TEMA 5 EL ENLACE QUÍMICO CONTENIDOS Tipos de enlaces químicos Enlace iónico: cationes y aniones. Formación de compuestos iónicos. Propiedades conferidas por el enlace iónico Enlace covalente: Teoría de Lewis y Teoría de orbitales atómicos o de enlace de valencia. Propiedades conferidas por el enlace covalente Enlace de Van der Waals Enlace de Hidrógeno Enlace metálico: Configuración y enlace en los metales. Propiedades conferidas por el enlace metálico Electrolitos y no electrólitos OBJETIVOS Explicar por qué se ha creado una teoría de enlaces. Razonar la formación de un enlace iónico. Explicar por qué los compuestos iónicos son sólidos cristalinos en su estado normal. Definir el concepto de energía reticular. Determinar qué iones formarán los elementos más importantes del sistema periódico. Describir las propiedades de los compuestos iónicos. Interpretar, en una primera aproximación, la formación de los enlaces mediante la regla del octeto.? Exponer la teoría de Lewis de formación de los enlaces covalentes por compartición de electrones. Describir la formación de enlaces covalentes simples, dobles y triples y representar las moléculas según las estructuras de Lewis. Describir la formación del enlace covalente coordinado y los términos del dador y del aceptor. Explicar las causas y los efectos de la polaridad de los enlaces covalentes. Describir las propiedades de los compuestos covalentes. Exponer el fundamento de las teorías mecano-cuánticas para el enlace covalente y las ideas básicas de la teoría de orbitales atómicos o de enlace de valencia. Describir las fuerzas intermoleculares de Van der Waals, su naturaleza y sus distintos tipos. Explicar las condiciones para que se formen enlaces de hidrógeno entre las moléculas. Explicar la naturaleza del enlace metálico mediante la teoría del mar de electrones. Describir las propiedades de los compuestos metálicos. Diferenciar entre compuestos electrolitos y no electrolitos. INTRODUCCIÓN Hemos visto que la materia está formada por átomos y que éstos, están formados por protones, neutrones y electrones. A excepción de los gases nobles los átomos se combinan para dar lugar a compuestos químicos. Hay compuestos gaseosos, líquidos y sólidos, los hay tóxicos e inocuos, mientras que otros son altamente benéficiosos para la salud. Las propiedades de cada compuesto dependen del tipo de elemento químico que lo forman, el modo cómo se enlazan (tipo de enlace químico), la forma y geometría de los agregados atómicos (moléculas) y de como estos interactúan entre si. En 1916, el químico alemán Walther Kossel expuso que en las reacciones químicas ocurren pérdida y ganancia de electrones por parte de los átomos, y por ello estos adquieren la configuración electrónica de un gas noble. Sin duda Kossel se refería al enlace iónico, y por lo tanto a los compuestos iónicos. En 1923, G.N.Lewis plantea su teoría de enlace por pares de electrones y anuncia que el octeto se logra por medio de compartición de electrones. Entonces a Kossel lo podemos considerar como el padre del enlace iónico, y a Lewis el padre del enlace covalente. En la actualidad, la mecánica cuántica describe muy bien a los átomos y estructura electrónica de los mismos; pero la situación en la molécula es muy diferente debido a la mayor complejidad de esta, el aparato matemático es mucho mas difícil de formular y los resultados menos fáciles de obtener e interpretar. Hoy en día, los químicos disponen de métodos de cálculo y de técnicas experimentales muy sofisticadas que permiten conocer con exactitud la forma, geometría y dimensiones de las moléculas. Se denomina enlace químico a las fuerzas atractivas que mantienen unidos a los átomos en los compuestos. En el enlace químico juega un papel decisivo la configuración electrónica del nivel más externo de los átomos, nivel de valencia, ya que de ella depende el tipo de enlace que formen. Los enlaces se clasifican, de forma sencilla y teórica en: a) enlace iónico, formados por transferencia de uno o más electrones de un átomo o grupo de átomos a otro, b) enlace covalente, que aparecen cuando se comparte uno o más pares de electrones entre dos átomos, c) enlace metálico. Además existen otras fuerzas, generalmente entre átomos de distintas moléculas, conocidas como fuerzas de van der Waals y enlace de hidrógeno. 5.1. POR QUÉ SE FORMA EL ENLACE QUÍMICO El enlace químico tiene lugar porque el compuesto químico formado es más estable que los átomos por separado. Además este compuesto tiene propiedades y características diferentes, en mayor o menor grado, a los átomos por separado. Cuando la disminución de energía, al pasar de los átomos por separado al compuesto químico, es superior a 10 Kcal/mol de átomos, se dice que se ha producido un enlace químico. A partir de las teorías de Kossel y Lewis en su regla del octeto: los átomos forman enlaces perdiendo, ganando o compartiendo los electrones de valencia necesarios para alcanzar las configuraciones electrónicas externas de los gases nobles (se llama octeto porque todos los gases nobles, excepto el helio, tienen ocho electrones externos). Actualmente se han creado teorías de enlace más complejas y elaboradas, mediante tratamientos mecánico cuánticos. Pero la regla del octeto, aunque sea una regla de carácter general, con bastantes excepciones, en una primera aproximación nos proporciona una justificación sencilla de cómo se forman y se clasifican los enlaces químicos. 5.2. TIPOS DE ENLACE En la formación de un compuesto químico se produce una redistribución electrónica, los electrones que intervienen en el enlace dejan de estar sometidos a la influencia exclusiva del átomo al que pertenecían y pasan a la influencia de otro átomo o de dos o más átomos a la vez. De esta manera tiene lugar la formación de distintos tipos de enlace: - Enlace iónico - Enlace covalente - Enlace metálico - Enlace de Van der Waals - Enlace de hidrógeno 5.3. ENLACE IÓNICO El enlace iónico tiene lugar entre elementos de electronegatividad muy diferente, es decir, entre un metal y no metal. Se caracteriza por una transferencia completa de electrones de un elemento metálico a otro elemento no metálico generando los correspondientes iones. La atracción electrostática entre iones de signo contrario es el origen del enlace. El ejemplo más habitual de compuesto con este tipo de enlace es el cloruro de sodio. El sodio es un elemento muy electropositivo y el cloro muy electronegativo. Cuando se les pone en contacto reaccionan desprendiendo energía según la reacción Na + ½ Cl2 → NaCl + energía Como el sodio es un elemento que posee un electrón en la última capa y el cloro dispone de siete electrones, se interpreta la formación del cloruro de sodio por la transferencia de un electrón del sodio al cloro, adquiriendo ambos iones la configuración electrónica del correspondiente gas noble (regla del octeto). No obstante, el balance energético de estos dos procesos es desfavorable, por lo que se debe considerar otros dos factores: a) que al aproximar sendos iones hasta la distancia con que se formaría el cristal la energía electrostática del sistema sería inferior que al estar alejados; b) estos compuestos dan lugar a la formación del cristal iónico, desprendiéndose una energía elevada porque cada ión está rodeado de varios iones de signo contrario. Es importante señalar que los compuestos iónicos son sólidos cristalinos y no se puede considerar la presencia de moléculas. El mismo cristal es una enorme molécula o macromolécula, constituida por un gran número de iones de signo contrario. La geometría de la red depende del tamaño relativo de los iones y de su carga. La fórmula química de un compuesto iónico nos indica la relación en la que se encuentran los iones en la red cristalina. El proceso en el cual los iones que se encuentran en estado gaseoso, a una distancia muy grande, pasan a formar parte de una red cristalina sólida tiene lugar mediante un desprendimiento de energía denominada energía reticular o de red. El valor de la energía liberada es característico de cada compuesto iónico, depende de distintos factores, calculándose por métodos indirectos a través del ciclo de Born-Haber. La valencia iónica con la que intervienen los elementos al formar un compuesto iónico, nos determina la capacidad de los átomos para perder o ganar electrones y formar los correspondientes iones, adquiriendo una configuración electrónica estable. Los no metales pueden dar lugar a aniones, iones negativos, mono (halógenos) o divalentes (anfígenos), formando muy difícilmente aniones trivalente (nitrogenoides) y prácticamente imposible aniones con cuatro cargas (carbonoides). Los metales dan lugar a cationes, iones positivos, con una estructura electrónica, en general, de gas noble (alcalinos y alcalino-térreos); sin embargo en el caso de los metales de transición que disponen de orbitales d ocupados se generan estructuras electrónicas con orbitales de subniveles, s y d, llenos, semilleros o vacíos. Cuando un elemento pierde uno o más electrones su tamaño disminuye a medida que aumenta su carga eléctrica positiva; mientras que si un elemento gana uno o más electrones su tamaño aumenta a medida que aumenta su carga negativa. Si se comparan especies químicas isoelectrónicas, mismo número de electrones, será más pequeña aquella que posea un mayor número de protones en el núcleo porque atrae con más fuerza al mismo número de electrones. 5.4. PROPIEDADES DE LOS COMPUESTOS IÓNICOS. Los compuestos iónicos son sólidos cristalinos generalmente duros y quebradizos con una temperatura de fusión y ebullición muy elevada. En general son solubles en agua, se disocian y los iones pasan a formar parte de la disolución. Así los iones quedan en libertad y no se encuentran fijos como en el sólido cristalino. Por ello en estado sólido no conducen la electricidad pero sus disoluciones acuosas y los compuestos iónicos fundidos sí debido a la libertad de movimiento de los iones. Las sustancias que al disolverse en agua conducen la electricidad se denominan electrolitos. 5.5. ENLACE COVALENTE Lewis propuso que la fuerza de atracción entre dos átomos en una molécula surge de la compartición de un par de electrones entre ambos. Cada par de electrones compartidos forman un enlace covalente en el que dos electrones son atraídos simultáneamente por ambos núcleos. Además, cada átomo queda con una configuración electrónica de gas noble. Cuando los átomos de una molécula son iguales, homonucleares, los electrones compartidos son atraídos con igual fuerza por ambos núcleos; sin embargo en el caso de moléculas heteronucleares los electrones son compartidos con distinta fuerza y surge el concepto de polaridad del enlace, al estar más próximo el par de electrones del átomo más electronegativo. La estructura de Lewis de un enlace covalente de una molécula muestra los electrones del enlace con un par de puntos. La formación de una molécula de hidrógeno se puede representar: Cada átomo de hidrógeno comparte un par de electrones y logra la configuración electrónica del gas noble del helio. En la molécula de fluor se forma por la compartición de un par de electrones de cada átomo y cada uno de ellos está rodeado de ocho electrones. Cada átomo posee tres pares de electrones sin compartir, también denominados pares de electrones solitarios. F-F En la molécula de oxígeno se comparten dos pares de electrones dando lugar a un enlace doble y cada átomo posee dos pares de electrones sin compartir. O=O En la molécula de nitrógeno se comparten tres pares de electrones dando lugar a un enlace triple y cada átomo posee un par de electrones sin compartir. N=N La energía de un enlace aumenta con el número de pares de electrones que se comparten y nos indica la estabilidad de la molécula. Así el orden de estabilidad de las anteriores moléculas será: nitrógeno>oxígeno>fluor. Todas las moléculas descritas son homonucleares y el enlace covalente se denomina apolar porque ambos átomos atraen con igual fuera al par o pares de electrones que comparten. Cuando el enlace covalente tiene lugar con átomos distintos se forman moléculas heteronucleares y el enlace covalente se denomina polar porque ambos átomos atraen con distinta fuerza al par o pares de electrones que comparten. Se genera un dipolo permanente (separación de cargas) que induce a la molécula propiedades distintas a las moléculas apolares. El cloruro de hidrógeno, H-Cl, el agua, H2O, el amoníaco, NH3, son moléculas con enlace covalente polar y su geometría en todos los casos confiere a la molécula una polaridad permanente. Figuras: HCl lineal; H2O angular; NH3, piramidal No obstante, hay moléculas que disponen de enlace covalente. polar pero que por su geometría son apolares porque se compensan las polaridades de los distintos enlaces. La molécula de dióxido de carbono, CO2, es lineal donde cada átomo de oxígeno comparte dos pares de electrones y el átomo de carbono cuatro pares de electrones. El doble enlace covalente entre el carbono y el oxígeno es polar por la mayor electronegativdad del oxígeno frente al carbono; sin embargo la molécula es apolar por simetría. La molécula de metano, CH4, es tetraédrica donde cada átomo de hidrógeno comparte un par de electrones con el átomo de carbono. El enlace covalente sencillo entre el carbono y el hidrógeno es polar debido a la mayor electronegatividad del carbono frente al hidrógeno; sin embargo la molécula es apolar por simetría. No todas las moléculas cumplen la regla del octeto, por ejemplo todos los compuestos de berilio y boro, así el BeCl2 es una molécula lineal donde el átomo de berilio está rodeado de cuatro electrones; el BH3 es una molécula plana triangular donde el átomo de boro está rodeado de seis electrones. 5.6. ENLACE COVALENTE COORDINADO Un enlace covalente en la que una especie contribuye con los dos electrones del enlace es un enlace covalente coordinado. Este enlace tiene lugar entre un átomo que dispone de un par de electrones sin compartir y otro átomo deficitario de electrones. Dos especies químicas que disponen de este enlace son la molécula de hidronios y la molécula de amonio. H20 + H+ ------- H3O+ NH3 + H+ ------- NH4+ La presencia de un enlace coordinado en ambas moléculas permite que siga cumpliéndose la regla del octeto en todos los átomos implicados 5.7. ENLACE METÁLICO Los metales representan más de las tres cuartas partes de los elementos conocidos y presentan unas propiedades que son el resultado de un enlace característico. Todos los elementos metálicos son buenos conductores de la electricidad, presentan un brillo característico, una alta conductividad térmica, y son maleables y dúctiles. El modelo del mar de electrones ayuda a comprender algunas de las propiedades de los metales. En este modelo el metal está representado por un conjunto de cationes que ocupan los nudos de una red cristalina, rodeados por un mar de electrones de valencia distribuidos uniformemente por toda la estructura y que se mueven libremente por todo el cristal. No obstante, los electrones se mantienen en el cristal debido a la existencia de atracciones electrostáticas con los cationes pero son móviles y no están asociados a ningún catión específico. El metal es conductor de la corriente eléctrica por la movilidad de los electrones de valencia. La alta conductividad térmica también se explica por la movilidad de los electrones, si se establece un gradiente de temperatura, la energía cinética de los electrones de la zona caliente es mayor, produciéndose una transferencia de esta energía por todo el sólido metálico. La maleabilidad (facilidad en formar láminas) y la ductilidad (facilidad para ser estirado) también se puede explicar con esta sencilla teoría. La facilidad que tienen los metales en deformarse se debe a que los iones metálicos de la red cristalina se pueden mover en planos respecto a ellos mismos sin que se rompan enlaces específicos y a pesar de que varíe la posición de los átomos metálicos los electrones de valencia se redistribuyen. Al contrario en los compuestos iónicos las fuerzas de unión son debidas a iones de signo contrario, y un desplazamiento de los mismos provoca la aparición de fuerzas de repulsión significativas entre iones de igual signo de carga que perturba el sistema inicial de equilibrio entre iones y por ello son quebradizos y se fracturan con facilidad. FUERZAS INTERMOLECULARES. Son fuerzas débiles y atractivas entre moléculas que justifican la variación del punto de fusión y de ebullición de moléculas covalentes. Las fuerzas de Van der Waals engloban las fuerzas intermoleculares de dispersión, dipolo-dipolo y dipolo-dipolo inducido. Las fuerzas de dispersión o de London tienen especial relevancia en las moléculas apolares. Contempla la existencia de dipolos instantáneos en cualquier átomo de la molécula como consecuencia de las fluctuaciones espontáneas y aleatorias de las nubes electrónicas. A su vez, este dipolo instantáneo, provoca la formación de dipolos inducidos en las moléculas vecinas. La intensidad de estas fuerzas viene determinada por la polarizabilidad de la molécula, es decir, por cuanto más fácil sea formar dipolos. Las moléculas de mayor tamaño tienen los orbitales más voluminosos y por tanto más fácilmente polarizables. Así las fuerzas de London son más intensas en los gases nobles a medida que descendemos en el grupo, por ello el punto de ebullición aumenta en el mismo sentido. Las fuerzas entre moléculas con dipolos permanentes son más intensas cuanto más polar es el enlace; no obstante, en estas moléculas siguen actuando las fuerzas de dispersión que, como se ha mencionado, cobran más relevancia con el tamaño de la molécula. Las fuerzas entre dipolos permanentes y dipolos inducidos, tiene lugar entre una molécula polar como por ejemplo el agua y una molécula apolar con el oxígeno. Estas interacciones justifican la solubilidad parcial del oxígeno en el agua líquida. El enlace de hidrógeno es una fuerza intermolecular que confiere a las moléculas propiedades excepcionales. Su intensidad es intermedio entre las fuerzas de Van der Waals y el enlace covalente. El enlace de hidrógeno es un caso extremo de interacción bipolar que se produce cuando se cumple que un átomos de hidrógeno está unido a un elemento químico muy electronegativo y de muy pequeño tamaño. Esta situación se da únicamente cuando el hidrógeno está unido al F, O y N. Así mismo el par o pares de electrones de estos elementos intervienen directamente en la formación de dicho enlace. El enlace de hidrógeno se produce por la fuerte atracción eléctrica entre el núcleo de hidrógeno (casi desprovisto de su electrón por estar unido a un átomo muy electronegativo) y un par de electrones solitarios de la molécula vecina. De manera simbólica, se representa como un enlace covalente, pero con una línea más larga y discontinua. Cuando las moléculas se unen mediante enlaces de hidrógeno, las sustancias muestran puntos de fusión y de ebullición anormalmente altos, tal como se indica en la figura. El enlace de hidrógeno le confiere al agua algunas de sus propiedades más características, que permiten la existencia de vida en nuestro planeta. Cabe destacar los altos puntos de fusión y de ebullición, la alta entalpía de vaporización y el elevado calor específico (actúa de manera análoga a un termostato). Así mismo este tipo de enlace es de especial relevancia en numerosas macromoléculas biológicas (proteínas, ácidos nucleicos,..). PROPIEDADES DE LOS COMPUESTOS COVALENTES Los sólidos atómicos las fuerzas entre los átomos son muy intensas, debido a la presencia de enlace covalente muy fuerte. Los puntos de fusión y de ebullición son muy elevados y muchos de ellos subliman (pasan directamente de sólido a gas). Las distintas formas alotrópicas del carbono: diamante, grafito y fullereno, presentan estructuras tridimensionales que aparecen en las siguientes figuras. Estos compuestos son insolubles en cualquier tipo de disolvente y su conductividad eléctrica y térmica depende de su estructura. Los compuestos covalentes moleculares, las moléculas están unidas mediante fuerzas intermoleculares por lo que en general tienen puntos de fusión y ebullición bajos o muy bajos en comparación con otros compuestos. En general son gases y líquidos a temperatura ambiente; no obstante, moléculas grandes como el yodo, I2, azufre, S8, y la glucosa, C6H12O6, son sólidos debido a la intensidad de las fuerzas intermoleculares (mayor polarizabilidad). Estos sólidos son blandos y frágiles, y además son malos conductores de la electricidad y del calor. DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS 1.- SUSTANCIAS Y MEZCLAS. ELEMETOS Y COMPUESTOS La materia es todo lo que ocupa un espacio en el Universo y tiene masa, siendo el constituyente universal de todos los cuerpos. Desde la perspectiva de la Química como ciencia, la materia es todo aquello que se forma a partir de átomos o moléculas, y con la propiedad de encontrarse en estado sólido, líquido o gaseoso. Además de ocupar un volumen, la materia tiene otras propiedades, tales como, masa, energía, presión, temperatura, densidad, etc. En química, se distinguen varios subtipos de materia según su composición y propiedades. La clasificación de la materia incluye sustancias puras, mezclas, elementos y compuestos, además de átomos y moléculas que se estudiarán en otra unidad (Esquema 1). Esquema 1. Clasificación de la Materia 1.1. SUSTANCIAS Y MEZCLAS Sustancia pura Sustancia pura, o simplemente sustancia en el lenguaje químico, es cualquier tipo de materia homogénea que no se puede descomponer en otras materias de distinta clase por medio de procesos fisicoquímicos sencillos. Tiene una composición fija (constante), uniforme e invariable y propiedades distintivas. Sustancia pura. Clase particular de materia que se caracteriza por se un sistema homogéneo que posee composición y propiedades fijas Las sustancias químicas son combinaciones de átomos de un mismo elemento o de elementos diferentes. Si los átomos combinados son de un mismo elemento se tienen Sustancias Simples. Si son de elementos distintos, se tienen Sustancias Compuestas (o compuestos químicos). En las sustancias simples todos sus átomos constituyentes tienen el mismo número atómico. Uno de los problemas con los que se enfrenta muy a menudo el químico es el conocer si una muestra de materia es o no una sustancia pura. Para ello, se somete la muestra a uno o varios procesos de purificación o separación de sustancias, como, por ejemplo, destilación, recristalización, extracción con disolventes, etc. Estos métodos nos llevan, normalmente, a la separación de la muestra en varias partes con diferentes propiedades, lo que prueba que contenía diferentes sustancias. Cuando una muestra o una parte de ella (previamente separada) no cambia en sus propiedades, al someterla a uno o varios procesos de purificación, podemos estar seguros de que se trata de una sustancia pura. Asimismo, una sustancia pura mantiene la temperatura constante durante los cambios de estado, por ello, la determinación de los puntos de fusión y ebullición de una sustancia pura suele ser de gran utilidad para su identificación. Ejemplos: Mezclas Las mezclas se forman al combinar dos o más sustancias puras en proporciones variables, sin que ello ocasione cambios químicos en ellas, es decir, cada sustancia mantiene su identidad y propiedades. Por medio de métodos físicos, las mezclas pueden separarse en sus componentes sin producir alteración en los mismos. Las mezclas no poseen composición constante, así, por ejemplo, las muestras de aire obtenidas en diferentes localidades seguramente diferirán en su composición, a causa de las diferencias existentes en el lugar donde se hallan recogido dichas muestras, como altitud, contaminación atmosférica, etc. Asimismo, las mezclas tienen propiedades también variables, que dependen de las proporciones de las sustancias que la componen. Mezcla. Sistema material formado por dos o más sustancias puras, en proporciones variables, no combinadas químicamente, y en la que cada uno de sus componentes mantiene su identidad y propiedades químicas. Puede ser separada en sus componentes (sustancias) simplemente por métodos físicos Existen dos tipos de mezclas, las homogéneas y las heterogéneas, según que conste de una o más fases. o Mezclas homogéneas Las mezclas homogéneas tienen la misma composición en toda la muestra por lo que son uniformes, es decir, presentan una sola fase y sus componentes no se perciben a simple vista, ni siquiera con la ayuda del microscopio (Figura 1). Figura 1. Distintos tipos de mezclas homogéneas Dentro de las mezclas homogéneas se encuentran las disoluciones y las aleaciones. Una disolución es una mezcla homogénea de dos o más sustancias que no reaccionan entre sí, conservando cada componente las propiedades químicas que le caracterizan. Además, son transparentes y sus componentes no se separan durante el reposo. Las disoluciones están formadas por un disolvente o solvente, generalmente en mayor proporción, y uno o más solutos en cantidades menores. Un ejemplo es la soda que es una disolución formada por un disolvente, el agua, y un soluto, el dióxido de carbono (Figura 2). Otros ejemplos de disoluciones o mezclas homogéneas, son el agua de mar, el aire, el agua azucarada, las bebidas gaseosas, los licuados, el vinagre, el agua más alcohol, etc. Una aleación es una mezcla sólida homogénea de dos o más metales, o de uno o más metales con algunos elementos no metálicos, como por ejemplo, el acero que es una aleación de hierro y carbono, o el bronce que es una aleación metálica de cobre y estaño. (Figura 2). Figura 2. Disolución de soda y aleación de acero La evaporación, la destilación, la filtración, etc., son métodos físicos, entre otros, para separar los componentes de una mezcla homogénea. Después de la separación, los componentes de la mezcla tendrán la misma composición y propiedades que al principio. Cuando la disolución está formada por un líquido y un sólido se emplea la evaporación, destilación, etc., así una disolución salina puede separarse evaporando el líquido, que se recupera condensando el vapor. El sólido, en este caso la sal, queda depositado en el fondo del recipiente. Si la mezcla homogénea está formada por dos líquidos se utiliza la destilación, en la medida que ambos componentes tengan diferente punto de ebullición. La sustancia más volátil se desprenderá primero de la mezcla, que se recupera por condensación. Así, por ejemplo, mediante la destilación se puede separar el alcohol que forma parte del vino, una disolución salina, etc. (Figura 3). Figura 3. Destilación de una disolución salina En el Esquema 2 se recogen algunos ejemplos de mezclas homogéneas y sus métodos de separación. Esquema 2. Tipos de mezclas homogéneas y sus métodos de separación o Mezclas heterogéneas Una mezcla heterogénea es aquella que tienen dos o más fases que, por lo general, se pueden identificar y diferenciar, aunque no siempre se pueden ver fácilmente. Este tipo de mezcla contiene dos o más sustancias, combinadas de tal forma que cada una conserva su identidad química, y su composición no es uniforme. En ellas sus componentes pueden distinguirse a simple vista o con el microscopio, pues no son uniformes. Por ejemplo, la arena en agua es una mezcla heterogénea que se aprecia fácilmente y varían de un punto a otro, otra mezcla heterogénea es un trozo de granito formado por cuarzo, mica y feldespato, etc. (Figura 4). Figura 4. Ejemplos de mezclas heterogéneas Se pueden emplear varios métodos físicos para separar los componentes de una mezcla heterogénea, algunos de los cuales se muestran en el Esquema 3 (Figura 5). Después de la separación, los componentes de la mezcla tendrán la misma composición y propiedades que al principio. Esquema 3. Tipos de mezclas heterogéneas y sus métodos de separación Figura 5. Filtración y Decantación Dentro de las mezclas heterogéneas se distinguen dos tipos: las suspensiones y los coloides. - Las suspensiones son mezclas heterogéneas formadas por una fase dispersa, es decir, un soluto sólido insoluble y una fase dispersante, representada por un líquido. Las partículas de la fase dispersa son mayores a 100 nanómetros de tamaño, pueden observarse a simple vista y sedimentan cuando la suspensión está en reposo. Las suspensiones tienen aspecto opaco como, por ejemplo, el aceite en agua, los jugos de frutas, la arcilla en agua, las pinturas al agua, etc. (Figura 6). Figura 6. Tipos de suspensiones - Los coloides son mezclas heterogéneas cuyas partículas, entre 10 y 100 nanómetros, son más pequeñas que las correspondientes a las suspensiones, pero más grandes que las moléculas que forman las disoluciones, por tanto, son mezclas intermedias entre las disoluciones y las suspensiones. Un coloide es un sistema formado por una fase continua, en general líquida, y otra fase dispersa a modo de partículas, normalmente sólidas. Aunque en un coloide el soluto no es soluble, sin embargo, sus partículas son lo suficientemente pequeñas para que no se separen o sedimenten si están en reposo y poseen una opacidad menor que las suspensiones, pues pueden dispersarse homogéneamente por todo el medio. Son mezclas heterogéneas coloidales, por ejemplo, la sangre, la leche, la mayonesa, el flan, las gelatinas, el vino, la cerveza, la tinta china, la clara de huevo, el humo, la neblina, la espuma, etc. (Figura 7). Figura 7. Tipos de coloides En la Tabla 1 se recogen las principales diferencias entre mezclas homogéneas (disoluciones), suspensiones y coloides (Figura 8) Tabla 1. Diferencias entre suspensiones, coloides y disoluciones SUSPENSIONES Mezcla heterogénea Partículas > 100 nm Dos fases Opacas Sedimentan en reposo COLOIDES Mezcla heterogénea Partículas de 10-100 nm Dos fases Opacidad intermedia No sedimentan en reposo DISOLUCIONES Mezcla homogénea Partículas < 10 nm Una fase Trasparentes No sedimentan en reposo Figura 8. Ejemplos de disolución, suspensión y coloide 1.2. ELEMENTOS Y COMPUESTOS Elementos Un elemento es cualquier sustancia pura que no puede descomponerse o separarse en otras sustancias más sencillas mediante procedimientos químicos normales o simples. Es el constituyente más sencillo de la materia, constituido por átomos de la misma clase. Son elementos, por ejemplo, el carbono, nitrógeno, oxigeno, oro, plata, etc. Los elementos se representan mediante símbolos químicos, como Li (Litio), Be (Berilio), etc. (Figura 9). Elemento. Sustancia pura que, por cualquier método químico, no se puede descomponer en otras más simples Figura 9. Elementos químicos representados mediante símbolos Es importante diferenciar entre un “elemento químico” y una “sustancia simple”. Por ejemplo, el ozono (O3) y el oxígeno (O2) son dos sustancias simples, cada una de ellas con propiedades diferentes, y el elemento químico que forma estas dos sustancias simples es el oxígeno (O) (Figura 10). Otro ejemplo es el elemento químico carbono, que se presenta en la naturaleza como grafito o como diamante (estados alotrópicos) que son sustancias simples. Algunos autores hablan de elementos formados por átomos aislados y elementos formados por moléculas (sustancias simples). Figura 10. Elemento oxígeno y moléculas de elementos, O2 y O3 Compuestos Un compuesto o sustancia compuesta es cualquier sustancia pura formada por combinación de dos o más elementos diferentes unidos químicamente en proporciones fijas, y que pueden descomponerse por métodos químicos en los elementos de los que están constituidos. Sin embargo, los elementos de un compuesto no se pueden dividir o separar por procesos físicos (decantación, filtración, destilación, etcétera), sino sólo mediante procesos químicos. Los compuestos tienen diferentes propiedades físicas y químicas que las de sus elementos constituyentes. Cuando los átomos que forman una molécula proceden de elementos distintos, a dicha molécula se le denomina “compuesto químico” (que, por ende, es una molécula). Los compuestos se representan por medio de fórmulas químicas. Compuesto. Sustancia pura formada por dos o más elementos combinados químicamente en proporciones fijas, y que no se descompone cuando es sometido a procesos normales de purificación Por ejemplo, un compuesto es la molécula del agua que está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (Figura 11). Otros ejemplos son el dióxido de carbono que posee dos átomos de oxígeno y uno de carbono, el metano, el cloruro de sodio, la glucosa, la urea, el amoníaco, el alcohol etílico, etc. Figura 11. Elemento (O), molécula de elemento (O3), compuesto químico (H2O) En estas dos definiciones de elementos y compuestos, nos hemos referido a moléculas tanto de elementos como de compuestos químicos. Tanto para la Física como para la Química, una molécula es un conjunto de, por lo menos, dos átomos, ya sean iguales o diferentes, que se encuentran unidos mediante enlaces químicos en una proporción fija, los cuales constituyen la mínima porción de una sustancia que puede ser separada sin que sus propiedades sean alteradas. Cuando los átomos son idénticos, se refiere a moléculas de elementos o sustancias simples, y se da por ejemplo en el oxígeno que cuenta con dos átomos de este elemento, O 2; el hidrógeno gaseoso, H2, que es una molécula de un elemento puro formada por dos átomos de hidrógeno, el ozono, O3 etc. En el caso de ser diferentes, como ocurre con la molécula del agua, la cual tiene dos átomos de hidrógeno y uno solo de oxígeno, en el amoníaco NH3, etc., se denomina compuesto químico, por lo tanto, el agua es una molécula de un compuesto químico (Tabla 2) (Figura 12). Tabla 2.- Ejemplos de moléculas de elementos y compuestos Moléculas de elementos Moléculas de compuestos N2 Nitrógeno molecular NH3 Amoníaco O2 Oxígeno molecular H2O Agua O3 Ozono C4H10 Butano P4 Fósforo CO2 Dióxido de carbono Figura 12.- Ejemplos de moléculas de compuestos químicos En la Tabla 3 se recogen las principales características para poder diferenciar un compuesto de una mezcla homogénea. Tabla 3. Diferencias entre compuesto y mezcla homogénea COMPUESTO MEZCLA HOMOGÉNEA La proporción en que están los elementos dentro de los compuestos es siempre constante Las proporciones de las sustancias que se mezclan son variables Tienen propiedades físicas constantes Tienen propiedades físicas que varían en función de las proporciones en que están las sustancias mezcladas Las propiedades de los elementos que forman el compuesto son radicalmente diferentes a las del compuesto formado De los compuestos sólo se pueden obtener los elementos que los constituyen por métodos químicos Las sustancias que se mezclan tienen las mismas propiedades Las sustancias que forman una mezcla se pueden separar por métodos físicos (evaporación, filtración, etc.) EJERCICIOS RESUELTOS Ejercicio 1.Clasifique las siguientes materias como mezclas o sustancias puras: aire, hielo, oro, café, azúcar, oxígeno, gasolina y vidrio. Solución: Mezclas: aire, café, gasolina y vidrio Sustancias puras: hielo, oro, azúcar y oxígeno Ejercicio 2.Clasifique las siguientes sustancias como elementos o compuestos: hielo, oro, azúcar, oxígeno, sal común, azufre, plata y alcohol. Solución: Elementos: oro, oxígeno, azufre y plata Compuestos: hielo, azúcar, sal común y alcohol. Ejercicio 3.Clasifique las siguientes sustancias como mezclas, elementos y compuestos: Leche, azufre, gasolina, ácido nítrico, azúcar, helio, dióxido de carbono, polietileno, arena, nitrógeno, sal común, granito, acero, ozono. Solución: Mezclas: Leche, gasolina, arena, granito, acero Elementos: azufre, helio, nitrógeno, ozono. Compuestos: ácido nítrico, azúcar, dióxido de carbono, polietileno, sal 2.- SÍMBOLOS Y FÓRMULAS Símbolos Los elementos químicos se representan por medio de símbolos (cada elemento químico tiene un símbolo característico), los cuales corresponden a abreviaturas de sus nombres latinos. En general, el símbolo es la letra inicial mayúscula del nombre latino del correspondiente elemento. Ejemplos: Nombre español Potasio Azufre Fósforo Nombre latino Kalium Sulfur Phosphörus Símbolo K S P En aquellos elementos cuyos nombres latinos comienzan con la misma letra, se agrega una segunda letra, pero minúscula. Para tales efectos se elige la letra más característica del respectivo nombre latino. Ejemplos: Nombre español Plata Oro Estaño Escandio Arsénico Nombre latino Argentum Aurum Stangnum Scandia Arsenicum Símbolo Ag Au Sn Sc As Figura 13. Símbolos de diferentes elementos Fórmulas Los compuestos químicos y las moléculas se representan mediante la denominada fórmula química, que es una expresión estequiométrica de su composición, ya que informa sobre la proporción en que se encuentran las cantidades de sus elementos componentes. Es decir, la fórmula contiene los símbolos de los elementos que forman la sustancia y unos números, en forma de subíndices (subíndices estequiométricos), que indican el número de átomos en lo que se denomina entidad elemental. Por ejemplo, la fórmula química Na2SO4, nos indica que este compuesto está formado por tres elementos químicos, que son sodio, de símbolo Na, azufre, de símbolo S, y oxígeno, de símbolo O. Además, nos dice que en una molécula de este compuesto hay 2 átomos de sodio (Na), 1 átomo de azufre (S) y 4 átomos de oxígeno (O) (Figura 14). Figura 14. Fórmula química Otro ejemplo es la fórmula del agua, H2O, que nos indica no sólo qué elementos están presentes en la molécula, sino también nos da información de la proporción en que los átomos participan en ella, 2 átomos de H y 1 átomo de oxígeno. Del mismo modo, la fórmula química de la glucosa C6H12O6, nos informa que las cantidades (n) de carbono (nC), de hidrógeno (nH) y de oxígeno (nO) se hallan en la proporción de 6:12: 6, o sea, nC:nH:nO = 6 : 12 : 6 = 1 : 2 : 1 (Figura 15). Figura 15. Fórmulas químicas del agua, H2O y la glucosa, C6H12O6 Estructuralmente, la fórmula química de una sustancia molecular es una expresión simbólica que nos informa sobre la identidad y número de átomos que entran en la composición de cada una de las moléculas constituyentes de la sustancia. Ejemplos: Sustancia molecular Glucosa Amoníaco Clorobenceno Agua Fórmula química C6H12O6 NH3 C6H5Cl H2O Nº átomos en cada molécula 6 átomos C, 12 átomos H, 6 átomos O 1 átomo N, 3 átomos H 6 átomos C, 5 átomos H, 1 átomos Cl 2 átomos H, 1 átomo O Asimismo, en una especie iónica la composición química y la carga eléctrica vienen dadas simbólicamente por medio de su correspondiente fórmula química, en la que además del subíndice, aparece un superíndice que indica la carga eléctrica neta de dicho ion. En el caso de sustancias iónicas, al no existir moléculas propiamente dichas, se habla de unidad de fórmula. Ejemplos: Ion Ion amonio Ion dicromato Ion aluminio Fórmula química NH4+ Cr2O72Al3+ Nº átomos constituyentes 1 átomo N, 4 átomos H 2 átomos Cr, 7 átomos O 1 átomo Al Ion amonio Finalmente, a veces es conveniente escribir la denominada fórmula estructural, sobre todo en los compuestos de carbono debido a que presentan el fenómeno de isomería. Este tipo de fórmula química nos permite visualizar qué átomos se unen entre sí y cómo lo hacen, es decir, si lo hacen con un enlace sencillo, doble, etc. (Figura 16). Figura 16. Fórmula estructural del tetracloruro de carbono (CCl4) y el eteno (C2H4) EJERCICIO RESUELTO Ejercicio 1.Escribir las fórmulas para los compuestos siguientes: a) Ácido sulfúrico: 2 átomos de hidrógeno + 1 átomo de azufre + 4 átomos de oxígeno; b) metano: 1 átomo de carbono + 4 átomos de hidrógeno, c) Propano: 3 átomos de carbono + 8 átomos de hidrógeno, d) ácido nítrico: 1 átomo de hidrógeno + 1 átomo de nitrógeno + 3 átomos de oxígeno, e) dióxido de nitrógeno: 1 átomo de nitrógeno + 2 átomos de oxígeno. Solución: a) Ácido sulfúrico: 2 átomos de hidrógeno + 1 átomo de azufre + 4 átomos de oxígeno → Primero se deben escribir los símbolos de los átomos en la fórmula: H, S y O. Después miramos la proporción de cada uno de ellos en la fórmula, en este caso, 2, 1 y 4, por lo que la fórmula será: H2SO4. En el dibujo podemos ver la fórmula química y la fórmula estructural. b) Metano: 1 átomo de carbono + 4 átomos de hidrógeno → Primero se deben escribir los símbolos de los átomos en la fórmula: C e H. Después miramos la proporción de cada uno de ellos en la fórmula, en este caso, 1 y 4, por lo que la fórmula será: CH4. En el dibujo podemos ver la fórmula química y la fórmula estructural. c) Propano → 3 átomos de carbono + 8 átomos de hidrógeno. Primero se deben escribir los símbolos de los átomos en la fórmula: C y H. Después miramos la proporción de cada uno de ellos en la fórmula, en este caso, 3 átomos de carbono y 8 de hidrógeno, por lo que la fórmula será: C3H8. En el dibujo podemos ver la fórmula química y la fórmula estructural. d) Ácido nítrico → 1 átomo de hidrógeno + 1 átomo de nitrógeno + 3 átomos de oxígeno. Primero se deben escribir los símbolos de los átomos en la fórmula: H, N y O. Después miramos la proporción de cada uno de ellos en la fórmula, en este caso, 1 átomo de hidrógeno, 1 átomo de nitrógeno y 3 átomos de oxígeno, por lo que la fórmula será: HNO3. En el dibujo podemos ver la fórmula química y la fórmula estructural. e) Dióxido de nitrógeno → 1 átomo de nitrógeno + 2 átomos de oxígeno. Primero se deben escribir los símbolos de los átomos en la fórmula: N y O. Después miramos la proporción de cada uno de ellos en la fórmula, en este caso, 1 átomo de nitrógeno y 2 átomos de oxígeno, por lo que la fórmula será: NO2.. En el dibujo podemos ver la fórmula química y la fórmula estructural. 3.- MASAS ATÓMICAS Y MOLECULARES 3.1. MASA ATÓMICA En los postulados de Dalton queda establecido que cada átomo tiene un peso o masa propio y diferente del de cualquier átomo de otra clase. Asimismo, de acuerdo con la teoría atómica, los átomos se combinan en una razón de números enteros sencillos para formar los compuestos. Como las masas de los átomos individuales son sumamente pequeñas, en comparación con una unidad corriente de masa, como por ejemplo el gramo, es necesario encontrar cuán “pesado” es un átomo de un elemento comparado con otro, tomado como patrón de referencia. Aunque no es posible pesar un solo átomo sí existen métodos experimentales para determinar su masa en relación con la de otro átomo. Por tanto, lo primero fue asignar un valor a la masa de un átomo de un elemento determinado, para utilizarlo como referencia. En la actualidad, por acuerdo internacional (según la IUPAC, International Union of Pure and Applied Chemistry) y por razones de precisión, se toma como patrón de medida de masa atómica la masa del isótopo 12 del carbono, carbono-12 o 12C (masa = 12 u.m.a.), luego: 1 átomo de 12-C pesa 12 u.m.a. Por lo que tenemos la siguiente definición: Unidad de masa atómica (u.m.a. ó u, Unidad de Masa Atómica) es la correspondiente a la doceava parte de la masa de un átomo de carbono-12, 12C. Es decir, que: 1 uma = masa de un átomo de 12 C 1 masa 12C = 12 12 Masa atómica (peso atómico) es la masa de un átomo (o de los elementos que constituyen la Tabla periódica), expresada en u.m.a. En esta escala tenemos que la masa atómica del C = 12 u (Figura 16) y, por ejemplo, la masa atómica del H es 1 u, lo que significa que el H pesa 12 veces menos que el 12-C= 1 uma, masa atómica del Na = 23 u, masa atómica del O = 16 u, etc. Figura 16.- Símbolo y masa atómica del C 3.2. MASA MOLECULAR En un compuesto no puede hablarse de masa atómica sino de masa molecular (peso molecular) que será la suma de las masas atómicas de los átomos que lo constituyen, teniendo en cuenta cuántos hay de cada uno (información recogida en la fórmula molecular correspondiente). Las masas moleculares, al igual que las masas atómicas, se expresan en u.m.a. Masa molecular es la masa, expresada en u.m.a., que corresponde a la suma de las masas atómicas de todos los elementos que componen la molécula, teniendo en cuenta cuántos hay de cada uno en ella. Para calcular la masa molecular, multiplicamos la masa atómica de cada elemento por el número de átomos de ese elemento presentes en la molécula y sumamos todos los resultados (Figura 17). Figura 17. Masa molecular del Dióxido de azufre, SO2. Los dos conceptos anteriores, que se han definido como una relación de masas entre un átomo (o una molécula), y el átomo patrón, se denominan más exactamente masa atómica relativa, Ar, y masa molecular relativa, Mr, aunque a veces también se les llama peso atómico y peso molecular.