como trabajador independiente y haber negado la pensión de vejez solicitada. Propuso las excepciones perentorias de prescripción y compensación. II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA Mediante sentencia del 5 de junio de 2009, el Juzgado Veinte Laboral del Circuito de Medellín condenó al ISS a 3 Radicación No. 46113 reconocer y pagar al demandante la pensión de vejez, a partir del 1 de enero de 2009, en cuantía inicial de $496.900, junto con los intereses moratorios causados hasta la fecha de la sentencia y la indexación de las sumas adeudadas. III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA Apelaron ambas partes. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, Sala Laboral, en la sentencia aquí acusada, modificó la de primer grado en el sentido de disponer que la demandada debía pagarle al actor 14 mesadas al año y lo confirmó en todo lo demás. Consideró el ad quem que el principal problema jurídico a resolver consistía en determinar si se había acreditado que el actor reunía el número de semanas mínimo establecido por el artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990, es decir, 500 dentro de los 20 años anteriores al cumplimiento de la edad, o 1000 en cualquier tiempo; que dicha normatividad resultaba aplicable por cuanto el demandante era beneficiario del régimen de transición; que para resolver este punto se debía acudir a «las diferentes historias laborales que fueron arrimadas al proceso, tanto por la parte accionante como la accionada»; que de dichos documentos se desprendía que, hasta el 31 de diciembre de 1994, el actor había estado vinculado a los siguientes empleadores, realizando aportes al ISS, durante los siguientes periodos: 4 Radicación No. 46113 Empleador Flores Periodo del Días Caribe Entre el 20 de marzo 285 días Ltda. de 1973 y el 29 de diciembre de 1973 Alim Dispol Entre el 25 de abril 62 días (no se tienen de 1973 y el 25 de en junio de 1973 Recip ser simultáneos) de 1973 y el 8 de simultáneos, para 10 enero de 1974 días Asdrúbal Entre el 7 de enero de 731 SCPA días – 1974 y el 7 de enero simultáneos, de 1976 Cultivos por Plásticos Entre el 9 de octubre 92 días – 82 días Industria Ltda. Productos cuenta del para 729 días Caribe Entre el 21 de marzo 59 días (no se tienen Ltda. de 1974 y el 18 de en mayo de 1974 Rothstein 2 cuenta por ser simultáneos) Roberto Entre el 18 de febrero 1084 días Prometal de 1976 y el 5 de febrero de 1979 Textiles Colibrí Entre el 6 de febrero 25 días de 1979 y el 2 de marzo de 1979 Fabriltex S.A. Entre el 13 de marzo 580 días de 1979 y el 13 de octubre de 1980 – 5 días de interrupción Unidad Residencial Entre el 18 de junio 268 días 12 de octubre de 1992 y el 12 de marzo de 1993 Unidad Residencial Entre el 7 de febrero 328 días 12 de octubre de 1994 y el 31 de diciembre de 1994 Total a 31/12/1994 3309 días o 472,71 semanas 5 Radicación No. 46113 Agregó el Tribunal que, a partir del 1 de enero de 1995, el demandante había estado vinculado a los siguientes empleadores, realizando aportes al ISS, durante los siguientes periodos: Empleador Unidad Periodo Días Residencial Entre el 1 de enero de 30 días 12 de octubre 1995 y el 30 de enero de 1995 Olga Alicia Rojas Año 1995 120 días Sandra Hoyos Año 1995 30 días Como a independiente Entre través del 1997 Consorcio Prosperar diciembre de «3630» días y de agosto 2004 Total a agosto de 3810 días o 544,28 2004 semanas Que en consecuencia, el demandante tenía un total 1016,99 semanas cotizadas, por lo que en ninguna equivocación había incurrido el a quo al considerar que le asistía derecho al reconocimiento y pago de la pensión de vejez; que solo existía una diferencia de 4 semanas entre el conteo realizado por la juez de primer grado (1020 semanas) y el realizado por el Tribunal; que como el demandante había cotizado para el mes de diciembre de 2008, sin que se hubiera retirado del sistema en una fecha anterior, no había razón para modificar la fecha a partir de la cual procedía el reconocimiento de la pensión, en los términos del artículo 13 del Acuerdo 049 de 1990. En su apoyo citó las sentencias de esta Sala de Casación Laboral, de fechas 24 de marzo de 2003, radicado 13425 y 13 de febrero de 2004, radicado 21049. 6 Radicación No. 46113 Seguidamente, el juez de apelaciones consideró que de conformidad con lo dispuesto en el Acto Legislativo 01 de 2005, el actor tenía derecho a recibir 14 mesadas pensionales al año, ya que la cuantía de su pensión era equivalente al salario mínimo mensual legal vigente; que no había lugar a modificar la fecha a partir de la cual se causaban los intereses de mora. IV. RECURSO DE CASACIÓN Interpuesto por la parte demandada, concedido por el tribunal y admitido por la Corte se procede a resolver. V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN Pretende que la Corte case la sentencia del Tribunal para que, en sede de instancia, «previa ponderación y valoración de la totalidad de los medios de convicción que obran en el proceso», revoque la sentencia del a quo y, en su lugar, la absuelva de todas y cada una de las pretensiones de la demanda. Con la finalidad descrita propone dos cargos, por la causal primera de casación, que fueron replicados y enseguida se estudian. VI. PRIMER CARGO Lo plantea en los siguientes términos: 7 Radicación No. 46113 Acuso la sentencia de aplicar indebidamente los artículos 12 y 13 del Acuerdo 049 de 1990 aprobado por el Decreto 758 de 1990, y los arts. 36 y 141 de la ley 100 de 1993 como consecuencia de error de hecho cometido en la apreciación del reporte de semanas expedido por el ISS visible a folios 155 a 164 del expediente cuya incorporación se ordenó en la audiencia que tuvo lugar el 1º de junio de 2009, folios 171 y ss. El Tribunal consideró que el demandante “en efecto totalizó 1016 semanas que da lugar a confirmar la condena proferida por el a quo”, sin que discriminara el monto total de semanas, o cómo se llegó a tal guarismo o qué prueba sirvió de apoyo para arribar a tal conclusión; memórase (sic) que la sentencia de primer grado había señalado que el número de semanas cotizadas era de 1.020,57 semanas (sic) (ver folio 176 vto.). Ahora si se revisa detenidamente el reporte de semanas visible a folios 155 a 164, podrá advertirse que entre el 25 de abril de 1973 y el 1 de marzo de 1994 el actor cotizó 3.168 días que equivalen a 452.5714 semanas; y entre los años 1995 a febrero de 2008 un total de 3720 días equivalentes a 531.42 semanas, que arrojan un monto total de 983.99 semanas que resultan insuficientes para hacerse acreedor a la pensión de vejez. El Tribunal alteró la objetividad que aflora del documento en cuestión y dedujo de manera contraevidente (sic) que el actor tenía cotizadas más de 1016 semanas cuando ello no se encuentra ajustado a la realidad. El error que se imputa al sentenciador de segundo grado además de evidente fue trascendente por cuanto llevó al sentenciador a concluir que el demandante había cotizado más de 1000 semanas y, por este camino a confirmar la sentencia del juez de primera instancia que condenó a mi mandante a reconocer y pagar una pensión de vejez. 8 Radicación No. 46113 VII. LA RÉPLICA Presenta oposición al cargo. Aduce que se aportó al proceso prueba documental suficiente para acreditar que el demandante había sufragado al Sistema General de Pensiones más de 1000 semanas, cumpliendo el requisito previsto por el artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990; que los reportes de semanas cotizadas y autoliquidaciones mensuales cuyos pagos no se reflejan en la historia laboral, no fueron objeto de tacha o reproche por parte del ISS al contestar la demanda, por lo que tienen pleno valor probatorio. VIII. CONSIDERACIONES Observa la Sala que el censor no indica con claridad por qué vía orienta el ataque, esto es, si por la directa o la indirecta. Sin embargo, dado que en el desarrollo del cargo le achaca al Tribunal una errónea apreciación del reporte de semanas cotizadas visible a folios 155 a 164 del expediente y acusa la aplicación indebida de las normas enlistadas en la proposición jurídica del ataque, la Corte entiende que la vía escogida es la indirecta. Debe recordarse que esta Corporación ha adoctrinado que «la aplicación indebida (…) ha sido aceptada por la jurisprudencia laboral en el ataque orientado por la vía indirecta, bajo el entendido de que la existencia de un error de hecho o de derecho puede dar lugar a que no se aplique la norma que correspondía al caso.»1 1 Sentencia del 31 de marzo de 2009, Rad. 33402 9 Radicación No. 46113 Ahora bien, esta Sala de la Corte ha sido reiterativa en señalar que cuando la violación de la ley sustancial se pretende derivar de la equivocada estimación de las pruebas o de su no valoración no es cualquier desatino del juzgador el que da al traste con su proveído, sino únicamente aquél que tenga la connotación de manifiesto. Dicha calidad surge frente a transgresiones fácticas patentes, provenientes de dislates en el examen de los medios de prueba, lo que no ocurre en el presente caso. En efecto, la censura le endilga al Tribunal haber apreciado con error el reporte de semanas cotizadas visible a folios 155 a 164 del expediente, del cual, dice, se desprende que el demandante había cotizado 452,5714 semanas entre el 25 de abril de 1973 y el «1 de marzo de 1994» y, 531,42, entre «los años 1995 a febrero de 2008», para un total de 983,99 semanas. Estima la Sala que el documento que el censor denuncia como erróneamente apreciado no fue el que tuvo en cuenta el Tribunal para determinar cuántas semanas había cotizado el actor al ISS entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de diciembre de 1994, pues aunque en la sentencia se señaló que se acudía a “las diferentes historias laborales que fueron arrimadas al proceso”, lo cierto es que el ad quem formó su convencimiento con base en la historia laboral visible a folios 14 a 17 del expediente. Se afirma lo anterior por cuanto en el reporte de semanas cotizadas visible a folios 14 a 17 del informativo 10 Radicación No. 46113 se observa que el actor cotizó al ISS entre el 20 de marzo de 1973 y el 29 de diciembre de 1973, con el empleador Flores del Caribe, un total de 285 días, tal como lo dio por sentado el Tribunal en la sentencia impugnada. En cambio, en el documento de folios 155 a 164 no aparecen reflejadas las cotizaciones efectuadas por el actor durante dicho periodo. Nótese que en el reporte de semanas de folios 14 a 17 se dejó consignado que durante el periodo comprendido entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de diciembre de 1994, el demandante había cotizado 472,7143 semanas; mientras que en el de folios 155 a 164 se señala que durante el mismo periodo el actor había cotizado 452,5714 semanas, es decir, 20 menos que las aparecen en aquel reporte. En consecuencia, si el Tribunal dio por establecido que el demandante había cotizado al ISS 285 días entre el 20 de marzo de 1973 y el 29 de diciembre del mismo año estando al servicio de Flores del Caribe S.A. y un total de 472,71 hasta el 31 de diciembre de 1994, fue porque formó su convencimiento con base en el reporte que obra a folios 14 a 17 del expediente, y no con el visible a folios 155 a 164, que el censor denuncia como apreciado erróneamente. De lo anterior se sigue que las 472,71 semanas cotizadas por el demandante entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de diciembre de 1994 sumadas a las 531.42 que, según lo acepta el censor, fueron cotizadas por el afiliado “entre los años 1995 a febrero de 2008”, resultan suficientes para que el actor tenga derecho a la pensión de 11 Radicación No. 46113 vejez reclamada, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado mediante Decreto 758 del mismo año, por lo que el Tribunal no aplicó indebidamente este precepto. Considera la Sala que la decisión del juzgador de segundo grado de edificar su conclusión sobre el número de semanas cotizadas por el actor con base en una prueba y no con fundamento en otra u otras que obren en los autos, se enmarca dentro de la potestad legal que tiene el juez laboral de apreciar libremente los medios de convicción para formar su convencimiento acerca de los hechos controvertidos, con fundamento en los medios probatorios que más lo induzcan a hallar la verdad real y no la simplemente formal que superficialmente se observe en el proceso, tal como lo dispone el artículo 61 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, según el cual las inferencias que lo llevaron a proferir su decisión, siempre que sean razonables y ajustadas a la lógica jurídica, seguirán soportando la presunción de acierto y legalidad que cobija a las decisiones judiciales, como lo ha sostenido con insistencia esta Sala de la Corte, de lo que es ejemplo la sentencia del 13 de noviembre de 2003, radicación 21478, en la que expresó: Al efecto y de vieja data la Corte ha considerado que dada la libertad de apreciación de las pruebas que tienen los juzgadores de instancia en virtud de lo establecido por el art. 61 del C.P. del T., el entendimiento que estos le den a aquellas, nace de la autonomía e independencia de que gozan y de la facultad de formar libremente su convencimiento con base en el 12 Radicación No. 46113 principio de la sana crítica, que no es más que la lógica y la experiencia. Por lo dicho, las conclusiones que hace el Tribunal acerca del material probatorio recepcionado, mientras sean lógicamente aceptables, se encuentran cobijadas por la presunción de legalidad, por lo que priman sobre las conclusiones que hacen las partes en relación con el análisis de una o varias pruebas aun cuando dichas inferencias sean también lógicas y de recibo, dado lo cual, debe mantenerse la sentencia con base en esta conclusión del Tribunal. De acuerdo con lo anterior, el encumbramiento que el juzgador de la alzada hizo de unas pruebas, a costa del rebajamiento de otras, a menos que raye en el disparate, no es constitutivo de error protuberante de hecho, con virtualidad para desquiciar una sentencia en el, de por sí estrecho, escenario procesal de la casación. En verdad, existe un espacio de gestión probatoria del juez de instancia, que, en principio, no es posible que la Corte invada, en la medida en que tal espacio comporta el ejercicio legítimo de un fuero de valoración probatoria que, dentro de ciertos límites, le otorga el artículo 61 del estatuto que gobierna los ritos del trabajo y de la seguridad social, y que habilita válidamente al juez laboral para acoger unas probanzas en desmedro de otras. Por lo tanto, el recurrente en casación no puede cuestionar la autonomía de que goza el Tribunal para 13 Radicación No. 46113 evaluar y ponderar las pruebas. Su misión ha de estar orientada a demostrar que el juzgador abusó de tal atribución legal, en tanto sus conclusiones contradicen la evidencia probatoria. Además, debe tenerse en cuenta que, al contestar la demanda, la entidad demandada no tachó ni controvirtió el contenido del reporte de semanas cotizadas por el demandante, que obra a folios 14 a 17 del informativo, motivo por el cual no existe razón alguna para restarle valor probatorio. Dicho documento expedido por el Instituto de Seguros Sociales, lo que no cuestiona la acusación, registra las cotizaciones hechas por el demandante a dicho instituto por los períodos allí señalados. No se dice que los períodos referenciados sean falsos o no correspondan a la realidad, de manera que a su contenido hay que atenerse, pues en todo caso el ISS bien podía controvertir esa historia dentro del debate en las instancias, lo cual no hizo. Por lo expuesto el cargo es infundado y no prospera. IX. SEGUNDO CARGO Lo formula de la siguiente manera: «Acuso la sentencia por vía directa, por violación medio de los artículos 51, 54A, 60, 61 del Código de (sic) Procesal del Trabajo, 174, 175, 251, 252, 258, 264 del C. de P.C. lo que condujo a la aplicación indebida de los artículos 12 y 13 del Acuerdo 049 de 1990 aprobado por el Decreto 758 de 1990 y 36 y 141 de la ley 100 de 1993.» 14 Radicación No. 46113 En la demostración aduce el censor que el Tribunal consideró que el demandante «en efecto totalizó 1016 semanas que da lugar a confirmar la condena proferida por el a quo», sin hacer ninguna reserva sobre las consideraciones expuestas por la juez de primer grado, por lo que debe entenderse que el juez colegiado acogió los razonamientos y apreciaciones contenidas en la sentencia de primer grado; que de la sentencia de primera instancia se infiere que los documentos que le sirvieron de apoyo para determinar que el actor había acreditado el número de semanas requerido, son los visibles a folios 91 a 94, «que son documentos desprovistos de autenticidad»; que de acuerdo con el artículo 251 del Código de Procedimiento Civil, los documentos se dividen en públicos y privados y al tenor de lo dispuesto por el artículo 252 ibidem, son auténticos cuando «existe certeza sobre la persona que lo ha elaborado, manuscrito o firmado»; que en tratándose de copias, ellas tienen el mismo valor que el original en los eventos previstos por el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, «ninguno de los cuales ha tenido ocurrencia»; que según el artículo 174 del estatuto procesal civil toda decisión judicial debe apoyarse en las pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso, «lo que ciertamente no ha sucedido en este caso, con la prueba en la que se apoyó el Tribunal para dictar su fallo que (…) carece de todo valor probatorio»; que al darle valor probatorio a dichos documentos, el ad quem violó las referidas normas adjetivas, lo que lo llevó a aplicar indebidamente las normas sustanciales relativas a la pensión de vejez. 15 Radicación No. 46113 X. LA RÉPLICA Se opone a la prosperidad del cargo. Argumenta que los documentos que el censor denuncia como carentes de valor probatorio se deben reputar como documentos públicos en atención a la declaración que en ellos está contenida; que con relación al documento público, el artículo 252 del Código de Procedimiento Civil prevé que éste se presume auténtico “mientras no se pruebe lo contrario mediante tacha de falsedad”; que como los documentos a que se alude en el cargo no fueron tachados de falsos, debe presumirse su autenticidad. XI. CONSIDERACIONES La censura aduce que el Tribunal formó su convencimiento de que el actor había acreditado el número de semanas requerido con base en el reporte de semanas cotizadas visible a folios 91 a 94, el cual, dice, está desprovisto de autenticidad. Como se dejó establecido al resolver el primer cargo, el juez de apelaciones consideró que el actor había cotizado la cantidad de semanas suficiente para tener derecho a la pensión de vejez con fundamento en la historia laboral visible a folios 14 a 16 y, por lo tanto, no es correcta la premisa sobre la que la censura edifica el cargo, consistente en que el Tribunal se había apoyado en reporte de folios 91 a 94, cuyo valor probatorio cuestiona el censor. Fíjese que la juez de primer grado dio por sentado que el demandante 16 Radicación No. 46113 había cotizado 452,5714 semanas entre el 25 de abril de 1973 y el 31 de diciembre de 1994; mientras que el Tribunal concluyó que el demandante había cotizado 472,71 semanas entre el 20 de marzo de 1973 y el 31 de diciembre de 1994, información ésta que fluye del documento de folios 14 a 16. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que en el expediente militan varias historias laborales del demandante, por lo que resulta insuficiente que el censor controvierta sólo el valor probatorio de una de las varias historias laborales que militan en el informativo, ya que la obrante a folios 14 a 16' con base en la cual el Tribunal fomó su convencimiento respecto a las semanas cotizadas por el actor hasta el 31 de diciembre de 1994, al no ser controvertida, continúa sirviéndole de apoyo al fallo acusado. Con todo, importa anotar que el parágrafo del artículo 54 – A del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social dispone que «En todos los procesos, salvo cuando se pretenda hacer valer como título ejecutivo, los documentos o sus reproducciones simples presentados por las partes con fines probatorios se reputarán auténticos, sin necesidad de autenticación ni presentación personal, todo ello sin perjuicio de lo dispuesto en relación con los documentos emanados de terceros.» Significa lo anterior que los documentos que la censura denuncia como «desprovistos de autenticidad», se reputan auténticos por expreso mandato legal y al no haber sido tachados ni controvertidos por las partes gozan de 17 Radicación No. 46113 pleno valor probatorio, claro está, dentro de las reglas de la sana crítica. Por ello, no resulta admisible que en sede de casación el censor pretenda restarles aptitud probatoria cuando ello no se hizo durante el trámite de las instancias. Sobre esta precisa temática, esta Sala de la Corte, en sentencia del 20 de marzo de 2013, radicado 45120, asentó que: De otro lado, como se expresó en sentencia reciente de la CSJ Laboral, 7 de febrero de 2012, Rad. 38830, resulta insoslayable lo estatuido en el numeral 7º del artículo 95 de la Constitución Política, en cuanto al deber que tiene todo ciudadano de colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia. Esto significa que los reparos que las partes puedan tener en el trámite de un debate deben ser esgrimidos en las oportunidades que la ley adjetiva establece para ello, y que en materia del proceso laboral están determinadas en el artículo 18 de la Ley 712 de 2001, que modificó el 31 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, atinente a la etapa procesal de la contestación de la demanda en tratándose de la parte accionada, lo cual también, hace parte del principio de ‘lealtad procesal’ que debe existir entre los litigantes. En tal decisión se trajeron a colación pasajes de la sentencia de la CSJ Civil, 27 de marzo de 1998, Rad. 4943, en torno a que el comportamiento ‘en cuanto concluyente e inequívoco en poner de manifiesto una aquiescencia tácita respecto del valor demostrativo integral de determinado medio probatorio a pesar del vicio existente, excluye la posibilidad de que aquel, cambiando su posición y contrariando en consecuencia sus propios actos anteriores en los que otros, particulares y autoridades, fundaron su confianza, pretenda obtener ventaja reclamando la descalificación de dicho medio por estimarlo 18 Radicación No. 46113 inadmisible’. Estas directrices igualmente resultan de mucha utilidad para el presente asunto. Por lo señalado, no es posible pasar por alto la conducta procesal asumida por la entidad convocada a juicio al contestar el libelo genitor, pues a pesar de haber tenido ante sus ojos las súplicas invocadas por la demandante, los hechos en que se fundan y la prueba de la historia laboral en que esa parte respaldó el cumplimiento de la exigencia de semanas cotizadas, no le mereció reproche o repudio alguno la aportación de tal medio de convicción. Como atrás se dijo, a contrario sensu, la accionada se valió de su contenido para solicitar en su recurso de apelación que no se tuvieran en cuenta algunas semanas que allí aparecían reportadas, por no haberse supuestamente cotizado en ese mismo período por salud. Es más, el recurso extraordinario de casación no tiene la finalidad de remediar cuestiones procesales propias de las instancias, ya que para tales efectos la ley pone a disposición de los interesados varios instrumentos lo suficientemente idóneos, para lograr que los jueces del trabajo le resten valor probatorio a una determinada prueba allegada por alguna de las partes e incorporada al proceso, y que en este caso en particular fue necesaria para resolver la disputa, oportunidades en las que, el Instituto demandado no actuó y que ahora, con su planteamiento extemporáneo, termina sorprendiendo a la parte contraria. En conclusión, los argumentos expuestos por el censor no logran desvirtuar la presunción de autenticidad de los documentos a que se alude en el cargo, los cuales, además, no fueron los que le sirvieron de soporte al ad quem para adoptar la decisión impugnada. 19 Radicación No. 46113 Por lo tanto el cargo no sale avante. Las costas del recurso extraordinario estarán a cargo de la entidad recurrente. Se fijan las agencias en derecho en $6’300.000. XII. DECISIÓN En mérito de lo expuesto la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando Justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la Ley, NO CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 10 de diciembre de 2009, dentro del proceso ordinario laboral que LUIS RICAURTER VÉLEZ MEJÍA promovió contra el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES. Las costas del recurso extraordinario estarán a cargo de la recurrente. Se fijan las agencias en derecho en $6’300.000. Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el expediente al tribunal de origen. RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO 20 Radicación No. 46113 JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE 21