LÍMITES DEL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO (ACD)

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LÍMITES DEL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO (ACD)
Alejandro Raiter
Facultad de Filosofía y Letras (UBA)
araiter@filo.uba.ar
1. Introducción
Según Ruth Wodak (2000: 140) el entonces candidato por el PFÖ (neonazi), Haider,
declaró a la revista Profil el 25 de Agosto de 1995:
He dicho que los soldados de la Wehrmacht han hecho posible la democracia en su forma
existente en Europa.
Pocos renglones más tarde afirma que "Este ejemplo ilustra la necesidad de
intertextualidad y de la teoría social en el análisis del discurso concreto" (2000:141). Para
nosotros, el ejemplo expuesto ni siquiera necesita del análisis del discurso, ni de ningún
otro análisis que no sea el que debiera llevarse a cabo en estrados judiciales. No resulta
muy productivo, desde un punto de vista lingüístico, mostrar que un texto está basado en
una ideología que coincide con la que el hablante manifiesta defender. Tampoco
necesitamos de modo explícito o implícito de una teoría social: con conocer un poquito de
historia sabremos que lo dicho es una alabanza directa a la ocupación de parte de Europa
por el ejército nazi; este es un conocimiento que está al alcance de cualquier usuario de la
lengua.
También Ruth Wodak (Wodak y otros 2001:1) afirma que "Los términos Lingüística Crítica
(LC) y Análisis Crítico del Discurso (ACD) se usan a menudo de modo indistinto. De
hecho, en tiempos recientes, parece que el término ACD se prefiere y se usa para denotar
la teoría que con anterioridad se identificaba como LC. El ACD mira el lenguaje como una
práctica social (Fairclough y Wodak (1997) y toma en consideración el contexto de uso del
lenguaje como crucial".
Creemos que lo que aquí afirma la investigadora austriaca no es acertado y confunde la
labor del lingüista cuando analiza discursos. Pensamos que la LC y el ACD poseen
programas diferentes, aunque puedan ser considerados complementarios en algunos
casos. Trataremos de marcar esta diferencia en dos aspectos: metodología de análisis y
construcción del objeto de estudio; luego analizaremos las referencias genéricas a la
1
necesidad de una teoría social para concluir cuáles son los límites teóricos que algunos
de los investigadores que reivindican el ACD se auto imponen y que impedirán - desde
nuestro punto de vista - el desarrollo de la teoría lingüística.
2. Entender el lenguaje en uso es una entrada para entender la sociedad
La LC se propuso y se propone - según nuestro entender - una crítica racional de las
formas lingüísticas; tal como lo afirman R. Hodge y G. Kress en Language as Ideology
(1979, 1993) la gramática de una lengua es una concepción del mundo. A partir del
análisis de diverso tipo de textos - sin excluir los que habían sido generados por
personajes prejuiciosos o racistas - pueden mostrar de qué modo el lenguaje utilizado
puede develar la ideología del autor a partir del estudio de las opciones empleadas.
La LC no se preocupa por analizar un tipo particular de textos, su objetivo es aportar a los
estudios del lenguaje desde el punto al que consideran que ha llegado la lingüística
sistémica de Halliday, mientras manejan la hipótesis del relativismo lingüístico de Sapir y
Whorf para incursionar en el terreno de la relación entre el lenguaje y la ideología.
Al ACD, por el contrario, le preocupan determinados textos, los que a priori consideran
discriminatorios, sexistas, racistas; a partir de un análisis lingüístico que - al menos según
algunos de sus representantes - no necesita seguir ningún método particular; los analizan
precisamente para demostrar cuáles son las estrategias que los constituyen como textos
sexistas, racistas, discriminatorios y/o prejuiciosos. En definitiva, una actitud que puede
llevar a una circularidad insalvable en los análisis, y a perder de vista el problema del uso
del lenguaje.
En otros términos, la LC se propone aportar conocimientos a una teoría del lenguaje, y a
una teoría del modo en que la gramática de una lengua condiciona el uso del lenguaje por
hablantes particulares. ¿Qué se propone el ACD?
Por algunos momentos parece ser un apostolado, denunciar las injusticias que se
sostienen y reproducen discursivamente y demostrar que permitir la circulación de ese
tipo de discursos refuerza las situaciones que denuncian. Por supuesto que no tenemos
nada que decir frente a esta función que se ha auto asignado y coincidimos, como la hace
la LC, en la relación entre discurso y cognición. El problema es cómo se definen esas
injusticias, cómo se determinan, quién establece las prioridades y qué valor tiene
denunciarlas. En definitiva, desde qué teoría social y de la justicia podemos hacer esas
2
denuncias. Desde un punto de vista estrictamente lingüístico se corre, además, el peligro
de fomentar una nueva normativa.
El problema de contar o no con una teoría social no es nuevo en Sociolingüística, como lo
señalara ya Lavandera (Lavandera 1988); este problema la sobrevoló durante mucho
tiempo - y la sigue sobrevolando - vinculado al problema de la variación y el cambio. El
problema se hace crítico cuando salimos del nivel de lo fonológico, pasamos al sintáctico,
semántico o pragmático y podemos mostrar que la variación no sólo no dice "lo mismo"
sino que además esa variación es ideológica (Trew, 1979) desde la hipótesis probada de
que ha variado la opción del hablante.
Tenemos un problema metodológico: cuando Trew compara las noticias que dan
diferentes diarios sobre un mismo hecho podemos dar cuenta de un modo claro de las
diferencias y luego podemos ver qué significan esas diferencias a partir de diferenciar
roles, procesos y modelos sintagmáticos, de allí, concluir las diferencias ideológicas.
Cuando uno no tiene dos textos para comparar, de hecho está comparando el que analiza
con su propia versión de lo relatado, o - como dice van Dijk - con su modelo mental,
producto de la cognición social. Esto no ofrece ninguna dificultad para ningún
sociolingüista - si yo pronuncio de una forma y usted de otra, o yo denomino un objeto con
una palabra y usted con otra - si somos hablantes de un mismo dialecto - estamos en
presencia potencial de una variación dialectal. Ahora bien, si usted lleva adelante un
apostolado, la cuestión es diferente: ya no se trata de comparar un idiolecto - o dialecto con otro o de la elección alternativa de estrategias, sino de comparar lo que el
investigador considera políticamente correcto frente a lo que considera que no lo es. En
este caso, una teoría social se hace imprescindible; de hecho, van Dijk afirma que los
partidarios del ACD hacen explícita su posición. Sin embargo, en sus trabajos no
desarrolla en realidad de una teoría social, sino que hace explícita una toma de posición
frente a algunos aspectos o fenómenos de la realidad social, toma de posición hecha en
la mayoría de los casos sin un marco teórico mayor y, lo que es más grave o - al menos lleva a una mayor confusión, sin una visión global del mundo que hayan hecho explícita.
Leyendo a Wodak y a van Dijk, sabemos qué cosas no les gustan: no les gusta el
racismo, no les gusta el sexismo, no le gusta el neofascismo y no les gusta el abuso de
poder; estas cosas que no les gustan intentan establecerlas como categorías, categorías
que no discuten, que imponen como universalmente válidas y que no jerarquizan.
Para decirlo de otro modo, la LC propone a) un análisis de las formas lingüísticas
ordenadas en cláusulas tipo y b) un análisis de las opciones realizadas por el hablante,
3
para formular una hipótesis sobre las consecuencias y significados de las formas
elegidas. Para ello, proponen el análisis sintagmático, el análisis léxico, etcétera. El ACD
propone el análisis de piezas lingüísticas sin establecer preferencias por modelos,
proponen el análisis de las prácticas sociales en las que los textos aparecen, aunque sin
diferenciar si son constitutivas o funcionales a esas prácticas. Mostremos esto con un
análisis sencillo.
1.
La vaca nos da la leche
tiene una estructura paralela a
2. Mamá nos da la teta
Sin embargo, el análisis sintáctico - semántico propuesto por Hodge y Kress nos puede
mostrar que se trata, en realidad, de dos cláusulas completamente diferentes en
estructura y significado; en efecto, la número 2. es una transformación de otra cláusula
básica - en realidad, de varias cláusulas básicas.
En efecto, en 1. mamá ocupa el lugar de agente {+humano}, nos ocupa el de benefactivo
{+ humano} y teta el de paciente; de algún modo, esto refleja el mundo, o - al menos - una
concepción del mundo, bastante cercana a lo aceptado y a la realidad.
En 2. vaca ocupa el rol superficial del agente, nos el del benefactivo {+ humano} y leche el
de paciente; esto también refleja una concepción del mundo bastante aceptada, pero el
modelo está bastante alejado de la realidad.
En primer lugar, la vaca no da la leche como las madres la teta, a otro que no fuera su
ternero, es decir, un benefactivo {- humano}. Para que un benefactivo {+ humano} reciba
como beneficiario la leche, algún agente {+ humano} debe extraer la leche de la vaca, ya
que ésta no la daría voluntariamente. Si bien es muy difícil recuperar las cláusulas
básicas, sobre todo cuando ya están gramaticalizadas, 2. puede tener como básica 3.
3.
Algunos agentes humanos crían y ordeñan a las vacas para extraerles la leche;
otros agentes la procesan, la envasan, la distribuyen de modo que podamos beberla
como tal.
Si comparamos 2. con 3. podemos ver que la primera oculta precisamente los procesos
en que intervienen los seres humanos, en particular los del trabajo, la actividad de poner
la naturaleza a nuestro propio servicio.
Las transformaciones se producen, según Hodge y Kress por economía o por
deformación; es muy difícil saber qué es más importante en este caso, pero los escolares
reciben una concepción idílica del mundo, en el sentido en que no hay conflictos entre la
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naturaleza y los seres humanos, en el sentido en que los seres humanos - como parte de
la misma naturaleza - la hemos dominado.
Una frase del tipo de 2 no le interesa, en principio, al ACD - no hay Nosotros ni Otros -; sin
embargo, es fundamental desde un punto de vista cognitivo y - de algún modo - se
extiende más allá de una coyuntura social determinada o de una práctica discursiva
particular. Pero no es un ejemplo aislado, hay muchísimas de este tipo, como muestran
Lakoff y Jhonson (1980). Sin embargo, van Dijk (2000:99) afirma que:
Otras estructuras, como la forma de las palabras y muchas estructuras oracionales son
obligatorias desde un punto de vista gramatical y contextualmente invariables y, por lo
tanto, no están sujetos al control del hablante, por lo que son irrelevantes para el estudio
del poder social.
Estamos seguros que van Dijk no se refiere al uso, por ejemplo, del género masculino
para representar a toda la especie, pero lo sabemos simplemente porque ha dicho
explícitamente que esa es una de las formas del sexismo; sin embargo, no queda claro
que es "obligatorio" para él - el uso de géneros sin duda está tan internalizado que lo es por lo tanto se trata sólo de no estudiar lenguaje sino instanciaciones, es decir, textos.
Tenemos muchos ejemplos de estas gramaticalizaciones, algunas claramente sexistas
como 4 o directamente inconsistentes como 5, que tampoco le interesaría, en principio al
ACD ya que no hay - en principio - minorías afectadas.
4. El perro es el mejor amigo del hombre
5. Me compré / contraté un seguro de vida
Sin embargo, 5 no solo es ontológicamente ridícula sino que es la ideología de poseer
dinero y de que esto nos hace poderosos lo que la hace aceptable y verosímil. Esto es
gramatical y debe ser estudiado.
3. La forma de las palabras
Hablar de palabras es casi un retroceso, debemos hablar de signos ideológicos, o aceptar
que las palabras sí cambian de valor, forma y significado de acuerdo con el contexto.
Veamos algunos ejemplos con la palabra trabajo.
6. Cuando no tenía trabajo me dediqué a cazar, buscar miel, a pescar a pie hasta el
bañado del Rio Pilcomayo de aqui al Quebracho aproximadamente 10 kilometros.
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7. Hace 20 años atraz viviamos en un lugar llamado “Carmen Viejo” cerca del rio propio.
La gente no tenían trabajos. El unico modo de vida era: Pesca, marisca, recoleccion de
frutas y miel. (10)
8. Escuchaba que la gente tenia sufrimiento no tenia trabajo, totalmente desocupados
solamente hacian changas pero ganaban pocos. Decia que los hombres se encargaban
de marizcar, pescar, cazar. y las mujeres se encargan de juntar leñas, agua y recolectar
frutos del monte en tiempo de noviembre a diciembre para guardar para el tiempo
invierno.
Como podemos ver en los ejemplos 6,7 y 8 , los informantes utilizan el término trabajo
sólo para referirse a trabajo asalariado, no a la actividad - mariscar, recolectar, pescar que realizan para subsistir. Estos ejemplos, aclaremos, no fueron recolectados entre
inmigrantes extranjeros en Europa; fueron producidos en español por wichís, población
absolutamente mayoritaria (más del 90%) del Departamento de Ramón Lista, Provincia de
Formosa 1. ¿No se trata de un problema lingüístico y social? ¿No podemos decir que la
elección es automática? Sin embargo, es obvio que varían con el contexto. El ACD se
niega así a ver fenómenos gramaticales importantísimos para entender el funcionamiento
del lenguaje.
4. Visión del mundo y más palabras
Tomaremos otro ejemplo: el denunciado maltrato a las minorías. No creo que haya signo
ideológico tan cargado como minoría. De hecho, la actitud de los blancos - la élite - que
critica es - objetivamente - la actitud de una minoría que a nivel mundial maltrata,
desprecia y explota a la mayoría no blanca del planeta.¿Se trata nuevamente de un caso
de gramaticalización, de automaticidad? ¿Se trata quizás de que Europa (o EEUU) está
tan gramaticalizada que significa lo mismo en todos los contextos por lo que siempre son
mayoría? ¿El modelo de situación no abarca el mundo? De hecho sólo así podemos
justificar las denuncias del mal trato a los inmigrantes o el cierre de la inmigración sin
preguntarse por qué existen los inmigrantes. Ocuparse de los inmigrantes implica un
1
Historias de vida tomadas entre los alumnos de EGB 3 de El Quebracho y San Martín,
Departamento Ramón Lista, Provincia de Formosa, por Eduardo Duarte. La ortografía es la
original.
6
modelo de situación en la cual los países (centrales) son permanentes, naturales,
ahistóricos.
Debemos recordar la frase de Dom Helder Camara
10. Cuando me preocupo por los pobres me llaman santo, cuando pregunto por qué hay
pobres me llaman comunista.
5. Teoría social
La falta de esta teoría y el haber aceptado - aunque para convertirse en los opositores de
- el discurso dominante, ha llevado a van Dijk y a Wodak a inventar categorías como
recursos sociales escasos y abuso de poder. No tenemos muy claro qué significan.
Cuando van Dijk (1998) utiliza recursos sociales escasos lo hace para referirse a la
utilización por parte de los inmigrantes de los servicios sociales de los estados de
bienestar europeos. Obviamente no puede aplicarse a los países de los que provienen
esos inmigrantes con el mismo valor. En lo personal pensamos que se trata de recursos
mal distribuidos, pero está claro que deberían marcarse de algún modo los límites entre lo
público y lo privado, en qué consiste la producción social (mundial) de bienes y servicios y
el problema de la acumulación de recursos.
Abuso de poder también es un término controvertido, más aún si lo utilizamos como
categoría. Se ha escrito mucho sobre el tema como para que nosotros digamos algo aquí;
sin embargo en las relaciones humanas o hay solidaridad o hay poder, no tenemos otra
alternativa. Recordemos que este problema lleva a van Dijk a pensar que puede haber
textos no ideológicos, lo que implicaría un uso neutral del lenguaje, un uso transparente
con respecto a determinada realidad que nos es muy difícil aceptar como lingüistas,
porque nos llevaría a negar la existencia de la variación y del cambio. Además, nos
llevaría nuevamente a la concepción Saussureana de libre uso - en el Habla - del tesoro
de la Lengua, o de una Actuación chomskyana impredecible. Esto no es así; el uso está
siempre socialmente condicionado y si está socialmente condicionado es ideológico.
6. El problema de la circularidad
En van Dijk (2001) se plantean una serie de cuestiones relativas a la necesidad de
interdisciplinariedad en el ACD y propone algunas herramientas de análisis. A partir de la
página 99 comienza el análisis textual del modo que él mismo considera un ejemplo de
procedimientos por niveles. Se trata de un pedido que debe ser firmado por Internet para
defender a Microsoft ante las acusaciones de prácticas monopólicas que enfrentaba. Con
7
un trabajo ejemplar, el autor demuestra que el texto es abiertamente ideológico y que
detrás de la defensa concreta de Microsoft se encuentra la ideología neoliberal en su más
cruda expresión, al punto en que no duda en atacar a los poderes ejecutivo, legislativo y
la Corte Suprema norteamericanas. Es decir, quiere demostrar que esa defensa es
ideológica y lo lleva adelante con seguridad y precisión.
Sin embargo, no analiza el comienzo, tal vez porque considere que no es relevante para
denunciar neoliberalismo; para nosotros implica un uso del lenguaje que legitimiza y
naturaliza algo más feroz esa ideología, e incluso le sirve de base. Permítannos presentar
y analizar el ejemplo.
Una petición contra la persecución a Microsoft
Firme el pedido - versión internacional (para no residentes en EEUU)
A: Miembros del Congreso, Procurador General Janet Reno, y Presidente Bill Clinton
Amigos Americanos:
La Declaración de la Independencia proclama que el propósito fundamental del gobierno es
proteger los derechos de los individuos, y que cada individuo tiene el inalienable derecho a buscar
la felicidad. A través de la historia de América, esta noble idea ha protegido el derecho individual
de conseguir la propia felicidad por medio de la utilización de su energía al trabajo productivo,
comercializando los productos de su esfuerzo en un mercado libre y llegar tan lejos como sus
habilidades se lo permitan.
Es cierto que este párrafo seguramente deberá ser elidido para formar la macroestructura
textual, pero una afirmación, dada por verdadera, acerca de la protección del derecho
individual a la felicidad, protegida a lo largo de toda la historia de los Estados Unidos,
firmada por no norteamericanos, constituye - al menos - la aceptación de un rol mundial
que jamás fue ejercido. Da por sentado que jamás existió la esclavitud, da por sentado
que individuo es una categoría que alcanza a los no norteamericanos, que no imponen
barreras comerciales a los productos de terceros países, que no existen trabajadores
"ilegales", etcétera. Afirmar a través de toda la historia de América, des historiza y
naturaliza lo inexistente. Por supuesto que no estamos afirmando que van Dijk intente
esta naturalización, lo que estamos afirmando es que no analizar el uso del lenguaje sino
lo que nos interesa de un texto, nos lleva a un callejón sin salida. Es cierto que el mismo
van Dijk afirma que los análisis nunca pueden ser completos, pero también es cierto que
afirmar que algunos podemos ser más iguales que otros naturaliza la defensa ulterior de
Microsoft. Lo que sucedió aquí, pensamos, es que con lo analizado van Dijk ya había
8
logrado mostrar lo que quería mostrar, y eso limita el análisis lingüístico (e ideológico).
Corre el riesgo de convertirse en una paráfrasis del texto original.
7. ¿Volver a las fuentes?
Trew (1979) había propuesto concentrarse en los textos que se producían a partir de
desafíos a las autoridades, es decir, conflictos sociales; el mismo Labov había planteado
estrategias de entrevista en las que se podía forzar a los informantes para que utilizaran
un conjunto mayor de recursos (lingüísticos) disponibles. Pero estas propuestas
constituyen estrategias de análisis lingüístico, no implican el análisis de la situación
creada en sí. Opinamos que los propósitos del ACD son loables, pero si perdemos de
vista la necesidad de comprender el proceso de uso del lenguaje no sólo perderemos - los
analistas del discurso - especificidad, sino también objetividad. Perderemos nuestro
objetivo general de entender el uso del lenguaje, nos separaremos del resto de los
colegas y sólo lograremos una normativa acerca de lo políticamente correcto para decir y
escribir. Los periódicos, por ejemplo, han comenzado a evitar frases prejuiciosas, pero
eso no significa que la situación - de las mujeres, por ejemplo - haya cambiado. Los
pobres y marginales - en tanto no sean piqueteros - son muy bien tratados en los media,
sus derechos son defendidos en cada programa y se reclama a las autoridades, sin
embargo, se los naturaliza.
Tenemos otros aportes desde investigadores que se reivindican del ACD que no han
caído en esta trampa - mencionaremos a Fairclough, van Leewen, Kress - y tratan de no
saltear los análisis sociales vía los análisis semióticos y vía estudiar las prácticas sociales
en que los textos aparecen. Seguramente éste es un mejor camino: análisis lingüístico y
trabajo etnográfico para analizar las situaciones comunicativas.
Por último queremos decir algunas pocas palabras sobre la teoría social. Esta no puede
apoyarse en leyes sino en principios éticos universales. Estos principios éticos no pueden
ser otros que la reproducción de la vida humana con el nivel de bienestar que la
producción de bienes y servicios y el avance tecnológico que los seres humanos hemos
logrado y puede garantizar. Esto implica colocarse en el lugar del oprimido, del excluido,
del que no tiene lo que socialmente se produce pero que otros sí tienen garantizado
(Dussel, 1998). El análisis de las formas lingüísticas puede permitir identificar la
producción de los carentes dentro de un sistema injusto. La teoría social nos puede
permitir interpretar por qué algunos grupos de personas en la sociedad carecen de formas
9
lingüísticas que otros tienen sin limitarnos a los textos efectivamente producidos; estudiar
la variación es estudiar la base del cambio, y la variación es ideológica.
Bibliografía
Dussel, E. (1998) Ética de la Liberación en la edad de la globalización y la exclusión.
Trotta. Madrid
Hodge, R. y Kress, G. (1979) Language as Ideology. Londres. Routledge.1993
Labov, W. y Waletzky, J. (1967) "Narrative Analysis: Oral Versions of Personal
Experience" en J. Helm (ed) Essays in the Verbal and Visual Arts. University of
Washington Press. Seattle
Lakoff, G. y Johnson. M. (1980) Metáforas de ka vida cotidiana. Cátedra. Madrid. 1991
Lavandera, B. (1988) "El estudio del lenguaje en su contexto sociocultural" en F.
Newmeyer (ed) Panorama de la Lingúística Moderna de la Universidad de Cambridge.
Tomo IV El lenguaje: Contexto Socio-cultural. Madrid. Visor. 1992
Trew, T. (1979) "Lo que dicen los periódicos: variación lingüística y duferencia ideológica"
en Fowler, R.; Hodge, R.; Kress, G.; Trew, T. : Lenguaje y Control. FCE. México. 1983
Wodak, R. (2000) "¿La sociolingüística necesita una teoría social? Nuevas perspectivas
en el Análisis Crítico del Discurso" en Revista Íberoamericana de Discurso y Sociedad, 2
(3): 123 - 147
van Dijk (1998) Ideología. Gedisa. Barcelona. 1999
van Dijk (2001) " Multidisciplinary CDA: a Plea for diversity" en Wodak, R. y Meyer, M.
Methods of Critical Discourse Analysis. Sage, Londres
Wodak, R. (2001) "What CDA is about - a summary or its history, important concepts and
its developments" en Wodak, R. y Meyer, M. Methods of Critical Discourse Analysis. Sage,
Londres
Wodak, R. (2001) "The discourse - historical approach" en Wodak, R. y Meyer, M.
Methods of Critical Discourse Analysis. Sage, Londres
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