Estado nutricio y percepción de la imagen corporal de Integrantes de compañía de ballet y danza contemporánea, de la ciudad de Chihuahua. Verónica Yadira Domínguez Ríos. Alumna de la Licenciatura en Nutrición. Facultad de Enfermería y Nutriología. Universidad Autónoma de Chihuahua. E-mail: a209445@uach.mx ______________________________________________________________________________________________ Resumen El propósito de este estudio fue conocer el estado nutricio y la percepción de la imagen corporal que tienen los integrantes de compañía de ballet y danza contemporánea, de la ciudad de Chihuahua, mediante la evaluación de estado nutricio y de su dieta así como la percepción de su imagen corporal. Los criterios de inclusión fueron: hombres y mujeres, alumnos que practiquen danza contemporánea y/o ballet, en la compañía de danza. Los criterios de exclusión fueron: sujetos a los que anteriormente se les diagnosticó algún tipo de trastorno alimenticio, y se cuenta con expediente clínico o alguna enfermedad metabólica que se interponga o sesgue los resultados del estado nutricio. En esta investigación se trabajó con una muestra de 5 bailarinas; las participantes respondieron el Cuestionario de Imagen Corporal (BSQ), así como a una valoración nutriológica, en la cual fueron tomadas medidas antropométricas. Se concluyó que la percepción de la imagen corporal que tienen las integrantes de la compañía de danza en relación con su estado nutricional, es significativa, pues un 40% de ellas están insatisfechas por su imagen corporal, siendo un 100% de ellas las que se encuentran con un IMC considerado como normal por la escala de Quetelec, Introducción La danza es una profesión altamente competitiva y muy exigente desde el punto de vista físico. Por otro lado, la imagen corporal es un factor importante que se relaciona con los desordenes alimentarios como con la deficiencia de la ingesta y la mal nutrición; ya que las relaciones positivas entre la imagen corporal se sustenta en la autoestima y el sentido de competencia física. De este modo, la participación deportiva se asocia a una autoestima más elevada, que protegería contra los trastornos de la imagen corporal y los desórdenes alimentarios (Smolak, Murner y Ruble, 2000). Todos los factores sociales predisponentes coadyuvan para considerar que en un inicio, las conductas de dieta, voluntad, preocupación por la figura, deseo de agradar. etc., son premiadas y apoyadas, pues persiguen un objetivo válido, que es sentirse mejor consigo mismo. Los llamados “Trastornos alimentarios“ son desórdenes psicológicos que presentan graves anormalidades en el comportamiento del consumo de alimentos, en un individuo que muestra una serie de conflictos psico-sociales y estima que su resolución está inevitablemente condicionada por la adquisición de delgadez o el mantenimiento de un peso bajo” (Raich, 1994). Los problemas de desórdenes alimenticios y en particular las enfermedades de la anorexia y la bulimia son trastornos alimentarios que aquejan a los bailarines. Un estudio que se realizó en dos agrupaciones de ballet, la Compañía Nacional de Danza y el Taller Coreográfico de la UNAM, arrojó que el 13 por ciento de las bailarinas presentan anorexia y bulimia. En Londres se estima que el 10 por ciento de las bailarinas son clínicamente anoréxicas, si se considera que las estadísticas generales del Consejo Nacional de Salud reportan que por cada 20 hombres uno es anoréxico y por cada 20 mujeres 19 presentan esta enfermedad. Las modificaciones que ejerce el entrenamiento sobre el crecimiento, la maduración y el desarrollo no son fácilmente cuantificables. Resulta muy difícil establecer una línea divisoria entre los cambios biológicos derivados del propio entrenamiento y los que son consecuencia directa del proceso de crecimiento y desarrollo (Pérez, 1997). Pigeon y colaboradores en 1997 realizaron un estudio longitudinal de bailarinas de ballet en el cual señalan una disminución en la velocidad de crecimiento en el 16.0 % de las bailarinas durante la gran infancia con relación a un grupo control. Los procesos de maduración ocasionan grandes cambios en la composición del peso corporal de las bailarinas durante la adolescencia, pues ellas tienden a acumular menos masa muscular y más grasa corporal que los varones (Pangrazi y Corbin, 2002). El performance técnico artístico demandado por el ballet para una figura preestablecida estéticamente conduce a la bailarina a conductas y creencias, particulares y a veces perjudiciales, que definen un estilo de vida en su esfuerzo por alcanzar y mantener esas exigencias. La figura de las bailarinas es inalcanzable para muchas de ellas a partir de una edad biológica determinada. Este hecho puede ser extremadamente difícil de aceptar para cualquier adolescente, sometida por demás a fuertes presiones por su maestro de ballet, parientes y otros agentes, quién tratará de resolverlo con las pobres herramientas cognitivas con que cuenta (Smith, 1996). Los frecuentes problemas con el peso corporal en las bailarinas repercuten en su estado físico, ya que las dietas inapropiadas y los ejercicios físicos mal diseñados precipitan el desarrollo de problemas de salud conocidos hoy en la comunidad científica como la tríada femenina. La tríada femenina está caracterizada por desórdenes nutricionales, trastornos menstruales y osteoporosis que afectan regularmente a muchas mujeres activas que practican intensamente especialidades deportivas y artísticas, donde es imprescindible una figura magra y longilínea. Muchas de las personas que padecen esta enfermedad son atletas y bailarinas dedicadas, muy motivadas con su carrera, quienes realizan una gran cantidad de trabajo físico semanal y tienden a ignorar o minimizar los efectos de este padecimiento (Varcechok, 1997). En México no se cuenta con estadísticas precisas que muestren el porcentaje de personas con anorexia (pérdida de peso por dejar de comer) o bulimia (episodios repetidos de excesivo consumo de alimentos seguidos de vómito o uso de laxantes), los especialistas reconocen que la incidencia de ambas condiciones se ha incrementado dramáticamente en fechas recientes, ante todo por la difusión de estereotipos de belleza basados en la delgadez. Metodología Muestra La muestra utilizada, es conformada por 5 mujeres jóvenes con un promedio de edad de 25 años, todas ellas integrantes de una compañía de danza. Instrumentos Para calcular el IMC se recopilaron las mediciones de peso y talla corporal por triplicado para cada sujeto, siguiendo los protocolos estandarizados para la evaluación de cada una de estas variables. Para recopilar el peso se utilizó una balanza digital calibrada, marca Tanita modelo BF-681W, con una sensibilidad de 0,1kg, y un tallímetro de 2 metros de longitud para reportar la estatura y un Cuestionario de Imagen Corporal (BSQ), diseñado y validado en la población estadounidense por Cooper, Taylor, Cooper y Fairburn (1987) con el objetivo de explorar la autopercepción con respecto de la imagen corporal, así como identificar la presencia de insatisfacción corporal. Fue adaptado y validado para mujeres mexicanas por Galán en 2004, considerando un punto de corte en 110. El cuestionario consta de 34 ítem referentes a la autoimagen que se evalúan mediante una escala de frecuencia de seis puntos (1 = Nunca, 2 = Raramente, 3 = A veces, 4 = A menudo, 5 = Muy a menudo, 6 = Siempre), de modo que el rango de la prueba es 34-204 puntos. Los factores que evalúa son: insatisfacción corporal, miedo a engordar, sentimientos de baja autoestima a causa de la apariencia y deseo de perder peso, así como un cuestionario referente a conductas corporales relacionadas a los desordenes alimenticios. El nivel de entrenamiento se medirá dentro del historial clínico de acuerdo a la frecuencia de la realización de las actividades (ensayos, clases, entrenamiento, etc.) y de las horas realizadas al día Resultados y discusión Tabla 1. Variable de índice de masa corporal IMC Frecuencia Porcentaje 21 1 20 19 2 40 22 1 20 23 1 20 Media 20,73840744 Moda 19 Desviación estándar 1,7888544 Respecto a la variable Índice de Masa Corporal tenemos que peso normal 5 (100%), la media fue de 20,73, con una desviación estándar de 1,78 Tabla 2. Variable de BSQ BSQ Frecuencia Porcentaje 118 1 20 119 1 20 98 1 20 57 1 20 69 1 20 Media 88.44551155 Desviación estándar 28.26128093 Respecto a la variable BSQ encontramos que el 60% de las participantes se encuentran con una percepción corporal adecuada de sí misma, siendo un 40% las que se encuentran por arriba del punto de corte, siendo la media de 88.44 y con una desviación estándar de 28.26. Tabla 3. Porcentaje de casos que superaron el punto de corte en el instrumento utilizado Población P.C>110 BSQ Bailarinas (n=5) 2 (40%) En relación al porcentaje de casos que superaron el punto de corte en el BSQ, 2(40%), siendo este número aunque no mayor al 50% de la población este porcentaje representa a casi la mitad de esta población con insatisfacción corporal. En la entrevista que se sostuvo con cada uno de los participantes para su valoración nutricional se encontró que los síntomas que presentan en relación con su déficit de ingesta de alimentos son: dismenorrea y estreñimiento, siendo la única sintomatología que refieren los sujetos de estudio. En promedio practican 7 horas de ejercicio diarias, siendo las clases de baile y prácticas en la compañía de danza, las que ocupan gran parte de estas horas. En México no existen muchos estudios relacionados sobre la evaluación de insatisfacción corporal en relación con el estado nutricional de las bailarinas de ballet o danza contemporánea, por lo cual no se tienen muchas referencias con las cuales establecer comparaciones de los resultados aquí obtenidos. Sin embargo se obtuvo que el cuestionario de insatisfacción corporal (BSQ) posee una alta confiabilidad y validez al realizar una revisión de varios artículos. Conclusiones En relación con lo obtenido en esta investigación vemos que la percepción de la imagen corporal que tienen las integrantes de la compañía de danza en relación con su estado nutricional, es significativa, pues un 40% de ellas están insatisfechas por su imagen corporal, siendo un 100% de ellas las que se encuentran con un IMC considerado como normal por la escala de Quetelec, sin embargo esto no las excluye de tener a la alimentación como un descuido de su vida diaria, ya que en el recordatorio de 24 horas se pudo observar que ingieren pocos alimentos para los requerimientos calóricos que deben consumir. Finalmente, ya que este es un estudio de tipo exploratorio es necesario ampliar la muestra. Bibliografia Clotilde Vázquez Martínez AICB, Consuelo López Nomdedeu, Francisca Alcaraz., editor. Alimentación y nutrición: Manual teórico-práctico. Philip F. Rice MEOS, M de Lourdes Reyes Ponce. Desarrollo humano: Estudio del ciclo vital. p. Página 361. Weitzner A, editor. 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