El Hombre El hombre es un mamífero de orden de los primates, que consta de un cuerpo material, el cual se distingue por tener pies y manos bien diferenciadas, cara pequeña, cráneo voluminoso, gran desarrollo mental y facultad de hablar. El hombre es un animal que llega a un nivel de inteligencia tan avanzado que es capaz de recordar y relacionar una gran cantidad de información, por lo cual podemos decir que el hombre es racional y consciente. El ser humano cuenta con cinco sentidos, los cuales le permite interactuar con el exterior. Los cinco sentidos son: tacto, gusto, vista, olfato y oído. El tacto le permite al hombre tocar diferentes texturas. El gusto ayuda a diferenciar diferentes tipos de sabores (agrio, dulce, amargo, salado etc.). La vista hace que el hombre vea lo que esta pasando en su medio ambiente. El olfato ayuda al ser humano a oler diferentes tipos de olores. El oído, hace que el hombre pueda escuchar los sonidos del entorno. El hombre, según decían los griegos, es un animal político, es decir, sociable y ciudadano. Es un animal que habla, tiene ética y moral. El hombre tiene la capacidad de pensar, de tomar decisiones por sí mismo. También tiene una serie de valores, que regulan o califican diferentes acciones, como por ejemplo: lo que esta bien del mal, lo prudente y lo imprudente. Esta serie de valores son inculcados y/o aprendidos por el entorno del humano. El hombre tiene la habilidad de ser independiente, y vivir aislado, y también es capaz de vivir dentro de un grupo de individuos. El ser humano vive regularmente dentro de una sociedad o población, donde interactúa con otros seres humanos. El hombre también cuentas con sentimientos, que regulan el estado de animo de una persona, o como se siente internamente, estos al ser afectados por el entorno reaccionan de diferentes maneras, por ejemplo si se muere una persona cercana, el hombre va a sentir tristeza, si una persona cumple todas sus metas, la persona va a sentir felicidad o alegría. La vida de un hombre consta de varias etapas o fases. La primera fase es la infancia, esta dura desde que el hombre nace hasta alrededor de los 13 años. En esta fase, los infantes, aprenden cosas básicas, motrices, el habla, y otras cosas del exterior. La segunda etapa es la adolescencia, que dura desde los trece años hasta los 20 años. En esta etapa el Hombre sufre cambios físicos, y se dedica a aprender más sobre si mismo. La última etapa es de los 20 años en adelante, se llama adultez. Todas estas etapas son aproximadas, cada ser humano es diferente y cambia de etapa a diferentes tiempos. Plato y Hobbes decían que el hombre no es sociable, sino es agresivo y egoísta. Mucha gente opina lo mismo, que efectivamente, el hombres es egoísta y agresivo, pero ha decidido vivir en sociedad para poder beneficiarse de las bondades de la organización. Esta sociedad le brinda muchos beneficios a hombre, tales como, convivir e intercambiar opiniones con otros seres humanos, reproducirse, dividirse la labores básicas (comida, vestimenta, trabajo, etc), formar familias, tener una economía , la cual permita cambiar cosas y mantener diferentes niveles de vida, entre otras cosas. Es cierto que el hombre se comunica con otros seres de su especie pero siempre tiene algo íntimo, es decir algo reservado para el o para un reducido grupo de personas. Podría ser un pensamiento, afecto, asuntos interiores a una persona, familia o sociedad. Es lo que lleva dentro de su ser que pocos escuchan y ven. La intimidad se comparte, pero se comparte sabiamente. Todo esta en la intimidad, la única diferencia es que hay cosas que no son tan intimas. La Naturaleza misma guarda su distancia con el hombre, la vida se comporta de la misma manera, los animales, etc. ¿Entonces hay un grado de intimidad que nos rodea? De cierta manera lo hay. Pero como se explico anteriormente, tiene sus grados de intensidad. Para poder romper con la intimidad y se establezca un puente común hay que entrar en confianza con el sistema (lugar, objeto, persona, etc). Sin embargo en la intimidad se encuentran muchos secretos, que a veces no se podrán ver, sentir, escuchar o inclusivamente imaginar. Una parte importante en la vida del hombre es la religión, la cual tiene por objeto responder las preguntas 1 incontestables, que el humano con todo y su inteligencia no pueden resolver. Esta religión proporciona al hombre sentimientos de paz, seguridad y felicidad. Existen ahora diferentes tipos de culturas totalmente distintas, en diferentes lugares del mundo, como por ejemplo, el catolicismo, el budismo, el ateismo, el cristianismo, entre otras. Varios personajes de la historia han dado sus opiniones sobre el hombre. Sigmund Freud pensaba que la naturaleza del hombre no es cándida. El hombre tiene un instinto agresivo que necesita satisfacer. Friederich Nietzsche decía que el hombre es un ser que debe preocuparse por sembrar la semilla de su futuro; pronto no habrá ya oportunidad para hacerlo. Albert Camus pensaba que la vida es maquinal y rutinaria. La existencia del hombre carece de un claro sentido. Así como cada objeto tiene lugar en el universo, lo tiene el hombre. Sin embargo ahí todavía no acaba, el hombre como ser que forma parte del extenso espacio que nos rodea es identificado por características específicas que lo hacen único. Una de las miles formas de ser del hombre puede ser la cultura. Que definitivamente se hace notar en cada una de los estratos, grupos étnicos, nacionalidad, etc. ¿Cuándo nació? ¿Quién la creo? ¿Cómo se diferencia? ¿Qué la hace única? ¿Cómo la encontramos? Todas estas preguntas son fáciles de hallar en los ricos y extensos campos de la humanidad. Organización que busca un bien común, vivir. La vida se disfruta de diversas maneras, desde como se piensa, hasta como se aprecia el más mínimo detalle en una pared de mármol. Todo lo que hace el hombre, y la mujer por supuesto, desde bailar, hasta soñar es un mero reflejo de lo que lo rodea, la cultura. La cultura esta presente en todo nuestro alrededor. En un árbol, en un edificio, en un amigo(a), en la familia, e incluso dentro de nosotros mismos como reflejo de nuestro pensamiento. Gracias a la necesidad que tiene el hombre y la mujer de crear surgen diversas formas de expresión que son extractos de la forma de vida (cultura) en la que se desarrollan. Formas de transmitir ideas que van desde la pintura, escritura, baile, teatro, etc. La cultura se encuentra alrededor de nosotros, es distinta en todos los lugares. Pero lo que realmente interesa es en cómo la podemos conocer. Simplemente hay que abrir la ventana al mundo y percatarse de que la vida es tan diversa en el planeta, que uno se sorprendería de todas las cosas que ahí están y todavía no se descubren o por lo menos se aprecian. Hombre, Historia, Tiempo, Idea, Desarrollo, Forma, Vida, Muerte. Palabras que definitivamente muestran una relación que si no es directa por lo menos son dependientes, palabras que han sido una constante en el desarrollo del ser humano. A pesar del imparable flujo que tiene el tiempo, se pueden encontrar constantes que no cambian entre el hombre y su historia. Constantes ya antes mencionadas al principio de éste párrafo. No es difícil, tan sólo hay que pensar por un momento en el desarrollo de la persona a través del tiempo. El Hombre tiene el mismo objetivo que sus ancestrales. Vivir, desarrollarse, reproducirse, morir. Esto no ha cambiado nada. El Hombre sigue teniendo las mismas necesidades que se derivan de la forma en la cual vive y se desarrolla no importa el lugar y tiempo. Hoy, algo que comúnmente la gente vive, pero no razona. El hoy, el ahorita, el instante, el presente. ¿Vio usted algo interesante hoy? ¿Algo que la haya hecho pensar en algún recuerdo, en algún sueño? Ese es el hombre contemporáneo, siempre soñando, innovando, creando, pensamiento en movimiento, sentimiento cambiante, corazón pleno. En el hoy se sientan las bases, se prepara la construcción del futuro, se limpia la conciencia y se juega con las herramientas. El hombre contemporáneo es nuevo, es un estilo que lo identifica como ser capaz de analizar, representar y efectuar cualquier cosa que se le presente. Flexible ante los cambios, espectador y creador de sus propias obras que son el mero subconsciente que pocas veces alcanzamos a percibir en alguien. 2 ¿Acaso nos hemos olvidado de lo esencial? ¿Sabes qué es? Nuevas figuras, resaltan todos los días por donde quiera que vayamos. ¿Ha sido alguna de estas figuras? Medios, panoramas, lugares, objetos. Todo tiene un significado que complementa a otro. Se vive, pero no se razona. Es como algo monótono. Aburre. Ahora, ahora ya no es así. La gente, hombres y mujeres, llevan de la mano al desarrollo y lo moldean a su gusto compartiendo y aceptando los distintos pensamientos. Ese es el hombre moderno, el de hoy, el contemporáneo. Aquel que día y noche busca nuevas maneras de llegar a un punto pero por distintos caminos. ¿Cambio? Si, lo hay, lo acepta y lo hace modelo. Para que aquellos que vengan lo sigan y lo perfeccionen. Hoy compartimos, construimos, formamos, pensamos, vivimos, razonamos, sentimos y amamos. Porque hoy somos el presente y del futuro saldrá algo nuevo que disfrutaremos y transformaremos en algo nuestro, tuyo y mío. 3