DIFERENCIAS ENTRE EL GASÓLEO B Y EL C. Tanto el gasóleo B como el gasóleo C, sirven perfectamente para el uso en calefacciones, teniendo ambos unas características físicas similares en cuanto a rendimiento. El gasóleo B, es un producto más filtrado y limpio, ya que su orientación también se dirige a motores y artefactos, por lo que necesita un mayor cuidado en cuanto a la existencia de partículas. El gasóleo C, es un producto más viscoso. Por otro lado lleva consigo un añadido de parafina. Este añadido, le confiere un pequeño engrase suplementario que para algunas bombas de calefacciones que vienen muy ajustadas suele ser mejor que el gasóleo B (medida que muchos calefactores suplen con el añadido de un pequeño bote de aceite en el gasóleo en los primeros usos de la calefacción). Pero por otro lado, esta parafina en lugares de fuerte descenso de temperaturas, puede precipitar, ocasionando un tapón en los filtros de las calefacciones, una especie de barrillo que da lugar a un mayor coste de mantenimiento de las calefacciones. El gasóleo B, posee un punto de inflamación >55º inferior al gasóleo C >60º, por lo que el arranque de las calderas se produce más rápidamente con el gasóleo B, dado que los calentadores deben realizar menos esfuerzo. CLIENTES PREFIEREN EL B INCLUSO PARA CALEFACCIÓN. Otras diferencias son relativas al color, rojo para el gasóleo B y azul para el gasóleo C. Las diferencias entre ambos productos son mínimas a nivel de consumidor, que suele preferir el gasóleo B, ya que a la larga el mantenimiento de la calefacción resultará más económico en cuanto a limpieza de filtros. DESAPARICIÓN DEL GASÓLEO DE CALEFACCIÓN “C”. En cuanto a la desaparición del gasóleo C, es un tema que viene de largo... siempre se comenta que su desaparición es inminente pero ésta nunca llega. Los intereses comerciales en éste sentido priman sobre cualquier otro interés.