24-10-07 NOTA DE PRENSA Embargo hasta las 19:00 horas Un equipo registra electrones en su viaje entre átomos El trabajo aparece destacado en la portada de Nature La base teórica de estos logros ha sido aportada por Pedro Miguel Etxenike, catedrático de la UPV/EHU Para trasladarse de un átomo al vecino en un sólido, los electrones necesitan decenas o centenas de attosegundos (1 as = 0.000 000 000 000 000 001 segundos). Un attosegundo es a un segundo lo que un segundo es a la edad del universo (14.000 millones de años). Si bien estos tiempos son sumamente cortos, constituyen el límite de velocidad para los procesos electrónicos del futuro. Los avances tecnológicos que nos acerquen a este límite dependen de nuestra capacidad para medirlos en tiempo real y, finalmente, controlar el transporte de electrones en sólidos, con precisión de attosegundos. Recientemente, en el laboratorio de Attosegundos del Instituto de Optica Cuántica Max Planck de Munich los equipos de Cavalieri, Krausz y Heinzman han conseguido el objetivo de medir la diferencia en los tiempos de viaje de dos distintos tipos de electrón a través de varias capas atómicas. El experimento constituye la primera medida con precisión de attosegundos realizada en materiales sólidos, y abre el campo del control sobre el transporte de electrones en sólidos a escala atómica. Estos logros, cuya base teórica ha sido aportada por Pedro Miguel Echenique, Catedrático de la UPV/EHU, miembro del Centro Mixto CSIC-UPV y Presidente de Donostia International Physics Center (DIPC), aparecen publicados en el último número de Nature (25 de Octubre, 2007) que le dedica su portada. Las revistas Nature y Science recibirán en Oviedo el próximo viernes 26 de octubre el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación. Pedro Miguel Echenique, coautor del artículo de Nature que esta semana se resalta en portada es Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1998. El transporte controlado de carga eléctrica por electrones a través de nano-circuitos constituye la base de la electrónica moderna, que encontramos, por ejemplo en computadoras, aparatos de comunicación e instrumentos de medida. En los circuitos electrónicos mas avanzados, los electrones son conducidos por un voltaje de microondas, que es capaz de dar paso o cortar la corriente en una fracción de nanosegundo (1 ns = 1 millonésima de milésima de segundo = 0.000 000 001 segundos). El tiempo de la transición apagado/encendido, determina el número de cálculos que puede ejecutar un computador temporizado por el circuito, en un período de tiempo definido. En última instancia, pues, la velocidad de la transición apagado/encendido queda limitada por el tiempo que tardan los electrones en viajar a través de las estructuras utilizadas para guiar o controlar su corriente. Estructuras más pequeñas conllevan transiciones mas rápidas y flujos mas densos de información. Estas consideraciones son las que impulsan la búsqueda de nano-estructuras cada vez mas pequeñas en la electrónica del estado sólido desembocando en arquitecturas de escala molecular. La distancia entre átomos vecinos en una estructura cristalina o en una molécula supone la longitud mas corta posible para canalizar o interrumpir corriente con aplicaciones en la imformática. Esto resultaría en la emergencia de una nueva electrónica, la de Petaherzios, en la que la dirección de la corriente puede cambiar con una frecuencia de varios billones de veces por segundo, unas cien mil veces superior a la electrónica actual. Un primer paso esencial en el largo camino hacia la electrónica ultra rápida es el desarrollo de técnicas para capturar carga electrónica transportada en estructuras atómicas, en la escala temporal del attosegundo. Es precisamente lo que se publica en Nature. Este descubrimiento abre un nuevo campo de la ciencia en el que convergerán la física de attosegundos con la nanotecnología.